1. Restricciones de Uso por Calidad
La calidad del agua es un factor que limita la disponibilidad de este recurso y
restringe el rango de posibles usos. Los ríos colombianos reciben y transportan
cargas de agua utilizadas en los diferentes procesos socioeconómicos y vertidas
mayoritariamente sin tratamiento previo; además, son los receptores de altos
volúmenes de sedimentos originados por procesos de erosión, bien sea de origen
natural o por acción del hombre.
En este marco se inscribe el preocupante proceso actual de intervención sobre los
páramos, los bosques de niebla y en general sobre el alto bosque andino, que,
según lo han constatado estudios recientes, está representado por la expansión de
actividades agrícolas, e incluso ganaderas, en las zonas altas de las cordilleras,
donde nace la mayor parte de las corrientes del país.
En lo que tiene que ver con la calidad del agua, sólo recientemente se ha avanzado
en el diseño de políticas, programas y proyectos orientados a corregir la situación
de los acueductos del país, que vierten sus aguas servidas sin tratar a los cauces
2. fluviales. Entre las fuentes principales de contaminación de las aguas superficiales
se destacan: las aguas residuales domésticas e industriales, el escurrimiento de
agua en zonas de producción agrícola y ganadera, el arrastre de compuestos
presentes en la atmósfera por las aguas lluvias y las aguas procedentes de los
procesos de extracción minera.
La acción de cualquiera de ellas puede expresarse parcialmente por el contenido
de oxígeno en los ríos. Este indicador da una visión sintética de la carga de
contaminantes del agua y de los esfuerzos que se requieren para recuperar su
calidad.
En cuanto a la alteración del agua, en términos del aumento de su carga sólida por
descarga de sedimentos, se manifiesta en especial por la influencia de corrientes
torrenciales, dependientes en particular de la intensidad de la lluvia en la parte alta
de las cuencas, que interactúa con el sistema cobertura vegetal-suelo. Esta
alteración está directamente relacionada con las actividades antrópicas.
A través del seguimiento sistemático de indicadores de calidad del agua, como pH,
oxígeno disuelto, demanda química de oxígeno, turbidez y metales pesados, se ha
avanzado en el conocimiento de los niveles de calidad ambiental de los recursos
hídricos colombianos.
En una primera aproximación se identificaron características altas de contaminación
orgánica en los ríos Bogotá, Cauca, Pamplonita y Pasto, en donde se vierten las
aguas residuales domésticas de grandes poblaciones allí asentadas, así como los
residuos líquidos y sólidos de sus establecimientos industriales y comerciales. La
presión sobre la calidad del agua por vertimientos municipales, en términos de la
demanda biológica de oxígeno (en toneladas por año), se representa en el mapa 2.
Otra variable que limita el uso del agua es la conductividad eléctrica, que expresa
el contenido de sales presentes en ella. Los principales ríos del territorio colombiano
–Magdalena, Cauca, Patía, Sinú, Amazonas, Atrato, Putumayo, Caquetá, Meta,
3. Vichada, Guaviare, Zulia y Catatumbo– se caracterizan por contenidos bajos y muy
bajos de sales (entre 0 y 200 μS/cm), que indican su aptitud para el riego de una
variedad amplia de cultivos. En el caso de ríos con una mayor concentración de
sales solubles en ciertos tramos –Chicamocha, Pamplonita y Cesar–, su aptitud está
limitada al riego de cultivos con baja tolerancia al contenido de sales. Es también el
caso particular de los ríos de La Guajira, que muestran incrementos de salinidad en
la parte baja, en buena parte por causa del uso inadecuado del suelo, combinado
con condiciones climatológicas y litológicas particulares relacionadas con este
efecto.
Como conclusión puede decirse que la mayor parte del sistema hídrico andino
colombiano se halla en proceso de alteración por el transporte de sedimentos y
sustancias tóxicas, con una incidencia marcada de los corredores industriales
ubicados en las cuencas correspondientes, tales como: Bogotá-Soacha, Medellín-
Itagüí, Cali-Yumbo, Sogamoso-Duitama-Nobsa, Barranquilla-Soledad y Cartagena-
Mamonal.
En la actualidad, el IDEAM realiza estudios integrales más profundos con el fin de
determinar factores de reducción de la oferta e indicadores de restricción del agua
para diversos usos a causa de su calidad, asociados con el consumo humano,
agrícola, pecuario e industrial, entre otros; esto con el propósito de mostrar cuál
sería la disponibilidad efectiva del recurso hídrico en cada caso particular.
Cuantificación de la Oferta Hídrica
La ubicación geográfica, la variada topografía y el régimen climático que
caracterizan al territorio colombiano, han determinado en él una de las mayores
ofertas hídricas del planeta. Sin embargo, el agua no está distribuida
homogéneamente en las diferentes regiones del país, pero sí sometida a fuertes
variaciones que determinan su disponibilidad; razón por la cual en el territorio
continental de Colombia hay desde zonas deficitarias hasta aquéllas con grandes
4. excedente de agua, que someten áreas importantes del territorio a inundaciones
periódicas de duración considerable.
Para determinar la oferta hídrica se cuantifican los volúmenes de agua, tanto de la
escorrentía asociada a los rendimientos hídricos (producción de agua por unidad de
superficie), como los asociados a los caudales que van acumulándose por drenajes
aguas arriba de las unidades hidrográficas consideradas en cada caso.
En esta actualización del Estudio nacional del agua, la estimación de la oferta
hídrica considera tres unidades de análisis: los sistemas hidrográficos de referencia
que cubren a todo el país; el área municipal como generadora de agua, a partir del
rendimiento hídrico de su territorio, y las áreas de las fuentes que abastecen las
cabeceras municipales.
Al no disponer aún de resultados sobre los factores de reducción específicos para
cada sector usuario, y considerando que la oferta estimada no está disponible en
su totalidad por las limitaciones que para ciertos usos representan las condiciones
de calidad y la necesidad del ecosistema de contar con un caudal mínimo en las
diferentes épocas del año, se redujo la oferta de acuerdo con los siguientes criterios:
reducción de la oferta por regiones naturales, aplicando un porcentaje global en
función de la actividad humana; en aquellas regiones con mayor contenido de
material contaminante, la reducción para el municipio se estimó en 50% y para sus
cabeceras municipales, en 40%. En las regiones con una actividad antrópica menos
significativa y con gran des excedentes de agua, se aplicó una reducción de 40%,
tanto para los municipios, como para las cabeceras municipales.
Oferta Hídrica en Cuencas Hidrográficas
Para evaluar la oferta de cada uno de los sistemas hidrográficos de referencia, se
consideraron las isolíneas de escorrentía del balance hídrico nacional. Se estimó el
volumen entre isolíneas contiguas de escorrentía, mostrándose la variación a lo
largo de cada cuenca, así como el volumen total correspondiente.
5. Adicionalmente, para cada uno de estos sistemas se estimaron los volúmenes
disponibles, considerándose no sólo los generados en su propia área, sino los
producidos y acumulados aguas arriba.
Para lograr en cada una de las cuencas una aproximación a la condición hidrológica
más desfavorable, se seleccionó el mes seco, definido como aquél con el menor
valor promedio del año, tomando como base los datos característicos de las series
de caudales históricos.
Las estimaciones producto de los análisis de la oferta se presentan en los cuadros
1–3 y su distribución espacial, en los mapas 3–6.