Mausoleo del jardín del cementerio Lakewood: Interpretación.

1. Mausoleo del jardín del cementerio de Lakewood
HGA Architects and Engineers
Entrega III: Interpretación

2. Tabla de contenidos
1. Laura Camila Páez
2. Nicole Rivera Pabón
3. Juan Felipe Pulido
4. Laura Sofía Pinto

3. El Lakewood Cemetery y el Garden Mausoleum se pueden relacionar de varias
maneras a lo dicho en clase durante el semestre, pues es un espacio con variedad
de características que se funda a partir de arquetipos. Para empezar, la forma de los
caminos a lo largo del cementerio son serpenteantes, algo que se puede relacionar
con lo analizado en los dibujos de los niños, pues de estos se decía que el camino
que llegaba hasta la casa era una forma de simbolizar el camino de la vida hasta la
muerte. Este camino en los dibujos también era ondulado, pues se mencionó que
este se trazaba a través del ritmo y los movimientos de las personas a lo largo de
la vida, con lo cual se refiere a la danza. Con lo anterior podemos entender que los
caminos que llevan a los visitantes del cementerio a visitar a sus familiares es una
forma de unir el mundo de los vivos con el mundo de los muertos a través de la
memoria. Esto se debe a que al visitar a alguien que ya murió, se esta trayendo a
esa persona al mundo mortal utilizando la memoria como herramienta.
En relación con la idea anterior, también se puede decir que los caminos del
cementerio provienen del arquetipo del laberinto, pues de estos también se decía
que se dibujaban con el trazado de los pasos horizontales de la danza, y que
debido a esto eran una forma de recorrer la memoria. Por ejemplo, en clase se
menciono que los museos se construían utilizando el arquetipo del laberinto, pues
lo que se buscaba como función en estos espacios era que la gente recorriera el
lugar mientras recordaba algo. Así mismo pasa en el Garden Mausoleum con las
criptas y los columbarios, pues estos están dispuestos como salas adyacentes a
un espacio central, que permite a la gente recorrer esta parte del mausoleo de una
manera diferente a la línea recta mientras recuerdan a un ser querido.
Por otra parte, también se puede relacionar la forma del cementerio con la cuadra-
tura que siempre se mencionaba en clase, pues en este edificio se relaciona lo
divino, lo mortal, el cielo y la tierra. Como en los ritos fundacionales, el cemente-
rio, que es un espacio de los mortales, se relaciona con lo divino mediante los
sacrificios, que en este caso serian los muertos que ocupan el cementerio. En
cuanto a la relación cielo/tierra, creo que esta esta mas explicita en la forma del
mausoleo, pues este a pesar de estar enterrado, tiende a unirse con el exterior y a
buscar la luz mediante ventanas y claraboyas, pues en el caso de las criptas y los
columbarios, es a través de esta apertura que una persona que se encuentra en un
lugar socavado puede tener una relación directa con el cielo, pues mediante estas
ventanas en el techo lo único que se puede ver es el cielo.
Así mismo, el arado se utilizaba en los ritos fundacionales de las ciudades para
unir la tierra y el cielo, esto lo hacían de esta manera porque cuando se generaban
huecos en la tierra, el cielo penetraba esos espacios y se generaba la unión. En el
caso del cementerio, así tal vez los arquitectos no lo hayan hecho teniendo esta
intención, creo que se puede relacionar el hecho de que gran parte del cementerio
se entierra, tal y como lo hacen con los muertos, generando así una unión no solo
entre la tierra y el cielo mediante la apertura de este espacio en el suelo, sino que
también conectando el mundo de los mortales, con el subsuelo, que generalmente
se relaciona con los muertos. Además de todo esto, una de las entradas al mauso-
leo se hace a través del nivel de la calle y se conecta a nivel inferior mediante una
gran escalera, que si conecta estos dos elementos se podría considerar como el
umbral entre el mundo de los vivos y muertos.
A parte de lo ya mencionado, considero que es importante recalcar la función
social del cementerio, pues este es un elemento que materializa un miedo muy
humano, que es el miedo al ser olvidado. Es en este sitio donde se reúnen las
Laura Camila Páez

4. congregan debido a la memoria de esa persona y celebran la vida de esta, así
muchas veces la muerte de un ser querido duela. La muerte y la función del
cementerio se podrían relacionar con el vino, pues este es un elemento que
congrega a las personas y las hace recordar, tal y como sucedió en la película del
Festín de Babette.
