Las redes sociales como Twitter y Facebook han demostrado ser útiles para que las personas se mantengan informadas sobre la actualidad cotidiana y filtren mensajes relevantes, aunque no facilitan un proceso comunicativo cara a cara para discutir e interpretar la información. Muchos adolescentes usan Facebook para encontrar amigos e información, pero tienden a copiar estereotipos y formas de socializar propuestas en las redes en lugar de desarrollar las propias.