2. El guagua Auca
Personajes: Protagonista: Borracho
Antagonista: Bebe (no bautizado)
Sin un solo centavo en los bolsillos, el borracho salió de la
cantina cerca de la media noche. Lo había perdido todo
apostando al cuarenta. Menos mal su compadre de toda la
vida le invitó a unos cuantos tragos de contrabando, sino le
hubiera tocado aguantarse la derrota a secas.
El borracho pensó que la noche se tornaba cada vez más
oscura, de pronto, escuchó el llanto de un bebé. Fue un
ruido casi imperceptible, un leve quejido entrecortado apenas audible, al cual, no le prestó atención.
Siguió caminando, avanzó unos cuantos pasos más, y entonces el
llanto fue más evidente. Era un lamento desgarrador, un cloqueo
repentino y estridente que le pareció el de un recién nacido. El
borracho samaritano buscó por todas partes al bebé, fue difícil
por la ausencia de luz, pero al final lo halló, debajo de un enorme
cabuyo negro, estaba envuelto como una humita llorando sin
tregua.
Levantó el velo que le cubría el rostro, mudo de espanto fue testigo de cómo la fisonomía de la creatura
cambió. Los ojos se le crisparon, sus rasgos se tornaron diabólicos y le
crecieron unos colmillos descomunales. El joven salió del estupor y
vio que tenía entre los brazos al demonio en persona, no supo de
dónde sacó fuerzas para arrojarlo por los aires y salir corriendo tan
pronto como sus pies le permitieron. Al siguiente día, encontraron
al desafortunado joven, estaba despatarrado muy cerca de la esquina
izquierda del panteón, tenía residuos de espuma en la boca. Los
vecinos no dudaron que el guagua auca fue el responsable, pues hace
poco un niño murió sin el sacramento del bautismo.
3. El origen de los Cañaris
Personajes: Protagonista: Los 2 hermanos
2 guacamayas
En las alturas del Cerro Huacaiñan (camino de llanto), al este
de la provincia del Azuay, estaban dos hermanos que habían
logrado escapar del diluvio. Contemplaban, llenos de asombro,
cómo avanzaban las aguas del mar, convertido en un solo lago.
Llovía sin descanso. Y las aguas reflejaban el cielo, el sol, la
luna y las estrellas. También morían los hombres, los animales,
las plantas, hasta las aves que no encontraban donde posarse.
Un día que los hermanos volvían a observar los alrededores
vieron con sorpresa que en la cueva donde se habían refugiado, estaban preparados alimentos para su
consumo. ¿Quién los preparó? ¿Como? ¿A qué hora? se preguntaron asombrados. Al repetirse esto día
tras día, se propusieron descubrir quién era responsable de este suceso. Al día siguiente, el menor se
ocultó entre las rocas, mientras su hermano mayor salió al campo a realizar sus exploraciones diarias.
De repente, el joven sintió un ruido de alas. Con cuidado
levantó su cabeza para observar lo que sucedía, vio posarse en
la cueva dos hermosas guacamayas con caras de mujer. Con
mucha agilidad, dio un salto sobre ellas y las tomó en sus
manos. Las guacamayas quedaron cautivas en la cueva hasta la
tarde cuando volvió el hermano mayor, quien al entrar en la
cueva se sorprendió al ver a las aves en las manos de su
hermano.
Con el paso de los días, los jóvenes y las guacamayas se hicieron
muy amigos. Las guacamayas seguían preparando los alimentos.
Los hermanos salían en las mañanas a observar como las aguas se
retiraban poco a poco. Poco tiempo pasó, cuando las dos parejas
decidieron casarse. Un día los
esposos vieron que, por fin, las
aguas del diluvio se habían retirado. La tierra se extendía risueña,
invitándoles a trabajar. Los esposos salieron de la cueva y bajaron
del alto Huacaiñan y fueron a vivir en el valle fértil. Después,
fundaron un pueblo, del cual nacieron todos los hombres de la
tierra.
4. El Sapo Kuartam
Personajes: Protagonista: Cazador
Mujer del cazador
Antagonista: El sapo Kuartam
Cuenta la historia que un cazador shuar salió a sus faenas en el bosque y pese a las advertencias que le
había hecho su mujer, al escuchar el peculiar sonido de este sapo, no vaciló en imitarlo de manera
repetida y burlona.
