PRÓLOGO
La combi de servicio urbano me deja a siete cuadras de mi trabajo. En esos 10 minutos aproximadamente de camino, me asaltan argumentos para microcuentos, cuentos, algunas veces capítulos para las novelas que nunca escribo o versos para iniciar poemas. Los micros son los que más chance tienen de escribirse, pero antes tienen que salvar la valla de las ocho horas de trabajo y tentar que, en los diez minutos de descanso que me tomo antes de emprender el camino a casa, puedan imprimirse en tinta virtual y quedar a la espera de su publicación.
Vivo fascinado por esa experiencia, la de improviso ser atrapado por un argumento que me deja anonadado, no porque crea que va a ser famoso y recorrerán el mundo labrándome laureles. Ni ahí que lo pienso. Lo que me deja pasmado e incrédulo, es que la realidad muchas veces es más impresionante que el tratar de inventar un nuevo argumento. De ahí que nacen estos microcuentos, de esa impactante fascinación que tengo diariamente por la realidad. Una realidad que vivo intensamente, sabiendo que, en cualquier momento, puede acabarse como el desconectar un aparato eléctrico, como apagar una vela.
La fotografía es una manera también de comprobar la fascinante inmediatez que produce la vida. Un solo instante en que se refleja la maravillosa sensación de Eternidad, de plenitud del momento, uno que nunca se repetirá, que es único, que te deja totalmente convencido de que la vida, si bien es corta, es maravillosa en el ahora. Las fotos que acompañan este libro son muestra de la forma en que vivo: maravillado en el instante, feliz en la brevedad, en esa insoportable brevedad, en ese regalo inconmensurable que es el existir.
Arequipa, Junio del 2014
2. La insoportable brevedad del ser - Impactante
Fascinación - por Sarko Medina Hinojosa se
encuentra bajo una Licencia Creative Commons
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0
Unported.
Portada y edición: Iniciativa Prometheus
Junio 2014
Distribución gratuita
Los cuentos aquí contenidos aparecieron en
diversas publicaciones como Revista miNatura,
Taller Literario Micrópolis, Químicamente Impuro,
Revista Plesiosaurio, Internacional Microcuentista
entre otras.
3.
4. “Entonces, ¿qué hemos de elegir? ¿El peso o la
levedad?”
“Sólo una cosa es segura: la contradicción entre
peso y levedad es la más misteriosa y equívoca de
todas las contradicciones”
MILÁN KUNDERA, 1984
5. PRÓLOGO
La combi de servicio urbano me deja a siete cuadras de mi
trabajo. En esos 10 minutos aproximadamente de camino,
me asaltan argumentos para microcuentos, cuentos,
algunas veces capítulos para las novelas que nunca escribo
o versos para iniciar poemas. Los micros son los que más
chance tienen de escribirse, pero antes tienen que salvar la
valla de las ocho horas de trabajo y tentar que, en los diez
minutos de descanso que me tomo antes de emprender el
camino a casa, puedan imprimirse en tinta virtual y quedar a
la espera de su publicación.
Vivo fascinado por esa experiencia, la de improviso ser
atrapado por un argumento que me deja anonadado, no
porque crea que va a ser famoso y recorrerán el mundo
labrándome laureles. Ni ahí que lo pienso. Lo que me deja
pasmado e incrédulo, es que la realidad muchas veces es
más impresionante que el tratar de inventar un nuevo
argumento. De ahí que nacen estos microcuentos, de esa
impactante fascinación que tengo diariamente por la
realidad. Una realidad que vivo intensamente, sabiendo
que, en cualquier momento, puede acabarse como el
desconectar un aparato eléctrico, como apagar una vela.
La fotografía es una manera también de comprobar la
fascinante inmediatez que produce la vida. Un solo instante
en que se refleja la maravillosa sensación de Eternidad, de
plenitud del momento, uno que nunca se repetirá, que es
único, que te deja totalmente convencido de que la vida, si
bien es corta, es maravillosa en el ahora. Las fotos que
acompañan este libro son muestra de la forma en que vivo:
maravillado en el instante, feliz en la brevedad, en esa
insoportable brevedad, en ese regalo inconmensurable que
es el existir.
Arequipa, Junio del 2014
8. PERSEVERANCIA
Estaba de pie frente a ella. Aceptó todo. Pidió
perdón. Una mañana, décadas y algo después, en
mitad del desayuno, ella levantó la vista y lo
perdonó.
