¿Libertad sobre economía?, ¿economía sobre libertad? Juan Vicente Gómez: un "tirano" gris | Reportaje Interpretativo | Leanis Hernández
1. UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
¿Libertad sobre economía?, ¿economía sobre libertad?
Juan Vicente Gómez: un “tirano” gris
Autor(a): Leanis Hernández
Cédula de Identidad: 29.909.522
Asignatura: Historia Contemporánea de Venezuela
Docente: Prof. Celia Sánchez
BARQUISIMETO, ENERO 2021
2. Un hombre venerado por muchos y odiado por muchos otros. ¿El
llamado “salvador de salvadores” es verdaderamente un tirano? ¿O es que,
acaso, Castro se equivocó al nombrarlo “pacificador de Venezuela”? Puntos
de vista muy diversos es lo que abunda con respecto a este hombre, pero
todos coinciden en algo: fue un gobernante inteligente.
Juan Vicente Gómez es un hombre fundamental en la historia
venezolana, pues su personalidad multifacética y sus decisiones polémicas lo
han consolidado en la historia contemporánea de Venezuela como un
presidente autoritario, pero también competente.
Nacido en la Hacienda La Mulera en el estado Táchira, el 24 de julio de
1859, Gómez fue criado por un padre autoritario. Hijo de una india y un
descendiente de españoles, el general Juan Vicente Gómez aprendió en su
infancia que primero debía trabajar para poder administrar, lo que marcaría su
carácter y modo de gobernar en los años venideros.
Mientras un joven Juan Vicente se encargaba de la hacienda de su
padre durante la primera mitad de su vida, Venezuela sufría la transición de
rural a urbana. Ya no existía el aspecto colonial del siglo XIX, sino que ahora
Caracas era una gran metrópoli llena de ricos que monopolizaron la economía.
No obstante, en el contexto político venezolano abundaban las guerras
civiles que parecían no tener fin. Fueron estos enfrentamientos los que
permitieron que un joven Gómez conociera a quien se convertiría en su
compañero de armas y amigo, el coronel Cipriano Castro.
Este encuentro es el que consolida a Juan Vicente Gómez como un
personaje político en Venezuela, pues, junto con Castro, organizó un golpe
militar contra el gobierno de Ignacio Andrade.
Durante el gobierno de Andrade, Venezuela atravesaba una crisis
política y, además, la economía estaba en recesión gracias a la caída del
cacao, el cuero y el ganado, los cuales eran los principales productos de
3. exportación. Ante esto, la dupla conformada por Gómez y Castro no se quedó
con los brazos cruzados. Ambos hombres pelearon bajo el nombre de “La
Revolución Restauradora” hasta tomar el poder en 1899.
Es así como Gómez y Castro encabezan la marcha triunfal que los
llevaría a Caracas en este mismo año. Dos años más tarde, en 1901, Castro
fue designado como presidente de Venezuela y Gómez como segundo
vicepresidente.
No obstante, el gobierno de Castro no supuso la paz que tanto
anhelaban los venezolanos. Al contrario, el primer reto con el que se tuvo que
enfrentar Cipriano fue el estallido de la Revolución Libertadora. Este fue el
punto de partida para el enaltecimiento del General Juan Vicente Gómez.
Ante el revuelo, Castro decide nombrar a Gómez como General de
División, lo que pondría sobre sus hombros la responsabilidad de derrotar a
una de las revoluciones más poderosas que azotaron a Venezuela desde la
Guerra Federal.
A partir de este momento, Juan Vicente Gómez se hizo cargo de su
responsabilidad y derrotó a los distintos caudillos regionales que atormentaban
la paz del país. Después de 65 días de campaña, Gómez pudo regresar con
una pierna herida a Caracas, en donde, por primera vez, Castro lo designaría
como presidente encargado de Venezuela debido a una expedición que
realizaría con el fin de acabar con la revolución.
Aunque Castro quiso traer la paz a Venezuela, fue Gómez quien no se
quedó de brazos cruzados. Luego de recuperarse, él mismo se encargó de
acabar hasta con el último libertario para dar fin a las guerras civiles en
Venezuela.
