SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 2
Desencantos
"Hay dos maneras de llegar al desastre: una, pedir lo imposible y otra retrasar lo intevitable" (
Francisco Combó)


No hay argumentos suficientes para justificar lo que en cierto lugar sucedía. La escena se tornaba
insoportable, las desgastadas calles mostraban un dejo de tristeza, complementando el cuadro,
había aromas de desolación, sin duda, un desierto podría ser más pintoresco que este sitio, pero
quizás no era esto lo más extraño, allá en un punto casi imperceptible, había una graciosa mujer,
haciendo un notable contraste con todo el lugar, ella sonreía, suspiraba con cada hoja que caía de
los inertes árboles, fijaba su mirada en un punto y de inmediato encontraba sentidos suficientes
para promover los más dulces sentimientos en su alma.
Ella estaba situada exactamente frente a una vieja residencia, donde con toda seguridad sus
habitantes habían partido huyendo quizá. Sus manos querían apartarse de ella y postrarse ante la
puerta que estaba entreabierta como invitando a entrar, sin embargo, había vaguedad en su
espíritu, hasta la misma realidad se sentía burlada pues con toda seguridad ella no pertenecía allí,
de hecho ella no pertenecía a ningún sitio.
Por algunos instantes ella cerró los ojos, levantó sus brazos, de tal suerte que la gente que pasaba
junto a esta mujer, tenía que evadirla, recorrer y modificar sus pasos para no chocar con este
probable obstáculo, tal vez temían despertarla y provocar en ella un ataque de ira al estar frente a
la realidad, pero no, esto no era posible porque estas personas sólo caminaban, sin sentido, sin
rumbo, sin un firme pensamiento que les indicara a dónde dirigirse. Era seguro que ellos rodeaban
a la dama por algún vestigio de neuronas en sus cerebros. De hecho ellos ni siquiera podían verla.
De pronto y sin saber por qué, ella abrió los ojos y giró su mirada hacia la próxima calle, comenzó a
caminar con pasos dudosos al principio y firmes al final. Ella detuvo su andar de manera absurda
pues le pareció que uno de sus zapatos hacía demasiado ruido, bajó la mirada pero sin observar
algo en particular, casi de inmediato sintió la necesidad de mirar hacia atrás, y vio la triste calle
donde hacía algunos momentos estuvo situada. Su cabello invadió su cara con un fuerte soplido del
viento, sus ojos más abiertos cada vez notaron la fealdad del espectáculo. Miró entonces el
contexto donde ahora estaba. A diferencia de la cuadra anterior, aquí había colores, gente
sonriendo, brisa refrescante y árboles agitados por el transitar. No tenía sentido, la calle desolada le
provocaba más emociones que la vivante, era absurdo. Casi en un estado inconsciente, sacó una
cámara fotográfica que llevaba en su viejo bolso y retrató la calle anterior, la perspectiva le
agradaba tanto, nuevamente ella observaba ,pero ahora en su cámara, la calle desolada y una que
otra hoja suspendida de en el aire, arrojada por los árboles que ya querían extinguirse por
completo. Nuevamente había sonrisa en su rostro, nuevamente tenía ganas de suspirar, de elevar
los brazos y de aferrarse a este extraño sentimiento. Y así en un estado de ensimismamiento
reanudó su caminar, ahora lento, aletargado y con sus ojos fijos en la escena que ahora quedaba
para siempre registrada en su cámara.
Un brusco viento le hizo detener sus pasos, pues tuvo la sensación de perder el control de su andar
si ella continuaba. Tambaleándose un poco se dejó recargar sobre una cerca que estaba detrás de
ella, entrecerró un poco los ojos pero sin perder de vista su ansiada imagen. Sin quererlo y sin
pensarlo ella levantó un poco su mirada y justo en frente de ella había un hombre observándole,
ella lo comprendió todo cuando notó en un parpadeo que ese hombre estaba en la imagen de su
cámara, él había sido retratado también, quizá él sabía que la sensación provocada en la calle
desolada era tan sólo la conexión de sus almas, la reciprocidad de sus vidas...finalmente y sin decir
nada, unieron sus manos y empezaron a avanzar en retroceso volviendo a la calle desolada.
Nuevamente lo absurdo se apoderaba de tan triste lugar, pues ahora se les veía a ellos dos,
tomados de las manos en medio del desastre, sonriendo a mitad de la nada, y conectando sus
miradas como temiendo no volver a verse nunca más. Allí se quedaron, contemplándose el uno al
otro, sin miedos ni razones, sin tristezas ni nostalgias, sin amor ni desamor, simplemente era el
encanto del momento que los tenía allí. Quizás en algunos momentos algo les pudiera distraer y les
hiciera notar que realmente no había razones para estar allí, ni tampoco para estar juntos, tal vez
todo era producto de un fatal error...tal vez.