9. INTENSO
Quiso regalarle el mundo, pero lo único que
consiguió fue darle cada hora, cada minuto, cada
segundo de su vida.
10. CULPABLE INDIRECTO
El Ministro de Defensa le puso la mano en el
hombro y la intentó consolar. Ella lo abofeteó hasta
la eternidad.
11. SUPLICIO
Todas las noches le compraba su vaso de
emoliente caliente para el frío. Todas las noches
trataba de decirle que la amaba.
12.
13. NI UN GOLPE MÁS
Unos gritos desaforados nos despertaron esa
noche. Corriendo, mi esposa se dirigió a la ventana
de la sala que da a la calle y me llamó de urgencia.
La vecina de al lado, aquella que hace pocos
meses diera a luz a un pequeño, huía despavorida
con el bebé en brazos, gritando por ayuda, con
rumbo a la esquina.
En la puerta de su casa, estaba su conviviente, con
el torso desnudo y blandiendo una correa. Estaba
por bajar a auxiliar a la mujer, cuando mi esposa me
avisó que ya había logrado parar un taxi y,
embarcándose en él, desapareció.
El drama aún no terminaba. El vecino, en ya
evidente estado de diablos azules, reingresó a la
casa y, gritando, arrinconó en el patio trasero a su
padre, propinándole correazo tras correazo,
mientras la madre del susodicho trataba de
frenarlo.
Luego, la tranquilidad de la noche lo abarcó todo.
Con mi esposa no supimos más que hacer, todo
pasó tan rápido, que ni tiempo para llamar a
serenazgo o la policía.
14. Al día siguiente, al escuchar ruidos fuera de casa,
salimos nuevamente en versión espía, a mirar por
las cortinas. Vimos al papá de la chica, llegar con
ella desde el parque, por donde está la comisaría
del distrito.
Un papel en su mano.
A los pocos minutos las cosas se fueron
acumulando fuera de la casa: una cuna, un
televisor, una cómoda, un carrito con packs de
leche, sacos de ropa. Mi esposa estaba llorando.
Traté de consolarla, diciéndole que era lo mejor
para la muchacha.
—No lloro por que se separé de ese imbécil,
lloro porque ella es una mujer valiente y estoy
alegre por eso, porque acabó su pesadilla.
15.
16. ESAVOZ
Hay algo maravilloso en esa voz, algo que le
recuerda a su madre.
La camioneta sigue cayendo hacia el fondo del
abismo, pero él ya está en paz.
17. CAÍDALIBRE
Llegó a subir al cerro con dificultad con el pecho
latiéndole con fuerza, cuando le dijeron que tenían
que llegar a un cactus ubicado a 50 metros más de
distancia, al filo de un farallón.
No lograron ver sus ojos de pánico.
Tarde comprendieron que sufría de miedo a las
alturas cuando lo vieron lanzarse al vacío.
18. ÁNGELQUE REZA
Ella lo vio.
No quiere explicar nada a nadie ni tampoco le
importa que le crean. Pero si uno la mira de cerca,
en sus ojos quedó impresa la imagen de su
pequeño alzando vuelo hacia el cielo.
19.
20. UN PASADO
Soy un pasado de mi mismo, irregular y sencillo, sin
grietas que explorar. Me siento en medio de una
calle a verificar que aún mis futuros pasan uno tras
otros engalanados con ternos, en los labios de una
mujer, con varios chiquillos indolentes, con la cerviz
mortal, con la mano firme y cálida.
Soy un pasado de mi mismo como me imaginé
hace algún milenio, cuando la perdí en esa calle
porque uno de esos no tuvo frenos, otro de esos no
la atendió, otro de esos certificó su muerte y otro de
esos la enterró ante mis ojos, que nunca volvieron a
sonreír.
Volteo la mirada y me vislumbro llegar de nuevo
para pasar junto a mi, recordándome quién pude
ser y quién no fui… extrañando a quién me amó y vi
partir…
21. TODO POR ELTODO
Salió a caminar un poco a despejarse y ya estaba
en el aeropuerto, cuando reflexionó más ya se
encontraba en su puerta.Tocó.
22. FANTASÍARECARGADA
Cuando terminó de leer el microcuento pensó:
—¡Que malo este micro!.
En algún lugar del mundo un microcuentista cayó
fulminado.
23.
