SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 15
Descargar para leer sin conexión
1
2
ELUCUBRACIÓN
Novela
YECID AMÉZQUITA BALDIÓN
Ediciones Amézquita
2017
3
:
© 2017
Ediciones Amézquita
Bogotá D.C.
Colombia
Cubierta: Yecid Amézquita Baldión
Primera edición: mayo 2017
ISBN: 968972267-0
Email: yamezquita569@gmail.com
Diagramación e impresión electrónica
Ediciones Amézquita
Tel: 7609563
Bogotá D.C.
Mayo de 2017
Impresión electrónica en Colombia
No está permitida su reproducción total o parcial por cualquier medio, ya sea
electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos sin
permiso previo y aviso del titular.
4
Obituario
Todo este tiempo entrando y saliendo por esta puerta, imponente, temperamental,
con carácter y personalidad, me gusta asociarla con los cofres fúnebres por saber
que su madera fuerte sirve para guardar el equilibrio entre la opulencia y la miseria.
Por supuesto ella nada tiene que ver conmigo, siempre mustia, guardando los
secretos más recónditos de este consultorio y por supuesto los míos no son la
excepción.
Soy yo y la fatiga de una consulta tras otra, contando y recontando lo íntimo de mi
vida, pero hoy presiento y creo, todas las perversidades de mi vida ya sabidas por
este asexuado diván, llegaran a su fin.
Si pusiera en una balanza al diván y al doctor, este cuadrúpedo asiento razonaría
mejor que aquel hombre sapiente y sereno porque ha sentido mí sufrir, me ha visto
clamar al doctor por ayuda, el todo lo sabe, hasta la evacuación de mis esfínteres
en los momentos pico de mi estrés y hasta me ha sabido perdonar.
Toda historia tiene un final, bueno o malo pero lo tienen también las últimas
sentadas, acostadas y también las paradas que dediqué a acondicionar mi belleza.
Esta relación de afecto siento que debe terminar, no importando si fue parte de la
solución de mí conflicto. Alguien me ha dicho en sueños que esta trilogía debe
terminar.
Veo al que ha sido mi loquero por mucho tiempo y pienso, ¿el también sufrirá
trastornos de la personalidad o en su defecto depresión o angustia?
Sentado en su escritorio, concentrado, escarba en sus historias clínicas las oscuras
conclusiones a las cuales no pudo llegar Freud. Absorto, metido en un remolino de
pensamientos de nosotras las personas especiales a las cuales él debe tratar
creyendo que puede remendar los pedazos de alma perdidos en la infancia o, en
cualquier otra etapa de nuestras vidas. ¿Seremos los incomprendidos? o mejor aún,
¿los parias de Dios? esa es la disyuntiva.
Recostada en el diván posando como una “top model”, pienso “este doctor es la
piedra angular con la cual cuadraría todos mis problemas”. Que ilusa, mas no
importa es mi gran mentira. Lo observo como recorre con la mirada cada uno de los
objetos del consultorio, tal vez, algunos le traigan buenos, malos o ningún recuerdo,
pero esto hace parte de la gimnasia mental realizada diariamente; él lo hace antes
de escuchar toda esa cantidad de mierda cerebral depositada por cada uno de
nosotros.
5
Somos el contaminante social, siempre estamos destilando porquería sobre él y
sobre quien nos toque. Ahora, no nos vengan a salir con el cuento chino que somos
excéntricos y nos enjaulen como a animales exóticos. Todo este síndrome social
está dado simplemente por visitar al psiquiatra de moda, sin embargo le hacemos
creer a ese deprimente círculo de amigos que si lo somos, para no ser tratados
como a locos.
Este doctor con psicología inversa nos ha hecho descubrir nuestro verdadero
masoquismo. Es el pago de enfrentarnos a una extraña irrealidad.
En este momento de reflexión me digo “cuándo entenderemos si no hubiese sido
mejor haber viajado a las Bahamas, o, a cualquier isla del Caribe. Ir a otra parte del
mundo hubiese sido mejor que estar aquí. Lo importante es sacar aquello que nos
agobia nos oprime y nos consume hasta la última respiración.
Cuánto me gustaría volar lejos y no saber de estas terapias medicamentosas, me
exacerban la ulcera y el ánimo. Descansando de seguro allanaría esos vericuetos
mentales, esos intríngulis del alma que me mantienen atado a mi quimérica realidad.
Otra ventaja de aislarme de estos episodios, seria olvidar como este doctor resulto
ser una referencia telefónica dada por algún maniático sexual. Existe un punto
convergente entre el ego y yo: Este doctor me escucha con ese sentido morboso de
la curiosidad profesional, pero más allá de eso lo debe excitar el intrincado laberinto
de mi vida sexual.
Nosotros sus pacientes hemos logrado envolverlo en ese maldito mundo fetichista
producto del dinero y del placer, y él lo hace para poder satisfacer cualquiera de sus
debilidades para volverla adicción. Considero que esto no deja de hacernos menos
miserables y más perversos que él, hasta hemos logrado mantener una simbiosis
perfecta, como aquella relación fecunda entre el bandido rebuscador y la puta
callejera. Nunca sabremos cuál de los dos es más dependiente.
Tomando un breve descanso, el doctor enciende su pipa, realiza una pequeña
caminata del escritorio hacia el baño, sonriendo pienso que debe estar haciendo
una pequeña reflexión para saber cómo mamarle gallo a mi problema y así tomar
una decisión.
Al verlo venir, coloco el dedo índice sobre mis labios y muevo rítmicamente mis
caderas de una forma circular. Tratando de llamar su atención, coloco mi otra mano
sobre mi área púbica.
Recostada en el diván, en esta posición sensual, disimuladamente observo, como
recorre mi cuerpo de arriba abajo. Carraspeando suelta una sonrisa maliciosa al
pasar su mirada por mi vientre. Quito nerviosamente mi mano de esa zona y pienso:
¿“estará más prominente que de costumbre”? ¿Sentirá cómo le insinuó mis
encantos? o ¿será mi volátil imaginación?
Hago una mueca burlona y trato de desviar su atención y sonreír con mayor libertad.
6
El doctor con voz grave, tal vez por ser consumidor consuetudinario de pipa, me
saca abruptamente de mis conjeturas llamándome por mi nombre.
Señorita Gabriela. -Lánguida respondo con voz acaramelada - -Si, dígame doctor.
Le recuerdo que hoy daremos comienzo a las últimas sesiones terapéuticas ¿de
acuerdo?
