1. Orfeo y Eurídice Orfeo, hijo de Apolo (y nieto de Zeus) y de Calíope Está enamorado perdidamente de Eurídice, a la cual convierte finalmente en su esposa. Pero un nefasto día, tratando ella de huir de Aristeo que pretendía poseerla, pisó una serpiente venenosa y, mordida por ésta, murió. La pena invadió entonces a Orfeo que lloró desconsoladamente a las orillas del río Estrimón. Decidió ir al Averno; una vez hubo llegado ante Plutón y Perséfone utilizó de nuevo su música consiguiendo convencerlos de dar a Eurídice la oportunidad de regresar al mundo de los vivos. Pero pusieron una condición: Orfeo debía caminar siempre delante de ella y no mirarla hasta que ambos hubieran llegado arriba, y los rayos del sol hubieran bañado por completo a Eurídice. No se volvió ni aún cuando los peligros del Inframundo los acechaban. Ya en la superficie, Orfeo, al borde de la desesperación, giró la cabeza creyendo que todo había pasado, pero Eurídice aún tenía un pie a la sombra y, en ese preciso instante, se desvaneció en el aire, ya sin posibilidad de volver de nuevo.
2. Comentario del cuadro A la derecha Hades y Proserpina, vestidos de oscuro, como corresponde a los dioses del infierno, con su perro Cerbero, mascota mutante de tres cabezas, a sus pies. Orfeo, con su corona de laurel y su lira a cuestas, se lleva a una Eurídice nudista, sujetándole con cara de circunstancia el paño que tapa su desnudo cuerpo.
3. Metamorfosis de Ovidio Libro X Por las hierbas, mientras la nueva novia, cortejada por la multitud de las náyades, deambula, muere al recibir en el tobillo el diente de una serpiente. Orfeo a la Estige osó descender por la puerta del Ténaro,a Perséfone acude y pulsados al son de sus cantos los nervios, así dice: <<Causa de mi camino es mi esposa, en la cual, pisada, su veneno derramó una víbora y le arrebató sus crecientes años. Poder soportarlo quise y no negaré que lo he intentado: me venció Amor.>> Entonces por primera vez con sus lágrimas, vencidas por esa canción, fama es que se humedecieron las mejillas de las Euménides, y tampoco la regia esposa puede sostener, ni el que gobierna las profundidades, decir que no a esos ruegos. A ella, junto con la condición, la recibe el rodopeio héroe, de que no gire atrás sus ojos hasta que los valles haya dejado del Averno, o defraudados sus dones han de ser. Aquí, que no abandonara ella temiendo y ávido de verla, giró el amante sus ojos, y en seguida ella se volvió a bajar de nuevo, y ella, sus brazos tendiendo y por ser sostenida y sostenerse contendiendo, nada, sino las que cedían, la infeliz agarró auras.
4. Vuelta al Averno En esta fotografía podemos observar como Orfeo se da la vuelta para comprobar que su esposa estaba detrás suyo, pero al incumplir el trato, Eurídice se desvanece de nuevo al Averno, sin que Orfeo pueda hacer nada.