3. Las actitudes, los
roles y el valor del
sexo en la edad
tardía para la
sociedad y para los
propios mayores
permanecen aún
poco exploradas
Foucault, apuntó
que “hablando de
sexo nuestro
inconsciente define y
proscribe quién
puede tener sexo
con quién, cuándo y
cómo” (1979).
La OMS
define la sexualidad
como un aspecto central
del ser humano,
presente a lo largo de
su vida. Abarca al sexo,
las identidades y los
papeles de género, el
erotismo, el placer,
la intimidad, la
reproducción y la
orientación sexual. S
4. Aproximaciones conceptuales a la sexualidad
diferenciadas
La primera centrada en la sexualidad coital o la genitalidad
Incluye además del acto sexual coital otras formas de intimidad y
contacto físico, dando cabida a la gran variedad de dimensiones
recogidas por la OMS
La segunda, “es polimorfa, puede adquirir muchas formas de expresión,
y es también una sexualidad generalizada, ya que atañe a todas las
edades de la vida humana, a todas las épocas del año, a todas las horas
del día y se produce a pesar de los estereotipos y los tabúes” (Godelier, cf.
Vásquez-Bronfman, 2006:288)
La sexualidad está influida por la interacción de
factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos,
políticos, culturales, éticos, legales, históricos,
religiosos y espirituales” (OMS, 2006).
5. Maslow define como Salud Sexual Geriátrica a “la expresión
psicológica de emociones y compromiso que requiere la mayor
cantidad y calidad de comunicación entre compañeros, en una relación
de confianza, amor y placer, con o sin coito” (cf. Herrera, 2003:2)
6. Los cambios bio-fisiológicos de la sexualidad se inician
lentamente entre los treinta y cuarenta años, para
progresivamente ir haciéndose más evidentes a medida que se
avanza en el ciclo vital. Estos cambios se experimentan en
tiempos y grados muy variables y, en todo caso, no deben ser
etiquetados de declive sexual ya que, la sexualidad no se
reduce únicamente a la genitalidad y procreación, apuntaba
uno de nuestros informantes clave, experto en sexología,
Antonio Fernández Moreno.
7. La sexualidad, como otros procesos psicofisiológicos, experimenta
modificaciones a lo largo del ciclo vital y existe una amplia variabilidad
en los momentos e intensidad de los cambios. Además, numerosos
estudios muestran que, en gran parte de los casos, los cambios son
modulados por factores distintos de los estrictamente orgánicos.
Vásquez-Bronfman (2006:288), insiste en que es preciso abordar la
sexualidad en la edad tardía, desde los aspectos socioculturales. La
sociedad en general considera la conducta sexual en el anciano como
ilegítima, de ahí su negación.
La renuncia a la sexualidad se produce porque se sienten viejos y con
problemas de salud, pero al mismo tiempo se percibe que también les
intimidan mucho las críticas de los compañeros a la hora de establecer
nuevas relaciones. “Siguen estableciendo juegos de seducción y podría
decirse que el erotismo está presente en sus vidas y lo manifiestan en
actitudes, miradas, palabras, contactos” ( Nieto 1995:462).
8. SEXUALIDAD ACTIVA Y SALUD
LA SALUD
Según definición de la OMS
« Es el perfecto estado de bienestar físico,
mental y social y no sólo la ausencia de
enfermedad o dolencia”
9. La actividad sexual en edades avanzadas, beneficia la salud.
El cerebro libera una serie de sustancias químicas que propician
ese bienestar.
Además, “la intimidad corporal que supone estar con otra persona,
acompañado, ayuda a superar la soledad, el auténtico mal para la
tercera edad”. La soledad afectiva es, sin duda, un problema de
salud muy importante.
Herrera (2003:151) habla de la etapa de las “pérdidas y de los
temores: a la soledad, al aislamiento, a la incomprensión, a la falta
de recursos económicos, a la discapacidad, a la fragilidad, a la
dependencia...”.