24. SOBRE ESTRELLAS FUGACES Y
DESENCUENTROS
Fueron dos estrellas fugaces que vio en el cielo casi
al mismo instante esa noche. Sintió que el Universo
le quería decir algo. Buscó la respuesta entre las
líneas de su mano derecha, en el pozo del café
diario, en la forma como caían las gotas en la
ducha, en las figuras que las nubes dibujaban en
sus sombras. Sin respuestas acudió a los amigos y
le dieron recetas para viajar por el tiempo, códigos
para descifrar el ánimo de los gatos y hasta
explicaciones sobre el porqué el hielo se forma en
el corazón de los olvidados. Desesperado por el
misterio, optó por preguntar a los oráculos de la
Plaza Mayor si habían contemplado el mismo
fenómeno.
Nadie le dio respuestas porque, en general, una
estrella fugaz solo se aparece una vez cada año
para cada persona permitiéndole realizar un deseo
concreto. Nunca se escuchó sobre dos
avistamientos y casi en simultáneo. Intuyendo la
respuesta, corrió como un desquiciado por las
calles de sillar amarillento, entre las pedregosas
maneras de anclar el suelo con adoquines, por los
recovecos de los semáforos en rojo, sin pararse
siquiera a contemplar el atardecer morado de ese
día de octubre; para encontrase a medio camino
del aliento con ella, que también corría buscándolo.
25. La amaba desde hace milenios cuando aún era
polvo de galaxias, pero, por desencuentros a la
hora de hallarse juntos, nunca pudieron ni siquiera
hablar, solo mirarse a la distancia, entre los
recovecos de las ventanillas, en las procesiones
contra el deslave de los glaciares, en las notas que
se dejaban mutuamente en las páginas blancas de
las paredes de otoño.
La abrazó como si el cielo se derrumbara, no
pudiendo contener las lágrimas.
Ella lo rodeó con sus brazos y le confirmó lo que
esperaba: también lo amaba y había pedido el
mismo deseo que él: estar juntos por siempre y que
se dejara el maldito destino de alejarlos. De allí que
pudieron ver, ambos, al mismo tiempo, las estrellas
que les confirmaban su mayor anhelo,
cumpliéndolo con esmerado acierto.
26.
27. DOBLE SHOT
Se despertó de pronto y sintió el dolor en el pecho,
con horror veía como la sangre fluía sin cesar fuera
de la herida. Dejó caer nerviosamente el arma de
su mano derecha y leyó casi desmayándose el
papel que tenía en la mano izquierda:
“Debes saber dos cosas: la primera es que al
matarte también moriré y segundo, debiste
dejarme existir y aceptar tu maldito disturbio de
doble personalidad.Adiós.”
28. HUECO EN LAMEDIA
Sentados contemplaban el atardecer en el parque
en su primera cita. Ella se sacó los zapatos en un
arranque de comodidad y confianza. Su media
derecha presentaba un hueco. El universo entero
contuvo la respiración.
—¿Sabes que también quiero comprarme
unas medias así, con respiraderos?, se han puesto
de moda.
La risa de ambos devolvió la vida alrededor.
29. TODO ES MÚSICA
Hasta que lo olvide, la amó tanto tanto. Nadie secó
sus labios, continuó su gran teatro, copió su cuerpo
sobre la pared, hasta que al final y solo al final, se
dio cuenta que era el personaje de una canción y
que iba a reventar en mil pedazos en la estrofa final.
30.
31. ESE MILAGRO
Era ya de tarde. Una vez más miró hacia la calle.
No, no llegaba. Era importante decirle, explicarle,
pero no llegaba. Intentó una vez más transar
pidiendo tiempo y empezó a repasar una a una las
cuentas del Rosario. Cuando sintió que ya no podía
esperar más, un toque en la puerta la hizo
levantarse casi de golpe de su silla. Se tranquilizó
un momento y agradeció el tiempo dado. Bajó
lentamente las escaleras. En el horizonte, el
atardecer más bello de su vida, como una canción
de despedida. Un “gracias” fue murmurado.
Cuando abrió la puerta, sabía que era él, su hijo, su
retoño, su pequeño, al cual no veía desde hacía
casi ocho años. Estaba grande y bello, con esa
misma mirada soñadora.
—Llegaste.
—Viejita. ¿Cómo sabías que era yo?.
—Tonto, una madre sabe, ahora pasa, tengo
tu comida caliente en la olla.
—Aún no me explico cómo es que estoy aquí,
mi jefe me dio una semana de vacaciones después
de años, me cayó una platita justo para los pasajes,
los chicos tuvieron campamento, en fin viejita, no
sabes lo que ha pasado todos estos años que estoy
fuera.
