Por tu amor: Una historia de amor y tragedia en la Amazonía peruana
1. POR TU AMOR
Para Ale
La respuesta al nacimiento es el amor. Por amor corremos, volamos, nos
arrastramos y nadamos. Por amor crecemos y también nos achicamos. Por
amor fueron los cerros que recorrimos, las millas de vuelos acumuladas, los
kilos extra de equipaje, y los obsequios que con ilusión buscamos pero que
jamás entregamos. Por amor pinté carteles y caparazones de tortuga, recogí
para tejer plumas, me hice un tambor con panza de “sajino”i y te hice tu
canción. ¿Recuerdas Rosaura la tarde cuando sentados en la balsa, junto a la
orilla del río que da hacia la chacra, te canté “Wy wakygajame nuwa”ii? Tu
pulso acelerado por el tun tun de mi tambor te hizo botarme al río, saltar de la
balsa, y correr río abajo por la orilla hacia la peña donde tus amigas jugaban.
Con el rubor pintado aún en tus mejillas, y las niñas curiosas rodeándote, les
dijiste en lengua shawi “ese brujo, con su tambor, hizo bailar a mi corazón”.
La primera vez que visité la casa de tus padres, tu madre me sentó junto a la
cocina. El aroma intenso y dulce del plátano maduro asado junto al arcilloso
olor de la yuca tierna, servida sobre la mesa, trajo a mi rostro lágrimas de
nostalgia. Viéndome así, tan frágil, tú te sentaste a mi lado sonriendo y, con
esa sonrisa linda que adornaba tu rostro redondo con un hoyuelo, me dijiste
“karinuwanteren winapinuyapin”iii. Entonces el calor en la habitación se hizo
más intenso. Parecía que las cenizas del fogón, bajo la olla grande donde
habían sancochado la yuca para el “masato”iv, hubieran empezado otra vez a
arder. Me acerqué más a ti, te abracé con fuerza y, así casi llorando, sólo pude
decir: yo también te amo.
Fue así como ocurrió el milagro. El mal recuerdo de todos mis amores
desafortunados desapareció con aquella confesión compartida de amor. En el
pueblo de tus padres no teníamos nada, pero a la vez lo teníamos todo.
Nuestro amor era tan prometedor e intenso como la lluvia en verano para los
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2. bosques, como la tierra fertilizada para la siembra de nuevas semillas, como el
sol secando los granos de café antes de molerlos y venderlos.
¡No Rosaura, ni tú me dejas a mí ni yo a ti nunca! te prometí cuando llorando
me contaste que tus padres querían enviarte a estudiar y trabajar a Iquitos, con
unos tíos tuyos que tenían negocio en esa ciudad. ¡Lo hacemos por tu bien! te
decía tu padre mientras tu madre le entregaba al maquinista del bote, que te
llevaría a Iquitos, la bolsa con tus ropas y un atado de carne envuelto en hojas
de plátano, que sería tu comida para el viaje de 05 días. Pero tú no quisiste
bajar al puerto, desafiaste a tus padres y ellos te pasaron con “ishanga” v, como
si intentaran un exorcismo contigo. Despeinada, con el vestido rasgado y
cubierto de motas de sangre, corriste hasta mi casa seguida de tus padres que,
“ishanga” en mano, te perseguían. Sin esperarlo yo te vi de pronto, parada
frente a mí en la puerta de mi casa, con el rostro desencajado pidiéndome
entre lágrimas que no te abandone.
Me abrazaste, te abracé, y así abrazados, sin entender yo qué te sucedía, te
llevé hacia el fondo de la casa, hacia nuestro huerto donde florecían ya las
orquídeas que cultivaba para ti. No pasó mucho tiempo para que los gritos de
tu familia me dijeran qué es lo que pasaba. Quise entrar a la casa para tomar
mi escopeta. Tú, asustada, te echaste al suelo y cogida a mis rodillas
reiniciaste tu llanto. ¡Rosaura hija, ese milico mestizo y desertor no vale la
pena! ¡Así como abandonó a su patria, así te dejará con los hijos que con él
tengas! te gritaban tus padres, mientras tú, aterrada, observabas sus gestos
furibundos a través del cerco de madera que separaba nuestro huerto de la
calle.