¿Usted cree que ya estoy curada doctor? Todo depende de ti y solo se sabrá hasta
la última sesión, ¿de acuerdo?
-Tratando de ubicar sus objetos de trabajo, toma la grabadora en la mano izquierda
y, una libreta de notas en la otra mano-.
Hurgando con ansiedad en los cajones del escritorio, buscando no sé qué cosa,
escucho un fuerte chasquido, al levantar la mirada veo como comprime fuerte los
maxilares. Vuelvo y conjeturo ¿será que en el fondo le inquieto a este doctor?
Escucho el crujir de algo en su boca, el mirándome con cierta timidez dice: Ah…, es
el lápiz, estaba tratando de ubicarlo, y ahora lo guardo entre mis maxilares un poco
destrozado para que no se vuelva a refundir.
- Haciendo un esfuerzo por liberar su estupidez, dice con sonidos poco audibles- .
Debo pedir una cita al dentista.
- Hago una mueca burlona y al estar entretenida en el acondicionamiento de mi
nuevo brasier sólo atino a responderle de una forma un poco disparatada-.
No necesita un dentista, usted requiere un tratamiento urgente contra el retraso
mental debido a su microcefalia, pero si lo desea le puedo recomendar uno que
conozco algo chiflado por atreverse a escribir novelas pero a lo mejor es buen
dentista.
-El doctor me mira perplejo, tal vez mi respuesta lo deja un poco desconcertado y
para eludirme deja escurrir su mirada entreteniéndola en mi busto pecaminoso-. En
seguida sube su mirada con el fin de confrontarme, al darse cuenta que estoy un
poco sonrojada me dice: no quiero entrar en discusiones desgastantes mejor
continuemos con nuestro trabajo.
Tratando de llamar mí atención hace tronar los dedos de la mano izquierda muy
cerca de mi oído, el muy vivaz me hace despertar de mi distracción, diciéndome:
veamos señorita, retomando el curso de tu historia clínica, quiero explicarte cada
uno de los sentimientos erróneos desarrollados por ciertas personas que están
condicionadas por pensamientos perversos. Gabriela no te angusties, debo
“venderte” cualquier ilusión, sólo debes creerla y pedirla en tu corazón.
7
¿Si? ¡De eso está hecho lo real! ¿No tiene algo mejor que ofrecer? ¡Mercachifle!.
No te incomodes el mundo siempre ha estado buscando con delirio inverosímil su
peculiar grandeza, en esa lucha estéril por abandonar lo material. Tú sabes que el
hombre ha asumido lo tangible como su propio Dios llevando baratijas materiales
colgadas a su miseria.
Por ejemplo. -Preguntó Gabriela. El doctor contestó: Los pecados capitales.
¿Pecados capitales? esos son inventos de los curas, o me va a juzgar como en la
inquisición, además he sido siempre pecadora. Las idioteces utilizadas para
amedrentarme siempre serán ganancia y nunca lograra asustarme.
-Colocando la mano en se barbilla respondió pausadamente-. Mejor repasemos tu
problema de nuevo ¡Te escucho! Ya sabía que eso iba a suceder -susurro Gabriela-
.
Con una forma de adornar su insolencia el gritó: No, otra vez, no por favor hazlo,
es por tu bien. Está bien pero no se enoje mi aciago doctor.
El ruido sacudiendo mi cabeza estremece mis neuronas. Esos destellos crecen, se
agigantan me observan de adentro hacia afuera, fragmentando mi estructura
mental, esos duendes se hacen burlones, me persiguen me ordenan, distribuyen
todos mis placeres para hacerme sentir bien, no desconocen el mal, me hacen
convivir con él. Han organizado mi vida de una forma inverosímil, al aumentar mi
dolor acrecientan su placer.
¿Cómo explicas eso?, ¿hablas de alguien en especial? y, ¿de cuál placer?
Para mí son espíritus, conformando un cóctel de plagas.
¿Te sientes poseída?
Usted es la panacea para mi agobiado espíritu, entonces dígamelo.
-Eludiendo la mirada y a la vez la respuesta el doctor respondió con otra pregunta-.
Hablando de cocteles ¿eres adicta al alcohol?
¡Si, Idiota ¡ al etílico, mezclado con los barbitúricos que usted formula.
¡Eso puede ser malo!, además peligroso. ¡No, pues, me hizo sentir miedo! Existen
cosas malas, dolorosas, despreciables, pero si algún ser abominable le da por
experimentar formulas perversas sobre los más débiles e indefensos, ¿es un juego
de niños?
No, no lo es, ahora entiendo, tanto dolor físico hizo metástasis en tu alma, por eso
vuelvo y te pregunto ¿crees estar poseída?
8
Oh…, eso es semántica para usted, y si lo quiere saber, si estoy poseída, por un
gran espíritu de diva, pero déjeme decirle, ese no es el punto.
Ah, sí, entiendo, ¿entonces cuál es?
Me deprime saber cómo su patética sociedad rechaza a esta sutil mujer y acepta de
una forma indirecta a esos seres lujuriosos con personalidades sadomasoquistas.
Ah, ya voy entendiendo, perteneces a un club en especial.
¡Sí!, al de la infamia.
¿Alguien en especial te causo dolor? y si es así ¿debería ser ejecutado?, ¿eso
quieres decir?
No, por el contrario, deben ser llevados a centros de rehabilitación para recibir ayuda
psicológica, o me dirá, ¿es orientación al confuso pervertido? Así, obtendrán las
garantías para ser tratados como enfermos.
No entiendo, se mas explicita.
La violación es un acto despreciable, ¿no es así? Pero mejor no responda, yo se lo
diré: Esta claro si es despreciable, todos me desprecian por ser como soy, es el
submundo del “anormal” tratando de meter un alma femenina en un cuerpo
“musculoso”. Soy burla de “barones” estos me observan con suspicaz morbo libido,
soy la envidia perversa de “señoras” incompetentes para cuidar su hombre de papel.
Doctor. ¿Esto es malo o perverso? – Gabriela recrimino’ con sarcasmo-.
Hablas de tus flaquezas con un alto sentimiento de dolor. Al oírte hablar así siento
en ti un miedo autodestructivo.
¿De mis flaquezas habla usted? también lo decía aquel sacerdote del barrio. Más
la única diferencia encontrada entre él y yo fue su falda larga y oscura como sus
acciones.
¿Tú usabas faldita corta y de colorines?
No, pantaloncitos calientes, mequetrefe.
Carraspeando dijo: ah, está bien, continúa, háblame de tu curita.
No era mi curita, era el asesor espiritual de la feligresía de mi barrio estrato seis.
Esta, bien, sigue.
-Bajando la cabeza con la mano en la boca mascullo el doctor-. Que loca tan
aburridora.
9
Los primeros días mi madre me obligaba a ir a su “santa misa” a escuchar una