32. —Ya me dirás, tenemos toda la noche si es
necesario para que me cuentes, lo importante es
que llegaste justo a tiempo.
—Esa mi vieja, veo que tienes el rosario que
te regalé en mi Primera Comunión.
La anciana, llena de alegría, supo que ya no era
necesario explicar nada, por fin el anhelado deseo
estaba cumplido y sabía que aún tendría algo de
tiempo.
A la mañana siguiente, su hijo la encontró como si
estuviera durmiendo, con una sonrisa final en los
labios.
33.
34. ELVIAJERO
El adolescente hizo un pájaro de papel para que
llegara a ella con letras escritas que decían: “Te
amo a través de la distancia”. Lanzó el artilugio de
vueltas y dobleces. Lo vio alzar el vuelo desde el
patio de su casa, hacia el cielo azul y perderse en el
espacio aéreo, más allá de las nubes.
Lo que no vio fue que el ave de papel y tinta, viajó
con los vientos alisios del norte, para escapar entre
nimbus y cúmulos en la vertiente del Pacífico,
sobrevolando ballenas azules y orcas en danza.
Girando entre contraalisios llegó a donde el monje
descansa los ojos ante los hielos eternos, con el
Leung llegó donde las danzas son de defensa y
ataque, a través de una muralla que se ve desde el
infinito. Se arremolinó entre los vientos
circunpolares para saberse algo desgastado
cuando viajó en el Burán y ver bailar a los cosacos
golpeándose el pecho, con la trenza altiva y los
sables sin miedo. Con el Narai aprendió a
perfeccionar su vuelo, como los samuráis, como los
ninjas. Al llegar al Pampero supo que América es
inmensa y llena de amor por un buen fuego al
atardecer, dorando la carne. Así viajó con el Simun
de Arabia, el Siroco que nace en el Sahara, el
Cierzo que aúlla en el valle del Ebro, el Solano que
barre donde cabalgó en Rocinante un Don Quijote
centenario. Se hizo amigo del cantábrico Galerna,
del balear Tramontana, el africano Ábrego, del
Levante deAndalucía y su hermano el Poniente.
35. Así, hasta llegar hasta la ventana de ella, a través
de todo el mundo, allí, a la casa de enfrente, donde
tenía prohibido mirar. La muchacha, escuchó el
golpeteo seco en el vidrio y descubrió al viajero,
leyó con ardor en los ojos la frase y, cogiendo un
lápiz, escribió: “Yo también” y echó a volar de nuevo
al mensajero…
36.
37. ELHACHA
Al ver el hacha a unos centímetros de él, no pudo
evitar pensar en las ironías de la vida.
Durante el tiempo que pasó en la cárcel, por estafar
a varios con el cuento de la casa propia, pensó que
meterse en la cocina le evitaría el esfuerzo físico, a
él que nunca en su vida esforzó sus músculos. Lo
que no previó es que sus compañeros lo pusieran
cada madrugada a cortar madera para los fogones.
Así, cada día de sus cinco años de encierro,
acrecentó con mucho sufrimiento su conocimiento
sobre las vetas de la madera, el ángulo correcto de
impacto y la posición adecuada, amén de
perfeccionar el corte limpio y destrozador de los
troncos. Era al final un experto, nacido para cortar.
Ahora estaba libre y se encontraba allí, camino a su
pueblo natal, frente a frente con esa herramienta
que juró nunca volver a tocar…
¡No esperó más! agarrando con firmeza el hacha,
se lanzó contra la puerta de esa casa que se estaba
incendiando, en cuyo interior se escuchaban los
gritos desesperados de unos niños.
38. CONSECUENCIAS
Cada día es un pesar. Andar vagando entre la
bruma de tu recuerdo me hace menos humano que
antes y más liviano. Intento a cada instante atrapar
las miradas de tus días, pero no puedo. Sé que
piensas que soy un fantasma, un espíritu que ronda
la propiedad de tu cuerpo, si supieras que solo soy
el triste hombre que te ama hasta la locura y solo
tiene al alcance de mis atadas manos tus fotos, que
los carceleros dejaron pegadas a la pared para que
recuerde.
Nada justificará mis actos.
Nada justificará lo que pasó.
Y sí. Al final soy el fantasma de aquel que te
atropelló estando ebrio, sin darse cuenta hasta el
otro día que eras la mujer destinada para mí y a la
cual hubiera conocido, saludado, enamorado, de
haber estado sobrio.
