1. MITOLOGÍA PARA NIÑOS:
Eros y psique, la historia de amor más bonita de la mitología griega
Hoy os vamos a contar una
historia de amor,
probablemente la más bonita
de toda la mitología griega.
Aquella que une a Psique (el
alma) con Eros (el amor).
Cuenta la leyenda que hace
muchos años había un rey que
tenía tres hijas. Las tres eran
bellísimas pero la belleza de la menor, Psique, era sobrehumana. Hasta
tal punto que de todas partes acudían a admirarla y comenzaban a
adorarla como si de una reencarnación de la diosa Afrodita se tratase.
Os podéis figurar el ataque de celos de la diosa ante la belleza
de Psique cuando se da cuenta de que los hombres estaban
abandonando sus altares para ir adorar a una simple mortal. No se le
ocurre mejor idea que pedir a su hijo Eros que intercediese para poner
fin a semejante ofensa.
La idea era que Eros, -al que más tarde, en
la mitología romana, conoceremos
como Cupido, ¿os suena?, verdad- le
lanzase una de sus flechas que la haría
enamorarse del hombre más horrible y
ruin que pudiese existir. Pero como os
podéis figurar la historia le salió fatal
a Afrodita. ¿Por qué? Vayamos poco a poco
y veamos primero como era la vida
de Psique.
A Psique la belleza no le había traído ninguna felicidad. Los hombres,
como ya hemos dicho antes la idolatraban de mil maneras, pero ninguno
osaba pedir su mano y esto empezaba a preocupar a sus padres quienes
ya habían casado a sus dos hermanas mayores. Tal era la desesperación
que intentando buscar la solución correcta no se les ocurrió mejor idea que
consultar al Oráculo. Pero lejos de encontrar consuelo lo que el Oráculo predijo
fue que Psique se iba a casar en la cumbre de una montaña con un monstruo
venido de otro mundo.
Y como nadie osaba cuestionar las predicciones del Oráculo, Psique
aceptó su destino y sus padres le llevaron hasta la cima de la montaña
donde, llorando, la abandonaron. No os preocupéis que la historia a
partir de aquí solo puede mejorar.
En la mitología griega, Céfiro era el
dios del viento del oeste. Céfiro era
el más suave de todos los vientos y
se le conocía como el viento
fructificador, mensajero de la
primavera. Allí se la
encontró Céfiro, quien lejos de
abandonarla a su suerte, la elevó
por los aires y la depositó en un
profundo valle sobre un lecho de verde césped.
Psique extenuada con tantas emociones, se quedó dormida y al despertar se
encontró en medio del jardín de un maravilloso Palacio de indescriptible lujo
y belleza. Cuando penetró en el interior escuchó unas voces que le guiaban y
le revelaron que el palacio le pertenecía y que todos estaban allí para servirla.
El día fue transcurriendo de sorpresa en sorpresa y de maravilla en maravilla. Al
atardecer, Psique sintió una presencia a su lado: era el esposo de quien había
hablado el Oráculo; ella no lo vio pero no le pareció tan monstruoso como
temía. Su voz era suave y amable y le hacía sentirse muy bien a su lado pero
jamás dejó ver su rostro y le advirtió que si le veía le perdería para siempre.
Así fueron las cosas a lo largo de las siguientes semanas. Durante el
día Psique permanecía sola en Palacio y por la noche su marido se
reunía con ella y eran muy felices. Pero un día Psique sintió añoranza
de su familia y rogó a su esposo que le dejará ir a visitarlos. Tras muchas
suplicas, y pese a advertirle de todos los peligros que corría con su
partida, su marido accedió y pidió a Céfiro que la llevase a la cumbre de
la montaña donde la habían abandonado. Desde allí Psique caminó a su
2. casa. Todos la recibieron con gran alegría pero sus hermanas cuando la
vieron tan feliz y abrieron los
maravillosos regalos que les había
traído, no pudieron contener la
envidia y no pararon hasta que la
pobre Psique les confesó que
jamás había visto a su marido. Os
podéis figurar que las
maquiavélica y envidiosas hermanas no descansaron hasta convencer
a Psique de la necesidad de descubrir quién era su marido.
Su plan era el siguiente, Psique debía ocultar una lámpara y durante la
noche, mientras él dormía, prenderla para así ver su rostro.
Y así lo hizo. Psique volvió al palacio en el que vivía con Eros y siguiendo
el plan de sus hermanas descubrió que su marido era un joven de gran
belleza. Emocionada por el descubrimiento le tembló la mano que
sostenía la lámpara, dejando
caer una gota de aceite
hirviendo sobre su amado. Al
sentirse quemado Eros -ese era
el monstruo cruel que tenía por
marido y al que se había
refererido el Oráculo- se
despertó y cumpliendo su
amenaza huyó en el acto para
no volver jamás.
Sola y desamparada, sin la protección de Eros, Psique se dedicó a errar
por el mundo perseguida por la cólera de Afrodita que seguía indignada
ante tanta belleza. Ninguna divinidad la quiso acoger y finalmente cayó
en manos de la diosa que la encerró en su palacio y le atormentó de
todas las maneras posibles.