por Samm L.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Cuentos y poemas
Cuentos y poemasCuentos y poemas
Cuentos y poemasLeo Camargo
 
Cuarderno de dibujos de un ciclope
Cuarderno de dibujos de un ciclopeCuarderno de dibujos de un ciclope
Cuarderno de dibujos de un ciclopejeanclaudeartist
 
MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA
MOVIMIENTOS DE VANGUARDIAMOVIMIENTOS DE VANGUARDIA
MOVIMIENTOS DE VANGUARDIAVeronica1981
 
Fichas TéCnicas Obras
Fichas TéCnicas ObrasFichas TéCnicas Obras
Fichas TéCnicas Obrasguest0168fc
 
La soledad y shakespeare 2
La soledad y shakespeare 2La soledad y shakespeare 2
La soledad y shakespeare 2:)
 
La soledad y Shakespeare
La soledad y ShakespeareLa soledad y Shakespeare
La soledad y Shakespeare:)
 
Rosa divina sor juana ines de la cruz
Rosa divina sor juana ines de la cruzRosa divina sor juana ines de la cruz
Rosa divina sor juana ines de la cruzcristyyasmin
 
Alfonsina storni
Alfonsina storniAlfonsina storni
Alfonsina storniLlenita
 
Gorda sinfo[1][1]
Gorda sinfo[1][1]Gorda sinfo[1][1]
Gorda sinfo[1][1]codigojunin
 
La literatura del Caribe colombiano en las letras nacionales (de Juan José Ni...
La literatura del Caribe colombiano en las letras nacionales (de Juan José Ni...La literatura del Caribe colombiano en las letras nacionales (de Juan José Ni...
La literatura del Caribe colombiano en las letras nacionales (de Juan José Ni...Museo del Caribe
 
Modulo1 ejercicio2 beatriz lópezgómez
Modulo1 ejercicio2 beatriz lópezgómezModulo1 ejercicio2 beatriz lópezgómez
Modulo1 ejercicio2 beatriz lópezgómezBeatrizzepol
 

La actualidad más candente (20)

Cuentos y poemas
Cuentos y poemasCuentos y poemas
Cuentos y poemas
 
Amor de piedra y aire
Amor de piedra y aireAmor de piedra y aire
Amor de piedra y aire
 
Juan ramón jiménez
Juan ramón jiménezJuan ramón jiménez
Juan ramón jiménez
 
Cuarderno de dibujos de un ciclope
Cuarderno de dibujos de un ciclopeCuarderno de dibujos de un ciclope
Cuarderno de dibujos de un ciclope
 
Vino, primera, pura
Vino, primera, puraVino, primera, pura
Vino, primera, pura
 
Reporte lite.
Reporte lite.Reporte lite.
Reporte lite.
 
MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA
MOVIMIENTOS DE VANGUARDIAMOVIMIENTOS DE VANGUARDIA
MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA
 
Fichas TéCnicas Obras
Fichas TéCnicas ObrasFichas TéCnicas Obras
Fichas TéCnicas Obras
 
La soledad y shakespeare 2
La soledad y shakespeare 2La soledad y shakespeare 2
La soledad y shakespeare 2
 
La soledad y Shakespeare
La soledad y ShakespeareLa soledad y Shakespeare
La soledad y Shakespeare
 
Rosa divina sor juana ines de la cruz
Rosa divina sor juana ines de la cruzRosa divina sor juana ines de la cruz
Rosa divina sor juana ines de la cruz
 
Poesias segundo
Poesias segundoPoesias segundo
Poesias segundo
 
Tamara
TamaraTamara
Tamara
 
Alfonsina storni
Alfonsina storniAlfonsina storni
Alfonsina storni
 
Gorda sinfo[1][1]
Gorda sinfo[1][1]Gorda sinfo[1][1]
Gorda sinfo[1][1]
 
La literatura del Caribe colombiano en las letras nacionales (de Juan José Ni...
La literatura del Caribe colombiano en las letras nacionales (de Juan José Ni...La literatura del Caribe colombiano en las letras nacionales (de Juan José Ni...
La literatura del Caribe colombiano en las letras nacionales (de Juan José Ni...
 
