1. UNIVERSIDAD CATÓLICA DE HONDURAS
Nuestra Señora Reina de la Paz
Facultad de Medicina y Cirugía
Laboratorio de Neuroanatomía
LECTURA PREVIA
III PARCIAL
PRACTICA #7: SISTEMAS SENSITIVOS
ESPECIALES (SEMANA 9)
VÍA GUSTATIVA
Los botones gustativos están controlados por los nervios craneales VII (facial), IX
(glosofaríngeo) y X (vago). Los aferentes sensitivos hacen sinapsis en el núcleo solitario del
bulbo raquídeo; después los axones de las neuronas postsinápticas entran en el lemnisco
medial. Después de otra sinapsis en el tálamo, la información se proyecta a las regiones
apropiadas de la corteza gustativa.
Una percepción consciente del gusto implica la correlación de la información recibida de los
botones gustativos con otros datos sensitivos. La información relacionada con la textura
general del alimento, junto con las sensaciones de «sazón» o «calor» relacionadas con el
gusto, es proporcionada por los aferentes sensitivos del nervio trigémino (N V). Además, el
nivel de estimulación de los receptores olfativos tiene una función fundamental en la
percepción gustativa. Somos varios miles de veces más sensibles a los «sabores» cuando
nuestros órganos olfativos son completamente funcionales. Cuando se está resfriado, las
moléculas transportadas por el aire no pueden alcanzar los receptores olfativos y las comidas
saben sosas y poco atractivas. Esta reducción de la percepción gustativa se producirá incluso
aunque los botones gustativos puedan estar respondiendo normalmente.
VIA AUDITIVA
El sistema auditivo está compuesto por el oído externo (pabellón auricular, conducto auditivo
externo y membrana timpánica), oído medio (martillo, yunque y estribo), oído interno
(cóclea), el nervio coclear y las vías en el sistema nervioso central.
El impulso vibratorio llega hasta el oído interno, específicamente al órgano de Corti, donde se
encuentran las células ciliadas internas que transmiten la vibración a las neuronas sensitivas
del ganglio espiral adyacente en el que se convierte en un impulso nervioso que viaja por los
axones de estas neuronas formando el nervio coclear (rama del nervio vestibulococlear VIII),
llegando al tallo cerebral donde hace sinapsis en los núcleos cocleares dorsal y ventral del
Bulbo Raquídeo. Los axones de estas neuronas ubicadas en los núcleos del bulbo, se decusan
y hacen sinapsis en el núcleo olivar superior ubicado en el Puente. El impulso es llevado a
través del lemnisco lateral hacia el colículo inferior del Mesencéfalo para luego seguir hacia el
cuerpo geniculado medial del tálamo. La ultima conexión de la vía auditiva consiste en la
radiación acústica, situada en la parte sublenticular de la cápsula interna, que va desde el
cuerpo geniculado medial hasta la corteza auditiva primaria del lóbulo temporal (áreas 41 y
42 de Brodmann).
VIA DE LA SENSIBILIDAD VESTIBULAR
El sistema nervioso central emplea tres fuentes para mantener el equilibrio. Estas fuentes de
información son los ojos, las terminales propioceptivas en todo el cuerpo y el aparato
vestibular del oído interno.
La información sobre la posición de la cabeza y sus movimientos es traducida a movimientos
de endolinfa dentro de los conductos semicirculares, estos son procesados por las células
pilosas del vestíbulo y los conductos semicirculares, las cuales envían la información a las
neuronas sensitivas localizadas en los ganglios vestibulares adyacentes. Las fibras sensitivas
de cada ganglio forman la rama vestibular del nervio vestibulococlear (N VIII).
2. Estas fibras hacen sinapsis con las neuronas de los núcleos vestibulares en el límite entre la
protuberancia y el bulbo raquídeo. Los dos núcleos vestibulares:
1. Integran la información sensitiva relacionada con el equilibrio que llega desde cada lado de
la cabeza.
2. Transmiten la información desde el aparato vestibular hasta el cerebelo.
3. Transmiten la información desde el aparato vestibular hasta la corteza cerebral,
proporcionando una sensación CONSCIENTE de la posición y el movimiento.
4. Envían órdenes a los núcleos motores del tronco del encéfalo y la médula espinal (fascículo
vestibuloespinal y fascículo longitudinal medial).