En conclusión, este es un proyecto que se basa en el arquetipo del laberinto, pues
traza sus caminos exteriores e interiores a través de uno de los elementos del rito,
la danza, pues sin esta ni las otras artes que lo componen no se habría podido
forjar este arquetipo. Por otro lado, el cementerio posee la relación entre el cielo,
la tierra, lo divino y lo mortal, pues mediante la simbología de la forma del proyec-
to se logra tener una relación entre todos estos elementos de manera muy clara. Lo
que permite entender de mejor manera la conexión entre todo esto, es el hecho de
que el edificio este enterrado, pues lo que hace es generar un gran simbolismo en
unos casos y representar de manera muy literal otros. Finalmente, considero que el
proyecto fue creado de una manera poética debido a que se puede relacionar muy
bien con las ideas vistas en clase; aunque no haya sido una intención de los arqui-
tectos, considero que entendieron lo que significaba generar un espacio donde
ocurriera una transición del mundo de los vivos al mundo de los muertos para
aquellas personas quienes van al cementerio a utilizar la memoria como herra-
mienta para traer a sus antepasados. Sin la memoria, los ritos ni los laberintos,
este proyecto no tendría sentido.

5. El Mausoleo del Jardín de Lakewood, ubicado en Minneapolis es, en mi opinión,
una obra de arte. Para fundamentar esta afirmación, considero necesario remontar-
me a las ideas sobre arquitectura, arquetipos y en específico, sobre la relación
entre el cielo y la tierra, y lo divino y lo mortal; que estudiamos a lo largo del
semestre.
En primer lugar, y al igual que el camino que tomamos para entender cuál es la
esencia de la arquitectura, debemos preguntarnos por el origen de esta misma.
Para esto es fundamental mencionar el arte rupestre como característica única que
diferencia a los sapiens de las demás especies de seres humanos, pues es gracias
al trazo que sapiens logra fundar el mundo y por consiguiente instalarse sobre él.
El dibujo es entonces una pieza clave que nos permite entender cómo empiezan a
darse las primeras ideas acerca del mundo en el que habitamos. Sin embargo, se
debe aclarar que este nunca se dio de manera alejada y solitaria por individuos que
pretendían contar historias de forma privada, si no que, por el contrario, el dibujo
y el arte rupestre en general, siempre se dieron en medio de la danza y el canto, de
una fiesta que denominaremos rito. En este punto es de suma importancia, agregar
que los componentes de un rito nunca se dan por separado, sino que son conse-
cuencia de la interacción entre ellos mismos, es decir, su relación es dependiente
entre sí mismos. Es necesario hacer esta aclaración debido a que el rito es una de
las actividades donde podemos encontrar la relación entre lo divino-mortal y el
cielo-tierra, lo cual, en relación con el dibujo, es muy importante pues desde el
momento en el que se traza la línea que diferencia el cielo y la tierra, se instaura el
orden o cosmos que termina por ser el origen de los mitos de los cuales hablan y
celebran los ritos. A la anterior relación le llamaremos cuadratura.
La cuadratura es un elemento que considero fundamental pues creo que es bastan-
te claro que es gracias a esta relación que, al conformarse el cosmos, podemos
darle sentido a la manera en como los seres humanos hemos habitado el mundo
en el que vivimos. Para comprender aún mejor este concepto, podemos agregar
también los ritos de fundación de ciudades, y en concreto el rito etrusco, donde,
contado de manera muy breve, el Augur, que es una persona designada para esco-
ger el lugar donde debe alzarse la ciudad, analiza las características de unos cuan-
tos sectores durante varios días y cuando define los límites del nuevo territorio,
ordena hacer un hueco en el centro. Ahí, se realiza un sacrificio, se ponen objetos
de valor y recuerdo que se traen entre familias y, por último, se alza un templo.
(Agregar dibujo) En este ejemplo, es clara la relación entre lo divino y lo mortal y
de su importancia en la forma que un espacio va a ser habitado.