Este es el momento en el que el General Juan Vicente Gómez se llena
de gloria. Fue aclamado por muchos como “el benemérito”, “el salvador” e,
4. incluso llamado por el propio Castro como “el pacificador de Venezuela”
gracias a sus hazañas.
Sin embargo, este también es el momento de la fragmentación. La
política venezolana se divide en los “gomecistas” y los “castristas”. Muchas
personas especulaban que Gómez estaba ingeniando un plan para tomar la
presidencia de Venezuela y, en cuanto Castro tuvo que abandonar el país por
motivos de enfermedad, las especulaciones se materializaron en hechos.
Es así como, en 1908, Juan Vicente Gómez pasa a ser el presidente
encargado de Venezuela, derrocando a Castro mientras que este buscaba
ayuda médica en el extranjero.
En este punto de la historia es que comienza la gran disyuntiva con
respecto a Gómez. ¿Fue un buen presidente o un mal presidente?, esa es la
pregunta que muchos venezolanos se han formulado a través de los años, y,
sin embargo, aún no existe respuesta.
Muchos de sus allegados declaraban que Gómez era duro pero gentil.
Como prueba de esto, exaltaban el cariño con el que Gómez trataba a sus
familiares y a la naturaleza. Juan Vicente era un hombre que respetaba la vida
de las plantas e, incluso, pasaba días en el zoológico que había fundado en
Maracay.
Gómez, además, era considerado como un hombre reservado al que
no le agradaban los escándalos. Por eso, gobernó Venezuela desde Maracay,
haciendo de esta la ciudad presidencial, donde muchos afirman que no
sucedía nada sin que él lo supiera.
El general Gómez gobernaba bajo la consigna de “paz, patria y trabajo”.
No obstante, las personas de la clase media dudaban de él y de la imagen
intachable que muchos burgueses querían atribuirle.
5. Los ricos seguían siendo ricos y los campesinos sufrieron mucho más
bajo la mano dura de Gómez. “Era un hombre inhumano y cruel”, “un bárbaro
que se quiere reivindicar” son algunas de las afirmaciones de los obreros de
clase media sobre el expresidente.
A pesar de las opiniones totalmente divergentes sobre el general, en lo
que sí coincidían tanto los que lo enaltecían como los que lo aborrecían, era
en su gran inteligencia. Sin embargo, Gómez también fue considerado por
varios historiadores como “muy hábil con sus compatriotas, pero muy débil con
los países imperialistas”.
Estas eran ambas caras de la moneda durante la Venezuela de
principios del siglo XX. Ahora bien, tanto los ricos como los campesinos tenían
sus razones para alabar u odiar a Gómez respectivamente, pues, durante los
primeros años de gobierno del general, Venezuela estaba hecha de latifundios
y cada uno contaba con su propio Gómez que explotaba a los trabajadores.
Los primeros años de Gómez estuvieron manchados por la miseria y el
hambre de la clase obrera, así lo afirman los historiadores. Sin embargo,
cuando ocurre la explotación petrolera, el país toma un rumbo diferente bajo
el mando de un Juan Vicente Gómez que, para muchos, se rindió ante las
potencias.
Con el auge del petróleo, nacieron los nuevos ricos en Venezuela. Los
campesinos abandonaron la agricultura y se dirigieron a trabajar en los
campos petroleros, en donde eran discriminados por los extranjeros a los que
Gómez les había entregado el oro negro.
Durante estos años, el gobierno gomecista realiza las primeras
legislaciones de hidrocarburos y se instalan las primeras refinerías fuera del
país. Es así como el mismo gomecismo acaba con el campo, la agricultura y
el ganado, los cuales eran los pilares económicos a los que apuntaba Gómez
en un inicio.
6. Del mismo modo, la aristocracia y el gomecismo hicieron alianzas a
través de matrimonios. Las hijas y los hijos del general Gómez eran casados
con personas de poder en el país, consolidando más el régimen y la
aristocracia en Venezuela.
Por otro lado, también es importante resaltar que Gómez nunca
abandonó el ejército. Tan general como era, en 1913 fundó la academia militar
y ahora el caudillismo había desaparecido por completo, abriéndole paso al
militarismo.