perorata sin principio ni fin. A la hora de la comunión era empujada prácticamente a
la fuerza para pasar al frente de su “santidad” En el momento de recibir la hostia yo
le decía: padre no me he confesado, a lo cual el respondía: “No importa mi pequeño,
ya te he perdonado pero tienes que venir más seguido a mi confesionario privado,
tu sabes, si allá en la casa cural”.
¿No te disgustaban esos encuentros furtivos?- preguntó el doctor-
¡Si!.¿Entonces? Esa era mi venganza.
Ah, ya continúa.
Después de un tiempo perdí el pudor e iba sola a su confesión privada, me ofrecía
esta vida y la del más allá y algo del sucio dinero que iría a las arcas del vaticano.
¿No le ofreció ser su acolito?
También, el de su entera confianza, más no lo hice por celos con los otros
candidatos.
¿A, miss Teen?
Llámelo como le dé la gana, pero por favor déjeme continuar.
Bajando la cabeza apenada dijo el doctor:
Sigue por favor.
Mi última sesión de “exorcismo” fue en el confesionario del templo. El blandiendo un
crucifijo en sus manos, trataba de absolverme de mis pecados con la condición de
irnos otra vez al infierno. ¡Diablillo!.
Él en su casilla de confesión, por cierto muy oscura y tenebrosa ubicada en una
parte escondida del templo, me confrontaba con mi “pecado” una y otra vez,
tratando por todos los medios de hacerme creer en mi culpabilidad.
Repetía y repetía, “si no te arrepientes serás anatema”. Lo decía en forma constante
y obsesiva. Sus ojos saltones parecían estar fuera de sus órbitas. Observándolo
por la ventanilla de su confesionario, el exprimía compulsivamente sus genitales.
¿Era tu inquisidor afectivo, en plena modernidad?
Él en ningún momento quiso la salvación de mi alma, sólo deseaba ardientemente
escuchar la narración morbosa de mis acontecimientos pasados.
¿De tus delirios pasionales?
10
¡No me interrumpa! ¿Me dejara vomitar mi dolor?
-Apenado el psiquiatra me pidió con vehemencia la continuación de mí relato-.
Conforme iba narrando los hechos de mi violación, el jadeante, con su respiración
entrecortada me pedía, luego exigía. Me decía lastimeramente: continua bebe,
continua para poder absolverte de tus pecados o te iras al “infierno” por último,
quedando exhausto se dejaba hacer sobre el butaco.
¿Deseó salir corriendo?
A decir verdad, me placía verlo retorcerse en el piso como un vulgar reptil.
¿Quería el jugar con tu adrenalina?
Realmente, no lo creo, quería jugar con mis hormonas femeninas, hasta ese
momento empezaba a aplicármelas.
Ah entiendo, sigue.
Pudo más la curiosidad, mi voyerismo me hizo vencer al miedo y segregar
testosterona. Al mover la cortina del confesionario, vi una amalgama del prohombre
espiritual, revuelto entre lágrimas y su pegajoso exudado de miseria adherido a su
sotana. ¿Qué explicación le da a eso doctorcito?
Son sentimientos de culpa, los cuales lo mantienen preso entre lo profano y lo
divino.
O sea, ¿entre lo marica y lo religioso?
No he dicho eso. Son personas ocultando su verdadera identidad bajo los hábitos
de una religión.
Entonces ¿él era marica antes de ser cura?
¡Tampoco he dicho eso! Mejor continuemos. Pero…Dime ¿te gustaba ese reptil
ponzoñoso, lo disfrutabas?
Dejando escapar una sonrisa de mujer vacilante y coqueta, mirándole fijamente a
los ojos, con malicia respondí: sí, ¡mucho! El miedo me excita, pero antes de
dejarme devorar, tomé la decisión de confrontarlo en sus terrenos.
Eso suena interesante, continúa.
Utilizando la magia de un espejo, lo desafié a tomarlo en sus manos. Hilarante, le
grité: quiero que se observe detalladamente, pedófilo miserable. Al ver el grado de
histeria, sumado al escándalo frente a su membrecía, no teniendo opción lo recibió.
Llorando histérica le grité: es necesario que se vea en su funesta infancia, allí
11
observará a su sádico padrastro golpeando a tu madre, y más tarde abusando de
quien sería el “representante de Dios en la tierra”.
Le gritaba y le gritaba formando un eco con mi voz chillona por ser adolecente. Todo
ese ruido se multiplico en la nave de la iglesia, formando todo un alboroto, los
feligreses absortos miraban hacia el confesionario.
No te exaltes me dijo en voz baja el psiquiatra y llamando a gritos a la secretaria
exclamo: Ivonne, por favor tráenos agua.
Ahora toma agua despacito. -Extendiendo su brazo, el psiquiatra colocó el vaso
cerca de mi mano.-
El hambre humilla, corroe, falsea conciencias. Las personas se unen en
determinadas circunstancias por necesidad, el amor no existe, es un trueque.
Dejando el vaso sobre el escritorio, Gabriela continúo su relato.
Él temblaba y lloraba, vi su rostro desencajado, el reflejo de su cara en el espejo lo
espantó, llegué a pensar “como este hombre de Dios dejo entrar el demonio,
tomándolo por sus bajos instintos hasta lograr poseerlo”. ¿Entendió doctor?
-Sacando bocanadas de humo, con la pipa en la mano derecha solo hizo un
murmullo dubitativo –
Mejor sigue, por favor.
Lanzando el espejo con tanta fuerza fue a parar a las graderías, cerca al atrio de la
iglesia.
Ese rostro apacible y fresco de seminarista, desapareció instantáneamente,
reflejando en su cara una mezcla de amargura y pánico. Un viento fuerte se
arremolinó a su alrededor expulsando al sacerdote del templo, era un torbellino,
después la furia del viento lo volvió un “huracán”, levantándolo del piso lo estrello
en las ramas de los árboles.
No entiendo como ocurría este fenómeno, las hojas de los árboles se arremolinaron
formando una nube espesa como la niebla. El cielo ensombrecía poco a poco, lo
extraño, solo se vio y se sintió en ese lugar. Unos curiosos, sombrilla en mano
mirando al cielo cuchicheaban sobre un eclipse solar. Otros hablaban del fin del
mundo. Atónitos quedamos al oírlo gritar en griego o tal vez en latín.
Tanto era el esfuerzo por articular palabra, comprimiendo vocales con sílabas
formaba un galimatías. Sus últimas frases eran “graznidos”, al dejar salir el aire con
fuerza expulsaba una mezcla en descomposición de moco con sangre.
12
Con los ojos alucinados, miraba hacía el templo; en un acto de contrición blandía el
crucifijo como queriendo protegerse de su enemigo imaginario.
Insistente señalaba hacia el campanario, ubicado en la parte alta de la torre del
