La cultura Nazca creó grandes geoglifos en el desierto de Nazca entre los años 200 a. C. y 500 d. C. Estas figuras incluyen líneas rectas, espirales y representaciones de animales como monos, búhos, peces y arañas, que solo pueden apreciarse en su totalidad desde el aire. Aunque su propósito exacto sigue siendo objeto de debate, se cree que los geoglifos tenían un significado religioso o ceremonial para los antiguos nazcas.