Gómez sabía que los únicos que podían sacarlo del poder eran los
armados. Por eso, se encargó de mantener a los militares con beneficios para
preservar su mandato.
Siguiendo esta misma línea estratégica, el general también consolidó a
la iglesia como un instrumento de orden y paz. Juan Vicente Gómez se movió
con estrategia, acabando con cualquier posibilidad de derrota.
A pesar de sus movimientos estratégicos, Gómez tuvo que enfrentarse
a muchos opositores en Caracas. Quienes eran capturados por los oficiales
gomecistas tenían, irónicamente, la libertad de decidir entre la muerte o La
Rotunda.
“Un manicomio de prisioneros”, así lo describen los sobrevivientes de
esta famosa cárcel afianzada durante el gobierno gomecista. En ella, todos los
prisioneros llevaban grillos y eran torturados por oponerse al pensamiento del
mandatario.
Gómez no tuvo piedad con aquellos que pensaban diferente. Para
muchos, la libertad era una utopía en Venezuela. Nadie podía contra el
Benemérito Gómez, ni siquiera el grupo de estudiantes burgueses que
protagonizaron un alzamiento en 1928 contra el gobierno gomecista.
7. Las cárceles se llenaron de estudiantes que gritaban “abajo el bagre”
en búsqueda de la libertad. Gracias a su tiempo en la cárcel, ahora los
estudiantes se comprometen a un golpe armado contra el mandatario.
Sin embargo, fracasan de nuevo y son obligados a realizar trabajos
forzados en una de las obras más reconocidas del gobierno de Gómez: la
carretera que conectaba al estado Táchira con el centro del país.
Aunque para muchos fue un hombre cruel por sus duras y absolutistas
políticas, el gobierno gomecista logró hacer de Venezuela un país próspero en
cuanto a la economía y al estatus.
Durante los 27 años en el poder del gomecismo, se llevaron a cabo
obras públicas muy importantes como la creación de las primeras aerolíneas
del país, la construcción de los primeros aeropuertos de Venezuela, la
fundación de la aviación venezolana, así como también la construcción de
puentes, edificios de aduanas, terminales de pasajeros de líneas de autobuses
extraurbanas y la famosa Carretera Trasandina.
Del mismo modo, también es importante destacar que, durante los 27
años de poder, Gómez no siempre fue el presidente de Venezuela. Para
mantener una fachada de democracia, el general dejó presidentes encargados
como Juan Bautista Pérez durante ciertos periodos de tiempo. Sin embargo,
estos solo funcionaron para encubrir la dictadura.
Ya durante los últimos años del gomecismo, el general pagó en su
totalidad la deuda pública de Venezuela, lo cual fue un logro que marcaría la
historia contemporánea del país. Aunado a ello, también se dedicó a sus
propios intereses en sus años de vejez.
Aclamado por muchos y odiado por otros, el Benemérito Gómez muere
el mismo día que el Libertador de Venezuela, pero en siglos distintos: el 17 de
diciembre de 1935. Sus allegados afirman que incluso a la muerte le costó
8. derrotar a Gómez, pero su trastorno prostático y la diabetes le ganaron la
batalla al general, acabando con la dictadura.
Entre el dolor de muchos, también salió a relucir el alivio de otros. “¡El
bagre ha muerto! ¡Viva la libertad!” fue el grito de muchos venezolanos que se
alzaron contra los militares manchados por el dolor de la pérdida de Gómez.
Las calles venezolanas se llenaron de ciudadanos que exigían la libertad que
les habían privado durante 27 años.
En resumen, el mandato de Juan Vicente Gómez fue un periodo que no
se puede calificar como blanco o negro, sino como gris. No fue bueno, pero
tampoco malo. El general Gómez fue un hombre cruel con aquellos que no
pensaban como él, pero también impulsó a Venezuela al éxito económico
durante mucho tiempo.
“¿A costa de qué?” es lo que se preguntarán muchos, pero está en cada
venezolano sacar sus propias conclusiones. ¿Libertad sobre economía?,
¿economía sobre libertad? El debate es infinito y la disyuntiva sobre Juan
Vicente Gómez también lo es.