Dicho lo anterior, empezaré a relacionar la importancia de la cuadratura con el
Mausoleo del Jardín de Lakewood. En primer lugar, considero que se debe aclarar
que, si bien el simple hecho de hablar acerca de un cementerio supone la idea de
poner en relación a vivos y muertos, no es solo esto lo que me lleva a afirmar que
HGA ha logrado componer una obra de arte. Es el conjunto de elementos que
hemos analizado, tales como la historia de su creación, los retos en el diseño y el
papel que desempeña en la actualidad como pieza urbana dentro de la ciudad lo
que me han llevado a tal conclusión.
Nicole Rivera Pabón

6. Así pues, inicio por resaltar que, como ya se ha expuesto anteriormente en el docu-
mento, el Cementerio de Lakewood fue fundado en 1871 alejado del casco urbano
de Minneapolis y fue gracias a la expansión y crecimiento de esta misma, que este
gran espacio verde terminó por conformarse como un espacio de importancia
dentro de la estructura urbana. En este punto, es importante mencionar que es
claro que en occidente la muerte no es vista como una celebración, sino que se da
la idea de un acontecimiento triste, lúgubre, que puede causar temor y que hace
que muchas personas quieran permanecer alejadas de los sitios donde se implan-
ta. Es por esto por lo que el reto del grupo de arquitectos, ingenieros y diseñadores
de HGA fue muy grande, pues debían encargarse de consolidar un espacio que no
solo albergara a los muertos, sino que también permitiera que los vivos pudieran
relacionarse con ellos por medio de un objeto tan importante para el rito como lo
es la arquitectura (elemento permanente), pues es ahí donde las demás artes que
lo conforman tienen sentido.
En ese orden de ideas, HGA diseña un edificio que juega con la topografía creando
una entrada que es paralela al ingreso al cementerio y que conduce, en primera
instancia, hacia los espacios administrativos del mausoleo, y que, bajando unas
escaleras, lleva a los visitantes hacia los columbarios y las criptas. Creo que el
juego que se hace llegando desde la línea horizontal y después bajando es un claro
ejemplo de cómo la arquitectura del edificio logra romper la línea del umbral que
separa el cielo y la tierra y de manera bastante obvia pero sutil, consigue que el
recorrido desde la entrada al cementerio hasta la llegada al espacio de los muer-
tos, sea una danza que sigue los mismos trazos que un laberinto define con la idea
de conformar un camino en el que los vivos consiguen conectarse con los muer-
tos.
Ya dentro del edificio, la primera planta distribuye recintos de criptas y columba-
rios a lado y lado de un pasillo. En estos la entrada de luz es cenital o se da desde
un costado, lo cual, junto al diseño de las ventanas y sus vistas, conforman una
atmosfera con la que HGA consigue que los visitantes experimenten mediante el
recuerdo y la contemplación, una conexión con sus antepasados. Con el diseño es
claro que no se trata solo de encerrar espacios, sino que también se busca que, a
pesar de la necesidad de privacidad, las áreas mantengan una fuerte relación con
el exterior, pues si bien solo hay dos puertas de acceso para visitantes, la sensa-
ción que produce poder ver el cielo y los jardines exteriores crea una sensación de
estar inmerso dentro de la naturaleza de la ciudad de los muertos como mortal. Lo
anterior se refuerza también con lo mencionado acerca de que el espacio de las
criptas y columbarios está un nivel más debajo de la línea del horizonte.
En síntesis, considero que el nuevo mausoleo propuesto por HGA, no solo se preo-
cupa por ser el recinto que cobija a los muertos, sino que consigue a través de la
reunión de todas las artes, consolidarse como otro ejemplo de la unión cosmológi-
ca de la tierra, el cielo, lo divino y lo mortal. Pues el diseño logra salirse de la
nueva idea que se tiene de la arquitectura, donde ésta más que como un arte, se
utiliza como una herramienta que suple una necesidad, en este caso, la necesidad
de ubicar los restos de quien fue un o una mortal. El nuevo mausoleo busca reme-
morar, traer a la vida la verdad, hacer presente a los antepasados y para esto utiliza
el lenguaje poético de la arquitectura, no sobre el mundo, sino que constituye un
umbral entre lo divino y lo mortal.