Ese Gran Simulacro
Ese Gran SimulacroEse Gran Simulacro
Ese Gran Simulacro
 
Modulo1 ejercicio2 beatriz lópezgómez
Modulo1 ejercicio2 beatriz lópezgómezModulo1 ejercicio2 beatriz lópezgómez
Modulo1 ejercicio2 beatriz lópezgómez
 
Rosa divina
Rosa divinaRosa divina
Rosa divina
 
ALFONSINA STORNI
ALFONSINA STORNIALFONSINA STORNI
ALFONSINA STORNI
 

Similar a La conexión de almas en medio de la desolación (20)

Impactante Fascinacion Microcuentos
Impactante Fascinacion MicrocuentosImpactante Fascinacion Microcuentos
Impactante Fascinacion Microcuentos
 
ESPEJISMOS (2007) Rosa Romá
ESPEJISMOS (2007) Rosa RomáESPEJISMOS (2007) Rosa Romá
ESPEJISMOS (2007) Rosa Romá
 
MEDIA DISTANCIA
MEDIA DISTANCIAMEDIA DISTANCIA
MEDIA DISTANCIA
 
EL AMOR ES LO DE MENOS
EL AMOR ES LO DE MENOS EL AMOR ES LO DE MENOS
EL AMOR ES LO DE MENOS
 
Cuentos electivo
Cuentos electivoCuentos electivo
Cuentos electivo
 
Pedraza Santiago - Cuentos Para Monstruos · versión 1.pdf
Pedraza Santiago - Cuentos Para Monstruos · versión 1.pdfPedraza Santiago - Cuentos Para Monstruos · versión 1.pdf
Pedraza Santiago - Cuentos Para Monstruos · versión 1.pdf
 
Cuentos para monstruos.pdf · versión 1
Cuentos para monstruos.pdf · versión 1Cuentos para monstruos.pdf · versión 1
Cuentos para monstruos.pdf · versión 1
 
SHEREZADE: MIL Y UNA MIRADAS, MIL Y UN RELATOS
SHEREZADE: MIL Y UNA MIRADAS, MIL Y UN RELATOSSHEREZADE: MIL Y UNA MIRADAS, MIL Y UN RELATOS
SHEREZADE: MIL Y UNA MIRADAS, MIL Y UN RELATOS
 
Cuentoooo Lat
Cuentoooo LatCuentoooo Lat
Cuentoooo Lat
 
Extracto oscuros
Extracto oscurosExtracto oscuros
Extracto oscuros
 
Lampyridae
LampyridaeLampyridae
Lampyridae
 
La señora del perrito, anton chejov
La señora del perrito, anton chejovLa señora del perrito, anton chejov
La señora del perrito, anton chejov
 
UN SEÑOR DE GRIS
UN SEÑOR DE GRISUN SEÑOR DE GRIS
UN SEÑOR DE GRIS
 
DOCENTE
DOCENTEDOCENTE
DOCENTE
 
Inesperado
InesperadoInesperado
Inesperado
 
Cuento - Ultimátum de medianoche.doc
Cuento - Ultimátum de medianoche.docCuento - Ultimátum de medianoche.doc
Cuento - Ultimátum de medianoche.doc
 
Nuctinia
NuctiniaNuctinia
Nuctinia
 
Relatos cortos
Relatos cortosRelatos cortos
Relatos cortos
 
El baile del destino
El baile del destinoEl baile del destino
El baile del destino
 
La muerte en venecia
La muerte en veneciaLa muerte en venecia
La muerte en venecia
 