templo, quería arrojarle el crucifijo, pero por más intentos e intentos que hizo este
seguía adherido a su mano.
En un acto de desesperación, huyo gritando del lugar, con tanto frenesí daba
gigantescas zancadas mirando hacia atrás sacudía su cabeza con fuerza como
queriendo dar una negativa a lo sucedido.
El no tener orientación le hizo perder el equilibrio, rodó con fuerza, yendo a parar
bajo las llantas de un vetusto camión, muy destartalado por cierto, pasando rugiente
y veloz por encima de la humanidad del clérigo marica.
Respeto con los muertos por aquello del rabo de paja, no…, Gabrielita.
Así es doctor le terminare el refrán: no debemos arrimarnos a la candela.
Otra cosa simpática fue que nadie vio de donde salió ese camión, las calles siempre
estaban vacías.
Aun lo recuerdo como si fuera hoy. Primero se escuchó un chirrido y luego un
crujido: Después...,. La paz. ¡No fue triste! Sentí alegría al ver cómo se
desmembraba aquel cuerpo, fue un acto muy parecido al de un rompe cabezas al
caer de un piso muy alto. Difícil de armar ¿no cree?
Aquel día, observando su cuerpo destrozado, levanté la cara y mirando al cielo
como queriendo buscar una respuesta a mis deseos gritando pregunté: Dios ¿si
eres real y existes?, entonces llévate a este infeliz y deposítalo en el infierno, el con
su actuar siempre te negó. Hazle justicia Señor, se lo repetía incesante una y otra
vez.
Sentí frio recorriendo la espina dorsal, no sé si eran episodios paranoides pero
escuchaba como alguien me susurraba al oído y decía algo así como: “por mirar
atrás alguien se convirtió en estatua, no mires más.”
Sacudiendo los hombros para no poner mayor atención pensé que en mi conciencia
debía estar pasando esto por haberme metido con el diablo vestido de sotana.
Bueno, está bien no mirare.
Me alejé calle abajo, hasta no ver más la delirante multitud deseosa de linchar al
conductor. Sólo el eco dejaba escuchar un lánguido coro “han matado un santo”,
“han matado un santo”. Otros con desbordante fanatismo gritaban: ¡miren en su
santa mano hay un crucifijo humeante! Deben ser sus estigmas.
13
Le hare una pregunta doctor sabelotodo. ¿Se puede pedir la canonización? O ¿tal
vez la beatificación del santo milagrero?
Ninguna de las dos, eres satírico, es más, el del milagro fuiste tú, respondió el
psiquiatra, esgrimiendo una sonrisa bobalicona.
Continuando su discurso en forma de exhortación me dijo: Mira Gabriel, digo
Gabriela, son acontecimientos fortuitos de los cuales el ser humano no está exento
de sucederle, es más tú no eres la excepción, tienes la obligación espiritual de
perdonar y perdonarte.
-Volteando la cara hacia la pared el psiquiatra respiro profundo tratando de
encontrar sosiego en su color naranja. Dirigiendo la mirada hacia lo alto, busco la
ubicación del mosaico de graduación como una forma de distraer a la paciente-
El psiquiatra hablando entre dientes casi sin abrir su boca, con el fin de no ser
detectado le murmuró a sus compañeros de graduación. ¿Quién se creerá está loca,
siente ser la única sufrida? Pobre estúpida lagrimosa.
Doctor, disculpe debo interrumpir sus cuchicheos o ¿serán reflexiones? No escuché
con claridad las ambigüedades dichas a sus compañeros de clase, ¿puede repetir?
Ah no era nada que deba preocuparte. Como te venía diciendo el amor, el amor es
lo más lindo y sublime sin él la gente giraría como una rueda suelta.
No dejando terminar al doctor su disertación sobre el amor, enrojecida por la cólera,
producto de esta confusión Gabriela le dijo: qué respuesta más baladí, cargada de
sensiblería, casi lloro, más prometí no volver a hacerlo hasta encontrar quien pague
por estas lágrimas. Ah, verdad, los hombres no lloramos. O ¿sí? ¿No le parece
tierno, doctor?
Deja los sarcasmos y encara la vida. No te escondas detrás de esa falda. Por cierto
te sienta bien ese rojo carmesí.
Gracias doctor. Cree usted que hace juego con estas medias mallas de color negro
ya destiñéndose a morado.
A decir verdad tengo otros gustos. Parecen compradas en un mercado de baratijas.
Rompiendo en un llanto fingido Gabriela gritó: usted no me quiere. Usted es bisexual
y me acecha, ¿verdad doctorcito?
¡Doctor! A secas, y quien hace las preguntas, las analiza, las procesa y da las
respuestas soy yo.
-Mostrando cierto disgusto con la paciente continuó haciendo la exhortación-.
14
Esto no te hace bien, te mantiene alejada del placer de vivir con fuerza las cosas
simples de la vida, como por ejemplo disfruta de la naturaleza, o algo muy
importante como el esposo y los hijos. Te pregunto ¿Crees en los milagros, en Dios
en especial?
Mirando al doctor con desprecio Gabriela respondió: no, y no he encontrado al
hombre ideal para embarazarme, eso sí sería un milagro y en estas condiciones soy
una mujer estéril.
Ahora dime: ¿Sientes como si te acechara la muerte?
Convive conmigo, tenemos un gran parentesco. ¡La parca es mi comadre!
¿Cómo adquiriste ese parentesco necrofilico?
Ella, está más viva y más activa que los vivos. -respondió Gabriela con una fingida
sonrisa-
Tampoco eso te hace bien ni a ti ni a tu familia, me imagino que ellos han luchado
con denuedo por tú bienestar, hasta el punto de sobreprotegerte, perjudicando
enormemente el entorno social, quitándole posibilidades a unos para poder cubrir
en parte esa pobre megalomanía.
Gracias, es fortificante hablar con un imbécil como usted, su sutileza me cautiva,
tanto dinero he pagado para ser su conejita de indias, no me torture más.
-Halándose el cabello, tirada en el diván, solo gemía y sollozaba-.
Pensé: “otra vez el show mediático” tratando de calmarla le grite: señorita se calma
o llamo los paramédicos para conducirla al hospital para un posible confinamiento.
-Gimoteando gritó Gabriela-
No, no lo haga o moriré y si es así, mi muerte caerá sobre su conciencia como una
maldición, o mejor me deja contarle otra parte de mi triste historia.
Te calmas deja la gritería y empezamos de nuevo. O.K
Gracias doctor ¿usted me ama? , y si es así no sabe cuánto me alivia.
Eres mi paciente y por tanto te respeto. - dijo el doctor dándole la espalda-
Pero yo no puedo respetarlo.
15