41. ELNIÑO DE LAGUERRA
Hace algunos días el niño supo qué era la muerte.
Velaron a su padre en medio de llantos
desenfrenados allí en Al Qasser. ¿Dónde queda
Homs?, allí lo asesinaron. ¿Dónde queda
Damasco?. Esa era su pregunta constante y nadie
le hizo caso. Los asesinos de su padre estaban en
esa ciudad. No lloró durante todo el velorio y el
entierro posterior.
Antes de irse esa mañana el padre le dio una
cachetada en la mejilla porque estaba llorando,
luego le enjuagó las lágrimas y le acomodó los
rizos. Dos días después la noticia de su muerte
cayó como una bomba en su casa. Ahora avanza
por el camino hacia Damasco. Por lo menos por
donde cree que llegará. Tiene cruzada a la espalda
una escopeta de retrocarga, una ametralladora
corta en la mano derecha, ambas de juguete. En la
mano izquierda sostiene libros de su escuela con el
mapa de su país.
Lo encontraron dos semanas después. La bala que
lo atravesó no era rebelde ni del gobierno: era
estadounidense.
42. LACITA
Todo iba bien, hasta que en medio de la comida él
se rió tan fuerte, que salió disparado un arroz de su
boca, introduciéndose en el ojo izquierdo de ella.
Quién diría que la paciencia y el amor con que
estuvo atendiéndola todo el proceso para sanar su
vista hizo que se enamorara de él.
43. ELSECRETO
Es un anciano extraño, siempre sentado en esa
banca del parque, alimentando a las palomas con
migas de pan.
Desde que tenemos memoria lo hemos visto, en las
tardes en que jugábamos a la pelota, ya estaba.
Siguió allí cuando nos enamorábamos con
palabras aprendidas en la tele en las tardes de
manzanas acarameladas.
Estuvo cuando paseamos a nuestros hijos, para
mostrarles lo bellos que nos salieron a los demás
vecinos.
Se mantuvo firme sin decir palabra ante nuestras
insistentes preguntas, cuando ya maduros, nos
reuníamos para hablar de política y quejarnos de
los cambios adolescentes de los vástagos.
Sigue allí y nosotros, ya arrugados y débiles, cada
tarde de domingo nos sentamos junto a él y en
silencio alimentamos a las palomas con migas de
pan, creyendo que en ello está la clave de su vida
eterna.
44.
45. BUEN DÍAPARAAPLAZAR LAHECATOMBE
Se levantó listo para arrasar el mundo, pero algo lo
detuvo, era esa mirada de alegría infantil, pensó
que era innecesario empezar acabando con todos
en el planeta, teniendo unos minutos para jugar con
su hijo.
El mundo respiró calmado unos momentos más.
46. ELGRITO
Cuando el látigo llegó a su cuerpo, por una falta que
no cometió, por el capricho del mayoral, por
solamente exigir piedad para otro; la ira se volvió
valor, el dolor fuerza, la indignación ansias de
justicia. Murmuró “No más”. Desatando con fuerza
descomunal sus manos amarradas dijo muy claro:
“No más”. Agarrando con decisión el arma del
opresor gritó “¡No más!”. Y su clamor se volvió
aliento y animó a cientos, miles a decirlo con
valentía, en cada hacienda, en los barcos, en las
carreteras. Y esa frase se volvió un himno y recorrió
como ráfaga de fuego el mundo y convirtió a los
vencidos en vencedores, con una sola voz, sin
pagar golpe con golpe, con la fortaleza de la
voluntad y el firme propósito en el pecho, por fin, en
un día con nombre propio, los esclavos dejaron sus
cadenas para sentirse de una vez y para siempre:
libres.
47. GANAS
Nada le impidió al bebé nacer para conocer a su
bisabuela, compartir con ella la calvicie del cáncer y
convertirse en su mejor amigo.
48.
49. GUERRERO
Había combatido con todos en ese lugar y los había
vencido. Anciano y viejo nunca encontró la paz de
la victoria, solo la desolación del vencedor...
50. JAQUE MATE
El Rey quiso patear el tablero y no pudo. Recién
cayó en cuenta que era una pieza más en el juego.
51. DESOLADOR
Con su lanza atravesaba a uno y otro son
misericordia, indistintamente si eran obreros,
artesanos, jefes militares, nadie se salvaba de su
poderosa arma, mientras que valerosos soldados
cargaban a bebés en su brazos en un intento de
salvarlos, hasta que se escuchó la voz de la madre
llamando a comer y el Desolador de la Tierra dejó
en paz el hormiguero del jardín y guardaba la aguja
de coser.