7. A lo largo del semestre hemos abordado diversos temas lo cuales han logrado
cambiar mi manera de ver el mundo: desde orígenes racionales a la fisionomía y
psicología humana, orígenes a comportamientos culturales primarios y secunda-
rios; entendimiento de espacios como simbologías; y el preguntarse por el origen
lógico de las cosas. Todos estos aprendizajes fueron articulados mediante el
entendimiento y la descripción de las relaciones entre los cuatro pilares de la
clase; la Tierra, el Cielo, lo Divino y lo Mortal o humano. Con esto en mente hemos
decidido afrontar el Lakewood Cemetery y tratar de entenderlo mediante estas
interacciones.
En primera instancia me gustaría definir características específicas del caso de
estudio, es un cementerio en la mitad de la ciudad de Minneapolis el cual esta
adyacente a dos grandes cuerpos de agua. El ingreso a este se logra a través de un
umbral ubicado en el lado norte, del cual se articula una red de caminos serpen-
teantes los cuales no solo proporcionan la división para los lotes de entierro, sino
que también siguen la topografía con el fin de generar pequeñas subdivisiones
cada una con su propio encanto. Inscrito en tres de estos bolsillos, se ubican
cuatro estructuras las cuales conforman la función técnica administrativa y cere-
monial.
Ya habiendo aclarado lo anterior me enfocare en la relación que este tiene entre el
cielo y la tierra. Al estar ubicada en una latitud alta, el impacto del sol cambia a lo
largo del año, dando como resultado una relación fluctuante que genera con el
ambiente. Por lo tanto, es pertinente que: tanto el cielo descienda en la tierra,
provisionando con iluminación y energía durante el invierno; como que la tierra
asciende al cielo, protegiendo y acogiendo durante el verano. En el cementerio no
es diferente, contamos con espacios los cuales permiten la penetración del cielo
en la tierra, de manera natural con la topografía, y de manera artificial con excava-
ciones las que definen un meta universo dentro del cementerio. Logrando así una
interacción singular, al estar bajo tierra, y de igual manera estar abrazado por el
cielo en la misma instancia. La segunda relación es, aunque menos evidente, igual
de importante, ya que al erguir estos cuatro edificios y hacerlos en elementos
pétreos, genera la ilusión de estar bajo tierra, sin realmente estarlo; poder estar en
el cielo sin haber salido de dentro de la tierra.
Por otro lado, la interrelación que tersa el sentido y sensación del proyecto, entre
Divino y Mortal, es sin lugar a duda la más significativa. La carga telúrica es mani-
festada en el uso, volviéndose el lugar de rito en donde tanto vivos como muertos
danzan en harmonía. No solo siguiendo los intricados caminos o las laberínticas
criptas, sino que mediante la singular sensación de luto las emociones y las
memorias vuelven a bailar, con el fin de mermar el dolor del difunto y volverlo una
celebración a la vida. La mortalidad del hombre se ve contrastada con la majestuo-
sidad de la luz, el viento, el sonido, la naturaleza y, el planeta. Generando este
espacio que fue hecho por y para humanos, que, aísla la humanidad y la abstrae a
tal punto que, inclusive vista por los ojos de un humano, esta se ve ajena pero
familiar.
Continuando con la humanidad, esta es fuertemente relacionada, en este caso, con
la tierra. Ya que no solo buscamos descanso en ella, sino que también la usamos
como refugio para pasar nuestras penas. La Tierra, como figura maternal que le da
Juan Felipe Pulido

8. paz al hombre, en su envolvente y oscura naturaleza.
Enfocándonos ahora en un elemento especifico del Cementerio, la más reciente
construcción, “el Garden Mausoleum” es una hábil discusión de los cuatro pilares
de la materia. Un dialogo entre el cielo y la tierra es logrado a partir de la sepultura
parcial de este; generando un recibidor a nivel del suelo, la mitad de la planta
inferior rodeada por tierra, y luego el resto de la planta vuelve a emerger de la tierra,
esta vez dando contra un gran patio. Esta inclusión de la tierra en el cielo y vicever-
sa, da como resultado una espacialidad conformada no por la forma del edificio,
sino que es la topografía y la luz las que generan la habitabilidad del proyecto. Los
espacios rituales son acompañados por la danza perpetua del sol, proyectando
sombras y haces de luz dando así la festividad que el difunto espera.