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Actividad 1 tecnologia grado 6
Actividad 1 tecnologia grado 6Actividad 1 tecnologia grado 6
Actividad 1 tecnologia grado 6Jorge Castro
 
Para leerlo tres veces al dia por 30 dias
Para leerlo tres veces al dia por 30 diasPara leerlo tres veces al dia por 30 dias
Para leerlo tres veces al dia por 30 diasrocapio1987
 
Mama ya salio el sol copia
Mama ya salio el sol copiaMama ya salio el sol copia
Mama ya salio el sol copiaDavid Cadena
 
Capítulo X. Corazón de Marioneta Parte Final
Capítulo X. Corazón de Marioneta Parte FinalCapítulo X. Corazón de Marioneta Parte Final
Capítulo X. Corazón de Marioneta Parte FinalSiulManipura
 
Cuentos españoles del siglo xx
Cuentos españoles del siglo xxCuentos españoles del siglo xx
Cuentos españoles del siglo xxargantonius
 
Anthony de-mello---despierta-charlas-sobre-la-espiritualidad
Anthony de-mello---despierta-charlas-sobre-la-espiritualidadAnthony de-mello---despierta-charlas-sobre-la-espiritualidad
Anthony de-mello---despierta-charlas-sobre-la-espiritualidadDianny Capera
 
Tema 15 el esclavo
Tema 15 el esclavoTema 15 el esclavo
Tema 15 el esclavoFede Herrera
 
Reality transurfing tomo I
Reality transurfing   tomo IReality transurfing   tomo I
Reality transurfing tomo INagual Sur
 
Bucay, Jorge: El camino de las lágrimas
Bucay, Jorge: El camino de las lágrimasBucay, Jorge: El camino de las lágrimas
Bucay, Jorge: El camino de las lágrimasMugares
 
El esclavo resumen novela
El esclavo resumen novelaEl esclavo resumen novela
El esclavo resumen novelaIvan
 
75329481 101-historias-motivadoras
75329481 101-historias-motivadoras75329481 101-historias-motivadoras
75329481 101-historias-motivadorasPedro Pablo Pacheco
 
Agatha christie accidente
Agatha christie   accidenteAgatha christie   accidente
Agatha christie accidenteLucas Comando
 

