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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 2
SOBRE EL AUTOR
Edmundo Arévalo Luna, es psicólogo de profesión, miembro del Colegio de Psicólogos del Perú, Doctor
en Educación; Magíster en Psicología con mención en Psicología Educativa por la UNMSM, posgraduado en
Neuropsicología Clínica UNFV; y Educación, orientación y terapia de las disfunciones Sexuales.
Past docente de las Universidades Nacionales: Federico Villareal, y Hermilio Valdizan, en esta última
como Jefe de Departamento Académico de la Escuela de Psicología de la Faculta de Ciencias de la Salud.
Psicólogo del Equipo Técnico de Adopciones. Brindó asistencia psicológica por más de 20 años en diversas
Instituciones Educativas Privadas de Lima y Trujillo, en ésta última ciudad desde el año 2000 en los Colegios
Claretiano y Seminario de San Carlos y San Marcelo. Actualmente es el Director de la Escuela Profesional de
Psicología de la Universidad Privada Antenor Orrego y Asesor-Consultor en Temas de Psicología Educativa y
Familia, especialista en Niños y Adolescentes.
Académicamente, es profesor de pre grado en las Escuelas Profesionales de Psicología de la
Universidad Privada Antenor Orrego, de la ciudad de Trujillo, Universidad Señor de Sipán de la ciudad de
Chiclayo como responsable de los cursos de Construcción de Pruebas Psicológicas; Proyecto y desarrollo de
tesis y Neurogenéticainmunopsicología. Es también Profesor de Neurociencia y aprendizaje, y Técnicas de
Diagnóstico Psicopedagógico en Pre escolares y Escolares, de la Facultad de Educación y Humanidades de la
Universidad Privada Antenor Orrego
A nivel de Post grado, es profesor de la Escuela de Postgrado en Educación y de la segunda especialidad
en la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Trujillo; de la escuela de Post grado de la
Universidad Privada Antenor Orrego, y profesor de la Escuela de Post grado de la Universidad Cesar Vallejo de
Trujillo en el programa de Maestría en Educación Médica.
Su trayectoria como investigador y asesor de tesis, se centra en temas de la problemática Psicosocial,
educativa, de familia y la Psicométrica. A la fecha ha construido, adaptado y estandarizado más 50 pruebas
psicológicas, cuyas propiedades psicométricas garantizan su uso y aplicación, tanto en el diagnóstico
psicológico como en la Investigación; siendo la “Percepción de conflictos de pareja” (PCP), una de sus últimas
producciones científicas.
Emails: earevalol@upao.edu.pe/ edarelu@hotmail.com/ edmundoarevalolu@gmail.com
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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 3
PRESENTACIÓN
La familia es el núcleo fundamental de la
sociedad, es el medio a través del cual los seres
humanos se desarrollan; esto hace que el vínculo
matrimonial sea de vital importancia en la formación
de los individuos que a su vez puedan construir una
sociedad equilibrada y en armonía (Hawkins y cols.,
1992).
Las parejas se inician y se forman a través del
enamoramiento al que se considera como un estado
emocional de alegría y felicidad, en que se siente
intensamente atraída por otra persona, muestra
apertura para que alguien pueda comprender y
compartir su espacio personal e íntimo. Es así que su
principal objetivo, es tener la vida más agradable; en
ese sentido, el enamoramiento se convierte en un
sentimiento pasajero, porque es una emoción sujeta
a las circunstancias de vida y al hábito continuo de la
persona, y a la manera que él o la otra sintonice con
sus expectativas; de allí que muchas veces esta etapa
se mueve en función de estos vaivenes, lo que a su
vez pueden generar conflictos.
Los conflictos son parte de nuestra vida cotidiana,
y hasta se puede considerar como una fuente de
constante aprendizaje. Tener conflictos significa estar
vivo y lo saludable es aprender a manejarlos,
principalmente porque algunos son inevitables.
Una buena relación de pareja o una pareja
funcional no es aquella que nunca tiene problemas,
es la que sabe confrontar y manejar sus conflictos y
permite que estos surjan sólo cuando realmente son
necesarios. En esa perspectiva, podemos aseverar
que no existe una relación interpersonal exenta de
conflictos, más aun una relación de pareja que en la
cotidianeidad los miembros tienen que aprender a
lidiar con esos conflictos.
En efecto, son muchos los factores que
condicionan estas desavenencias o contradicciones. A
esos factores la hemos denominado ZONAS CRÍTICAS.
Entendemos por zonas críticas como aquellas áreas
de responsabilidad en que los miembros de la pareja
tienen mayor incidencia de problemas. Las zonas, son
los roles o funciones en que los miembros tiene
posiciones distintas y marcadas; cada miembro tiene
una mejor o peor disposición ante dichas
responsabilidades; en algunas de esas zonas la pareja
se complementa o se siente a gusto, en otras existe
mayores desacuerdos y desavenencias.
Una zona es una parte del escenario, considerado
como escenario a la relación de convivencia en su
totalidad, porque es propio de la relación asumir
responsabilidades en diversos aspectos de la vida de
pareja; en tal sentido la zona crítica vendría a ser
aquella área de responsabilidad en que ambos tienen
dificultades para complementarse y
consecuentemente los conflictos se agudizan.
Otro aspecto importante a considerar, es que la
presencia de los hijos conlleva a asumir nuevas
responsabilidades, este escenario conlleva a un
proceso de acoplamiento entre los miembros, lo que
a su vez condiciona otras responsabilidades, y no
siempre la pareja responde de manera sinérgica, aun
cuando ambos lo deseaban con total convicción; en
tal sentido, es imperativo que ambos reestructuren
sus esquemas y estilos de vida, lo cual puede
ocasionar dos probables situaciones, la primera sería
una oportunidad de crecimiento armónico como
pareja y familia; la segunda visualizarlo como un
problema más que deben aprender a confrontarlo; de
no ser así se convierte en una zona crítica; lo mismo
puede ocurrir con otras zonas; es decir, una zona
crítica influye o se relacionan con otras.
De otro lado, es normal que cada miembro de la
pareja visualice su rol y la del otro, de manera
diferente, cada quien tiene su experiencia de vida, es
decir sus expectativas se confrontan con la realidad, y
cuando existen estas discrepancias entre las
expectativas y la realidad surge la frustración y en el
peor de los casos la desilusión; estos sentimientos
conducen a su vez a movilizar a cada miembro a una
conducta de resistencia o negación, lo que condiciona
la aparición de contradicciones y en algunos casos
sentimientos de culpa. Si estos sentimientos no se
confrontan apropiadamente crean también brechas
irreparables en la relación.
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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 4
Con el fin de identificar estas zonas, en un primer
momento de la construcción del instrumento se han
elaborado diversas responsabilidades de la relación
conyugal, en la que se observó con frecuencia que
uno de los miembros se muestra con mayor
disposición que el otro/a; quien se complementa al
primero, en este caso, podríamos denominar una
zona no crítica; sin embargo, existen dentro de la
relación de pareja algunas zonas en la que ambos
miembros muestran desacuerdos o posiciones
diametralmente opuestos; lo que constituye la zona
crítica.
De acuerdo a las diversas sesiones de entrevistas
con parejas y familias por más de 20 años de trabajo,
y gracias al apoyo y sugerencias de colegas
psicoterapeutas; se elaboraron inicialmente 18 zonas
críticas en la relación de pareja, las mismas que se
fueron depurando de acuerdo a los resultados del
análisis factorial, quedando finalmente las 9 zonas
críticas que contiene este instrumento (Zona
doméstica y de crianza de hijos, económica, de
hábitos personales, de familia colateral, intereses,
íntima sexual, social, de metas y manejo de celos).
El trabajo psicoterapéutico, con parejas y familia,
requiere ser abordado desde una perspectiva
sistémica; este instrumento ayudará al diagnóstico
especialmente a identificar las posibilidades reales
que tiene la pareja para brindarles la ayuda
profesional, a través de la identificación de las zonas
críticas; es decir cuando la pareja coincide en
visualizar las zonas críticas de su relación, en nuestra
experiencia, tiene mayores posibilidades de
replantear y mejorar su convivencia, a diferencia de
aquellos que visualizan de manera diferenciada; en
este último caso, se debe proponer a la pareja otras
alternativas de trabajo y en el peor de los casos, la
separación sería inevitable.
Los conflictos en la relación de pareja, son cada
vez más frecuentes, si no se abordan a tiempo
conduce a la separación o divorcio y en el peor de los
casos a la violencia y maltrato, lo que se convierte en
una relación disfuncional, con consecuencias muy
lamentables e irreparables para todos los miembros
de la familia. En efecto, tal como lo señala Gottman
(2003) una familia disfuncional genera desequilibrio
emocional y sufrimiento en la pareja; estos
constituyen acontecimientos vitales que generan un
proceso de duelo, aunque pocas veces los dos
cónyuges lo viven de forma parecida, como un fracaso
o decepción; para ambos, es una pérdida
acompañada de emociones entremezcladas, como:
La rabia, la nostalgia, la pena, la melancolía, la
desesperanza y el desamor; el odio, la rivalidad, los
celos, la envidia y la necesidad o el deseo de controlar
al otro.
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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 5
I. INTRODUCCIÓN
En el matrimonio uno de los elementos que
consolidan una pareja, es su capacidad de vivir la
relación como un equipo y, por tanto, alineando
metas, estrategias, estilos de vida y sobre todo,
formas eficaces de resolver las diferencias sin
frustración para uno u otro.
El conflicto es ineludible, porque somos
personas con historias diferentes y, por tanto, con
formas de percibir los estímulos diarios de forma
única. Sin embargo, cuando las metas comunes son
claras, la relación puede ser un espacio seguro para
confrontar las diferencias desde la aceptación del
otro y la autenticidad.
No olvidemos que la familia es el ambiente de
confianza más intenso en la vida de las personas, en
donde las personas desarrollan las destrezas
emocionales más íntimas y establecen las primeras
lecturas sobre la vida, los sentimientos, las normas,
los valores y expectativas. Es la pareja la que la forma,
educa e instruye, y son los hijos los que se benefician
de ella.
Siendo así, el matrimonio "ideal" puede ser
real cuando es una construcción en el día a día,
cuando la tolerancia es una expresión del amor y
cuando la comunicación se basa en la confianza de un
sólido compromiso.
Nuestras diferencias por género y cultura no
son infranqueables, más bien constituyen una
riqueza desde donde podemos edificarnos por el otro
y desde donde podemos crear una familia llena de
recursos para nuestros hijos.
Si bien existen diferencias en la vivencia del
matrimonio entre hombres y mujeres, hay que iniciar
el cambio de paradigmas en un mundo en el que los
modelos, estereotipos y roles nos inundan sin razón
justa, provocando conflictos que nada tienen que ver
con una vida auténticamente.
En toda relación de pareja al inicio de la
convivencia se presenta dificultad de compresión y
aceptación de formas y estilos de vida de cada
miembro, cuando estas incidencias no son abordadas
o conversadas puede generar dos posibles
situaciones que el otro miembro considera que con el
tiempo ira cambiando, para entender que es lo que le
agrada o rechaza como pareja. Por otro lado, puede
albergar sentimiento de incomodidad o rechazo que
mantiene latente y no lo comunica por creer que él o
ella se molesten lo cual agudiza más el problema.
Este instrumento evalúa la percepción de los
conflictos de pareja, en personas adultas que tienen
una relación de por lo menos 2 años a más y que
además tengan hijos. Se entiende por percepción de
conflictos de pareja la visión que posee uno de los
cónyuges, sea hombre o mujer, sobre los factores
que desencadenan conflictos en su relación de
pareja., a la que denominamos como zonas críticas en
la relación.