El hombre dentro de este recinto se siente acogido por la tierra, permitiendo un
mejor duelo, una mejor interacción con su pasado y una contemplación profunda
a su presente, mediante vistas panorámicas al resto del cementerio, dominadas
por la vegetación, el agua y las montañas. Fuera del recinto se siente como miran-
do a una cueva, no cualquier cueva, en donde no solo el va a velar a sus muertos,
sino donde los muertos van a entrar en comunión con el y apreciar el dibujo de el
cielo con respecto a la tierra y la laberintosidad del espacio interior.
La abstracción del rito en la formalidad del espacio lleva a un duelo activo, pero
tranquilo fomentado por la cambiante espacialidad el proyecto. En una primera
instancia, el individuo observa al mausoleo como algo ajeno a la realidad, algo que
seguramente no le pasa a él; sin embargo, conforme entra, la sensación cambia. El
umbral fuete y pesado que separa el adentro y el afuera que cada vez se hace mas
estrecho te niega la entrada al lugar, dándote a entender la pesadez del espacio,
impidiendo que entres con facilidad, negándote la situación. Una vez se ingresa, te
ves sumergido en un mar de luz, causándote des confort, lleno en contra de lo que
pensaba tu mente, irritando tu experiencia. Ya al haberse acostumbrado, el mauso-
leo te da la posibilidad de negociar cual será tu camino, tu manejo del momento a
tu manera. Literalmente, el espacio te fuerza a bajar, deprimirte en la tierra, encon-
trarte con una serie de corredores oscuros y anchos a los que no les encuentras
salida. Sin embargo al final, en las criptas y en los columbarios, encuentras luz,
aceptas el hecho de la muerte, de la mano del cielo y la tierra, te das cuenta que la
humanidad de tu fallecido se completo al morir, y que la luz lo sigue acompañando
por el resto del tiempo, de manera alegre y danzante.

9. El mundo a través de la muerte
El arte de proyectar y construir arquitectura se ha visto marcado por diferentes
paradigmas a lo largo de la historia. Desde sus inicios, el ser humano, a diferencia
de otros seres vivos, tuvo la capacidad de alterar el mundo y manipularlo para su
propio bienestar y supervivencia. Sin embargo, creo que la arquitectura va más allá
de ser una actividad producida por el instinto de protección o supervivencia del
hombre; la arquitectura es un arte que desentraña conceptos más complejos y es
capaz de reunir significados, símbolos y memorias que se han acumulado a través
del tiempo en distintas culturas. Por lo tanto, este escrito pretende sustentar la
trascendencia de la arquitectura a través de conceptos que explican el origen del
hombre y de aquellas expresiones artísticas que rodean sus creencias, además de
su manera de entender y habitar el mundo. Como referencia arquitectónica se tomó
el Mausoleo del Cementerio de Lakewood que será la base para sustentar cómo, a
través de la arquitectura funeraria, se pueden entender algunos de los arquetipos
de la arquitectura.
Para comenzar, creo importante destacar el rol que juega el cementerio dentro de
la ciudad en la que se implanta: Lakewood es un oasis simbólico que aparece al
interior de la trama urbana de Minneapolis y se añade sin pasar desapercibido a su
estructura ecológica principal. En este orden de ideas, el cementerio aparece
como un lugar totalmente diferente al que está a su alrededor; con un ambiente y
significado especial para la identidad de la ciudad y en el que se desarrolla una
actividad de reflexión y rememoración del mundo que habitamos. Entonces,
¿podría la arquitectura funeraria ser un medio para concientizar al hombre sobre su
existencia respecto al mundo? A mi modo de ver, sí. Primero porque debido a su
significado, actúa como un mundo dentro de la ciudad el cual, al representar un
cambio de atmósfera y disposición del hombre, hace que él mismo se dé cuenta
de que hace parte de un mundo en el que no va a perdurar físicamente (porque esa
es precisamente su posición: hacer parte de un mundo y no serlo). Se podría com-
parar con la idea de que “el pez no se dio cuenta que era pez hasta que salió del
agua” ya que, mediante el cementerio el hombre se da cuenta de su condición
mortal, se comprende desde afuera del cementerio como un individuo en un
mundo separado de él.
Por otro lado, el Cementerio de Lakewood es de gran importancia gracias a su
estilo arquitectónico, pero, aún más gracias al significado que tiene para la ciudad.