La actualidad más candente (19)

Imagínate
ImagínateImagínate
Imagínate
 
Actividad 1 tecnologia grado 6
Actividad 1 tecnologia grado 6Actividad 1 tecnologia grado 6
Actividad 1 tecnologia grado 6
 
Para leerlo tres veces al dia por 30 dias
Para leerlo tres veces al dia por 30 diasPara leerlo tres veces al dia por 30 dias
Para leerlo tres veces al dia por 30 dias
 
Mama ya salio el sol copia
Mama ya salio el sol copiaMama ya salio el sol copia
Mama ya salio el sol copia
 
Mensaje de la jardinera, 24 julio 2012
Mensaje de la jardinera, 24 julio 2012Mensaje de la jardinera, 24 julio 2012
Mensaje de la jardinera, 24 julio 2012
 
Capítulo X. Corazón de Marioneta Parte Final
Capítulo X. Corazón de Marioneta Parte FinalCapítulo X. Corazón de Marioneta Parte Final
Capítulo X. Corazón de Marioneta Parte Final
 
18 anita blake flirt
18 anita blake flirt18 anita blake flirt
18 anita blake flirt
 
El Esclavo
El EsclavoEl Esclavo
El Esclavo
 
Renacer
Renacer Renacer
Renacer
 
Cuentos españoles del siglo xx
Cuentos españoles del siglo xxCuentos españoles del siglo xx
Cuentos españoles del siglo xx
 
El Esclavo
El EsclavoEl Esclavo
El Esclavo
 
Anthony de-mello---despierta-charlas-sobre-la-espiritualidad
Anthony de-mello---despierta-charlas-sobre-la-espiritualidadAnthony de-mello---despierta-charlas-sobre-la-espiritualidad
Anthony de-mello---despierta-charlas-sobre-la-espiritualidad
 
Tema 15 el esclavo
Tema 15 el esclavoTema 15 el esclavo
Tema 15 el esclavo
 
Reality transurfing tomo I
Reality transurfing   tomo IReality transurfing   tomo I
Reality transurfing tomo I
 
Bucay, Jorge: El camino de las lágrimas
Bucay, Jorge: El camino de las lágrimasBucay, Jorge: El camino de las lágrimas
Bucay, Jorge: El camino de las lágrimas
 
El esclavo resumen novela
El esclavo resumen novelaEl esclavo resumen novela
El esclavo resumen novela
 
75329481 101-historias-motivadoras
75329481 101-historias-motivadoras75329481 101-historias-motivadoras
75329481 101-historias-motivadoras
 
Agatha christie accidente
Agatha christie   accidenteAgatha christie   accidente
Agatha christie accidente
 
Risa
RisaRisa
Risa
 

Similar a ELUCUBRACIÓN

Similar a ELUCUBRACIÓN (20)

Un Ángel me acompaña
Un Ángel me acompañaUn Ángel me acompaña
Un Ángel me acompaña
 
La Maldad
La MaldadLa Maldad
La Maldad
 
Mi vida al desnudo
Mi vida al desnudo Mi vida al desnudo
Mi vida al desnudo
 
Terapia guion
Terapia guionTerapia guion
Terapia guion
 
ojitos angel.pdf
ojitos angel.pdfojitos angel.pdf
ojitos angel.pdf
 
9788433024626
97884330246269788433024626
9788433024626
 
ESCRITOS CECILIA.docx
ESCRITOS CECILIA.docxESCRITOS CECILIA.docx
ESCRITOS CECILIA.docx
 
En Mi Mundo Diferente
En Mi Mundo DiferenteEn Mi Mundo Diferente
En Mi Mundo Diferente
 
Guia para superar la ansiedad
Guia para superar la ansiedadGuia para superar la ansiedad
Guia para superar la ansiedad
 
El Síntoma
El SíntomaEl Síntoma
El Síntoma
 
CORDELIA TAROT.pdf
CORDELIA TAROT.pdfCORDELIA TAROT.pdf
CORDELIA TAROT.pdf
 
Teoría de la existencia
Teoría de la existenciaTeoría de la existencia
Teoría de la existencia
 
Imperfectas Zine #3 - Septiembre 2021
Imperfectas Zine #3 - Septiembre 2021Imperfectas Zine #3 - Septiembre 2021
Imperfectas Zine #3 - Septiembre 2021
 
Yo soy tu síntoma
Yo soy tu síntomaYo soy tu síntoma
Yo soy tu síntoma
 
Carlos Cuauht_moc S_nchez - Un grito desesperado.docx
Carlos Cuauht_moc S_nchez - Un grito desesperado.docxCarlos Cuauht_moc S_nchez - Un grito desesperado.docx
Carlos Cuauht_moc S_nchez - Un grito desesperado.docx
 
El sintoma
El sintomaEl sintoma
El sintoma
 
Algo tan trivial 1er cap
Algo tan trivial 1er capAlgo tan trivial 1er cap
Algo tan trivial 1er cap
 
EL ABZ DE UN DEMENTE
EL ABZ DE UN DEMENTEEL ABZ DE UN DEMENTE
EL ABZ DE UN DEMENTE
 
Política, historia y economía
Política, historia y economíaPolítica, historia y economía
Política, historia y economía
 
La vida es maravillosa
La vida es maravillosaLa vida es maravillosa
La vida es maravillosa
 

Último

PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptxPRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptxinformacionasapespu
 
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADCALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADauxsoporte
 
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFactores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFlor Idalia Espinoza Ortega
 
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteUnidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteJuan Hernandez
 
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuacortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuaDANNYISAACCARVAJALGA
 
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxOLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxjosetrinidadchavez
 
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en VenezuelaMovimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuelacocuyelquemao
 
RETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxRETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxAna Fernandez
 
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docxCeciliaGuerreroGonza1
 
Historia y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteHistoria y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteRaquel Martín Contreras
 