52.
53. PURGATORIO
La bala seguía su camino imparable hacia su
cerebro. ¿Cuánto tiempo estaba en esa situación?,
no lo recordaba.
Era una tarde soleada de mayo en la que estaba
junto al Yayo, Samanés y Puntafina, en pleno
atraco a una agencia bancaria en Miraflores.
Recordaba clarito cómo se separaron cada uno por
su lado cuando sonó la alarma, intentando llegar a
las motos. Su caída y posterior intento de
levantarse, arma en ristre, también estaban
clarísimas.
Lo que no recordaba era quién le disparó. Solo
sintió el contacto candente del proyectil en la piel de
su frente.
Así estaba, detenido en ese instante eterno, con
ese plomo quemante carcomiéndole los sentidos.
Comprendía que eso tenía para una eternidad, la
punta de la bala recién había tocado el hueso del
cráneo y se imaginaba con terror como sería el
dolor cuando estuviera dentro de su cerebro,
atravesándolo lentamente. Mientras, pensaba y
repensaba en sus actos, suplicando…
54. UNASEMANASIN VIOLENCIA
… Y un lunes se acabó la violencia en el país.
Empezó con una mañana sin robos, sin accidentes,
sin violaciones, sin asesinatos, fue una tarde sin
secuestros al paso, sin broncas, sin marchas... al
día siguiente los periodistas tuvieron que darle
espacio a las acciones sociales, a las donaciones,
a las fiestas patronales, a las eucaristías y servicios
cristianos. Dos días después se organizaron
paseos masivos, declamaciones de poetas fueron
escuchadas, los contrincantes hablaron por
iniciativa propia y hasta los enemigos se amistaron.
Para el fin de semana los juicios se habían resuelto,
ante las conciliaciones de todo tipo que apremiaron
el trabajo. Días raros en que nadie tenía ganas de
botar siquiera un papel a la calle, escupir a la
vereda o dejar una mentira suelta en el oído de
alguien.
Las reconciliaciones y verdades florecieron, se
perdonaron mutuamente los que se amaban.
Varias madres recibieron llamadas, los indigentes
encontraron casas y por fin, en la noche del
domingo, nadie se acostó con hambre...
El lunes siguiente un tipo mató a su hermano
porque su herencia era mayor a la de él y se
repudrió todo de nuevo.
55. CAMINANTE
No existió llanura en la cual no dejara su cansancio,
ni mar que no hubiera surcado con los ojos puestos
en el horizonte. No existió estrella que no lo
acompañara ni viento que no llevara su canción.
Los años viajando le enseñaron a descubrir tras las
lágrimas la alegría y tras el dolor la esperanza.
Siempre con el sueño de hallarla, a pesar de los
decenios.
Atravesó los pastizales y las tundras, dejando
enseñanzas en cada pueblo. Hasta que un día
volvió y la encontró, como siempre, en su lecho de
tierra y eternidad. Luego de contarle sus travesías y
aventuras, sonriendo, le dejó un ramillete de flores
deAntioquía, de Venecia, deAlbania, de Tarma y de
Palermo.
Después de volver a jurarle que regresaría, el
viajero se alejó de la tumba de su amada, en el ritual
que cumplía desde quinquenios atrás, siempre
yendo a conocer el mundo que se prometieron
juntos, siempre trayéndole las historias que vivió
por ella y con ella, en esos caminos tan lejanos y tan
cercanos.
56. ELNIÑOYLADECISIÓN
Cogió en sus pequeñas manos la pelota verde.
En un instante al niño se le vino una revelación en
imágenes: Se vio a sí mismo en diferentes
momentos en el futuro, jugando, corriendo,
montando bicicleta, recibiendo un diploma,
viajando a lugares distantes, de la mano de una
chica, dándole a esa chica un beso en un altar,
saltar de gusto ante una computadora al recibir una
noticia, a un pequeño agarrado de su mano ya
grande corriendo ambos por el mismo parque,
cargando a otros pequeños en brazos con el
cabello gris y arrugas en su rostro. Pero también se
vio postrado en una cama llorando de dolor,
angustiado ante una computadora al recibir una
noticia, llorar por un hijo que nunca nació, vio a sus
padres ancianos en sillas de ruedas, a su hermano
mayor en una camilla siendo tapado por una
sábana, a esa chica tan bonita dejar de respirar a
consecuencia de un gran dolor. Contempló en
milésimas de segundo toda su vida: alegrías,
dolores, éxitos, fracasos, hasta el momento en que
sus propios ojos se cerraban. Al final comprendió
que eso que vio podía ser su vida si tomaba la
decisión de patear ese balón.
