2. Para el 2021 se prevé que en el
mundo se generarán 52.200
millones de toneladas métricas de
desechos electrónicos, un aumento
del 17% frente a lo que se reportó
en el más reciente informe The
Global E-Waste Monitor, que evalúa
los desechos electrónicos globales,
políticas y estadísticas.
3. Esa basura tiene una
particularidad frente a otros
desechos: muchos de los
elementos con los que fabrican los
aparatos electrónicos son
sustancias tóxicas y que afectan
gravemente el medio ambiente.
En algunas ocasiones, son incluso
una amenaza para la salud de los
seres vivos.
4. El primer paso es llevar tus
aparatos a los establecimientos o
grandes superficies, conocidos
como contenedores RAEE
(residuos de aparatos eléctricos y
electrónico) que ponen a
disposición del usuario los
contenedores para su posterior
reciclaje.
5. En el segundo paso intervienen entidades
como EcoCómputo que tienen acuerdos
comerciales con diferentes gestores
ambientales, que se encargan de, a través
de procesos certificado, disponen
finalmente de los residuos, rescatando lo
que se pueda reutilizar. Aquí entra a jugar el
concepto de ‘minería urbana’. “Un PC
estándar tiene el 36% de hierro. Para
extraer de la naturaleza una tonelada de
hierro se utilizan cuatro toneladas de otro
tipo de materiales. Si se hace minería
urbana, es decir que de los residuos se
extraen minerales para su reutilización, se
requieren muchos menos recursos
adicionales para su extracción”