El hecho de ser, hoy en día, un lugar atesorado y activo de la comunidad en el
vecindario de Uptown en Minneapolis, ya que es el espacio predilecto para el
descanso de distinguidos ciudadanos de Minnesota, resalta la importancia del rito
que significa la muerte y es una muestra de cómo el rito en sí mismo genera iden-
tidad en una cultura. Sin embargo, esta idea no puede ser visualizada sola ya que
ese rito requiere de un medio que lo materialice y lo haga perdurar en el tiempo.
Es básicamente contemplar la existencia de una superficie gracias al trazado que
se puede hacer sobre ella, o a la existencia del dibujo gracias a la mano que lo
traza. Eso es la arquitectura en este caso; el medio por el cual la idea del hombre
mortal perdura en un mundo inmortal. La celebración de la muerte es a las activi-
dades de canto y baile que componen el rito, como la arquitectura es al dibujo que
permite materializar y hacer perdurar una idea: el arte arquitectónico es el medio
por el cual se formaliza el rito de la muerte y se presenta como el umbral entre los
vivos y los muertos.
Esto me lleva a entender cómo el Cementerio de Lakewood y, seguramente otros
Laura Sofía Pinto

10. lugares propios de la arquitectura funeraria, se relacionan con la cuadratura de
Cielo-Tierra y Dioses-Mortales que hace que el mundo que habitamos tenga senti-
do. En este espacio de rito es muy clara, a mi parecer, la idea del arado que lleva
al cielo a fecundar la tierra; ya que, en el proyecto, el cielo desciende hasta un
espacio que colinda con la tierra y así mismo, la tierra toma parte del cielo para
acoger y conformar un espacio simbólico. Lo que les da esta característica a los
espacios del cementerio es su marcada relación entre cielo y tierra mediante la
implantación del edificio en el terreno y mediante ciertos elementos arquitectóni-
cos tales como claraboyas y la forma de los vanos de las puertas y ventanas. El
interior de los espacios está marcado por una relación muy fuerte con el área
circundante lo que crea una dicotomía en el cómo se perciben o sienten dichos
lugares, pues a pesar de esta estrecha relación con el exterior, son muy íntimos y
se adaptan a la forma de duelo de cada individuo: observar el cielo al estar rodeado
por tierra y espacios bien iluminados, aunque semi incrustados en el terreno. Estas
relaciones producen un eficaz desarrollo del rito gracias a la buena articulación
entre lo mortal con lo inmortal, lo vivo con lo muerto. Todos estos conceptos
contribuyen a definir la arquitectura como la unión de lo mortal con lo divino, lo
cual se fundamenta, a su vez, en la idea del sacrificio. El comportamiento espacial
y atmosférico de Lakewood da cuenta del concepto del sacrificio al conectar al
hombre con el ritual que produce la muerte y, por consiguiente, instaura ese hecho
colectivo en el que participan vivos y muertos. Acá, se re articulan los lazos
íntimos al entrar en un espacio apto para que ambos lados de la cuadratura dancen
en armonía.
Respecto a los espacios exteriores, el caso de estudio posee una trama de caminos
serpenteantes que componen el camino y la danza de la vida a la muerte a través
del proyecto. Adentrarse en estos caminos, es como entrar en el laberinto que da
paso a la muerte y que está listo y diseñado para reflejar la memoria colectiva que
se produce a través de los ritos de los que es testigo.
De esta manera, el Cementerio de Lakewood es ese espacio en el que surge el
mundo o la ciudad de los muertos; y en el que los vivos tienen la oportunidad de
interactuar con ellos a través de la danza. Así, la fiesta que celebra la muerte solo
se perpetúa y materializa mediante la arquitectura: el umbral o línea de transición
que hace visible ese vínculo simbólico que conllevan la danza y el sacrificio. De
igual manera, la arquitectura que inmortaliza el rito colectivo es apta para dicha
tarea ya que sus espacios se conciben como colectivos y permanentes que permi-
ten ser vividos en todo momento y en cualquier parte. La idea del arte arquitectóni-
co entonces se traduce como aquel que siempre es colectivo gracias a su presen-
cia constante y necesaria en el mundo y a las relaciones simbólicas y con sentido
que permite desarrollar y perpetuar.