El cuestionario de Percepción de Conflictos de
Pareja (PCP) evalúa los factores que desencadenan
dificultades, desacuerdos, controversias, conflictos
por el predominio de decisiones o poderes; todo ello
a través de 81 elementos distribuidos en 9
indicadores que denominaremos zonas de conflicto:
El contenido de los ítems de la escala, se
sustenta en un marco de referencia basado en la
teoría de Gottman cuando explica acerca de los
“cuatro jinetes del apocalipsis” que aborda los
conflictos de pareja; tema que no ha sido tratado por
otros instrumentos.
El instrumento que se pone a disposición, será
de beneficio para los esposos y cónyuges evaluados;
para las investigaciones como un método de
detección y evaluación de este problema social. Del
mismo modo ayudará a los terapeutas, consejeros,
orientadores, psicopedagogos y otros profesionales
de la salud mental y la educación, ayudará a
promover programas de prevención, y promoción de
la salud mental a fin de evitar la emergencia de este
problema que afecta a la mayor parte de las parejas
y matrimonios de nuestra sociedad. No existe ningún
potencial de daño como producto de la evaluación a
través de este instrumento; por el contrario permitirá
comprender mejor y ayudar a la pareja sobre los
hallazgos que se encuentren.
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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 6
Este instrumento tiene su inicio en el trabajo
permanente como psicólogo y consejero de familias
y parejas que durante más de 20 años, venimos
desarrollando; y animados por la posibilidad de
trabajar como terapeutas de pareja para la
evaluación y diagnóstico, así como para la
investigación escasamente abordada en nuestro
medio.
El manual de este instrumento contiene 4
capítulos: El primer capítulo se presenta la
descripción del instrumento en sus características
fundamentales; para posteriormente abordar la
fundamentación teórica de la prueba, en el capítulo
dos. El capítulo tres está referido a las normas de
aplicación, elementos claves de un manual de
pruebas psicológicas, en ella se explicita los
procedimientos para la administración, calificación e
interpretación. Finalmente en el capítulo cuatro, se
expone la justificación estadística y las normas de
interpretación.
Edmundo Arévalo Luna.
Recuerden que los buenos matrimonios
implican dar y recibir. Ustedes están en el
mismo equipo y necesitan trabajar juntos
por el bien de su relación.
Jhon Gottman
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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 7
I. DESCRIPCIÓN GENERAL
1.1. FICHA TÉCNICA
Nombre de la prueba: Escala de Percepción de Conflictos de pareja (PCP).
Autor: Dr. Edmundo Arévalo Luna y cols.
Origen: Escuela de Psicología- Facultad de Medicina Humana.
Entidad: Universidad Privada Antenor Orrego
Año de publicación: 2016, en el VI Encuentro Internacional de Investigaciones (ECI-Norte), en la Universidad
César Vallejo de la ciudad de Trujillo- Perú.
Lugar: Trujillo –Perú.
Administración: Individual y Colectiva.
Ámbito de aplicación: Personas que sepan leer y escribir, con un mínimo de 2 años de relación y con hijos.
Propósito: Identificar las Zonas Críticas en la relación de pareja que predominan desde la perspectiva de cada
uno de los miembros; éstas son: Zona doméstica y de Crianza de hijos, zona de Economía, zona de
Hábitos personales, zona de Familia colateral, zona de intereses, zona de Intimidad sexual, zona Social,
zona de Metas, y zona de Manejo de los celos.
Áreas de Aplicación: Investigación, orientación y consejería psicológica en los campos clínicos y
educacionales.
Tiempo de Duración: No hay límite de tiempo. Pero se observó que las personas logran terminarlo entre 15 y
20 minutos.
Tipo de prueba: Es una prueba estructurada de ejecución típica, de papel y lápiz, con el modelo de
escalamiento de Likert; puede ser aplicada individual y colectivamente, además es de representación.
El cuestionario es de elección múltiple, es decir una o más opciones en una lista.
Datos Normativos: Normas percentiles y eneatipos.
Material de la prueba: Cuestionario/ Protocolo de respuestas/ Perfil de resultados.
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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 8
1.2. DESCRIPCIÓN DE LA PRUEBA
El instrumento, después de haber pasado por
los procesos de validez y confiabilidad, consta de 81
Ítems, distribuidos en 9 áreas, con un puntaje máximo
de 36 y un mínimo de 9 puntos, los mismos que se
encuentran distribuidos del siguiente modo:
Tabla 1:
Distribución de los reactivos del cuestionario de
Percepción de Conflictos de Pareja, según indicadores
y puntuación alcanzada.
Zonas de
conflicto
Reactivos P.
Máx.
P.
Mín.
Doméstica
y de crianz.
1,10,19,28,37,46,55,64,73. 36 9
Económica 2,11,20,29,38,47,56,65,74. 36 9
Hábitos
personales
3,12,21,30,39,45,57,66,75. 36 9
Familia
colateral
4,13,22,31,40,49,58,67,76. 36 9
Intereses 5,14,23,32,41,50,59,68,77. 36 9
Intimidad
sexual
6,15,24,33,42,51,60,69,78. 36 9
Social 7,16,25,34,43,52,61,70,79. 36 9
Metas 8,17,26,35,44,53,62,71,80. 36 9
Manejo de
celos
9,18,27,36,45,54,63,72,81. 36 9
Fuente: Datos alcanzados en el estudio
1. Zona doméstica y de Crianza: Desacuerdo en los
estilos de crianza del/os hijo/s, cuidado, tareas
escolares y hábitos; indiferencia o rigidez ante sus
conductas. Dificultades en la distribución de tareas
del hogar, falta de equidad y apoyo mutuo.
2. Zona económica y de prioridades: Desacuerdos
originados por el manejo y distribución del dinero,
priorizar las necesidades y diferenciar de los gastos
superficiales. Actitudes frente al ahorro,
independencia y compartimiento en el manejo
económico.
3. Zona de Hábitos Personales: Comportamientos
que cada miembro de la pareja asume y genera
malestar o incomodidad en el otro, como en la
alimentación, bebidas, costumbres, o
manifestaciones personales que generan
discrepancias entre los cónyuges.
4. Zona de familia colateral: Desacuerdos
ocasionados por el tipo de relación con la familia o
parientes del cónyuge (padres, abuelos, hermanos,
hijos, otros) cambios generados desde el inicio de
la relación en las visitas, paseos, reuniones de
esparcimiento, tipo de interacción y tolerancia
hacia la familia del otro.
5. Zona de Intereses: Pérdida de interés por las
actividades de ocio que al inicio de la relación
ambos disfrutaban, tales como de paseos,
deportes, juegos, pasatiempos, entre otros.
Desinterés y poca disposición para acompañar o
compartir en los hobbies de su pareja.
6. Zona Íntima Sexual: Desacuerdos e insatisfacción
en el plano sexual, afectivo-emocional, en la
calidad en complacencia mutua. Desinterés en la
vida íntima-sexual. Problemas de infidelidad o
conflictos no resueltos.
7. Zona Social: Desacuerdos y conflictos por la
relación con amigos o conocidos, sea en el ámbito
laboral de recreación o esparcimiento.
Interferencias en los vínculos sociales de cada
miembro de la pareja, que al inicio de la relación
disfrutaban mutuamente.
8. Zona de metas: Incompatibilidad y desacuerdos
para tomar decisiones en los proyectos a futuro;
sea para los hijos (estudios, colegios, otros.),
viviendas, adquisición de bienes y materiales,
entre otros. Ausencia de planes a futuro,
9. Zona de manejo de celos: Discrepancias
permanentes debido a la presencia de celos que no
son abordados sinceramente entre los miembros.
Problemas de infidelidad que no han sido
resueltos; sentimientos de pérdida o abandono de
su pareja por la intromisión de otro/a.
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II. FUNDAMENTOS TEÓRICOS
2.1. Abordaje de los conflictos de pareja
Según Emery (1982), habla del problema de
pareja para referirse a la discordia en parejas unidas
o separadas, y el término conflicto lo utiliza
únicamente para referirse a la hostilidad abierta entre
las parejas; sin embargo, Epstein, Baucom y Rankin
(1993), no considera que la hostilidad abierta sea la
característica que define el conflicto, sino que es el
producto de dos situaciones en la relación: Las dos
personas tienen metas incompatibles y, la
consecución de las metas del uno interfiere con la
obtención de las metas del otro.
Christopher Peterson. (1983), Planteó el
concepto de conflicto como un proceso interpersonal
que se produce siempre que las acciones de una
persona interfiere con las de la otra. Es así, que las
parejas se encuentran a menudo en situaciones de
conflicto cuyas razones son múltiples: el dinero, las
actividades de casa, las relaciones con los parientes,
las diferencias de valores, las expectativas sobre la
relación, las filosofías de vida, las diferencias
religiosas, el uso del tiempo libre, la falta de atención,
la sexualidad, la planificación del nacimiento de los
hijos y acrianza, las relaciones con la amistades y la
carencia de conocimientos o destrezas de
comunicación constructiva-afectiva, de forma so-
lución de conflictos y de negociación.
Margolin Burman (1993), consideran que el
conflicto es inevitable en cualquier relación íntima y
que inclusive para algunas parejas, este tiene una
función constructiva, aunque para otras sea
destructiva. Según Stuart (1980), el conflicto puede
entenderse como una carga emocionalmente fuerte
para presionar cambios en la relación desde la otra
persona. Finalmente, algunos autores como Finchan y
Osborne (1993), plantean que no hay en la literatura
un análisis conceptual del conflicto marital que
permita una definición única.
Independiente de la definición de cada autor,
el conflicto es visto como la confluencia de una o
varias variables, por ejemplo Stuart (1980), identificó
las fuentes del conflicto en la terapia de pareja, las
cuales son en primer lugar, la que se deriva de la
suposición general acerca de lo que “debe” ocurrir
dentro de la vida matrimonial. Una segunda fuente
del conflicto se relaciona con la observación que “los
antecedentes siempre están convirtiéndose en
derechos”, así, los cónyuges frecuentemente discuten
cuando se presentan malas acciones y se olvidan de
las expectativas positivas y pronostican mayor daño
en los años venideros. Tercero, el matrimonio
interactúa en otras actividades de sus vidas, esta
interdependencia en varias áreas crea innumerables
oportunidades para el conflicto. Igualmente plantea
que durante los primeros años de matrimonio, por lo
general los tópicos en los cuales aparece con mayor
frecuencia disturbios en parejas jóvenes son sexo,
dinero, y generalmente comunicación y que se
presentan dos perspectivas dentro de las cuales se
puede analizar: la orientación que cada esposo toma
hacia el desacuerdo con el otro y la intensidad con la
que la batalla se lucha, es cuando se plantean
estrategias de ganar–perder, perder-perder y ganar–
ganar (Stuart, 1980, Robbins, 1992; Filley, 1975).
Lo que determina la funcionalidad de un
conflicto, es el impacto que este tiene sobre la familia,
no solamente sobre algún miembro en particular. Se
considera un conflicto funcional aquel que apoya las
metas de la familia y mejora su desempeño en la
misma, y un conflicto disfuncional aquel que
perjudica el desempeño del grupo familiar. El
conflicto es constructivo cuando mejora la calidad de
las decisiones, estimula la creatividad y la innovación,
alienta el interés y curiosidad, proporciona el medio
para discutir los problemas y liberar la tensión y
fomenta un ambiente de auto evaluación y cambio
(Rodríguez, 1994). Probablemente se producen
cambios positivos ante un conflicto cuando ambos
esposos emplean la táctica ganar–ganar.