El universo entero se encuentra ahora a la
expectativa…
57.
58. SENTENCIASUSPENDIDA
El choque envió al pequeño contra el asfalto. Su
madre llegó a su lado corriendo y supo lo que era
morirse aún respirando. Con un grito seguido de
llanto, la vida volvió a darles un chance a ambos.
59. CADADÍAMENGUAMOS
Por primera vez ese año a la cruz de metal
colocada en el cruce de calles, nadie le llevó flores.
Los que tenía por costumbre recordar la historia de
amor que representaba, envejecieron un poco más
esos días.
60. LABESTIA
El monstruoso ser la acechaba y ella trataba de
ocultarse, pero era imposible. Se le acercó
lentamente con su jadeo insoportable hasta tenerla
muy, muy cerca. En eso sonó un disparo y la bala
atravesó la cabeza del ser horripilante que cayó al
piso. La pequeña corrió hacia su salvador y juntos
escaparon por el monte, hacia la ciudad del oeste,
donde nadie sabría que eran hijos de la bestia.
61.
62. ASESINATO INDIRECTO
Iba a coger el lapicero y escribir la carta de amor
más perdurable, aquella que destronara a cuanto
poeta osó enamorar con sus versos a fémina
alguna… pero recordó que tenía el Face para
enviarle una imagen con corazoncitos y demás
cursilerías.
Una musa cayó fulminada en algún lugar del
mundo.
63. CUENTO
—¡Cuéntame un cuento mami!
—Erase una vez un Tipo que se creía
inteligente y engañaba a la esposa diciendo que se
quedaba a trabajar horas extras pero la verdad era
que se encontraba con esa otra mujer para
gastarse su sueldo, mientras su esposa lo
esperaba contándole cuentos a su hijo.
—Mami… no me gusta ese cuento…
—Ami tampoco hijito, a mi tampoco…
64. NUNCATE RINDAS
Mientras caía por el farallón, no pensaba en la
muerte, pensaba en su hermano, pensaba en que
le falló y nunca pudo salvarlo del cáncer que al final
lo mató. Pensaba que su madre, aún cuando le
decía que ella no tenía la culpa, llevaba metida en el
alma el dolor de perder a su único varón. Pensó
también, porque los segundos ante la muerte son
largos, en que ella estaba destinada a morir así, sin
misericordia y por propia decisión.
Lo que no contaba era con la fuerza de sus
músculos que ejercitó durante años junto a su
hermano, no contó con las inmensas cantidades de
quinua y cebada, maíz y pallar que su madre les dio
a ambos de pequeños y que resguardaron con
fuertes proteínas sus órganos internos, no contaba
con que al final, esa leche de chacra, pura y llena de
calcio, fortalecería sus huesos de tal manera que,
con todo y las roturas propias de una caída de 40
metros, le daría la nueva oportunidad de vivir, luego
de seis meses de estar en coma inducido, pero
viva, luego de 7 meses de rehabilitación, pero viva,
luego de pedidas de mano insólitas, mediáticos
ataques, entrevistas por diestra y siniestra y olvidos
colaboradores, pero indudablemente VIVA, para
afrontar nuevamente sus culpas y sus temores...
pero viva al final de cuentas.
65.
66. ELDETALLE
Tiene una gorra de cobrador de combi, se le nota a
leguas que habla con el acento de la calle, sus
zapatillas le han costado más de lo que debiera
gastar en algo tan efímero, sus brazos muestran
tatuajes de adolescente confundido, su pantalón
está raido de fábrica, su camisa mal planchada y la
casaca de polar muestra ya el cansancio de
madrugadas en parques y discotecas. Parado
como está, a las 7 y 50 de la mañana, pareciera que
está esperando un pase de droga o que quiere
asaltar a alguien desprevenido, espera a un
profesor para que le coloque una nota aprobatoria o
aguarda porque abra la oficina donde solicitará
trabajo.
El detalle que muchos ven y por lo cual ignoran los
prejuicios anteriores, es el ramo de seis rosas que
balancea en sus manos, inquietas y esa intensa
mirada de enamorado que hace avergonzar a
cualquiera que quiera encasillarlo en algún
prototipo de rebelde.
