Con la información analizada, elabore una memoria de los 5 mitos y leyendas más conocidas del Ecuador. Ésta memoria deberá tener una portada con sus datos personales (institución educativa, nombre, apellido, curso, fecha, título, Proyecto N.- 4).
1. NOMBRE DEL ESTUDIANTE: Andrés
David Casquete Tamayo
CURSO: PRIMERO C1
ESPECIALIDAD: Instalaciones Eléctricas
2. Proyecto N.- 4
Fecha: lunes, 14 de diciembre de 2020.
TITULO: memoria de los 5 mitos y leyendas más
conocidas del Ecuador
1- Umiña, la diosa manteña
Atahualpa es uno de los emperadores incas más conocidos de la historia. Por un lado
por ser el último antes de la llegada de los españoles y por otro por sus salvajes y
sangrientos actos de batalla.
Fue su padre el que le enseñó a ser tan sanguinario, enseñándole desde joven el arte
de la guerra y técnicas de caza.
Precisamente, durante su infancia, Atahualpa merodeaba los bosques de Cuzco en
busca de poder cazar algún animal. Al rato se cruzó en su camino un hermoso
guacamayo que se posó tranquilamente en un árbol. Atahualpa pensó que sería una
buena pieza y no paró hasta que lo mató.
Orgulloso, volvió a casa para mostrarle el trofeo a su padre, a sabiendas que era una
especie difícil de conseguir. Pero justo antes, Atahualpa se encontró con su madre, la
reina Pacha, la cual le dio una hermosa lección: “Al enemigo solo se le ataca en la
guerra, ya que posee armas para poder defenderse”. Luego, tomó el loro y le hizo un
tocado a su hijo para que siempre recordara aquellas palabras.
3. 2- La doncella de Pumapungo
Pumapungo, localizado en Cuenca, era el destino de descanso preferido por
los emperadores incas. Este lugar estaba impresionantemente decorado y
hoy en día es posible visitar sus ruinas. El lugar contaba con una fuente
sagrada que era usada exclusivamente por el emperador.
También se encontraba atendido por unas doncellas conocidas como las
Vírgenes del Sol. Estas mujeres eran criadas desde pequeñas en distintas
artes y habilidades que usaban para entretener a los emperadores.
Nina era una de las Vírgenes del Sol residentes en Pumapungo y aunque
estaba prohibido, se enamoró de uno de los sacerdotes del templo. Este par
solía reunirse en las noches de luna llena en los jardines del lugar.
Cuando el Emperador se enteró de este hecho mandó a matar al sacerdote,
pero prohibió que se informara a Nina de esto.
La doncella al ver que su amante no acudía a sus encuentros finalmente
murió de pena moral. Se dice que hoy en día en las mismas noches de luna
llena se puede oír su lamento entre las ruinas del lugar.
4. 3- El Guagua Auca
Se dice que el Guagua Auca es un demonio creado por el alma de un niño
que nació y murió sin llegar a ser bautizado. Éste aterra a borrachines en los
caminos a altas horas de la noche. Se manifiesta con un chillido incesante
que desespera a cualquiera.
Los incautos sin saberlo buscan el origen del chillido hasta que encuentran lo
que parece ser un niño envuelto en una manta. Más tarde las personas
descubren como la fisionomía del supuesto niño cambia y se dan cuenta de
que en realidad estaban cargando a un demonio.
Cuentan que muchos han sido encontrado muertos y con espuma en la boca
como resultado del encuentro con el Guagua Auca.
5. 4- Los orígenes de los Cañaris
Los cañaris eran una etnia que estuvieron asentadas a lo largo de las
provincias de Azuay y de Cañar. El término cañari viene a ser descendientes
de la culebra y la guacamaya, lo que da una pista sobre la leyenda que se ha
formado acerca de sus orígenes.
Según cuenta, en aquellas tierras Pachamama mandó un diluvio que cubrió
hasta la cima de la montaña más alta. Todo se destruyó y solo dos hermanos
sobrevivieron, los cuales estuvieron viviendo en la cima esperando a que el
nivel del agua bajara.
A punto de morir por hambre, los hermanos descubrieron una cueva en la
que había comida. Al día siguiente volvieron y de nuevo apareció comida. No
entendían como llegaba hasta allí, hasta que un día se percataron que dos
mujeres con forma de guacamaya eran las que dejaban allí el alimento cada
día.
6. 5- La dama de Guayaquil
Esta leyenda se extendió a principios del siglo XVIII y sigue teniendo
protagonismo en la cultura popular ecuatoriana.
Cuenta la historia de como una mujer elegante, con vestido negro y velo en
la cara, se aparecía a los hombres que a medianoche rondaban las calles
estando borrachos. La mujer, misteriosa y atractiva, llamaba la atención de
los hombres por su dulce fragancia.
Ellos caminaban tras ella, pero nunca conseguían alcanzarla. Callejeaban
hasta que ella se detenía a escasos metros del cementerio general. En ese
momento, la mujer se daba la vuelta y, al quitarse el velo, la fragancia se
convertía en un olor nauseabundo y su bella imagen de su cara tomaba
forma de calavera.
Los ebrios hombres entraban en shock y empezaban a convulsionar en el
suelo hasta que fallecían. Era su castigo por ser tunantes, borrachos e
infieles a sus esposas.