Hasta le hizo descender a los infiernos en busca de un frasco de agua
de Juvencia que debía entregar sin abrir. La curiosidad pudo
nuevamente con Psique y cuando abrió el frasco quedó sumida en un
profundo sueño cual bella durmiente.
Mientras tanto Eros sufría enormemente
pues era incapaz de olvidar a
Psique. Cuando supo que estaba sumida
en un sueño mágico no lo pudo soportar
más, voló hacia ella y la despertó de un
flechazo; después subió al Olimpo para
rogar a Zeus que le permitiese casarse
con ella aunque fuese mortal. Zeus se
compadeció de Eros y otorgó la
inmortalidad a Psique haciéndole comer
Ambrosía. Después apaciguó la cólera de Afrodita y ordenó el
casamiento de Eros y Psique, que duraría para siempre. La boda de los
dos enamorados se celebró en el Olimpo con gran regocijo.
DEJA IR A LA GENTE QUE NO ESTÁ LISTA.
No es una actitud de soberbia ni de
orgullo, sino de congruencia,
seguirás amándolos pero con otra
perspectiva, desde otro nivel de
comprensión, entendimiento y
consciencia.
Es la cosa más difícil que tendrás
que hacer en tu vida, y también
será la más importante: dejar de
estar vinculado con aquellos que
no están listos para amarte.
Deja de tener conversaciones
difíciles con gente que no quiere
cambiar.
Deja de aparecer para la gente que
es indiferente a tu presencia.
3. Deja de dar tu amor y energía a la gente que
no está lista para amarte.
Sé que tu instinto es hacer todo lo que
puedas para ganarte las buenas gracias de
todos los que puedas, pero también es el
impulso que te robará tu tiempo, tu energía
y tu cordura.
Cuando empiezas a aparecer en tu vida
completa y completamente, con alegría,
interés y compromiso, no todo el mundo va
a estar listo para encontrarte allí.
Eso no significa que tengas que cambiar lo
que eres. Significa que tienes que apartarte
de las personas que no están preparadas para amarte.
Si eres excluido/a, insultado/a sutilmente, olvidado/a o fácilmente
ignorado/a por las personas con las que pasas la mayor parte del tiempo,
no te estás haciendo un favor al continuar ofreciéndoles tu energía y tu
vida.
La verdad es que no eres para todos, y todos no son para ti. Eso es lo que
lo hace tan especial cuando encuentras a las pocas personas con las que
tienes una amistad, amor o relación genuina: sabrás lo precioso que es
porque has experimentado lo que no es.
Pero mientras más tiempo pases tratando de forzar a alguien a amarte
cuando no son capaces, más tiempo te estarás privando a ti mismo/a de
esa misma conexión. Te está esperando. Hay miles de millones de
personas en este planeta, y muchas de ellas se van a encontrar contigo
a su nivel, con la vibración de donde están, conectarse con donde están
yendo.
… Pero cuanto más tiempo te quedes, metido/a en la familiaridad de la
gente que te usa como un cojín, una opción de segundo plano, un
terapeuta y una estratega para su trabajo emocional, más tiempo te
mantienes fuera de la comunidad que anhelas.
Tal vez si dejas de aparecer, serás menos querido/a.
Tal vez te olviden por completo.
Tal vez si dejas de intentarlo, la relación cesará.
Tal vez si dejas de enviar mensajes de texto, tu teléfono permanecerá
oscuro durante días y semanas.
Tal vez si dejas de amar a alguien, el amor entre ustedes se disolverá.
Eso no significa que hayas arruinado una relación. Significa que lo único
que sostenía una relación era la energía que tú y sólo tú ponías en ella.
Eso no es amor. Eso es apego.
La cosa más preciosa e importante que tienes en tu vida es tu energía.
No es tu tiempo lo que está limitado, es tu energía. Lo que tu das a cada
día es lo que creará más y más en tu vida. A lo que le das tu tiempo, es
lo que definirá tu existencia.
Cuando te des cuenta de esto, empezarás a entender por qué estás tan
ansioso/a cuando pasas tu tiempo con gente que no te aporta, y en
trabajos o lugares o ciudades que no te convienen.
Comenzarás a darte cuenta de que lo más importante que puedes hacer
por tu vida, por ti mismo/a y por todos los que conoces es proteger tu
energía más ferozmente que cualquier otra cosa.
Haz de tu vida un refugio seguro en el que sólo se permita a las personas
que puedan cuidar, escuchar y conectarse.
Tú no eres responsable de salvar a la gente.
Tú no eres responsable de convencerlos de que quieren ser salvados.
No es tu trabajo aparecer por la gente y entregarles tu vida, poco a poco,
momento a momento, porque te compadeces de ellos, porque te sientes
4. mal, porque “deberías”, porque estás obligado/a, porque, en la raíz de
todo esto, tienes miedo de que no te devuelvan el favor.
#TodosLoPodemos
Es tu trabajo darte cuenta de que eres el amo o la ama de tu destino, y
que estás aceptando el amor que crees que mereces.
Decide que mereces una amistad real, un compromiso verdadero y un
amor completo con las personas que están sanas y prósperas.
Entonces espera en la oscuridad, sólo por un momento….
… Y mira lo rápido que todo comienza a cambiar.