Por otra parte, es importante aclarar que el
componente afectivo en las relaciones de parejas,
juega un papel importante en el proceso de la
comunicación. Según Baucom y Epstein (1990),
existen formas específicas en las cuales el afecto
influencia la interacción marital y describen cuatro
aspectos importantes a tener en cuenta: a) cada uno
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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 10
de los esposos presenta un grado de emociones
positivas y negativas hacia su pareja, b) conocimiento
de su emoción y de las causas de la emoción, c) el
grado con él cual el esposo(a) expresa su emoción y
responde a cada expresión del otro y d) formas e
intensidades de afecto que pueden interferir con
buen funcionamiento marital y afectar la
comunicación.
En los siguientes párrafos, José Díaz. (2003).
Señala que los sociólogos creen que muchos
individuos eligen a sus compañeros matrimoniales
entre aquellos que viven cerca de ellos
geográficamente (afinidad residencial). La gente se
casa con gente que es económicamente y
socialmente similar. En relación al aspecto
educacional, parece ser mayor la probabilidad de que
hombres y mujeres con el mismo nivel educacional se
conviertan en pareja. Cuando ellos difieran, los
hombres tienen a casarse con mujeres a un nivel
educacional ligeramente más bajo. El atractivo físico
parece jugar un papel importante en la elección de
pareja dentro de la comunidad de compañeros
elegibles con similares características socioculturales.
Así mismo, Define que la elección de pareja
tiene que ver con una organización defensiva, en
estos casos se elige y es lo que suele predominar en
las alecciones de pareja duraderas o estables, para
protegerse contra una tendencia del individuo que a
el mismo de forma consciente o inconsciente le
parece demasiado peligrosa o no aceptable. Hay otro
tipo de elección de pareja que sirve como protección
contra el riesgo de un amor intenso; esto es debido a
que se vive esa intensidad del amor como un miedo a
ser absorbido, devorado o aniquilado, por lo tanto de
vivido como una relación peligrosa y se elige
inconscientemente a una persona que también tenga
el mismo conflicto o sentimiento análogos.
Además, refiere que la sexualidad es una
fuerza primaria en la vida de todo individuo, que
incluye tanto procesos fisiológicos como psicológicos.
Es un proceso orgánico, activo dinámico con una
multiplicidad de variables interrelaciónales y
cambiantes. La sexualidad es mucho más que el
aspecto conductual y genital. Es una forma de ser que
expresa nuestras manifestaciones de ser hombre o
mujer, masculino o femenino, es también como
pensamos y sentimos acerca de nuestro género, a
cerca de nuestro cuerpo. La expresión sexual,
especialmente el acto del coito, es una de las
interacciones más vulnerables que una pareja puede
establecer. La experiencia de descansar desnudos
delante del compañero, es un proceso de dar y recibir
placer, donde uno se muestra dependiente y
vulnerable. En el momento del coito, donde una parte
de una persona entra en el cuerpo de otra, es una
posición fisiológica y psicológica de extrema
vulnerabilidad.
Christensen y Pasch (1993), definen que
existe una diferencia entre el conflicto estructural de
intereses y el conflicto abierto. El primero se refiere a
una incompatibilidad de necesidades, deseos y
preferencias, mientras que el segundo a su
interacción respecto a estas preferencias. Un
conflicto de intereses puede existir sin que se
presente un conflicto abierto.
Arias, Lyons y Street. (1997). Sostienen que la
pobre comunicación y las relaciones destructivas a
menudo llevan a dos personas que han estado
bastante enamoradas a producirse más penas que
placer. En respuesta a lo anterior, los profesionales de
la salud mental se encuentran inmersos en la
aplicación de tratamientos que sean eficaces para
reducir la incidencia de los problemas maritales y la
ruptura de la pareja. Estos profesionales tienen la
responsabilidad ética de responder a los problemas
psicológicos con intervenciones eficaces, De tal
manera que es importante no sólo escoger métodos
para el tratamiento de los problemas de pareja que
estén dirigidos por teorías de funcionamiento marital,
sino que también hayan demostrado empíricamente
su eficacia en reducir malestar.
Markman, Stanley, Blumberg. (1999).
Plantean que los terapeutas e investigadores de la
pareja están de acuerdo casi en su totalidad, sin
importar su orientación teórica, que el conflicto es
inevitable en cualquier relación a largo plazo;
equivocadamente las parejas están convencidas de
que todo lo que necesitan para que su relación
prospere es el amor y esto es falso, la manera como
ellas enfrenten y manejen los conflictos es el punto
más sensible de la relación y el factor que con mayor
precisión permitirá predecir si una pareja sobrevivirá
o no.
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PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 11
Jurg Willi. (2003). En su estudio titulado
“Principios funcionales de las relaciones de pareja”,
menciona que la mayor parte de los conflictos
matrimoniales se basan en casuales complejos y de
diferentes estratos. La situación sociocultural es de
gran importancia, en el que pueden surgir conflictos
graves entre los componentes de la pareja, cuando
estos se han formado en distintas capas culturales y
sociales, en las cuales han asimilado ideas diferentes
sobre lo que debe ser la relación conyugal. En la
sociedad occidental, la imagen del matrimonio, ha
estado sometida a fuertes críticas y, por lo general, los
contrayentes abrigan dudas sobre qué imagen del
matrimonio ha de tener validez para ellos; todo esto
puede constituir una fuente de posteriores conflictos.
Además existen tres principios fundamentales que en
la práctica terapéutica que su resultado es de gran
eficacia para el éxito de una relación conyugal.
En primer lugar se presenta el principio del
deslinde: para que una diada funcione bien debe
definirse claramente respecto al exterior y en cuanto
al interior. El segundo principio expresa que en el
matrimonio las formas de comportamiento regresivo-
infantil y progresivo-adulto, no deben distribuirse
entre sus miembros como papeles polarizados.
El tercer principio se refiere al equilibrio del
sentimiento de propia estimulación, o sea, que en un
matrimonio capaz de buen funcionamiento, sus
miembros deben hallarse en un equilibrio de igualdad
de valor.
El mismo autor mencionado en el párrafo
anterior, refiere que no he llegado a investigar si estos
principios descubiertos empíricamente son de validez
general de nuestro ámbito cultural; por eso prefiere
renunciar a fundamentos antropológica o
psicológicamente; es así que la observancia de estos
preceptos no llega a producir un buen matrimonio
sino que más bien configura un marco en el que
puede surgir una unión satisfactoria para ambas
partes.
La mayoría de las parejas conocen
intuitivamente estos principios, y si no los observan
es menos por desconocimiento que por problemas
íntimos que imposibilitan su cumplimiento. Creo que
un matrimonio saludable, sano, debe observarse el
siguiente trazado de límites: Primero, la relación de
los cónyuges entre si debe diferenciarse claramente
de toda otra relación de amistad. La diada debe
deslindarse con claridad respecto al exterior; los
cónyuges deben sentirse como pareja, deben exigirse
mutuamente espacio y tiempo propios y hacer vida
conyugal. Segundo, dentro de la pareja los cónyuges
deben continuar distinguiéndose entre sí, respetando
los límites claros entre ellos.
Bernal Samper, (2005). Señala que el conflicto de
pareja, como todo tipo de conflicto presenta un costo
emocional que se intensifica en función de su
duración; cuanto antes se planteen las posibles
soluciones, menor será el sufrimiento de las personas
implicadas en él y menor su repercusión en otras
áreas de la vida del sujeto.
El origen del conflicto puede deberse a aspectos
individuales muy concretos, pero se complica cuando
las quejas son mutuas; de hecho, las discusiones
pueden engendrar diversas situaciones.
El mismo autor, prologa que la primera situación
de conflicto tiene lugar cuando los cónyuges evitan
hablar del problema, situación en la que falta la
asertividad necesaria, lo que puede llevar al
escalamiento del problema. La segunda situación
tiene que ver con la dominancia; el más fuerte
compele al otro a someterse, lo que muchas veces
logra mediante el miedo, y cuando se cede a causa de
temor se genera resentimiento, que acaba
expresándose de una forma u otra. La tercera
situación se refiere al compromiso que se genera en
las relaciones más armoniosas, que es cuando ambos
cónyuges ceden un poco y limitan así el alcance del
conflicto, pero que sólo funciona cuando cada uno
acepta la responsabilidad que tiene acerca de sus
propias acciones y, además, está abierto a cambiar y
no proyecta culpa en su pareja.
La cuarta situación implica hacer concesiones,
los miembros de la pareja llegan a una La cuarta
situación que implica hacer concesiones; es por ello,
que los miembros de la pareja llegan a una solución
de compromiso que llena parcial o totalmente sus
necesidades. La quinta situación es aquella en la que
ambos cambian su comportamiento para adaptarse el
uno al otro, y ese cambio se hace por amor.
Buss y Barnes. (1986). En su estudio sobre las
preferencias de compañero, encontraron que el
atractivo físico fue evaluado en cuarto lugar de entre
trece características disponibles que los sujetos
12. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 12
tenían que elegir para describir a su compañero ideal.
La característica del atractivo físico, fue preferida
significativamente más por los hombres que por las
mujeres. Los psicólogos sociales también presentan
sus teorías sobre la elección de la pareja. Definen que
el acuerdo entre los roles y la igualdad de valores, son
otro de los factores que están implicados en la
elección de pareja.
Moral de la Rubia. (2011). Manifiesta que la
sexualidad marital está en gran parte determinada
por el efecto, la comunicación y el efecto conyugal
más que por la simple satisfacción de unas
necesidades físicas. De ahí la importancia de estudiar
juntas la sexualidad, la calidad marital, los efectos y la
comunicación. Los conflictos no resueltos, la pérdida
del amor por el cónyuge y la distancia emocional;
generan una disminución de la frecuencia de las
relaciones, satisfacción sexual y un aumento de
infidelidad; los cual contribuyen los años de
matrimonio y ciertas variables presentes, desde el
inicio de la relación, como el estilo comunicacional. La
satisfacción sexual está relacionada con la frecuencia
de relaciones sexuales, más en los hombres que en las
mujeres. A mayor satisfacción sexual, mayor
frecuencia de relaciones sexuales, como se espera
con base en la teoría del refuerzo positivo y la mayor
facilidad para alcanzar el orgasmo con el coito de los
hombres.
Por su parte García, José. (2009) plantea que la
economía afecta a todos los aspectos de la vida y, por
lo tanto, también a la relación amorosa, que Influye
principalmente en varios aspectos:
1. En la toma de decisiones. En nuestra sociedad,
quien tiene el dinero es quien decide, aunque en
circunstancias normales los papeles se pueden
repartir y cada miembro de la pareja se
especializa en áreas distintas, por ejemplo, uno
se ocupa de los gastos de la casa, otro del coche,
las vacaciones se asignan principalmente a uno
de ellos, etc. Pero, finalmente, quien tiene la
fuente del dinero tiene el poder último de
decisión.
2. En la forma de compartir la vida. La pareja es una
unidad social y como tal ha de tener una
economía propia y bien establecida. Que exista
un dinero en común y se tomen las decisiones
sobre él en conjunto y por consenso es un
elemento fundamental en el funcionamiento de
la pareja. Cómo se aporta ese dinero en común
depende de las características de cada pareja.
Así mismo Refiere que no hay que olvidar
que, incluso en el régimen de separación de bienes
cada miembro del matrimonio tiene la obligación de
contribuir a la economía de la pareja de forma
proporcional a sus ingresos. Una diferencia
importante entre la separación de bienes y el régimen
de gananciales es que las ganancias de cada uno de
los bienes privativos son suyas y no tiene que pedir
ningún permiso al otro para hacer con ellas lo que
quiera, es decir, la separación de bienes da una
independencia a las partes en el manejo de sus
bienes, que no existe en el régimen de bienes
gananciales.
