El documento propone dos actividades para el comienzo de un curso: 1) Una actividad grupal donde los estudiantes identificarán diferentes árboles y maderas durante un paseo y discutirán su abundancia en la zona. 2) Una actividad individual donde cada estudiante tallará su nombre en un trozo de corcho, una madera poco común en la zona. El objetivo es estimular las relaciones sociales y la curiosidad de los estudiantes, y enseñarles sobre los recursos madereros locales.