2. Arquitectura Griega La evolución del arte arquitectónico griego se percibe principalmente mediante la observación de los templos. Gracias a ellos, podemos hablar de tres grandes órdenes: dórico, jónico y corintio. Ya en tiempos de HOMERO se conocía el templo griego plenamente desarrollado; en lugares como Samos, Eleusis o Esparta se han encontrado basamentos de templos que responden a las plantas más comunes. A finales del siglo VII a. C. se estableció el canon del templo griego y fue a partir de este momento cuando comenzaron las diferencias funcionales de las columnas.
3. ORDEN DÓRICO Columna robusta, con fuste estriado, ligeramente más estrecha en los extremos que en el centro. No tiene basa, arranca directamente del suelo; en el friso destacan la metopa y el triglifo; el arquitrabe suele ser liso; el capitel está formado por el ábaco y el equino; entre el capitel y el friso hay una corona de ranuras llamada collarino.
4. ORDEN JÓNICO Columna más esbelta que la dórica, apoyada sobre una basa, especie de pedestal cuadrado que también recibe el nombre de plinto. El fuste tiene estrías perfiladas y separadas; el friso puede ir adornado con relieves; en el capitel aparecen unas volutas, elemento distintivo; el equino suele decorarse con elementos de forma oval.
5. ORDEN CORINTIO Columna que muestra una mayor elaboración que las columnas dórica y jónica en lo que respecta a los elementos decorativos. El más elaborado es el capitel, que está adornado con volutas y hojas de acanto, hojas delicadas que embellecen sobremanera al capitel y que se convierten en el elemento distintivo de este orden.