Además, Manifiesta que hay que tener
cuidado con las diferencias entre los bienes de uno y
otro cuando son importantes. Si la diferencia es muy
grande, en la separación de bienes, el miembro
“pobre” de la pareja puede sentirse “agradecido” al
otro por su generosidad, la relación económica clara
y explícita. En el caso de bienes gananciales, el que
más ingresa “regala” al otro la diferencia y lo hace
implícitamente, el “pobre” tiene derecho a la mitad
de los ingresos. Cuando las diferencias no son muy
grandes el régimen solamente influye en la forma de
compartir la vida. Lo importante es dejar muy claras,
explícitas y legalmente respaldadas las relaciones
económicas entre los miembros de la pareja, porque,
si las cosas van bien en la pareja, no hay problema;
pero si van mal, se evitan muchos disgustos.
También, Menciona que las relaciones
económicas pueden ser fuente de problemas, que
surgen cuando un miembro siente que el otro abusa.
Existen estudios que muestran que gastar el dinero de
manera irresponsable aumenta de forma clara las
posibilidades de divorcio. En donde la economía toma
un protagonismo total es precisamente a la hora de la
separación. En esos momentos se puede llegar a
tomar decisiones precipitadas y, a la larga muy
dañinas, llevados por el deseo de acabar como sea
con una relación muy dolorosa o viceversa, se trata de
arruinar al otro para vengarse.
Finalmente, plantea que en cada pareja el
régimen económico más idóneo depende de su
13. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 13
situación particular. Actualmente muchas parejas se
forman con una visión de futuro limitada: “mientras
dure” o “en tanto en cuanto sienta eso por ti”; por
eso, las relaciones económicas se plantean de manera
que la separación sea más fácil.
Las parejas que tienen hijos de anteriores
matrimonios se suelen plantear claramente los
aspectos económicos, por salvaguardar los derechos
de los hijos anteriores a la formación de la pareja.
Entonces hay que ser muy cuidadosos para que el
otro no piense que está financiando a unos hijos que
no son suyos y con los que, a veces, es difícil llevarse
bien. Como problema a señalar es que, a veces,
olvidan la importancia de tener una economía común
en la pareja, con el régimen que sea. Mucha gente
piensa que pactar un pre acuerdo económico pone el
juicio el amor que se tiene la pareja; pero el
matrimonio, socialmente, es un contrato entre dos
personas en el que el acuerdo económico es
fundamental. Además, un acuerdo de colaboración y
de entrega del uno al otro, que se plasma en la forma
de llevar las finanzas. Ahora bien, el dinero es un tema
desagradable y, por eso, muchos evitan hablar de ello.
Hacer un acuerdo y aclararlo puede evitar problemas
futuros.
Davison y Neale. (2000). Plantean que aunque
la pareja no haya pasado la luna de miel debe
enfrentar decisiones tan poco románticas como
decidir dónde vivir, dónde buscar empleo, cómo
administrar su dinero, qué tipo de comida preparar y
quién se va a encargar de hacerlo, cuándo se visitará
a los parientes políticos, en qué momento tener hijos
si los desean y si se quiere experimentar con técnicas
sexuales novedosas; además tienen que ponerse de
acuerdo en lo relativo a las funciones que debe
desempeñar cada uno y no limitarse a asumir las
tradicionales. Por ejemplo, si ambos miembros de la
pareja trabajarán, cómo repartirán todas las tareas
domésticas etc.; un aspecto importante es la forma
como las parejas enfrenten tales conflictos
ineludibles, porque ésta determinará la calidad y
duración de su relación.
Javier Fernández. (2002). Señala que la pareja
humana no ha sido la misma desde los albores de la
humanidad hasta la actualidad. Las relaciones de
pareja es una de las más complejas de todas las que
establece el hombre a lo largo de su vida. Muchos de
los términos y reflexiones que se generan en torno a
este tema, es así que la misma complejidad de este
tipo de relación hace que, a pesar de la profundidad
con que muchos autores lo han tratado, aun no se
pueda hablar de un resultado acabado con respecto
al mismo.
El mismo autor, define que es imposible
querer ayudar si valoramos a la pareja fuera de su
situación social de desarrollo y no pretendemos en
ningún momento el análisis restringido de las
necesidades en el contexto de la relación de pareja;
éstas son muy importantes para el manejo
terapéutico, en el complejo sistema que es la
personalidad. De esta manera al valorar a los sujetos
que intervienen en la relación observamos además
intereses, proyectos de vida propios y en conjunto,
motivaciones, expectativas de la relación,
comunicación, etc. Así como otras características
personológicas.
Marta Guerri. (2003). Sostiene que la
pareja es una relación, interacción, intercambio, dar y
recibir; es por ello que este dinamismo donde se
encuentra la “la raíz del amor”, donde
fundamentalmente se buscaran las causas de la
armonía y del deterioro de la pareja. Todos deseamos
compañía, recreo y pasión y tendemos a desarrollar
relaciones que nos ayuden a satisfacer cada uno de
estos tres deseos. Es muy importante no limitarse a
las grandes palabras sobre el amor en la pareja y
descender a los hechos ya la realidad concreta de la
pareja, operativizando su relación y problemas para
desde ahí superarlos. Existe una interdependencia
entre los problemas individuales y los conyugales;
problemas personales pueden producir problemas de
pareja y a la inversa, por ejemplo: la depresión, estrés,
problemas sexuales, económicos y más.
2.2. Dimensiones de Conflicto en la relación de
Pareja
Dattilio, F. Padesky, C. (2000) han sistematizado
las siguientes dimensiones:
a. Comunicación
Es casi innecesario mencionar que una buena
comunicación es la base de una relación de pareja
satisfactoria. La comunicación no siempre es verbal ya
14. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 14
que la pareja también se mira, se toca, se sonríe
(comunicación no verbal).
Ante una situación en la que queramos
comunicar algo, la manera o forma de emitirlo, el
cómo lo reciba el otro y el contenido de este mensaje
son fundamentales. Así, nos encontramos con
diferentes maneras de comunicarnos y algunas de
ellas no son precisamente positivas.
La coerción: se trata de una manera de
comunicación donde tan solo se tienen en cuenta
nuestras propias necesidades haciendo al otro la vida
muy difícil en el sentido de que no se tienen en cuenta
sus necesidades e intentando conseguir la sumisión o
anulación del otro. Esto es así porque el miembro de
la pareja que cede lo hace no porque considere que el
otro tiene razón sino para evitar la discusión y
amenazas. En conclusión: para escapar de un
conflicto.
Respuestas emocionales negativas: son
aquellas palabras, gestos, acciones etc., que se
experimentan como gritos, amenazas, humillaciones,
sarcasmos y que en numerables ocasiones es lo que
mantiene fundamentalmente unida a una pareja.
Entre las maneras o formas positivas de
comunicarnos nos encontramos según Liberman:
Expresiones verbales: cumplidos, halagos, palabras
cariñosas, piropos, Comportamientos de afecto:
hacer una caricia, coger de la mano, rozar la mejilla.
Acciones que hacen que la vida para su pareja sea más
fácil o agradable: intentar no hacer ruido despertarle,
preparar una comida que le guste, hacer un regalo.
b. Ocio y tiempo libre
Uno de los conflictos más frecuentes en las
relaciones de pareja es la diferente perspectiva de
ambos miembros para organizar su tiempo libre y sus
actividades sociales. Pudiera ser que ambos se hayan
dejado llevar por la rutina cotidiana, embargados por
sus respectivos trabajos y quehaceres diarios y que
hayan olvidado cómo divertirse. O bien porque cada
uno busca su propia diversión independientemente
de su pareja y/o al revés: se pasan la vida juntos y no
se relacionan con nadie más. También suele ocurrir en
parejas jóvenes que al tener un hijo, el punto de vista
sobre cómo organizar las actividades sociales es
diferente, ya que un miembro de la pareja puede
querer centrarse únicamente en el cuidado del niño
(dejando el área social de lado) y el otro demanda
intentar planificar un tiempo propio de la pareja.
Sea como fuere, la persona como individuo
independiente tiene sus propias necesidades y es
difícil adaptarlas y compaginarlas con tu pareja. Por
ejemplo: si yo tengo la necesidad de quedarme en
casa los fines de semana porque realmente me
apetece y disfruto de ello, esto no me genera ningún
problema, es más, me produce felicidad. Pero como
persona independiente. Ahora bien, si mantengo una
relación de pareja donde el otro necesita y disfruta
saliendo los fines de semana y a mí no me apetece,
aparece un conflicto de intereses.
La manera de solucionar este conflicto y la
importancia o relevancia que la pareja le otorgue, va
a depender de los recursos emocionales, de
comunicación, de empatía… de cada uno de los
miembros
c. Las expectativas, las metas sobre la relación y la
manera de interpretar al otro.
Las ideas que cada miembro de la pareja se hace
en referencia a su vida en común, a su convivencia, a
sus perspectivas de futuro…en ocasiones son punto
de conflicto ya que puede ocurrir que los 2 miembros
de la pareja no lo vean de la misma manera.
Sin embargo, todo ello hace referencia las
ideas que cada miembro tiene sobre lo que debería
ser su relación para que ésta sea totalmente
satisfactoria “lo que debería ser y lo que es en
realidad”, siendo fuente de numerosos conflictos en
el caso en el que los miembros no lo perciban de la
misma manera. Nos referiremos sobre todo a cómo
cada miembro de la pareja puede interpretar los
problemas que les ocurren.
Las interpretaciones de estos motivos son lo
que llamamos atribuciones. Cuando tu pareja, por
ejemplo, no recoge la mesa después de comer puedes
pensar que: es egoísta que siempre piensa en sí
mismo y que nunca te tiene en cuenta. Si cambias
este planteamiento y piensas que no es que sea
egoísmo sino que en su casa nadie le enseño y
realmente es una falta de “aprendizaje” la reacción
que se tiene hacia el otro es completamente
diferente.
15. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 15
d. Infidelidad
En una relación de pareja no influyen sólo los
factores internos de la misma (habilidades de
comunicación, expectativas de futuro, compromiso,
etc.), también hay factores externos que la influyen
directamente: estrés laboral y personal de cada uno
de los miembros, la rutina, problemas relacionados
con el ambiente como familia y amigos.
En estos momentos donde la relación pudiera
estar más baja a nivel emocional, por esta serie de
conflictos externos e internos de la propia pareja es
cuando la pareja está más vulnerable (más
probabilidad de que ocurran cosas negativas).
Es esta vulnerabilidad la que puede
desencadenar que entre otra persona en la relación y
aparezca entonces la infidelidad
e. Celos
Los celos sanos suponen el preocuparse por
el miedo a perder a la persona amada, porque tenga
una relación real o imaginaria con alguien. Los celos
patológicos están acompañados de intensos
sentimientos de inseguridad, auto-compasión,
hostilidad y depresión y suelen ser destructivos para
la relación.
En el caso de los celos hay mucha relación con
la Mejorar tu relación de pareja. Si yo me veo fuerte y
seguro y tengo una Mejorar tu relación de pareja alta,
no dependeré de mi pareja esté siempre conmigo
para sentirme bien ya que me sostengo solo, estoy
lleno de otras muchas cosas, sin embargo, si mi
Mejorar tu relación de pareja es baja, me siento
inseguro y la única manera de llenarme de seguridad
es que mi pareja esté únicamente conmigo, optaré
por presionarla y depender de esta exclusividad para
sentirme lleno.