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPEPlan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPELaura Chacón
 
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscala unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscaeliseo91
 
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.José Luis Palma
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosCesarFernandez937857
 

Último (20)

Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDIUnidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
 
Razonamiento Matemático 1. Deta del año 2020
Razonamiento Matemático 1. Deta del año 2020Razonamiento Matemático 1. Deta del año 2020
Razonamiento Matemático 1. Deta del año 2020
 
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptxPRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
 
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADCALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
 
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFactores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
 
Power Point: "Defendamos la verdad".pptx
Power Point: "Defendamos la verdad".pptxPower Point: "Defendamos la verdad".pptx
Power Point: "Defendamos la verdad".pptx
 
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteUnidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
 
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuacortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
 
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
 
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia GeneralRepaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
 
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptxOLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
OLIMPIADA DEL CONOCIMIENTO INFANTIL 2024.pptx
 
Unidad 4 | Teorías de las Comunicación | MCDI
Unidad 4 | Teorías de las Comunicación | MCDIUnidad 4 | Teorías de las Comunicación | MCDI
Unidad 4 | Teorías de las Comunicación | MCDI
 
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en VenezuelaMovimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
 
RETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxRETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docx
 
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
 
Historia y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteHistoria y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arte
 
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPEPlan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
 
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscala unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
 
