1. Por las calles de Valparaíso se encuentran
mendigos, que forman parte de cultura. Se puede
andar a pies o por trolebús para conocer la
ciudad patrimonial. Si vas más por el turismo,
puedes subir por los ascensores y por las
coloridas escaleras a los 42 cerros. Den ellos
se encuentran volantines, iglesias, museos, etc.
Cada cerro tiene su alegría.
En el puerto se pueden observar las lanchas y
lobos marinos, es un lugar único.
Thania Briceño
2. Y ahí estaban los punkies siendo patrimonio.
Porteños de cerro; se creen turistas, son
micreros pesaos, critican al congreso y no son
ni bomberos, son coloridos como el mar sucio de
Valparaíso.
Vanessa Farías Vásquez
3. Camino por los cerros de mi querido Valparaíso.
Bajando las largas escaleras, pensando en mis
sueños; sueños que valen más que 800 puntos. Me
subo a esos históricos troles, ahora renovados.
Desde sus ventanas y las de las micros, veo
directamente a los jóvenes en el día, y la
bohemia de noche. También veo turistas hablando
cosas sin sentido, y protestas que gritan
peticiones del pueblo, también en búsqueda de
justicia.
Michelle Arredondo
4. Salí del museo, me fui a la marcha, después tomé
la micro hacia el cerro Playa Ancha , ahí vi un
mirador….
Joseph Ortega
5. Lo bueno y lo malo de Valpo
Los barcos del extranjero llegan al puerto donde
se encuentran containers únicos. Sus plazas se
rodean de bares y casas viejas con graffitis, en
aquellas plazas no se aprecia su historia, ya
que se observan alcohólicos, volados, vendedores
Rocío Astudillo
6. El Viejo Valpo
Miro desde mi ventana la lluvia caer y el viento
huracanado acaricia el tejado. Pensaba “Valpo”,
mientras acariciaba a su fiel quiltro, el mismo que lo
ha acompañado en este y tantos otros temporales; nada
nuevo para ellos.
Esa tarde fría de invierno, él recordó su juventud,
donde en aquellos tiempos era llamada la “Joya del
pacífico” por sus interminables noches de carrete,
bohemia y excesos. Inconsciente del costo que tendría
más adelante con el paso de los años… pudo haber logrado
todo; riquezas, fortunas y fama o tan sólo una buena
vida, pero el destino es el más cruel, y todos los que
algún día lo acompañaron y gozaron de su gracia y
juventud, lo han abandonado. Sin embargo y a pesar de
todo lo que se pueda decir de él, es feliz porque a
Valpo le basta tan sólo un paseo por el puerto comiendo
un helado YORK y disfrutando la brisa marina, las cosas
sencillas de la vida.
Esta es la historia de Valpo el original “Choro del
Puerto”
Sebastián Díaz
7. Una noche en la playa
Mi mejor amigo Gabriel y yo, nos arrancamos del
trabajo para pasar una noche viviendo en la
playa de la Caleta Portales. Bebimos hasta no
recordar y al despertar, me di cuenta de que nos
habían robado.
Gabriel despierta aún arriba de la pelota y con
las manos en la cabeza (intentando saber qué
pasó; supongo). Yo, desorientada. Una parte de
mí, escucha el mar y siente el sol en la cara,
mi otra mitad, intenta recordar….difusamente veo
en mi mente la playa, el cielo estrellado,
chicos riéndose de cualquier cosa producto de la
droga, personas sin hogar resistiéndose a la
noche y travestis revolcándose en la arena.
Abigail
8. Tus lindas mujeres y tu congreso nacional, te
hacen único mi puerto Valparaíso.
De mañana despierto, por las tardes en tus
calles del plan me siento y huelo la brisa de tu
café inmerso en sus máquinas que lo están
construyendo.
Observa el hombre tus paisajes sin igual, en
ellos se distingue tu patrimonio cultural, la
multitud de tus turistas llenan el plan,
esperando la micro que a tus cerros ha de llevar.
Nazaret