Todo el candomblé es acompañado por ritmos y cantigas que tienen una terminología apropiada, que no es enseñada sistemáticamente ni transmitida a las hijas-de-santo, pero si aprehendida — como todo en el candomblé — a lo largo de la convivencia en el terreiro y por aquellos que manifiestan interés.
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Toques y cantigas
1. Toques y cantigas
Todo el candomblé es acompañado por ritmos y cantigas que tienen
una terminología apropiada, que no es enseñada sistemáticamente ni
transmitida a las hijas-de-santo, pero si aprehendida — como todo en el
candomblé — a lo largo de la convivencia en el terreiro y por aquellos que
manifiestan interés. Lühning (1990) elaboró una catalogación de las
cantigas y de los toques y, algunas veces, las danzas tienen la misma
nomenclatura. De ese modo, en el ritual público tenemos:
— Cantigas de xirê, que son aquellas entonadas durante el xirê, la primera
parte del ritual. Existe un repertorio relativamente fijo de cantos que son
ejecutados en estado consciente, porque los orixás se manifiestan apenas
en el final de la secuencia con un toque especial, propio de cada terreiro;
— Cantigas de rum son aquellas cantadas en la segunda parte del ritual,
cuando las divinidades ya están manifestadas. Cada orixá tiene su
repertorio. Ese término significa que "en esa cantiga el rum ejecuta el papel
principal", porque es el que, en gran medida, orienta y fija los pasos de los
orixás.
Esos cantos hablan de las relaciones míticas de los orixás y de los
fundamentos, por eso son llamadas también cantigas de "fundamento".
Veamos algunas de sus particularidades:
— Primera en dar rum: es la primera en ser entonada y representa un papel
especial: el de anunciar al público la manifestación del orixá. Las palabras
son diferentes para cada divinidad; ya las danzas parecen ser más
similares, pero hay algunas diferencias especiales ligadas al tipo de energía
de la naturaleza del orixá. Ella introduce la segunda cantiga que se llama
"dar rum al orixá", que podría ser traducido como colocar el rum a
disposición del orixá o en la cabeza de él;
— Cantigas de maaló: son las que se cantan a lo último (tres veces), a la
hora despedir al orixá;
— Cantigas de fundamento que serian las cantigas que obligan al santo a
venir, ellas tienen una fuerte influencia sobre casi todas las hijas-de-santo y
provocan la manifestación de los orixás. Hay también ritmos que tienen el
mismo poder. Esas cantigas son encontradas durante el período de
exploración musical que se da en la feitura y conserva su efecto sobre la
iniciada para el resto de su vida.
— Toques de fundamento, que varían de casa en casa según el orixá que es
dueño del terreiro.
Más allá de esas, más estrictamente relacionadas al ritual público,
hay un gran repertorio de cantigas que son utilizadas en momentos
2. diferentes, a saber:
— Cantigas de bori, entonadas durante el bori. Hablan del ori, la cabeza;
— Cantigas de matança, que acompañan el sacrificio y hablan sobre lo que
acontece y sobre el condimento a ser utilizado;
— Cantigas do padê, esas hablan de Exu y de sus ofrendas, de las Iámi
Oxorongá, de los ancestros y, sobre todo, de los essa, los viejos que
participaron directamente de la fundación de los primeros terreiros de la
nación queto;
— Cantigas de folha, que hablan de los tipos diferentes de hojas utilizadas.
Son entonadas en algunos días especiales de la iniciación;
— Cantigas de Iaô, que son ejecutadas en el barracão a la hora de la salida
de las iaôs y son de gran fundamento;
— Las Rezas, que son cantadas antes de la fiesta del orixá en su casa o en
el ossé, a veces tienen un tono casi de choro o lamento y son entonadas en
posición agachada, como expresión de respeto a los ancestrales;
— Cantigas de axexê, que son ejecutadas a lo largo de los ritos fúnebres.
Hay, todavía, otras cantigas que ejercen una función dentro del ritual
como la de entrada, de comida o en las procesiones, como en las fiestas de
Oxalá, Oxum, Iamassê, o en el ipeté. Hay también las de sotaque, que hacen
alusiones a las personas presentes y eran muy usuales antiguamente.
Ahora son utilizadas algunas palabras pocas veces.
Un repertorio específico es aquel de las rodas, que son entonadas
solamente para algunos orixás: Xangô, Obá, Oxalá, Oxóssi. Son
secuenciales, fijas de tres hasta doce cantigas, entonadas en las grandes
fiestas. Los fieles están volcados todos hacia el centro del barracão y las
coreografías son bastante diferentes.
No todas las cantigas son danzadas, sino aquellas como la de folhas
o la de las rezas muestran una actitud postural específica o alguna
gestualidad particular.
Cada orixá tiene un ritmo propio, especial y particular, que lo
caracteriza y lo individualiza, o sea, no simplemente una música que
describe la personalidad del orixá, pero que crea la energía de la divinidad,
porque forma parte de un ritual cuya finalidad es llamar el orixá. Después de
los ritmos, hay también, para cada orixá, un repertorio de cantos propios.
Generalmente los ritmos corridos, más rápidos, son característicos de las
divinidades jóvenes o guerreras (como Oiá-Iansã u Ogum), en cuanto los
orixá viejos (como Oxalá o Nanã) son manifestados en un ritmo más lento y
tranquilo.
El ritmo-identidad de Xangô es el alujá, fuerte y corrido. Pero se toca
también el batá, que indica nobleza. Iemanjá posee el jincá, que significa
3. "hombros" e indica danzas reales y que estimulan respeto, son de carácter
muy lento. Ya el ijexá, que representa Oxum, es alegre y festivo. El ilu, o
quebra-pratos, es el ritmo específico de Oiá, es rápido y agresivo como
la diosa. El acompasado y altivo aguerê es de Oxóssi, en cuanto Oxalá es
manifestado por el ibi, lento y pesado. El sató es de Nana, el savalu de
Oxumarê, el opanijé de Omulu. Esas tres últimas divinidades, que son del
grupo jeje, poseen ritmos de carácter lento y pesado, como si algo los
estuviese tirando para el suelo.
Hay, todavía, algunos ritmos que son de todos los orixás y que
cumplen funciones específicas en el ritual. El vassi, por ejemplo, es utilizado
para llamar a las divinidades y es la base de las cantigas de varios orixás
que se diferencian según su particular marcación en el rum, diferente para
cada orixá: Ogum, Nanã, Oxum, Oxóssi, Oxumarê, Obá, Euá, Obá, Oxalá. Por
eso, de acuerdo con las características de los orixás, se cambia el canto,
volviendolo más corrido o más lento.
El ijexá, a pesar de ser un toque de Oxum, es también el de Logum
Edé, hijo de Oxóssi y Oxum, y es utilizado también para Oiá, Ossaim, Ogum y
para el viejo Oxalá, Oxalufã.
El adarrum o giramundo, relacionado a la nación jeje — y así llamado
porque "todo en mundo está aturdido".
El batá también es tocado para Xangô, Nanã, Oxum, Oxalá, Odudua.
Por ejemplo, a lo largo de un ritual puede suceder que de un mismo ritmo
ser "encaminado", esto es, liviano, en el sentido en que la percusión se
vuelve más rápida, dobla, aumenta su intensidad, y la velocidad del toque
pasa a depender del orixá.
Traducción: Nicolás Rodríguez.
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Bibliografia: - BARBARA, Rosamaria Susanna; A DANÇA DAS AIABÁS: Dança,
corpo e cotidiano das mulheres de candomblé; São Paulo; 2002.