67. CONTRASTE ENTRE EL MOMENTO QUE
EXPRESA LA PELÍCULA “EN BÚSQUEDA DE
LA FELICIDAD” DE WILL SMITH COMO EL DE
LA PLENITUD DEL ÉXTASIS DEL ÉXITO Y LA
FELICIDAD, CONTRA UN MOMENTO DE
MAYOR INTENSIDAD VIVIDO POR MILES DE
JÓVENES EN DETERMINADOS MOMENTOS
DELAÑO EN ELPERÚ
—¡Ingresé!
68. IDEAL
Lo miró, sí, era un esperpento, pero, esa sonrisa...
Años después la sonrisa seguía siendo para ella, a
pesar que los dos ahora eran unos esperpentos.
69.
70. INTRUSA
Háblame, mírame… estoy aquí para ti, ella no te
entiende como lo haré yo amor. Si me prestas
atención verás que soy más alegre que las
canciones que te podrá susurrar al oído, soy más
linda cuando me arreglo para ti que cuando ella se
llena de colores de fantasía. Caminar conmigo es la
mayor aventura que las que te puede ofrecer ella en
video. Amor, ven conmigo, deja a esa intrusa que
llegó para separarnos, te prometo que no te
arrepentirás. Porque solo te diré esto una vez, soy
mejor que cualquier tablet que puedas comprar.
Firma: tu esposa.
71. PATRIMONIO
Los domingos el niño corre por la plaza correteando
palomas.
A veces, si se entrecierra los ojos y se le mira de
espaldas al sol, unas alas parecen salir de su
pequeña espalda.
Aquellos que lo hacen quedan impregnados de una
sonrisa mental que los acompaña durante la
semana.
Se han presentado diversas mociones para
declarar a los niños que corren felices como
Patrimonio Cultural de la Paternidad.
89. LAINSOPORTABLE BREVEDAD DELSER
Como la vida estos microcuentos son breves y
como ella son intensos. Ya el primer libro de esta
saga, Insólita Realidad, marcó un inicio que se
debe continuar, espero, con otras cuatro entregas
más, además de esta. De repente son más,
dependiendo como siempre del tiempo que pueda
dedicarle.
Fue el posteo de una amiga en su muro el que me
dio la idea del nombre, obviamente, tomado del
libro de Kundera.
Inmediatamente asocié la levedad con la brevedad,
ambos generan tiempo y espacio en su abatir de
alas por ser y estar. Ambas contradicciones a la
Física me hace sentir que la vida es tan corta que
debemos sacrificar lo largo por lo directo y preciso,
aún cuando se piense que hay tiempo, en realidad
eso es fantasía, el ahora es lo único que tenemos, y
eso puede ser terrible... o no...
El proceso de entender que no hay pasado que
valga la pena llorar o futuro que necesite de
preocupación, es el ejercicio diario que construye
esta saga que, irónicamente, si se logra terminar
alguna vez, demostrará que estoy equivocado y
que, quizás, no fue tan breve mi paso por este
ahora y gané algo de eso que siempre buscamos:
Eternidad.
90. Sarko Medina Hinojosa es periodista de profesión, trabajó en
varios medios de comunicación arequipeños (radio,
televisión, impresos e Internet).
Cuentos suyos han aparecido en varias revistas y
compilaciones, Somos Libres, Mil Voces tiene la Muerte,
Penumbria 11, MiNatura, Fantástico, Billiken, Valkiria,
Enigmas, Plesiosaurio, Fix100, además de revistas y blogs
digitales como Químicamente Impuro, Tanatología, Breves
no Tan Breves, Ráfagas Parpadeos, Internacional
Microcuentista, Frase Corta, por decir algunos.
Escribe cuentos para niños con el seudónimo de
“Momotaro” para la revista colombiana Ciudad Nueva y la
revista arequipeña Convicción.
Es articulista de opinión en varios medios locales como
Diario El Pueblo, La Voz, Semanario Letra Cierta, Radio El
Pueblo 960, etc, así como en Diario Los Andes, LaMula y
Chilia Noticias.
Maneja los blogs:
http://sarkomedina.wordpress.com/ Crónicas Urbanas
http://sarkadria.wordpress.com/ Poemas
http://urbaneando.wordpress.com/ Reportajes Urbanos
http://juchuypacha.wordpress.com/ Microcuentos