1. Una falsa interpretación del mensaje de Jesús
nos ha conducido a veces a identificar el reino de Dios con la Iglesia.
Según esta concepción, el reino de Dios sólo se realizaría dentro de la Iglesia,
y crecería y se extendería en la medida en que crece y se extiende la Iglesia.
Y sin embargo no es así.
El reino de Dios se extiende más allá de la institución eclesial.
No crece sólo entre los cristianos, sino entre todos aquellos hombres y mujeres
de buena voluntad que hacen crecer en el mundo la fraternidad.
Nuestra primera tarea no es organizar y desarrollar con éxito nuestra propia
religión, sino ser fermento de una humanidad nueva.
José Antonio Pagola
El camino abierto por Jesús
Marcos 9,38-43.45.47-48
Texto:
26º Tiempo Ordinario –B-
Comentarios y presentación: Asun Gutiérrez
Cabriada.
2. La única razón que Juan expone a Jesús es: “no es de nuestro grupo”, después de ver a una
persona dedicada a “expulsar demonios”, a liberar, a preocuparse por la libertad y la dignidad
de l@s demás. Parece que, aunque los discípulos estén cerca de Jesús, no le conocen bien.
La actitud de Juan demuestra que pronto surgió en el grupo cercano a Jesús el peligro de
creerse un grupo privilegiado, la dificultad para aceptar que el Espíritu sopla donde quiere, la
tendencia a proclamarse los únicos intérpretes de la enseñanza de Jesús.
Detrás de esa actitud, que sigue siendo actual, se esconde la inquietud, el miedo y la
inseguridad de quienes temen perder el poder, el honor, los privilegios y el prestigio social.
Además de demostrar un gran desconocimiento de Jesús.
Jesús sale al paso de toda actitud intransigente, intolerante, excluyente y sectaria
contraria a su vida y a su mensaje. Su proyecto es universal. Nadie tiene la exclusiva.
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Juan le dijo:
–Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y
se lo hemos prohibido, porque no es de nuestro grupo.
3. 39
Jesús replicó:
–No se lo prohibáis, porque
nadie que haga
un milagro en mi nombre
puede luego hablar mal de mí.
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Pues el que no está contra
nosotros está a favor nuestro.
Jesús avisa de que hay actitudes “por la causa de Dios” que se convierten en
exclusión, intransigencia e intolerancia.
Muchos hombres y mujeres que, individual o colectivamente, denuncian las
situaciones de injusticia que se producen en el mundo, trabajan solidariamente por
la causa de las personas empobrecidas y en la construcción de un mundo más
limpio, más humano, más pacífico y mejor repartido, están cerca de Jesús y
trabajan por el Reino. “Se sepa o no, Él lo sabe” (George Crespy).
Jesús invita a valorar con respeto y alegría el bien hecho, lo haga quien lo haga.
4. 41
Os aseguro que el que os dé
a beber un vaso de agua
porque sois del Mesías no
quedará sin recompensa.
Lo importante no es lo llamativo y sensacional, sino el servicio y el amor de las cosas
pequeñas, sencillas y elementales de cada día, tan necesarias y significativas.
¿Qué comparto y qué doy gratis?, ¿con quién comparto?, ¿cuándo?
¿Trato de saciar la sed de las personas sedientas de alegría, ilusión, cultura,
solidaridad, cercanía..?
¿Agradezco la ayuda, las muestras de cariño y generosidad que recibo de l@s
demás?
5. 42
Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en
mí, más le valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo
echaran al mar.
“Escándalo” significa “piedra de tropiezo”. Escandaliza quien con su actuación
dificulta las condiciones para la vida digna y humana de l@s demás.
Creerse en posesión de la verdad, los únicos fieles a Jesús, los poseedores
exclusivos de su mensaje, los únicos intérpretes del Evangelio, es la verdadera
materia de escándalo. Porque produce rechazo y pone fronteras al amor universal de
Dios.
Una comunidad de la que se espera que anuncie y proclame la buena noticia,
practique la acogida a las personas marginadas, denuncie las injusticias y la falta de
respeto a los derechos humanos, pero aparece ante el mundo con ostentación, poder
y riqueza, también escandaliza.
6. 43
Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale entrar manco en
la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no se extingue. 45 Y si tu pie es
ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más te vale entrar cojo en la vida, que ser
arrojado con los dos pies al fuego eterno. 47 Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti,
sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos
ojos al fuego eterno, 48 donde el gusano que roe no muere y el fuego no se extingue.
El texto señala una norma de vida para el “más acá”, para el día a día. No sólo una
descripción sobre el “más allá”. Los gusanos, el fuego, el olor a azufre son
imágenes.
Jesús invita a arrancar, ya aquí y ahora, todo lo que esclaviza a las personas, todo
lo que impida avanzar, caminar más libres y más felices.
De nuestra forma de actuar, que abarca toda nuestra persona: la mano que actúa,
el pie que camina y avanza, el ojo que ve y desea, dependerá la aceptación o el
rechazo-escándalo de l@s demás. Se trata de ser signos de un mundo nuevo,
hombres y mujeres cuyos ojos, pies y manos luchan por la paz, la justicia y el bien
de tod@s.
7. El lenguaje de Jesús es metafórico.
La “mano” es símbolo de la actividad También los “pies” pueden hacer daño
y el trabajo. Jesús emplea sus manos para si nos llevan por caminos contrarios
bendecir, curar y tocar a los excluidos. a la entrega y el servicio.
Es malo usarlas para herir, golpear, Jesús camina para estar cerca de los
someter o humillar. más necesitados y para buscar a los que
viven perdidos.
“Si tu mano te hace caer, córtatela”
y renuncia a actuar en contra del estilo “Si tu pie de hace caer, córtatelo”
de Jesús. y abandona caminos errados que no
ayudan a nadie a seguir a Jesús.
Los “ojos” representan los deseos y aspiraciones de la persona.
Si no miramos a las personas con el amor y la ternura
con que las miraba Jesús, terminaremos pensando sólo en nuestro propio interés.
“Si tu ojo te hace caer, sácatelo”
y aprende a mirar la vida de manera más evangélica.
José Antonio Pagola.
El camino abierto por Jesús
8. Creo en Jesús el Cristo,
cuya vida, desde el fondo de la tierra y desde Dios,
sigue anunciando que ninguna criatura está nunca sola, nunca está abandonada.
Creo en Jesús, nuestro Señor, el que nos hace libres de todos los señores,
de todos los poderes, de todos los temores que nos amenazan y encogen.
Pues para que seamos libres nos ha liberado Cristo (Gal 5,1)
Creo en Jesús que lava los pies y sirve a la mesa y nos impone el único mandato
del amor feliz de sí y del amor servicial mutuo.
Creo que Jesús nos devuelve la confianza en nosotros mismos,
así como la confianza en el mundo de hoy
con toda su complejidad, con toda su vulnerabilidad.
Creo en Jesús, Hijo único.
El que impregnó su profecía y su rebeldía en la ternura de Dios.
El que se supo plenamente amado, fundado, afirmado, enviado
y sostenido por Dios en todo momento.
Creo que en él nos percibimos, aunque sólo sea a oscuras, como hijos e hijas
amorosamente engendradas, pacientemente gestadas, incondicionalmente amadas.
Creo que con él aprendemos a llamar a Dios con infinita confianza y humildad:
¡Abbá!
José Arregi