10. GARCIA 2005:34
Hemos de considerar que a través de la sexualidad, se puede ayudar a
combatir los problemas de soledad tan prevalentes en la ancianidad, como
queda constatado en una encuesta con mayores chilenos: mantener una vida
sexual activa es considerado por ellos como una evasión a la soledad, al
sentirse queridos, deseados y aceptados. “En este sentido y desde una
perspectiva preventiva, convendría sugerir a los profesionales y a las
familias, que promuevan espacios de relación, vínculos de afecto y fomenten
las relaciones entre ellos y ellas, ya que será un objetivo de salud muy
importante” (2005:7).
El deseo sigue existiendo. López Sánchez (2008) afirma que “la fisiología del
placer es algo que nos viene dado y que persiste en la vejez. Pero, la
sexualidad sólo funciona si no la interferimos con miedos, con falsas
creencias, con hostilidad e incomunicación
11. La ausencia de una
comunicación pro-activa
A pesar de reconocer, a nivel teórico, que la sexualidad sigue siendo
algo importante al envejecer, la salud sexual no es un tema discutido
de manera pro-activa con los pacientes mayores.
Porque en atención primaria, la salud sexual está asociada con jóvenes
y no es percibida como relevante para gente mayor (tampoco la
prevención ni el manejo de las ETS)
¿Por qué razón?
12. “Existe un bajo nivel de conciencia de los asuntos de salud sexual en la
tercera edad entre los médicos de cabecera que participaron en el estudio
y barreras significativas para empezar la discusión. Es evidente la
necesidad de formación.
Esta debería reconocer la diversidad de las experiencias sexuales y
permitir a los médicos responder más a las necesidades individuales que
a los estereotipos sobre personas mayores”
13. BREVE REFERENCIA A LA INVESTIGACIÓN DE
LAS RELACIONES HOMOSEXUALES
ENTRE MAYORES
En Francia, según un estudio, solamente la
mitad de las parejas gays viven juntos. Aunque,
parece que la tendencia a vivir juntos
crece al tiempo que baja la estigmatización.
La proporción de gays que viven en pareja parece
disminuir rápidamente después de los 45 años, pero
eso no significa la salida del mercado sexual: aunque
frecuenten menos bares y discotecas, parecen seguir
teniendo encuentros en lugares públicos.
Por otro lado, la homosexualidad es, a veces, una evolución o un
descubrimiento tardío un número no despreciable de los homosexuales
mayores estuvieron casados y tuvieron descendencia. Entre los que se definen
hoy como homosexuales, la bisexualidad - o sea haber tenido experiencias
sexuales también con mujeres, es una experiencia muy común, y no
circunscrita a la juventud” (Bozon, 2005:62).
14. LA SOCIALIZACIÓN
EN LA SEXOFOBIA:
MITOS Y FALSAS
CREENCIAS
López y Olazábal (2006:128) sostienen que
una actitud negativa hacia la sexualidad
favorece el desinterés por esta. La sexualidad
durante la juventud de los mayores de hoy,
estaba asociada:
• Funcionalmente a la Procreación
• Topológicamente a la Genitalidad
• Jurídicamente al Matrimonio
• Conductualmente a la
Heterosexualidad
• Sexualmente al Varón
• Cronológicamente a la Juventud y la
Edad Adulta
Es decir, la sexualidad debía ser
heterosexual, coital y limitarse a la
procreación dentro del matrimonio.
Más allá de la edad adulta: nada de
nada. Así, para los mayores de hoy las
imágenes sociales sobre su
sexualidad están impregnadas por los
mitos del viejo verde y la viuda alegre.
Con estos referentes hay que
ser muy transgresor-a y muy valiente
para aventurarse a hablar y vivir la
propia sexualidad hasta el final
16. Se vislumbra, pues, un interés
renovado por la sexualidad de
los mayores que respondería a:
Cambios demográficos:
el creciente número de
personas que
conforman el grupo de
edad
Avances científicos que
también han
contribuido al avance en
el campo de la
sexualidad
Cambios socio-sanitarios:
que contribuyen tanto al
aumento de la esperanza de
vida como a la mejora en las
condiciones de salud con que
se llega a la vejez
Desarrollo de
investigaciones sobre la
sexualidad de los
mayores y difusión de sus
resultados
Mejoras económicas y
políticas: inversión en
bienestar social que
influye en la calidad de
vida de los mayores.