1. Los dinosaurios (Dinosauria, del griego δεινός deinós ‘terrible’ y σαῦρος sauros
‘lagarto’: ‘lagartos terribles’) son un grupo de saurópsidos12 que aparecieron
durante el período Triásico. Aunque el origen exacto y su diversificación temprana
es tema de activa investigación,3 el consenso científico actual sitúa su origen entre
231 y 243 millones de años atrás.4 Fueron los vertebrados terrestres dominantes
durante 135 millones de años, desde el inicio del Jurásico (hace unos 200 millones
años) hasta el final del Cretácico (hace 66 millones de años), cuando la mayoría de
los grupos de dinosaurios se extinguieron durante la extinción masiva del Cretácico-
Terciario que puso fin a la Era Mesozoica.
El registro fósil indica que las aves evolucionaron a partir de dinosaurios terópodos
durante el período Jurásico y, en consecuencia, muchos taxónomos consideran que
las aves forman un subgrupo dentro de los dinosaurios. Algunas aves sobrevivieron
a este acontecimiento, y sus descendientes continúan el linaje de los dinosaurios
hasta nuestros días. Los dinosaurios son un grupo diverso de animales desde el
punto de vista taxonómico, morfológico y ecológico. Usando la evidencia fósil, los
paleontólogos han identificado cerca de 500 géneros distintos7 y más de mil
especies diferentes de dinosaurios no avianos.
Dinosaurios
2. Orígenes e inicios evolutivos
Los dinosaurios divergieron de sus ancestros arcosaurios entre mediados a finales
del período Triásico, aproximadamente 20 millones de años después de que la
extinción masiva del Pérmico-Triásico acabara con un estimado del 95 % de toda la
vida en la Tierra. Los dinosaurios pueden haber aparecido tan tempranamente como
hace 243 millones de años, lo que es indicado por los restos de Nyasasaurus de ese
período, aunque los fósiles conocidos de este animal son demasiado fragmentarios
como para determinar si en verdad era un dinosaurio o un pariente muy cercano de
estos.
Cuando los dinosaurios aparecieron, ellos no eran los animales terrestres
dominantes. Sus principales competidores eran los pseudosuquios, como los
etosaurios, ornitosúquidos y los rauisuquios, los cuales eran más exitosos que los
dinosaurios. Estas pérdidas dejaron como resultado una fauna terrestre compuesta
por crocodilomorfos, dinosaurios, mamíferos, pterosaurios y tortugas. Los primeros
linajes de dinosaurios primitivos se diversificaron durante las épocas del Carniense y
el Noriense en el Triásico, posiblemente al ir ocupando los nichos de los grupos que
se extinguían.
3. Extinción de los Dinosaurios
Hace sesenta y cinco millones de años se extinguió el último dinosaurio no aviario.
Igual que los gigantescos mosasaurios y plesiosaurios en los mares y los
pterosaurios en los cielos. Se redujo la gran diversidad de tiburones. Se marchitó la
mayor parte de la vegetación. En resumen, se eliminó más de la mitad de las
especies mundiales.
Las aves se libraron. Al igual que las serpientes, bivalvos y los erizos y estrellas de
mar. Incluso las plantas resistentes capaces de soportar climas extremos les fue
bien. Los científicos suelen coincidir en torno a dos hipótesis que podrían explicar la
extinción del Cretácico: un impacto extraterrestre, por ejemplo, un asteroide o un
cometa, o un período de gran actividad volcánica.
¿Asteroide o volcanes?
La teoría del impacto extraterrestre proviene del descubrimiento de que un estrato
de roca que data precisamente de la época de la extinción es rico en iridio. El iridio
es raro en la Tierra, pero se encuentra en los meteoritos con la misma
concentración que en este iridio. Esto condujo a los científicos a afirmar que el iridio
se esparció por el planeta cuando un cometa o un asteroide cayó en algún lugar de
la Tierra y a continuación se evaporó. Pero el núcleo de la Tierra también es rico en
iridio, y el núcleo es el origen del magma que algunos científicos afirman que vomitó
en enormes torrentes que se apilaron en más de 2,4 kilómetros de anchura sobre
2,6 millones de kilómetros cuadrados de la India.
Este período de actividad volcánica también se ha calculado que ocurrió hace 65
millones de años y habría extendido el iridio por todo el planeta, junto con el polvo
que ocultaba la luz solar y los gases de efecto invernadero.