Los celos se basan en creencia irracionales: si
yo pienso “mi pareja no puede dejarme nunca porque
sabe que si lo hace, me producirá mucho dolor, por lo
cual, sería una mala persona”, estoy utilizando un
pensamiento irracional.
f. Relaciones dependientes
En una situación de una relación de pareja, se
puede producir un conflicto (problema), que haga que
los miembros de la pareja tomen 2 decisiones: o
trabajar conjuntamente para solucionarlo o romper la
relación (a veces es un único miembro de la pareja el
que toma la decisión de dejarlo).
Pero puede ocurrir que uno de los miembros
de la pareja opte por negar la evidencia de este
conflicto, o se auto inculpe constantemente cada vez
que hay un problema. Si esta situación de
autoinculpación se perpetúa, se produce entonces
una desigualdad de roles en la relación, donde uno
tiene más poder que el otro. El que tiene menos
poder, se queda enganchado al otro, produciéndose
entonces una relación adictiva ya que éste “necesita
al otro” de una manera enfermiza y es capaz de
anularse y negar evidencias solo por estar con él. El
resultado final es que la personalidad del
dependiente se anula en la del dominante, que puede
o no ser consciente de lo que hace.
2.3. Planteamientos de Gottman
John Mordecai Gottman, es ampliamente
conocido por su trabajo en terapia familiar y de pareja
y por su análisis de la estabilidad matrimonial.
Actualmente es profesor emérito de Psicología en la
Universidad de Washington y miembro electo de la
Asociación Americana de Psicología (APA). El Dr. John
M. Gottman y la Dra. Julie Schwartz Gottman son los
fundadores y directores del Instituto Gottman y del
Instituto de Investigación de las Relaciones de Pareja
de Seattle. Ha sido reconocido en 2007 como uno de
los diez terapeutas más influyentes del último cuarto
de siglo. Los datos generados por la investigación del
Dr. Gottman ofrecen una visión científica basada en la
anatomía del matrimonio y de las relaciones de
pareja; pero lo más importante es que proporcionan
información real y objetiva, que ha contribuido al
desarrollo de herramientas, métodos, programas,
productos y servicios dedicados a ayudar a las parejas
a construir relaciones más fuertes y felices. Jhon
Gottman es un referente en la terapia familiar y de
pareja, pertenece al círculo de psicólogos cuyo
enfoque se centra en la psicología positiva,
Gottman y su equipo de colaboradores ha
podido identificar ciertos factores que se repiten de
manera constante en las parejas que están en crisis,
pero aún más importante, también han detectado
aquellos que se relacionan con las parejas que se
consideran “felices” y “exitosas”.
16. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 16
Los principales descubrimientos de Gottman
acerca de las parejas felices, se sintetizan en los
siguientes:
a. A pesar de los malos momentos, en las parejas
felices siguen predominando la presencia de
recuerdos positivos: “no son más listas, más
ricas o más astutas psicológicamente que otras
parejas. Pero en sus vidas cotidianas han
adquirido una dinámica que impide que sus
pensamientos y sentimientos negativos sobre el
compañero, ahogen los positivos” (Gottman y
Silver, 2001, p. 17). Las parejas felices y exitosas,
a pesar de que se encuentren pasando por malos
momentos, si les preguntaran acerca de su vida
de pareja, recordarían más momentos positivos
-que negativos- y a dichos momentos les
asignarían un valor importante. En mis clases, a
veces menciono que una pareja en crisis
seguramente recordara más malos momentos
que buenos, incluso en el día de su boda (por ej.,
“él/ella llego tarde”, “estuvo sólo al pendiente de
su familia y amistades”, “me dejo sola/o
resolviendo los problemas en la fiesta”, etc.).
b. John Gottman también menciona que es una
idea errónea pensar que las parejas felices no se
pelean o tienen discusiones. Cualquier pareja -
feliz o no- tiene que enfrentarse a múltiples
decisiones, donde en ocasiones, cada
integrante tendrá opiniones distintas que
podrán originar peleas y altercados. Sin
embargo, las parejas exitosas tienen una forma
distintiva de discutir, que evita que dichas
peleas erosionen la relación de pareja. Ellos, en
primer lugar manifiestan sus molestias de
manera “suave” en lugar de plantearlas de
manera agresiva. Por ejemplo, uno de los
miembros de una típica pareja “feliz” y “exitosa”
podría mencionar: “necesito que hables más
conmigo y me compartas lo que sientes, en
muchas ocasiones que discutimos, te ‘cierras’, te
quedas callado y eso me hace sentir mal”, a
diferencia del siguiente ejemplo, que ilustraría la
manera en que una pareja en crisis plantearía el
mismo problema: “no te interesa nada de lo que
ocurre en la pareja, es imposible hablar contigo,
siempre que quiero acercarme un poco a
ti, evades la conversación y me haces sentir
mal”.
c. También las parejas felices saben detectar cuando
las discusiones van subiendo de intensidad y
pueden hacer un comentario o realizar alguna
acción para evitar que la pelea se “salga de
control” y esto es bien recibido por la pareja.
d. Otra característica relacionada a las discusiones,
es que evitan quedar atrapadas en peleas
insignificantes, que no valen la pena ponerlas por
encima de la relación de pareja. Por ejemplo, que
la pareja dejara de pelearse por no ponerse de
acuerdo en el color nuevo en que se pintaría la
habitación y se centran sólo en aquellas que son
trascendentes.
e. Finalmente, estas parejas llegan a acuerdos que
por lo general se cumplen. Es curioso lo que
menciona Gottman acerca de la forma en que
discuten las parejas “felices”, él menciona que si
las viéramos en esos momentos, seguramente nos
aburriríamos, ya que por lo general, distan de las
peleas a gritos y empujones que se presentan en
otras parejas.
f. Por último, se encontró que la relación de las
parejas felices tiene bastantes semejanzas a las
buenas relaciones de amistad. “Los integrantes
de la pareja prestan una gran atención a lo que
está sucediendo en la vida del otro y se sienten
emocionalmente conectados” (Gottman, Gottman
y Declaire, 2008, p. 20). Estas parejas siguen
teniendo la confianza para platicar acerca de sus
temores, alegrías, sueños, anhelos, proyectos, etc.
Saben que son escuchados por el otro y que
realmente recibirán apoyo de su pareja. En este
sentido, se destaca tres elementos que también
están presentes en las relaciones de amistad: el
respecto, el afecto y la empatía.
Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis
Aunque muchos de nosotros creemos que la ira
es la causa primordial de relaciones
infelices, Gottman nota que no es el conflicto propio
el problema, sino cómo se manejan dichos conflictos.
Descargar la ira constructivamente puede hacer
realmente maravillas para aclarar las cosas y
conseguir el equilibrio de nuevo en la relación.
17. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 17
Sin embargo, el conflicto llega a ser un
problema cuando se caracteriza por la presencia de lo
que Gottman llama "Los Cuatro Jinetes del
Apocalipsis," a saber, la crítica, el desprecio, el estar a
la defensiva, y el emplear una táctica de cerrojo.
1. Crítica. La crítica implica el atacar la personalidad
o carácter de su pareja, en vez de enfocarse en la
conducta específica que le molesta. Es saludable
ventilar los desacuerdos, pero no atacar la
personalidad ni el carácter de su cónyuge en el
proceso. Es la diferencia entre decir, "Estoy molesto
por que no sacaste la basura" y decir, "Yo no puedo
creer que no sacaste la basura. Eres tan
irresponsable". En general, las mujeres tienden
utilizar este jinete más a menudo en el conflicto.
2. Desprecio. El desprecio es un paso arriba de crítica
e implica el derribar o insultar su pareja. El desprecio
es un signo abierto de la falta de respeto. Los
ejemplos del desprecio incluyen: burlarse de su
pareja, poner los ojos en blanco, llevar cara de
desprecio, o derribar a la otra persona con el humor
sarcástico.
3. El estar a la defensiva. El adoptar una postura
defensiva en medio del conflicto puede ser una
respuesta natural, pero no ayuda en la relación.
Cuándo una persona está a la defensiva, él o ella
usualmente experimenta mucha tensión y eso
dificulta él enfocarse en lo que se ha dicho. Negando
responsabilidad, inventando excusas, o respondiendo
a una queja con otra son todos ejemplos de estar a la
defensiva.
4. Táctica de cerrojo. Las personas que emplean una
táctica de cerrojo simplemente se niegan a
responder. El emplear tal táctica de vez en cuando
puede ser saludable, pero como una manera típica de
interactuar, emplear una táctica de cerrojo durante el
conflicto puede ser destructiva para un matrimonio.
Cuándo se emplea esta táctica a menudo, uno está
escapando del matrimonio, en vez de resolver sus
problemas. Los hombres tienden a emplear la táctica
de cerrojo mucho más frecuentemente que las
mujeres.
Todas las parejas emplearán estos tipos de
conducta en alguna ocasión en su matrimonio, pero
cuando los cuatro jinetes toman residencia
permanente, la relación tiene una alta probabilidad
de fallar. De hecho, investigación de Gottman revela
que, al detectar la presencia crónica de estos cuatro
factores en una relación, uno puede predecir, con
más de 80% de certeza, cuáles parejas se divorciarán
finalmente.
Cuándo uno en la pareja intenta reparar el
daño hecho por estos jinetes, y el otro le recibe
con rechazo repetidamente, Gottman observa que
hay sobre un 90% de posibilidad que la relación
terminará en el divorcio.
Algunas evidencias de Gottman sobre las parejas
violentas.
John M. Gottman junto con su equipo se
propusieron estudiar la violencia doméstica de una
manera hasta entonces no conocida en la literatura
científica. Esta investigación es pionera en varios
sentidos: en primer lugar, observaron directamente
altercados no violentos con el objetivo de verificar la
precisión de las percepciones de los miembros de la
pareja, así como el nivel de sinceridad existente. Y,
determinando la fiabilidad de sus descripciones de las
discusiones no violentas, inferir el nivel de sinceridad
de las discusiones violentas. En segundo lugar,
observaron directamente las discusiones con un alto
grado de violencia entre parejas.
Para ello se evaluaron las experiencias
emocionales de los agresores y de las mujeres no sólo
con informes sino con métodos objetivos como
polígrafos y otros instrumentos de medición
fisiológica. Además, querían estudiar el cambio que se
produce en los matrimonios violentos a lo largo del
tiempo, para lo cual introdujeron observadores
imparciales que siguieron a los agresores y a sus
parejas, se emplearon instrumentos de medición
objetivos y subjetivos y con ellos analizaron los
cambios a medida que se producían.
La singularidad de este estudio radica en que se
centra en parejas con un alto grado de violencia (algo
que no se había hecho hasta el momento) y porque
emplea múltiples instrumentos de medición. Gracias
a los controles experimentales, cuando los agresores
y sus compañeras difieren de otras parejas se puede
atribuir a la violencia y no a los disgustos
matrimoniales ya que el estudio contaba con tres
18. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 18
grupos: parejas con altos niveles de violencia e
insatisfacción matrimonial, parejas con insatisfacción
matrimonial pero no violenta y parejas felizmente
casadas. El estudio estaba formado por 201 parejas
no aleatorias de la población. De éstas, 63 eran las
parejas violentas, 33 parejas insatisfechas pero no
violentas y 20 felices. Las parejas clasificadas como
violentas eran aquellas en las que la mujer relataba
seis episodios o más de violencia de baja intensidad
(empujones o bofetadas en el último año), dos o más
episodios de violencia de alta intensidad (patadas o
puñetazos) o al menos un episodio de violencia
potencialmente letal (golpes repetidos, amenaza de
arma,…). Incluyeron a veintisiete parejas que
presentaban violencia de baja intensidad para
observar si ésta cedía, u observar cómo se gestaba la
dinámica de las agresiones violentas graves.
