1. EL EVANGELIO SEGÚN
SAN MARCOS
Mr 4:1-20
Un Estudio Expositivo de los 16
capítulos del Evangelio de Marcos
2. (4:1-20) Parábola del Sembrador
El propósito de las parábolas no es cu-
brir la verdad, sino ilustrarla. Cuando las
personas dejan de escuchar, la manera
de llamar su atención es a través de una
ilustración. Cuenta una historia, a todos
nos encanta escuchar historias.
DEFINICION: La parábola es una forma
literaria didáctica, que consiste en un re-
lato del cual, por analogía, se deriva una
enseñanza. Es una comparación basada
en una observación verosímil.
3. (4:1-20) Parábola del Sembrador
En las parábolas de Je-
sús habían verdades,
enseñanzas que las per
sonas no hubieran es-
cuchado de otra mane-
ra, a no ser por el uso
de las parábolas.
Los fariseos se sintie-
ron incomodos por las
parábolas de Jesús,
pues hablaba de ellos.
4. (4:1-20) Parábola del Sembrador
(4:1) La mul-
titud lo se-
guía y Jesús
decide ense-
ñar en un bo-
te desde la o-
rilla del lago.
(4:2) Jesús usaba las parábolas, a veces
los discípulos le pedían que se las expli-
cara. Las parábolas del reino, son claves
para entender todas las parábolas.
5. (4:1-20) Parábola del Sembrador
(4:3-9) Era una socie-
dad agrícola, tenían
tierras donde sembra
ban y cosechaban su
pan llevar. Todos so-
lían sembrar y les era
familiar los cuatro ti-
pos de suelos.
Hoy la sociedad cam-
bió de rural (agrícola)
a urbana.
6. (4:1-20) Parábola del Sembrador
De ser hijos deseados
en el área rural, pasa-
ron a ser una molestia,
un gasto en la socie-
dad urbana moderna.
(4:10-12) Al quedar so-
los le preguntaron a
Jesús su significado.
Este pasaje es uno de
los más difíciles, que
hay, de poder explicar
de los evangelios.
7. (4:1-20) Parábola del Sembrador
Pareciera que Jesús
no quiere que entien-
dan y por eso les en-
seña en parábolas pa
ra que se confundan.
Jesús deseaba que
escuchen las verdad
y ese era el propósito
de las parábolas, pe-
ro a ellos no les daba
la gana escuchar.
8. (4:1-20) Parábola del Sembrador
Jesús les habló direc-
tamente y rechazaron
sus palabras, usó pa-
rábolas y se endure-
cieron y menosprecia
ron la verdad.
Algunos eruditos afir-
man que el texto debe
leerse: “para que [no
sea que] viendo, vean
y no entiendan; y …”
9. (4:1-20) Parábola del Sembrador
“… oyendo, oigan y no comprendan; no
sea que se conviertan y sus pecados les
sean perdonados” (v.12).
Con esta declaración, Jesús reconoce lo
que sucede a aquellos que teniendo la
oportunidad de escuchar desaprovechan
la ocasión de recibir la luz de Dios en sus
vidas.
(4:13-14) Jesús decide darles la clave pa-
ra interpretar las parábolas. En ellas en-
contramos la ‘consistencia exposicional’
o fidelidad en el significado.
10. (4:1-20) Parábola del Sembrador
La semilla es
siempre la Pala-
bra de Dios. El
sembrador es
Dios o quien lle-
va la Palabra.
(4:15) Los pájaros representan a Satanás
y sus huestes que arrebatan la palabra
de Dios de los corazones, ni siquiera
alcanzan a tener oportunidad de echar
raíces, no le dan ninguna oportunidad a
la Palabra de Dios en sus vidas.
11. (4:1-20) Parábola del Sembrador
(4:16-17) Los sembra
dos entre piedras se
emocionan al recibir
la palabra; pero al ve
nir la prueba la aban-
donan, sólo han teni-
do una experiencia
emocional y no hay
profundidad en sus
convicciones en ab-
soluto.
12. (4:1-20) Parábola del Sembrador
(4:18-19) Los
sembrados
entre espinos
representa a
la mayoría de
personas en
la iglesia.
Reciben la palabra, empieza a crecer, pe-
ro están entre espinas, las pasiones del
mundo, el afán y preocupación, el deseo
de enriquecerse, ahogan la efectividad
de la Palabra de Dios en sus vidas.
14. (4:1-20) Parábola del Sembrador
Cuantas personas pierden efectividad
porque se sienten atraídas por las cosas
del mundo. Le han rendido su vida a
Dios y quieren servirle, pero desean las
cosas que el mundo les ofrece. Por eso
sus vidas no alcanzan el nivel deseado.
“No amen al mundo, ni las cosas que es
tán en el mundo. Si alguno ama al mun-
do, el amor del Padre no está en él. Por-
que todo lo que hay en el mundo, es de-
cir, los deseos de la carne, los deseos...”
15. (4:1-20) Parábola del Sembrador
“...de los ojos, y la vanagloria de la vida,
no proviene del Padre, sino del mundo.
El mundo y sus deseos pasan; pero el
que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre” (1 Jn 2:15-17; RVC).
(4:20) Los sembrados en buena tierra son
los que cumplen la voluntad de Dios. El
deseo de Dios para nosotros es:
“En esto es glorificado mi Padre: en que
lleven mucho fruto, y sean así mis discí-
pulos” (Jn 15:8, RVC).
16. (4:1-20) Parábola del Sembrador
“Ustedes no me eligieron a
mí. Más bien, yo los elegí a
ustedes, y los he puesto
para que vayan y lleven
fruto, y su fruto permanez-
ca; para que todo lo que
pidan al Padre en mi nom-
bre, él se lo conceda” (Jn
15:16; RVC).
El mayor deseo que tengo como creyen-
te es que mi vida produzca fruto para el
Señor y que el fruto permanezca.