Esa tarde tus padres amenazaron con denunciarme con el pueblo. Dijeron que
no tenía derecho a perjudicarlos con su hija grande de esa manera. ¡Mestizo
borracho, mujeriego y brujo. Ya verás que las leyes del pueblo las respetan
todos y eso te incluye, sobrino del “Apu”vi! me gritaban, mientras tú Rosaura
seguías abrazada a mí, temblando. A los vecinos, que alertados por los gritos
se acercaron al huerto, tus padres les contaban que yo con engaños te había
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3. dado “chamico”vii. ¡Nuestra hija, estando en sus cinco sentidos, jamás
abandonaría a sus padres ni a los estudios para vivir con un adefesio de milico
desertor y mestizo. Si hasta fue premiada por el maestro de la escuela como la
mejor estudiante! argüían para el público presente. Pero ¿acaso nuestro amor
Rosaura necesitaba de brujerías?
De pronto el cerco del huerto cedió ante el peso de la multitud aplastando las
orquídeas que yo criaba para ti. Alterada, con el rostro desquiciado por la
invasión, me soltaste y tomando un palo de la huerta, arremetiste contra la
multitud que ya se abalanzaba hacia mí. Viéndome tendido en el suelo y
perdido entre manos y pies descalzos que bregaban por golpearme, tiraste el
palo contra la multitud, gritaste ¡Si lo matan yo me tiro contra las piedras! y así,
loca, con la agilidad de una loba, emprendiste tu carrera veloz hacia la parte
más alta del pueblo que da hacia el río. Dejándome mal herido, rendido y
llorando en el suelo, todo el pueblo te siguió. Cuando por fin llegué, todos te
observan asustados. Tú, con la mirada fija al otro lado del río, te sujetabas de
las raíces expuestas al sol del piadoso roble que aún yacía de pie al borde del
acantilado. Nunca la vimos aparecer. Nunca entendimos con qué artimañas se
acercó a ti. De pronto, esa jergón amarilla te picó la mano izquierda con que te
aferrabas a la vida que decidiste compartir conmigo. Gritaste ¡Ale! y, sin
remedio, caíste hacia el fondo del acantilado.
i
Cerdo salvaje que habita los bosques de Perú, de deliciosa carne pero en peligro de extinción.
ii
Frase construida a partir de los fonemas captados de un hablante awajún de la provincia de Datem del
Marañón(Loreto) ante la pregunta ¿cómo se dice “te quiero mucho mujer” en awajún? (aporte de Luis
Navaro)
iii
Frase construida a partir de los fonemas captados como respuesta de una mujer shayawita (Jessica)
de la provincia de Datem del Marañón(Loreto), cuando le preguntamos: ¿cómo se dice “te quiero/amo
chico bonito” en shawi?
iv
Bebida tradicional de las comunidades amazónicas que es preparada con yuca aplastada a la que,
dependiendo de la tradición familiar, se le añade camote masticado o rallado, tras lo que se deja reposar
para que fermente.
v
Planta de uso medicinal que las comunidades amazónicas suelen utilizar también para “ishanguear”
(azotar con ortiga) a quienes se comportan mal o incumplen con las normas establecidas por la
comunidad. Tiene espinas.
vi
Jefe elegido por la comunidad. Es quien convoca y dirige las asambleas comunitarias donde se toman
las decisiones con respecto al trabajo comunal, la construcción de una nueva escuela, la firma de
convenios con empresas, la distribución y uso del territorio, etc.
vii
Referido a una especie de planta que, por presentar propiedades alcaloides, causa adormecimiento o
en algunos casos intoxicación. Una de estas plantas es el floripondio.
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