De pronto y sin darle tiempo a nada, el joven cazador se
vio atacado desde el propio árbol de provenía el sonido de
la rana, por un enorme tigre, el cual lo destrozó y se
comió parte de él.
Al percatarse la mujer del cazador de lo sucedido, acudió
al árbol en el que habitaba este batracio y, al encontrar
los restos de su esposo, decidió vengarse del animal, para
lo cual tumbó el árbol y al caer murió el sapo, que para entonces tenía un enorme vientre.
La mujer abrió y encontró en su interior los demás
restos de su marido y, aunque no lo pudo devolver a la
vida, creyó al menos vengarse del malvado sapo
Kuartam que se transforma el tigre.
5. ETSA Y EL DEMONIO IWIA
Personajes: Protagonista: Etsa
Yapankam
Antagonista: Iwia
Iwia, un demonio terrible, tenía la costumbre de atrapar a
los shuar, meterlos en su enorme shigra y después
comérselos. En cierta ocasión, atrapó y luego se comió a los
padres de Etsa. Se llevó al poderoso niño para tenerlo a su
lado y, durante mucho tiempo, le hizo creer que él era su
padre.
Cuando Etsa creció, todos los días cazaba para el insaciable Iwia, que siempre pedía pájaros para postre.
El muchacho regresaba con la gigantesca shigra llena de aves de todas
las especies. Una mañana, cuando apenas empezaba su cacería,
descubrió que la selva estaba en silencio. Ya no había pájaros coloridos
por ninguna parte. Solo quedaba la paloma Yapankam, posada sobre
las ramas de una Malitagua. Cuando Etsa y la paloma se encontraron
en medio de la soledad, se miraron largamente.
- ¿Me vas a matar a mí también? preguntó Yapankam.
-No, dijo Etsa. Parece que he dejado toda la selva sin pájaros.
Sintiéndose culpable, a Etsa se le fueron las fuerzas y se dejó caer sobre el colchón de hojas del piso.
Entonces Yapankam voló donde estaba Etsa y, a tuerza de estar
juntos en medio de ese silencio, se convirtieron en amigos.
Yapankam aprovechó para contarle al muchacho la manera en que
Iwia había matado a sus verdaderos padres. Entonces, nada ni
nadie podía consolar a Etsa: lloraba con una mezcla de rabia y
tristeza.
Cuando Yapankam se dio cuenta de que Etsa estaba calmado, le
dijo:
-Muchacho, no puedes hacer nada para devolverle la vida a tus
padres, pero aún puedes devolvérsela a los pájaros.
- ¿Cómo?, dijo Etsa. La paloma explicó: “Introduce en la
cerbatana las plumas de los pájaros que has matado, y sopla”. El
muchacho lo hizo y de inmediato empezaron a salir miles de pájaros de todos los colores que levantaron
el vuelo y con su alegría poblaron nuevamente la selva. Etsa ya no volvió donde Iwia.
6. La Doncella de Pumapungo
Personajes: Protagonista: Nina
Sacerdote
Antagonista: Emperador
Pumapungo, localizado en Cuenca, era el destino
de descanso preferido por los emperadores incas. Este lugar estaba impresionantemente decorado y hoy
en día es posible visitar sus ruinas.
El lugar contaba con una fuente sagrada que era usada
exclusivamente por el emperador. También se encontraba atendido
por unas doncellas conocidas como las Vírgenes del Sol. Estas
mujeres eran criadas desde pequeñas en distintas artes y habilidades que usaban para entretener a los
emperadores.
Nina era una de las Vírgenes del Sol residentes en Pumapungo y aunque estaba prohibido, se enamoró de
uno de los sacerdotes del templo. Este par solía reunirse en las noches de luna llena en los jardines del
lugar. Cuando el Emperador se enteró de este hecho mandó a matar al
sacerdote, pero prohibió que se informara a Nina de esto.
La doncella al ver que su amante no acudía a sus encuentros
finalmente murió de pena moral. Se dice que hoy en día en las
mismas noches de luna llena se puede oír su lamento entre las ruinas
del lugar.
Nombre: Samantha Vargas
Curso: Primero “A1”
Tema: Memorias Gráficas