Diseñaron el Sistema Específico de
Codificación de Afectos (SECA) para distinguir con
precisión las emociones negativas que se desatan en
estas parejas. Por ejemplo distinguen la ira común de
otras expresiones emocionales como la beligerancia,
el desdén o la dominancia. Los códigos SECA les
permitieron comprender el “abuso emocional”.
Finalmente, se grabó en video a las parejas
interactuando en una sala. Se transcribían los
diálogos y se analizaban las conductas con sistemas
muy detallados que permitían clasificar: la intención
de la mirada, las vocalizaciones, los intentos de influir
uno sobre el otro, así como sus expresiones
emocionales.
Dos años después se citaron de nuevo con las
parejas para replicar procedimientos experimentales
y observar, de paso, la estabilidad de estos
matrimonios. Los resultados más relevantes de esta
investigación son que:
Los maridos cuyo nivel de violencia era de baja
intensidad nunca llegaron a ser agresores de alta
intensidad.
Existen dos tipos de agresores: los cobra y los
pitbull, y en relación a esto, la mitad de las parejas
casadas con pitbull acabaron separándose o
divorciándose al final de los dos años.
Las mujeres sometidas a un acoso moral constante
abandonaban a sus maridos con mayor
probabilidad que las que sufrían agresiones físicas.
Así como la probabilidad de que sus mujeres
abandonasen a sus maridos era más alta si éstas
respondían a sus ataques.
La violencia no cesa por sí misma, pero cuando
cesa tiende a desaparecer y con ella el abuso
emocional: sólo el 7% abandonó totalmente la
violencia, mientras que el 44% sólo la disminuyó
en los siguientes dos años y frente al 46% que
continuó agrediendo a la misma intensidad o
aumentó la frecuencia de ésta. Los agresores que
disminuyeron el nivel de violencia eran más
jóvenes, más felices en sus matrimonios, menos
proclives a degradar verbalmente a sus mujeres,
menos dominantes, despectivos y agresivos en las
interacciones registradas, así como su nivel de
excitación fisiológica durante las discusiones era
más bajo.
Los agresores tienen una nula disposición a
dejarse influir por sus mujeres, por muy razonable
que ésta influencia fuera.
Las parejas agresor-agredida carecen de ritual de
retirada: las discusiones de las parejas felices y de las
parejas infelices pero no violentas presentan una
escalada pero esta se detiene o se invierte, por
ejemplo, retirándose.
2.4. Evaluación de los conflictos de pareja
Existen diferentes formas de evaluar el
conflicto de pareja, entre ellas se encuentra el uso de
entrevistas, cuestionarios, y la observación
conductual. Estas estrategias de medición permiten
hacer una valoración a nivel individual, de pareja y del
contexto en sí de los cónyuges (Epstein y Baucom,
2002). En Parra (2008)
Inicialmente se trata de determinar cuál es el
punto de partida en la calidad de la relación cuando
acude a consulta, para lo que se puede utilizar algún
cuestionario de propósito general con la Escala de
Ajuste Marital (Locke y Wallace, 1959) o la Escala de
Ajuste Diádico (Spanier, 1976). Son escalas que
distinguen entre parejas conflictivas o no y sirven
para poder ir evaluando el progreso en la terapia
(Cáceres, 1996; Costa y Serrat, 1982), en García, José
(2002)
La evaluación puede continuar con una visión
general del problema que trae a la pareja a la consulta
para lo que el terapeuta se puede plantear una serie
19. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 19
de preguntas de tipo general (Cordova y Jacobson,
1993): ¿Cómo está de afectada la pareja? ¿Cuáles son
los elementos que los dividen? ¿Cómo se manifiestan
estos elementos en la relación? ¿Cuál es el
compromiso de la pareja con la relación? ¿Cuáles son
las fortalezas que hacen que se mantengan juntos?
¿Cómo les puede ayudar el tratamiento?
La grabación de interacciones entre ellos y la
posterior codificación para determinar los problemas
de comunicación se ha utilizado, principalmente en la
investigación, porque su complicación la hace costosa
para la aplicación clínica.
Las áreas que se tienen que considerar en la
evaluación son las siete Cs de Birchler, Doumas y Fals-
Stewart (1999) que plantean un marco conductual de
referencia para evaluar los problemas conyugales:
Carácter. Hay que detectar si existe alguna
psicopatología en los miembros individuales y ver si
hay que tratarla y si se hace por medio de la terapia
de pareja o individualmente. Contexto cultural y
social. Incluyendo los aspectos religiosos, étnicos y de
las familias de origen, que puedan originar problemas
dentro de la pareja. Contrato, incluyendo las
expectativas implícitas que tienen los cónyuges sobre
la relación y que pueden ser inalcanzables o
disfuncionales. Compromiso con la concepción
utilizada en este artículo. Cuidado. Sobre todo el
intercambio de conductas positivas. Comunicación
para detectar alguno de los problemas o falta de
habilidades que se han mencionado. Capacidad para
resolver problemas, teniendo en cuenta las relaciones
de poder y dominancia que se han establecido en la
pareja.
Se tienen que evaluar también la pasión, el
apego, la intimidad. En la pasión hay que incluir la
conducta sexual, no solamente si hay problemas, sino
si es frecuente y variada, se pueden utilizar alguno de
los cuestionarios sobre conducta sexual existentes
(Cáceres, 1996). La evaluación de las conductas de
apego incluye las aprendidas en la familia de origen y
las expectativas que tienen respecto a la pareja, hay
que evaluar de forma general el interés que tienen en
mantener las relaciones con los padres y el afecto que
se sienten por ellos, la búsqueda de ayuda en
situaciones estresantes y la satisfacción que se
encuentra en el auxilio obtenido. En la evaluación de
la intimidad se pueden utilizar cuestionarios como el
que propone Sternberg o mejor el que Lemieux y
Hale, (2000), han elaborado en sus investigaciones,
pero hay que tener en cuenta que consideran un
concepto de intimidad en el que se incluyen aspectos
más amplios de los que se tienen en cuenta en este
artículo.
Con estos elementos de evaluación y partiendo
siempre de las peticiones concretas de los pacientes,
se da una explicación de donde está el problema y
cuál puede ser el camino hacia la solución. Hay que
tener en cuenta que la devolución de una evaluación
es de alguna manera una intervención puesto que se
actúa sobre las expectativas de solución y de
continuidad de la relación, y se pueden afianzar
atribuciones que dificulten la intervención posterior.
Se han descrito brevemente factores importantes
que posibilitan dar una visión general sobre el
conflicto de pareja, y desde allí, se evidencia la
necesidad de tener en cuenta la evaluación que
permita revisarlo e identificar qué tipo de
instrumentos son los que se utilizan en terapia para
poder detectar las fuentes del conflicto, las áreas de
ajuste de cada uno de los miembros de la pareja y los
problemas relacionados o en comorbilidad con el
conflicto. (Parra, 2008)
El modelo cognitivo-conductual utiliza un plan
de intervención, el cual aborda a la pareja desde los
dos miembros de la pareja, su interacción diádica y su
interacción con su ambiente. Los objetivos globales
para la evaluación son: identificar los problemas por
los cuales la pareja ha solicitado ayuda; identificar los
factores en la vida de la pareja que influencian la
presentación de los problemas; clarificar si la terapia
de pareja es apropiada para los clientes; identificar la
existencia de fortalezas en la relación, las cuales
pueden usarse para mejorar y ayudar a resolver los
problemas de la pareja (Epstein y Baucom, 2002).
Los pasos y métodos que utiliza para la
evaluación son: la identificación inicial de los
problemas presentados y los objetivos de la pareja
que busca terapia, con base en el contacto inicial
telefónico, el uso posible de cuestionarios de
autoreporte, una historia de la relación y evaluación
del funcionamiento actual, historia individual y
funcionamiento actual de cada miembro de la pareja,
recibiendo retroalimentación del terapeuta (Epstein y
Baucom, 2002).
20. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 20
Se han encontrado ventajas y desventajas en cada
uno de estos métodos de evaluación anteriormente
nombrados (Weiss, 1980; Epstein, Pretzer, y Fleming,
1987; Jacob y Tennenbaum, 1988; Baucom y Epstein,
1990; Snyder et al., 1995), lo cual ha llevado a la
conclusión que una aproximación multimetódica para
evaluar el conflicto de pareja es una técnica más
amplia para llegar a obtener información confiable y
válida (Epstein y Baucom, 2002).
Como se ha mencionado, los instrumentos
buscan medir las diferentes variables que participan
en el conflicto, desde la identificación de problemas a
través de cuestionarios que evalúen la historia
individual del compañero y el funcionamiento actual
como por ejemplo la Escala de Tácticas de Conflicto
(CTS2; Straus, Hamby, Boney-McCoy y Sugarman,
1996), hasta la interacción diaria de la pareja y su
comunicación.
Antes de hablar de las clases de evaluación a
implementar según el área que se pretende medir, es
relevante hablar acerca de la entrevista inicial.
Algunos autores consideran que ésta entrevista debe
realizarse de manera conjunta, otros consideran que
es mejor individual. Es mejor pensar en términos de
las necesidades de los pacientes antes de hacer una
elección, ya que dependiendo de la situación (y de la
persona que haya tomado la iniciativa para asistir a un
proceso terapéutico) se debe tomar la decisión
(Jacobson y Margolin, 1979).
En la valuación de la Conducta es importante a
la hora de evaluar, tener en cuenta específicamente
cada una de las áreas que se desean medir con el fin
de diseñar o implementar la estrategia pertinente y
aplicar una estrategia de intervención que trabaje en
las necesidades específicas de cada uno de los sujetos
de una manera apropiada.
En gran parte, la tarea del clínico es identificar
la presencia y ausencia de conductas importantes y
secuencias conductuales que contribuyen al estrés
marital (Baucom y Epstein, 1990). La valoración inicial
consiste en cuatro fases: primero, la historia marital;
segundo, discusión de las preocupaciones actuales y
fortalezas de la relación; tercero, proporcionar
(entrenar) una muestra de diferentes tipos de
comunicación; y cuarto, los clínicos mantienen una
discusión con la pareja y posteriormente dan una
retroalimentación con respecto al problema
identificado y a la intervención a implementar.
Consecuentemente, se necesita tener mayor
información sobre las conductas actuales específicas
que preocupan a la pareja (Baucom y Epstein, 1990).
Existen varios inventarios que pueden
proporcionar información útil para estructurar una
discusión de las preocupaciones actuales. A
continuación se nombrarán:
Cuestionario de Áreas de Cambio (ACQ), el cual
consta de dos parte: la primera el respondiente
especifica cómo vería la conducta de su pareja: más,
menos o ningún cambio en el área particular de
interacción marital; y la segunda, difiere sólo en
términos que la conducta está siendo discutida (Weiss
et al., 1973).
La Escala de Ajuste Diádico (DAS) original de
Spanier (1976) y utilizada por diferentes colegas en la
práctica clínica (p.e., Busby, Christensen, Crane y
Larson, 1995; Touliatos et al., 1990, entre otros) y el
Inventario de Satisfacción Marital (MSI; Snyder, 1979,
1997; Snyder, Wills y Keiser, 1981; Snyder y Aikman,
1999) son de mayor uso en la práctica clínica, ya que
evalúan el funcionamiento de la relación desde
aspecto tales como el afecto, la intimidad sexual, el
tiempo libre, calidad de la comunicación, entre otras
(Epstein y Bauman, 2002).
La Lista de Chequeo de Observación de la
Pareja (SOC; Weiss et al., 1973) realiza un resumen
deevaluación en cada una de las áreas dirigidas. Esta
lista describe las conductas que ocurren a diario
dentro de la relación y a partir de allí, establece la
valoración de las conductas que miden la satisfacción
marital de la pareja.