3. VÍA VISUAL
La vía visual comienza en los fotorreceptores de la retina y finaliza en la corteza visual del
lóbulo occipital. Las neuronas bipolares transmiten las respuestas de los fotorreceptores a las
neuronas ganglionares situadas en el inferior de la retina y los axones de estas neuronas
alcanzan el cuerpo geniculado lateral del tálamo a través del nervio óptico (N II) el cual se
decusa parcialmente a nivel del diencéfalo en lo que se conoce como quiasma óptico, para
luego continuarse en la cintilla óptica o tracto óptico. El relevo final va desde el cuerpo
geniculado lateral hasta la corteza visual, a través del fascículo geniculocalcarino. Asimismo,
algunas fibras procedentes de la retina que llegan al cuerpo geniculado lateral finalizan en
diversas partes del mesencéfalo (Colículos superiores), glándula pineal, formación reticular y
en el hipotálamo.
Los dos nervios ópticos, uno de cada ojo, alcanzan el diencéfalo en el quiasma. Desde este
punto se produce una decusación parcial: aproximadamente la mitad de las fibras se dirigen
hacia el núcleo geniculado lateral del mismo lado del encéfalo, mientras que la otra mitad se
cruza para alcanzar el núcleo geniculado lateral del lado opuesto. La información visual de la
mitad izquierda de cada retina llega al núcleo geniculado lateral del lado izquierdo; la
información de la mitad derecha de cada retina va al lado derecho. Los núcleos geniculados
laterales actúan como centros de intercambio que transmiten la información visual a los
centros reflejos del tronco del encéfalo, así como a la corteza cerebral. Los reflejos que
controlan el movimiento ocular se desencadenan por la información que salta los núcleos
geniculados laterales para hacer sinapsis en los colículos superiores.
Muchos centros del tronco del encéfalo reciben información visual, bien de los núcleos
geniculados laterales o bien a través de colaterales desde los tractos ópticos. Las colaterales
que saltan los núcleos geniculados laterales hacen sinapsis en el colículo superior o en el
hipotálamo. El Colículo superior del cerebro medio envía órdenes motoras que controlan los
movimientos subconscientes de los ojos, la cabeza o el cuello en respuesta a los estímulos
visuales. Las aferencias visuales al núcleo supraquiasmático del hipotálamo y a las células
endocrinas de la glándula pineal afectan a la función de otros núcleos troncoencefálicos.
4. VIA OLFATIVA
El sistema olfatorio está formado por el epitelio olfatorio, los nervios olfatorios. Los bulbos
olfatorios y los tractos olfatorios, junto con la corteza cerebral de asociación y las estructuras
subcorticales funcionalmente asociadas con ellos. Las partes del cerebro que procesan las
señales olfatorias reciben el nombre colectivo de rinencéfalo.
Los axones que salen del epitelio olfativo se reúnen en 20 o más haces, llamados
conjuntamente Nervio Olfatorio (N I), que penetra por la lámina cribosa del hueso etmoides
para hacer sinapsis con las neuronas de los bulbos olfativos. Los axones de las neuronas de
segundo orden del bulbo olfativo viajan en el tracto olfativo para alcanzar la corteza olfatoria,
el hipotálamo y porciones del sistema límbico.
El área olfatoria primaria está formada por:
Uncus
Área entorrinal (circonvolución parahipocámpica)
Limen de la ínsula
Parte de la amígdala
La sensibilidad olfativa es la única que alcanza la corteza cerebral sin hacer sinapsis primero en
el tálamo. Las extensas conexiones límbicas e hipotalámicas ayudan a explicar las profundas
respuestas emocionales y conductuales que pueden producirse por ciertos olores, como los
perfumes.
PRÁCTICA #8: SISTEMAS SENSITIVOS
GENERALES (SEMANA 10)
Describiremos tres vías sensitivas que transmiten la información sensitiva
somática hasta la corteza sensitiva de los hemisferios cerebrales o
cerebelosos.
Estas vías incluyen una cadena de neuronas.
■ Una neurona de primer orden es la neurona sensitiva que lleva la
sensibilidad hasta el SNC; su cuerpo celular se localiza en un ganglio de la
raíz dorsal o un ganglio de un nervio craneal.
■ Una neurona de segundo orden es una interneurona con la que hace
sinapsis el axón de la neurona de primer orden. El cuerpo celular de la
neurona de segundo orden puede localizarse en la médula espinal o en el
tronco del encéfalo.
