Don Quijote prometió a Sancho Panza una isla como premio por ser su escudero. Más tarde, cuando Sancho fue nombrado gobernador de la isla Barataria, Don Quijote le aconsejó que gobernara bien y siguiera sus mandamientos. Finalmente, a Don Quijote le parecía común ser invitado a un castillo por otro caballero.