El automonitoreo y monitoreo por parte del
cónyuge da un informe interesante con respecto a la
secuencia conductual que ocurre durante la
interacción (Epstein y Bauman, 2002).
La evaluación de la comunicación se realiza por
medio de varios sistemas de codificación
desarrollados para valorar las interacciones verbales
y no verbales, como por ejemplo, el Sistema de
Codificación de Interacción Marital – tercera versión
(MICS-III; Weiss y Summers, 1983); Sistema de
Codificación de Interacción de la Pareja (CISS;
Gottman, 1979; Notarius y Markman, 1981); y el
Sistema Categorizado para la Interacción Entre
21. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 21
Parejas (KPI; Hahlweg et al., 1984) y la ”Escala de
Comunicación Marital de Navran”.
Igualmente existen otras que evalúan
diferentes áreas incluyendo comunicación como:
“Escala de Actitudes Disfuncionales”, “Inventario de
Satisfacción Marital” de Douglas K. Zinder;
“Cuestionario de Áreas de Cambio” de Weiss y
Birchler; “Escala de Felicidad Marital” de Azrin,
Nasterm, y Jones (1973) y El Cuestionario de Patrones
de Comunicación (CPQ) de Christensen y cols., para
evaluar las percepciones de la pareja de los patrones
diádicos en sus áreas de conflicto concernientes a la
comunicación en su relación.
La Medida de Auto reporte de Interacciones
Conductuales de Weiss, Hops y Patterson (1973),
evalúa la insatisfacción marital en términos del grado
en el cual los miembros de la pareja quieren que el
otro haga cambios en comportamientos específicos.
22. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 22
III. NORMAS DE APLICACIÓN
3.1. Administración de la prueba
El cuestionario de Percepción de Conflictos de
Pareja (PCP-EAL) está diseñada para su aplicación a
adultos, con un mínimo de 2 años de relación y con
hijos, de diversos estratos socioculturales y
educativos, individual o colectivamente. El usuario
puede disponer del instrumento en un protocolo de
papel y lápiz o en una programación para su uso con
la ayuda del ordenador, y sus elementos solo exigen
una capacidad lectora de nivel de enseñanza primaria.
Las cuestiones se presentan con cuatro
alternativas de respuesta, siendo estas: Siempre (S),
Casi siempre (CA), Casi nunca (CN) y Nunca (N). La
prueba no tiene un tiempo limitado, pero es
necesario animar a los sujetos a que trabajen sin
pausas y detenciones.
Una vez pasados 15 minutos, el examinador
puede evitar que algunos sujetos se detengan
insistentemente en algunos elementos sugiriendo:
“Recuerde que no deben emplear tiempo en pensar
mucho sobre el contenido de una frase; léanla y
emitan la primera respuesta natural que se les
ocurra”. Normalmente se tarde entre 15 y 20 minutos
en completar la prueba.
Cuando en alguna ocasión se desee ofrecer al
sujeto una mayor confidencialidad de las respuestas y
puntuaciones, se le puede aconsejar identificarse en
la Hoja de respuestas mediante el número de DNI,
normalmente solo conocido por el examinador en ese
entorno del examen.
3.1.1. Normas Generales de Aplicación
El evaluador, deberá atenerse lo más fielmente
posible a las instrucciones que se detallan a
continuación; toda vez que han sido las tenidas en
cuenta en la tipificación de este instrumento; es decir
debe considerar las siguientes recomendaciones:
Es necesario atenerse lo más fielmente posible
a las instrucciones que se detallan a continuación;
toda vez que han sido tenidas en cuenta en la
tipificación de este instrumento:
Las condiciones del ambiente deben ser
favorables, de modo que se pueda evitar
distracciones e interrupciones ajenas a la evaluación.
Tomar en cuenta la motivación de los
evaluados(as), para ello es importante darles a
conocer los motivos de la evaluación.
El evaluador tiene la responsabilidad de
responder las preguntas y dudas de los evaluados(as)
antes de iniciar la prueba.
Durante la aplicación, el evaluador deberá
mantener silencio procurando no interrumpir a los
evaluados para hacer aclaraciones; es por ello que las
explicaciones pertinentes antes de la evaluación son
de vital importancia.
Si la evaluación es colectiva, los sujetos deberán
trabajar con suficiente independencia, distancia y
separación para evitar hacer comentarios sobre lo
que responden los demás.
Al finalizar se debe verificar que todos los ítem
de la prueba hayan sido correctamente contestados,
además de haber consignado adecuadamente los
datos del evaluado(a) en la hoja de respuestas.
3.1.2. Normas específicas de aplicación:
Antes de iniciar la prueba deben explicar las
razones de porque se evalúa (tener una visión más
clara de la relación de pareja)
La aplicación de la prueba puede ser aplicada a
los miembros de la pareja en su conjunto.
Primero se entrega el protocolo de respuestas
luego el cuestionario.
Lea en voz alta las instrucciones y pregunte si
hubo comprensión del evaluado para iniciar la
evaluación, de no ser así, repita las instrucciones.
En la primera página del protocolo de la prueba
están impresas unas instrucciones muy simples para
el sujeto.
Aunque el sujeto puede auto aplicarse el
instrumento con dichas instrucciones, es conveniente
la ayuda del profesional familiarizado con los
conceptos y procedimientos de aplicación, tanto
cuando la prueba se aplique individualmente como en
23. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 23
grupos, para establecer un buen clima de confianza,
además de ser capaz de absolver las preguntas e
inquietudes de los participantes concernientes a los
derechos humanos confidencialidad y escepticismo
hacia las pruebas psicológicas.
En las aplicaciones colectivas es usual que el
examinado las lea en voz alta mientras los
examinados las van siguiendo sobre sus propios
protocolos; conviene recalcar que no se deben hacer
anotaciones en el protocolo (porque es reutilizable y
porque solo se atenderá a las respuestas dadas en las
hojas de respuesta), y es necesario cuidar que los
sujetos no se salteen ninguna pregunta y que no se
detengan mucho tiempo en alguna.
Más aun, es importante reforzar las
instrucciones reiterándolas oralmente para lograr
una buena disposición de franqueza y sinceridad.
Durante el examen, el profesional que aplica el
instrumento debe estar atento a que las respuestas
se vayan dando según las instrucciones y
adecuadamente al material utilizado y al recoger el
material debería comprobar que se han completado
todos los
El instrumento se aplicará en un ambiente
carente de elementos distractores, de adecuada
iluminación y ventilación, contando así con un lugar
tranquilo de manera fundamental.
Deben consignar todos los datos que se solicita
en el protocolo de respuestas, para identificar al
evaluado.
El evaluador deberá de responder a las
preguntas o dudas, que los evaluados le planteen, en
cualquier momento de la evaluación, mas no
sugerirles las respuestas.
Durante la aplicación, procurará no interrumpir
el proceso, para ello se debe asegurar que hayan
entendido las instrucciones.
Cuando la evaluación sea en pareja, los sujetos
deberán trabajar con suficiente independencia,
distancia y separación para evitar hacer comentarios
sobre lo que se responde.
Al finalizar, debe verificar que todos los
reactivos de la prueba hayan sido correctamente
contestados, y además de haber consignado los datos
correspondientes en el protocolo de respuestas.
Durante el examen, el profesional que aplica el
instrumento debe estar atento a que las respuestas
se vayan dando según las instrucciones y
adecuadamente al material utilizado y al recoger el
material debería comprobar que se han completado
todos los datos pedidos y la mayoría de los
elementos, pues una prueba incompleta puede
invalidar todo el esfuerzo de la aplicación.
En el protocolo de respuestas existen 9
columnas destinadas a cada zona de conflicto; para
ello debe seguir en una secuencia horizontal al emitir
sus respuestas. Las instrucciones a seguir para la
aplicación son las siguientes:
3.2. Normas de calificación
Es normal en todo instrumento psicométrico
disponer de un procedimiento para convertir las
respuestas dadas a los elementos en puntuaciones de
la variable o variables que mide dicho instrumento; a
este procedimiento se le conoce como calificación,
corrección y puntuación.
En el caso del cuestionario de Percepción de
Conflictos de Pareja (PCP), las respuestas dadas por
una persona a los ítems se corrigen y puntúan
fácilmente; el proceso es sumativo por cada columna,
proceso que podría exigir entre 3 a 5 minutos por
persona examinada. Este proceso permite obtener las
puntuaciones directas, las derivadas (en eneatipos,
percentiles o cualquier otra escala típica), el perfil
gráfico y un informe con comentarios sobre la
interpretación de los resultados.
Todos los reactivos se han elaborado con una
direccionalidad positiva, es decir, a mayor puntaje,
mayor presencia de la zona de conflicto.
Los ítems se califican con puntajes de 4 a 1; es
decir a mayor puntaje mayor acuerdo o aprobación al
INSTRUCCIONES: A continuación se presentan
enunciados que describen situaciones cotidianas
de la relación con su pareja, esposo (a), cónyuge o
conviviente. Por favor lea cada enunciado y
marque su respuesta en el protocolo que se
adjunta, de acuerdo a sus sentimientos y
opiniones. Verifique que sus repuestas coincidan
con la numeración del enunciado. Tiene cuatro
alternativas: Siempre (4) Casi siempre (3) Casi
nunca (2) Nunca (1). Siga el orden de los reactivos
al momento de responder.
24. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 24
contenido del ítem y a menor puntaje menor mayor
acuerdo o aprobación al contenido del ítem. Se
puntúa cada ítem y luego se escribe el Puntaje Directo
(PD, en la parte final de la columna por cada escala,
de modo que se pueda identificar el factor
predominante en la percepción que tiene el evaluado
(a) sobre los conflictos de pareja. Seguidamente se
suman los Puntajes Directos de cada una de las zonas
de conflicto, para establecer el Puntaje de la Escala
General (PG)
Luego, se convierten estos Puntajes Directos
(PD) en Puntuaciones Percentiles y eneatipos, para
luego graficar el perfil y determinar así el predominio
de la zona de conflicto
3.3. Normas de interpretación
La interpretación de los resultados, requiere
una comprensión general de la percepción de los
conflictos existentes en la relación actual de una
pareja. Cuando esto ocurre, los resultados obtenidos
son fáciles de interpretar. Se debe tener en cuenta
para una buena interpretación la hoja de perfiles para
identificar el nivel en el que se ubica la pareja, así
mismo se tomaran en cuenta las puntuaciones
(percentiles) obtenidas en cada una de las áreas.
Se entiende que los puntajes eneatipos 7, 8, 9,
indican presencia de conflictos. En tal sentido se debe
realizar la interpretación y verificar el grado de
acuerdo o desacuerdo que tienen los miembros de la
pareja, en sus perfiles. Cuando existe coincidencia en
los hallazgos, (ambos coinciden en percibir las zonas
de conflicto, mejoran las posibilidades para la ayuda
terapéutica; a mayor discrepancia, menos
posibilidades de armonizar la relación. (Cada uno ve
desde su óptica).
Las siguientes tablas ayudarán al análisis
interpretativo de los hallazgos y pueden ser utilizados
al momento de brindar los resultados en una
perspectiva explicativa y de orientación.
La tabla 2, hace referencia a la descripción de
cada uno de las zonas de conflicto, tomando en
cuenta los puntajes enea típicos. Eneatipos 7, 8,9
(Evidente presencia de conflictos) Eneatipos 4, 5,6
(Conflictos dentro del rango normal) Eneatipos 1, 2,3
(Ausencia total de conflictos)
La tabla 3, enfatiza en la descripción y análisis
de la escala general, tomando en consideración las
puntuaciones percentilares.
25. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 25
Tabla 2.
Análisis Interpretativo de los factores del Cuestionario de Percepción de Conflictos de pareja.
