Convertirse a Dios implica quebrantamiento del alma y humillación ante su presencia
1. YAHWÉH “EN HEBREO, יהוהYHWH” RESTITUYE
CONVERTIRSE A DIOS como lo dice su Palabra, implica, tener un quebrantamiento del
alma y humillación ante la presencia de Dios, es reconocer nuestros pecados; es buscar
esa revelación y derramamiento del ESPÍRITU SANTO en nuestras vidas, al punto de ser
nuevas personas que crezcan conforme a la plenitud de Cristo. Las Escrituras Bíblicas,
afirman: “Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón,
con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos
a YAHWÉH vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y
grande en misericordia, y que se duele del castigo”. (Joel 2:12-13)
Convertirnos, implica, no volver atrás, no cometer los mismos errores del pasado y
derrumbar toda fortaleza mental de pecado e iniquidad que nos tiene atado a yugos
de esclavitud; es vivir vidas santas, justas y agradables ante los ojos de nuestro Padre
Eterno y Celestial.
Movimiento Internacional Reyes y Sacerdotes de Dios
Mónica Patricia Ezenarro