La tasa de cambio de una moneda depende de la abundancia o escasez de dólares en un mercado determinado. Si hay más dólares entrando a la economía a través de exportaciones, créditos externos e inversión extranjera, la moneda se reevaluará, mientras que si hay más saliendo por importaciones, pago de deudas o inversiones en el exterior, la moneda se devaluará.