La conexión de almas en medio de la desolación

  • 1. Desencantos "Hay dos maneras de llegar al desastre: una, pedir lo imposible y otra retrasar lo intevitable" ( Francisco Combó) No hay argumentos suficientes para justificar lo que en cierto lugar sucedía. La escena se tornaba insoportable, las desgastadas calles mostraban un dejo de tristeza, complementando el cuadro, había aromas de desolación, sin duda, un desierto podría ser más pintoresco que este sitio, pero quizás no era esto lo más extraño, allá en un punto casi imperceptible, había una graciosa mujer, haciendo un notable contraste con todo el lugar, ella sonreía, suspiraba con cada hoja que caía de los inertes árboles, fijaba su mirada en un punto y de inmediato encontraba sentidos suficientes para promover los más dulces sentimientos en su alma. Ella estaba situada exactamente frente a una vieja residencia, donde con toda seguridad sus habitantes habían partido huyendo quizá. Sus manos querían apartarse de ella y postrarse ante la puerta que estaba entreabierta como invitando a entrar, sin embargo, había vaguedad en su espíritu, hasta la misma realidad se sentía burlada pues con toda seguridad ella no pertenecía allí, de hecho ella no pertenecía a ningún sitio. Por algunos instantes ella cerró los ojos, levantó sus brazos, de tal suerte que la gente que pasaba junto a esta mujer, tenía que evadirla, recorrer y modificar sus pasos para no chocar con este probable obstáculo, tal vez temían despertarla y provocar en ella un ataque de ira al estar frente a la realidad, pero no, esto no era posible porque estas personas sólo caminaban, sin sentido, sin rumbo, sin un firme pensamiento que les indicara a dónde dirigirse. Era seguro que ellos rodeaban a la dama por algún vestigio de neuronas en sus cerebros. De hecho ellos ni siquiera podían verla. De pronto y sin saber por qué, ella abrió los ojos y giró su mirada hacia la próxima calle, comenzó a caminar con pasos dudosos al principio y firmes al final. Ella detuvo su andar de manera absurda pues le pareció que uno de sus zapatos hacía demasiado ruido, bajó la mirada pero sin observar algo en particular, casi de inmediato sintió la necesidad de mirar hacia atrás, y vio la triste calle donde hacía algunos momentos estuvo situada. Su cabello invadió su cara con un fuerte soplido del viento, sus ojos más abiertos cada vez notaron la fealdad del espectáculo. Miró entonces el contexto donde ahora estaba. A diferencia de la cuadra anterior, aquí había colores, gente sonriendo, brisa refrescante y árboles agitados por el transitar. No tenía sentido, la calle desolada le provocaba más emociones que la vivante, era absurdo. Casi en un estado inconsciente, sacó una cámara fotográfica que llevaba en su viejo bolso y retrató la calle anterior, la perspectiva le agradaba tanto, nuevamente ella observaba ,pero ahora en su cámara, la calle desolada y una que otra hoja suspendida de en el aire, arrojada por los árboles que ya querían extinguirse por completo. Nuevamente había sonrisa en su rostro, nuevamente tenía ganas de suspirar, de elevar los brazos y de aferrarse a este extraño sentimiento. Y así en un estado de ensimismamiento reanudó su caminar, ahora lento, aletargado y con sus ojos fijos en la escena que ahora quedaba para siempre registrada en su cámara. Un brusco viento le hizo detener sus pasos, pues tuvo la sensación de perder el control de su andar si ella continuaba. Tambaleándose un poco se dejó recargar sobre una cerca que estaba detrás de ella, entrecerró un poco los ojos pero sin perder de vista su ansiada imagen. Sin quererlo y sin pensarlo ella levantó un poco su mirada y justo en frente de ella había un hombre observándole, ella lo comprendió todo cuando notó en un parpadeo que ese hombre estaba en la imagen de su cámara, él había sido retratado también, quizá él sabía que la sensación provocada en la calle desolada era tan sólo la conexión de sus almas, la reciprocidad de sus vidas...finalmente y sin decir nada, unieron sus manos y empezaron a avanzar en retroceso volviendo a la calle desolada. Nuevamente lo absurdo se apoderaba de tan triste lugar, pues ahora se les veía a ellos dos, tomados de las manos en medio del desastre, sonriendo a mitad de la nada, y conectando sus miradas como temiendo no volver a verse nunca más. Allí se quedaron, contemplándose el uno al otro, sin miedos ni razones, sin tristezas ni nostalgias, sin amor ni desamor, simplemente era el encanto del momento que los tenía allí. Quizás en algunos momentos algo les pudiera distraer y les hiciera notar que realmente no había razones para estar allí, ni tampoco para estar juntos, tal vez
  • 2. todo era producto de un fatal error...tal vez. por Samm L.