■ En las vías que terminan en la corteza cerebral, la neurona de segundo
orden hace sinapsis con una neurona de tercer orden en el tálamo. El axón
de la neurona de tercer orden lleva la información sensitiva desde el tálamo
hasta el área sensitiva apropiada de la corteza cerebral.
En la mayoría de los casos, el axón de la neurona de primer orden o de
segundo orden se cruza al lado opuesto de la médula espinal o del tronco del
encéfalo cuando asciende. Como consecuencia de este cruzamiento, o
decusación, la información sensitiva del lado izquierdo del cuerpo se entrega
en el lado derecho del encéfalo, y viceversa. El significado funcional o
evolutivo de esta decusación es desconocido. En dos de las vías sensitivas (la
vía de la columna posterior y la vía espinotalámica), los axones de las
neuronas de tercer orden ascienden en la cápsula interna para hacer sinapsis
con las neuronas de la corteza sensitiva primaria del hemisferio cerebral.
Puesto que la decusación se produjo a nivel de las neuronas de primer orden
o de segundo orden, el hemisferio cerebral derecho recibe información
sensitiva del lado izquierdo del cuerpo, y viceversa.
5.
6. PRÁCTICA #9: VIAS MOTORAS (SEMANA 10)
El sistema nervioso central envía órdenes motoras en respuesta a la información que
proporcionan los sistemas sensitivos. Estas órdenes se distribuyen a través del
sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso
somático (SNS) envía órdenes motoras somáticas que dirigen las contracciones de los
músculos estriados, INERVACIÓN CONSCIENTE. El sistema nervioso autónomo (SNA),
o sistema motor visceral, inerva los efectores viscerales, como los músculos lisos, el
músculo cardíaco y las glándulas, INERVACIÓN SUBCONCIENTE.
Las neuronas motoras del SNS y del SNA están organizadas de forma diferente. Las
vías motoras somáticas o conscientes siempre incluyen al menos dos neuronas
motoras: una neurona motora superior, cuyo cuerpo celular se sitúa en un centro
de procesamiento del SNC, y una neurona motora inferior localizada en un núcleo
motor del tronco del encéfalo o la médula espinal. La actividad de la neurona motora
superior puede excitar o inhibir a la neurona motora inferior, pero sólo el axón de la
neurona motora inferior se extiende hasta las fibras musculares estriadas. La
destrucción o lesión de una neurona motora inferior produce una parálisis fláccida
de la unidad motora inervada. La lesión de una neurona motora superior puede
producir rigidez muscular, flaccidez o contracciones descoordinadas.
En las vías del sistema nervioso autónomo (SNA) o subconscientes están implicadas
al menos dos neuronas, y una de ellas siempre está localizada en la periferia. El
control motor autónomo incluye una neurona preganglionar cuyo cuerpo celular se
sitúa en el SNC y una neurona ganglionar en un ganglio periférico. Los centros
superiores del hipotálamo y de otros lugares del tronco del encéfalo pueden
estimular o inhibir a la neurona preganglionar.
Mientras la mente consciente está aún procesando la información, los reflejos
nerviosos proporcionan una respuesta inmediata que más tarde puede ser «ajustada
de forma precisa». Por ejemplo, si tocas la parte superior de una estufa caliente, en
los pocos milisegundos que te lleva ser consciente del peligro, podrías quemarte de
forma grave. Pero eso no ocurre porque tu respuesta (retirar la mano) tiene lugar
casi inmediatamente a través de un reflejo de retirada coordinado en la médula
espinal. Las respuestas motoras voluntarias, como sacudir la mano, ir hacia atrás y
gritar, ocurren algo más tarde. En este caso, la respuesta refleja inicial, dirigida por
neuronas de la médula espinal, se complementó con una respuesta voluntaria
controlada por la corteza cerebral. El reflejo medular proporcionó una respuesta
rápida, automática, pre-programada que preservó la homeostasis. La respuesta
cortical era más compleja, pero requería más tiempo para prepararse y ejecutarse.
Es por eso que las respuestas involuntarias reciben el nombre de subconscientes o
subcorticales ya que no son comandadas por la corteza cerebral.
Las órdenes motoras conscientes y subconscientes controlan los músculos estriados
viajando a través de tres vías motoras integradas: la vía corticoespinal, la vía medial
y la vía lateral. La actividad en estas vías motoras está controlada y ajustada por los
ganglios basales y el cerebelo. Sus aferencias estimulan o inhiben la actividad de: 1)
los núcleos motores, o 2) la corteza motora primaria.