ZONAS DE CONFLICTOS INTERPRETACIÓN: ENEATIPOS: 7,8,9
Doméstica y de crianza Desacuerdo en los estilos de crianza del/os hijo/s, cuidado, tareas escolares y
hábitos; indiferencia o rigidez ante sus conductas. Dificultades en la distribución de
tareas del hogar, falta de equidad y apoyo mutuo.
Económica Desacuerdos originados por el manejo y distribución del dinero, priorizar las
necesidades y diferenciar de los gastos superficiales. Actitudes frente al ahorro,
independencia y compartimiento en el manejo económico.
Hábitos personales Comportamientos que cada miembro de la pareja asume y genera malestar o
incomodidad en el otro, como en la alimentación, bebidas, costumbres, o
manifestaciones personales que generan discrepancias entre los cónyuges.
Familia Colateral Desacuerdos ocasionados por el tipo de relación con la familia o parientes del
cónyuge (padres, abuelos, hermanos, hijos, otros) cambios generados desde el
inicio de la relación en las visitas, paseos, reuniones de esparcimiento, tipo de
interacción y tolerancia hacia la familia del otro.
Intereses Pérdida de interés por las actividades de ocio que al inicio de la relación ambos
disfrutaban, tales como de paseos, deportes, juegos, pasatiempos, entre otros.
Desinterés y poca disposición para acompañar o compartir en los hobbies de su
pareja.
Intimidad sexual Desacuerdos e insatisfacción en el plano sexual, afectivo-emocional, en la calidad
en complacencia mutua. Desinterés en la vida íntima-sexual. Problemas de
infidelidad o conflictos no resueltos.
Social Desacuerdos y conflictos por la relación con amigos o conocidos, sea en el ámbito
laboral de recreación o esparcimiento. Interferencias en los vínculos sociales de
cada miembro de la pareja, que al inicio de la relación disfrutaban mutuamente.
Metas Incompatibilidad y desacuerdos para tomar decisiones en los proyectos a futuro;
sea para los hijos (estudios, colegios, otros.), viviendas, adquisición de bienes y
materiales, entre otros. Ausencia de planes a futuro,
Manejo de Celos Discrepancias permanentes debido a la presencia de celos que no son abordados
sinceramente entre los miembros. Problemas de infidelidad que no han sido
resueltos; sentimientos de pérdida o abandono de su pareja por la intromisión de
otro/a.
26. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 26
Tabla 3.
Interpretación de la Escala General de Percepción de Conflictos de Pareja (EPCP) varones y mujeres
adultos, tomando como referencia los percentiles obtenidos por los evaluados.
PERCENTILES CATEGORIAS
90-99
Evidente insostenibilidad de relación entre los cónyuges, a razón de los continuos
desacuerdos, enfrentamientos, los cuales pueden llegar incluso a la agresividad y
violencia dentro del hogar. Incompatibilidad de caracteres entre los cónyuges, lo cual
predispone a una inevitable ruptura de la relación y posterior separación definitiva.
75-89
Alto grado de experiencias conflictivas en la relación de pareja. Pronostico desfavorable
sobre la situación marital del evaluado (a), la cual es consciente de que a pesar de la
existencia de sentimientos hacia su pareja, muchos de los problemas que se han
generado son irremediables. Discusiones constantes dentro del hogar, que imposibilitan
la convivencia.
50-74
Presencia moderada de conflictos de pareja. Evidente falta de comunicación y
comprensión entre los cónyuges. Necesidad de solicitar ayuda especializada que les
permita solucionar los problemas presentes, evitando así que estos lleguen a agravarse
con el tiempo, y que se haga previsible la existencia de un mutuo resentimiento entre
ambos.
25-49
Bajo riesgo de experiencias conflictivas en la relación de pareja. La interacción y relación
que el individuo establece con su pareja es por lo general adecuada, por lo que son
pocas las circunstancias que predisponen a que existan desacuerdos, inconvenientes o
desavenencias dentro de su relación. Ello significa que el evaluado presenta problemas
mínimos y de baja intensidad, como el común denominador de todos los matrimonios.
24 a menos
Ausencia total conflictos de pareja. Riesgo inexistente de llegar a experimentar
desacuerdos con su pareja. Evidente armonía, comunicación y felicidad dentro de la
relación conyugal, así como la existencia de un adecuado consenso en la forma de cómo
educar a los hijos.
27. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 27
IV. JUSTIFICACIÓN ESTADÍSTICA
4.1 Población y Muestra
Para los estudios de confiabilidad y validez de
la escala se determinó el tamaño muestral a través del
muestreo aleatorio simple, aplicando así la prueba a
150 adultos de la ciudad de Trujillo. Y 150 de la ciudad
de Chiclayo, una edad promedio de 39.5 en los
varones 35.8 en las mujeres.
Tabla 4:
Muestra aplicada a adultos en las ciudades de Trujillo y Chiclayo, según los factores edad y género.
Trujillo Chiclayo
Edades Hombres Mujeres Subtotal Porcentaje Hombres Mujeres Subtotal Porcentaje
30 -34 15 19 34 22.6 22 30 52 34,7
35-39 18 28 46 30.67 14 21 35 23,3
40-44 23 18 41 27.33 16 15 31 20,7
45 a + 15 14 29 19.3 18 14 32 21,3
Total 71 79 150 100% 70 80 150 100%
Fuente: Datos alcanzados en el estudio
Para la elaboración de las normas se aplicó el
instrumento a una muestra de 1805 sujetos entre
varones y mujeres de las ciudades de Trujillo y
Chiclayo.
Tabla 5:
Muestra aplicada a adultos en las ciudades de Trujillo y Chiclayo, según los factores edad y género.
Lugar de origen Hombres Mujeres subtotal Porcentaje
Trujillo 485 720 1205 66,8
Chiclayo 265 335 600 33,2
Total 750 1055 1805 100%
Fuente: Datos alcanzados en el estudio
4.2. Confiabilidad y Validez
4.2.1. Confiabilidad
La confiabilidad de una prueba psicológica se
define como la consistencia o estabilidad de una
medida; es decir, es el grado en que una serie de
medidas está libre de varianzas de error al azar.
Operacionalmente establecemos la fiabilidad
obteniendo la correlación entre dos series
equivalente de medidas de una serie de sujetos. La
buena fiabilidad de una prueba exige controlar lo
mejor posible las condiciones externas que pueden
influir en las puntuaciones y las condiciones internas.
No existe una fiabilidad perfecta, por ser imposible
controlar todas las fuentes de error.
En un primer momento, se determinó la fiabilidad a
través del método de las mitades, utilizando la
fórmula de producto momento de Pearson y
corrigiendo los resultados obtenidos por medio de la
fórmula de Spearman Brown, en una muestra de 150
adultos, con una relación de pareja de 2 años a más.
28. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 28
Tabla 5:
Coeficiente de fiabilidad de la PCP según indicadores alcanzados utilizando el método de mitades;
aplicando la fórmula de Pearson y corregido con Spearman Brown
Indicadores Pearson Spearman Brown
Doméstica y de crianza 0.53 0.69
Económica 0.89 0.92
Hábitos personales 0.79 0.87
Familia colateral 0.72 0.85
Intereses 0.54 0.70
Intimidad sexual 0.45 0.62
Social 0.89 0.94
Metas 0.39 0.56
Manejo de celos 0.69 0.82
Fuente: Datos alcanzados en el estudio
Se aprecia coeficientes de fiabilidad
bastante buenos lo que garantiza su uso y
aplicación en poblaciones similares a los sujetos
de la muestra
4.2.2. Validez
La validez de una prueba se refiere al grado
en que el instrumento mide correctamente aquello
que pretende medir para el uso correcto a que desee
aplicarse. En tal sentido la validación, es el proceso de
recopilación y valoración de la evidencia de validez
(Hernández y otros, 2000: 184). Para determinar si los
reactivos son válidos o no validos se utilizaron dos
tipos de validez:
Validez de Contenido
Para precisar la validez de contenido, de la
EPCP, recurrimos a la técnica del criterio de Jueces.
Esta técnica consistió en proporcionar el cuestionario
a la opinión de jueces: 05 Psicólogos con
conocimientos y experiencia en el tema clínico,
terapia familiar y de pareja los cuales aprobaron
únicamente 169 ítems, los mismos que fueron
sometidos al procesamiento estadístico para
determinar la validez. (Ver tabla 6)
Validez de construcción
La validez de un instrumento está destinada a
demostrar cuan exitoso y eficiente es un instrumento
en la medición de un constructo que está diseñado a
evaluar. No existe un modo absoluto de conocer si un
instrumento mide completamente un constructo,
dado que el constructo no puede ser perfectamente
medido por cualquier medio (Ugarriza 2003). Sin
embargo, uno desea demostrar que existe un número
suficiente de estudios que utilizando diversas
metodologías presentan la evidencia con que el
instrumento mide de manera adecuada el constructo
para el que fue diseñado. (Ver tabla 7).
29. ___________________________________________________________________________________________
PERCEPCIÓN DE CONFLICTOS DE PAREJA EDMUNDO ARÉVALO LUNA 29
Tabla 6:
Validez de contenido en Porcentajes y por Zonas Criticas
Fuente: Datos alcanzados en el estudio
Se aprecia en la tabla 6, que la mayoría de los jueces coincidieron en las opiniones acerca de la
pertinencia de cada uno de los reactivos y los indicadores.
Tabla 7.
Coeficientes de validez del cuestionario de PCP-EAL, a través del método de ITEMS –TEST, en una
muestra de 300 hombres y mujeres de las ciudades de Trujillo y Chiclayo.
Fuente: Datos alcanzados en el estudio
Los coeficientes de validez alcanzados en el estudio indican la exactitud en la medición de la variable,
se aprecian coeficientes que oscilan entre 0,309 a 0,608.
4.4. NORMALIZACIÓN
En el proceso de baremación se aplicó la
prueba a una muestra de 750 varones y 1005
mujeres, No se hallaron diferencias significativas
en los factores edad ni lugar de origen. Se
elaboraron 4 baremos con puntuaciones
percentiles y eneatipos, dos para varones y dos
para mujeres.
Juez Domést.
Crianza
Económ. Hábitos
personales
Familia
colateral
intima
Sexual
Interés Social metas Manejo
celos
N° 1 86% 92% 81% 100% 51% 91% 76% 87% 100%
N° 2 85% 78% 83% 95% 75% 65% 100% 92% 95%
N° 3 91% 87% 86% 85% 81% 75% 83% 87% 85%
N° 4 72% 76% 84% 71% 87% 81% 91% 89% 71%
N° 5 83% 90% 80% 81% 84% 69% 78% 86% 81%
Total 83.4 84.6 82.8 86.4 75.6 76.2 85.6 88.2 86.4
N°
reactivos
DCH ECO HAP FACO INTE ISEX SOC MET MCEL
r r r r r r r r r
1 ,457 ,368 ,592 ,598 ,550 ,542 ,534 ,475 ,584
2 ,427 ,519 ,584 ,513 ,654 ,438 ,465 ,545 ,518
3 ,544 ,407 ,518 ,653 ,652 ,499 ,569 ,542 ,669
4 ,589 ,445 ,669 ,650 ,570 ,613 ,654 ,463 ,494
5 ,640 ,663 ,494 ,494 ,442 ,637 ,557 ,463 ,435
6 ,534 ,487 ,435 ,435 ,447 ,522 ,495 ,588 ,654
7 ,555 ,400 ,572 ,572 ,487 ,608 ,560 ,579 ,652
8 ,459 ,659 ,309 ,653 ,683 ,445 ,512 ,591 ,570
9 , 547 ,456 ,387 ,423 ,418 ,456 ,513 ,487 ,512