Este documento presenta resúmenes en prosa de varias obras mitológicas griegas que fueron representadas en pinturas por el artista español Pedro Pablo Rubens. Se resumen las historias de "El rapto de Europa", "Diana y Calisto", "Deucalión y Pirra" y "El Banquete de Tereo". También se incluye un resumen breve de "La Fábula de Aracne" de Diego Velázquez.

1. Las
Metamorfosis
de
Ovidio
Juan Carlos Díaz Blázquez 2º B de Bachillerato

2. El rapto de Europa, de Pedro Pablo Rubens
“En efecto, su color es el de la nieve que no han pisado las huellas ni ha derretido el
lluvioso Austro; su cuello rebosa de músculos, sobre los brazuelos le cuelga la papada,
los cuernos son pequeños ciertamente pero de los que podrías afirmar que habían sido
hechos a mano y más resplandecientes que una piedra preciosa sin mancha; ninguna
amenaza en su frente y ninguna mirada que aterre: su rostro respira paz.”

3. Diana y Calisto, de Pedro Pablo Rubens
“No era trabajo de ésta suavizar la lana estirándola ni alterar sus cabellos con el
peinado; después de que una fíbula había sujetado su vestido y una blanca banda sus
descuidados cabellos y había cogido ya la pulida jabalina, ya el arco, era un soldado de
Febe, y no pisó el Ménalo ninguna figura más grata a Trivia que ella; pero ninguna
influencia es duradera.”

4. Deucalión y Pirra, de Pedro Pablo Rubens

5. El Banquete de Tereo, de Pedro Pablo Rubens
“Sin tardanza, arrastró a Itis como una tigresa del Ganges a una cría de teta de una
cierva a través de los oscuros bosques, y cuando alcanzaron la parte más alejada de lo
profundo de la casa, al que tendía sus manos y veía ya su destino y gritaba “madre,
madre” y buscaba su cuello, Procne lo hiere con la espada donde el pecho se une al
costado, y no vuelve su rostro; por más que una sola herida le bastaba para su muerte,
Filomela le abrió la garganta con el hierro; y despedazaban los miembros, todavía vivos
y que conservaban algo de aliento: de ellos una parte salta en los profundos calderos
de bronces, otra parte chisporrotea en los asadores; las estancias chorrean de
sangre. A estos manjares invita la esposa a Tereo que nada sabe y, fingiendo un
sacrificio según la costumbre de sus antepasados al que sólo se permite asistir al
marido, alejó a acompañantes y siervos.”

6. La Fábula de Aracne, de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez
“Palas, compadecida, sostuvo a la que colgaba y le dijo así: “¡Mantente viva aún,
desvergonzada, y que este mismo tipo de castigo, para que no estés libre de
preocupación por el futuro, sea dictado para tu linaje y tus lejanos descendientes!”