La construcción de vías férreas y el ferrocarril tienen varios impactos ambientales negativos como la degradación de los suelos, la fragmentación de hábitats, y la contaminación del aire y acústica. El ferrocarril también causa ruido, vibraciones, ocupación del suelo, y atropello de aves. Además, la infraestructura ferroviaria incluye vías apoyadas en traviesas que pueden causar deforestación y degradación del suelo.