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
 

ELUCUBRACIÓN

  • 1. 1
  • 3. 3 : © 2017 Ediciones Amézquita Bogotá D.C. Colombia Cubierta: Yecid Amézquita Baldión Primera edición: mayo 2017 ISBN: 968972267-0 Email: yamezquita569@gmail.com Diagramación e impresión electrónica Ediciones Amézquita Tel: 7609563 Bogotá D.C. Mayo de 2017 Impresión electrónica en Colombia No está permitida su reproducción total o parcial por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos sin permiso previo y aviso del titular.
  • 4. 4 Obituario Todo este tiempo entrando y saliendo por esta puerta, imponente, temperamental, con carácter y personalidad, me gusta asociarla con los cofres fúnebres por saber que su madera fuerte sirve para guardar el equilibrio entre la opulencia y la miseria. Por supuesto ella nada tiene que ver conmigo, siempre mustia, guardando los secretos más recónditos de este consultorio y por supuesto los míos no son la excepción. Soy yo y la fatiga de una consulta tras otra, contando y recontando lo íntimo de mi vida, pero hoy presiento y creo, todas las perversidades de mi vida ya sabidas por este asexuado diván, llegaran a su fin. Si pusiera en una balanza al diván y al doctor, este cuadrúpedo asiento razonaría mejor que aquel hombre sapiente y sereno porque ha sentido mí sufrir, me ha visto clamar al doctor por ayuda, el todo lo sabe, hasta la evacuación de mis esfínteres en los momentos pico de mi estrés y hasta me ha sabido perdonar. Toda historia tiene un final, bueno o malo pero lo tienen también las últimas sentadas, acostadas y también las paradas que dediqué a acondicionar mi belleza. Esta relación de afecto siento que debe terminar, no importando si fue parte de la solución de mí conflicto. Alguien me ha dicho en sueños que esta trilogía debe terminar. Veo al que ha sido mi loquero por mucho tiempo y pienso, ¿el también sufrirá trastornos de la personalidad o en su defecto depresión o angustia? Sentado en su escritorio, concentrado, escarba en sus historias clínicas las oscuras conclusiones a las cuales no pudo llegar Freud. Absorto, metido en un remolino de pensamientos de nosotras las personas especiales a las cuales él debe tratar creyendo que puede remendar los pedazos de alma perdidos en la infancia o, en cualquier otra etapa de nuestras vidas. ¿Seremos los incomprendidos? o mejor aún, ¿los parias de Dios? esa es la disyuntiva. Recostada en el diván posando como una “top model”, pienso “este doctor es la piedra angular con la cual cuadraría todos mis problemas”. Que ilusa, mas no importa es mi gran mentira. Lo observo como recorre con la mirada cada uno de los objetos del consultorio, tal vez, algunos le traigan buenos, malos o ningún recuerdo, pero esto hace parte de la gimnasia mental realizada diariamente; él lo hace antes de escuchar toda esa cantidad de mierda cerebral depositada por cada uno de nosotros.
  • 5. 5 Somos el contaminante social, siempre estamos destilando porquería sobre él y sobre quien nos toque. Ahora, no nos vengan a salir con el cuento chino que somos excéntricos y nos enjaulen como a animales exóticos. Todo este síndrome social está dado simplemente por visitar al psiquiatra de moda, sin embargo le hacemos creer a ese deprimente círculo de amigos que si lo somos, para no ser tratados como a locos. Este doctor con psicología inversa nos ha hecho descubrir nuestro verdadero masoquismo. Es el pago de enfrentarnos a una extraña irrealidad. En este momento de reflexión me digo “cuándo entenderemos si no hubiese sido mejor haber viajado a las Bahamas, o, a cualquier isla del Caribe. Ir a otra parte del mundo hubiese sido mejor que estar aquí. Lo importante es sacar aquello que nos agobia nos oprime y nos consume hasta la última respiración. Cuánto me gustaría volar lejos y no saber de estas terapias medicamentosas, me exacerban la ulcera y el ánimo. Descansando de seguro allanaría esos vericuetos mentales, esos intríngulis del alma que me mantienen atado a mi quimérica realidad. Otra ventaja de aislarme de estos episodios, seria olvidar como este doctor resulto ser una referencia telefónica dada por algún maniático sexual. Existe un punto convergente entre el ego y yo: Este doctor me escucha con ese sentido morboso de la curiosidad profesional, pero más allá de eso lo debe excitar el intrincado laberinto de mi vida sexual. Nosotros sus pacientes hemos logrado envolverlo en ese maldito mundo fetichista producto del dinero y del placer, y él lo hace para poder satisfacer cualquiera de sus debilidades para volverla adicción. Considero que esto no deja de hacernos menos miserables y más perversos que él, hasta hemos logrado mantener una simbiosis perfecta, como aquella relación fecunda entre el bandido rebuscador y la puta callejera. Nunca sabremos cuál de los dos es más dependiente. Tomando un breve descanso, el doctor enciende su pipa, realiza una pequeña caminata del escritorio hacia el baño, sonriendo pienso que debe estar haciendo una pequeña reflexión para saber cómo mamarle gallo a mi problema y así tomar una decisión. Al verlo venir, coloco el dedo índice sobre mis labios y muevo rítmicamente mis caderas de una forma circular. Tratando de llamar su atención, coloco mi otra mano sobre mi área púbica. Recostada en el diván, en esta posición sensual, disimuladamente observo, como recorre mi cuerpo de arriba abajo. Carraspeando suelta una sonrisa maliciosa al pasar su mirada por mi vientre. Quito nerviosamente mi mano de esa zona y pienso: ¿“estará más prominente que de costumbre”? ¿Sentirá cómo le insinuó mis encantos? o ¿será mi volátil imaginación? Hago una mueca burlona y trato de desviar su atención y sonreír con mayor libertad.
  • 6. 6 El doctor con voz grave, tal vez por ser consumidor consuetudinario de pipa, me saca abruptamente de mis conjeturas llamándome por mi nombre. Señorita Gabriela. -Lánguida respondo con voz acaramelada - -Si, dígame doctor. Le recuerdo que hoy daremos comienzo a las últimas sesiones terapéuticas ¿de acuerdo? ¿Usted cree que ya estoy curada doctor? Todo depende de ti y solo se sabrá hasta la última sesión, ¿de acuerdo? -Tratando de ubicar sus objetos de trabajo, toma la grabadora en la mano izquierda y, una libreta de notas en la otra mano-. Hurgando con ansiedad en los cajones del escritorio, buscando no sé qué cosa, escucho un fuerte chasquido, al levantar la mirada veo como comprime fuerte los maxilares. Vuelvo y conjeturo ¿será que en el fondo le inquieto a este doctor? Escucho el crujir de algo en su boca, el mirándome con cierta timidez dice: Ah…, es el lápiz, estaba tratando de ubicarlo, y ahora lo guardo entre mis maxilares un poco destrozado para que no se vuelva a refundir. - Haciendo un esfuerzo por liberar su estupidez, dice con sonidos poco audibles- . Debo pedir una cita al dentista. - Hago una mueca burlona y al estar entretenida en el acondicionamiento de mi nuevo brasier sólo atino a responderle de una forma un poco disparatada-. No necesita un dentista, usted requiere un tratamiento urgente contra el retraso mental debido a su microcefalia, pero si lo desea le puedo recomendar uno que conozco algo chiflado por atreverse a escribir novelas pero a lo mejor es buen dentista. -El doctor me mira perplejo, tal vez mi respuesta lo deja un poco desconcertado y para eludirme deja escurrir su mirada entreteniéndola en mi busto pecaminoso-. En seguida sube su mirada con el fin de confrontarme, al darse cuenta que estoy un poco sonrojada me dice: no quiero entrar en discusiones desgastantes mejor continuemos con nuestro trabajo. Tratando de llamar mí atención hace tronar los dedos de la mano izquierda muy cerca de mi oído, el muy vivaz me hace despertar de mi distracción, diciéndome: veamos señorita, retomando el curso de tu historia clínica, quiero explicarte cada uno de los sentimientos erróneos desarrollados por ciertas personas que están condicionadas por pensamientos perversos. Gabriela no te angusties, debo “venderte” cualquier ilusión, sólo debes creerla y pedirla en tu corazón.
  • 7. 7 ¿Si? ¡De eso está hecho lo real! ¿No tiene algo mejor que ofrecer? ¡Mercachifle!. No te incomodes el mundo siempre ha estado buscando con delirio inverosímil su peculiar grandeza, en esa lucha estéril por abandonar lo material. Tú sabes que el hombre ha asumido lo tangible como su propio Dios llevando baratijas materiales colgadas a su miseria. Por ejemplo. -Preguntó Gabriela. El doctor contestó: Los pecados capitales. ¿Pecados capitales? esos son inventos de los curas, o me va a juzgar como en la inquisición, además he sido siempre pecadora. Las idioteces utilizadas para amedrentarme siempre serán ganancia y nunca lograra asustarme. -Colocando la mano en se barbilla respondió pausadamente-. Mejor repasemos tu problema de nuevo ¡Te escucho! Ya sabía que eso iba a suceder -susurro Gabriela- . Con una forma de adornar su insolencia el gritó: No, otra vez, no por favor hazlo, es por tu bien. Está bien pero no se enoje mi aciago doctor. El ruido sacudiendo mi cabeza estremece mis neuronas. Esos destellos crecen, se agigantan me observan de adentro hacia afuera, fragmentando mi estructura mental, esos duendes se hacen burlones, me persiguen me ordenan, distribuyen todos mis placeres para hacerme sentir bien, no desconocen el mal, me hacen convivir con él. Han organizado mi vida de una forma inverosímil, al aumentar mi dolor acrecientan su placer. ¿Cómo explicas eso?, ¿hablas de alguien en especial? y, ¿de cuál placer? Para mí son espíritus, conformando un cóctel de plagas. ¿Te sientes poseída? Usted es la panacea para mi agobiado espíritu, entonces dígamelo. -Eludiendo la mirada y a la vez la respuesta el doctor respondió con otra pregunta-. Hablando de cocteles ¿eres adicta al alcohol? ¡Si, Idiota ¡ al etílico, mezclado con los barbitúricos que usted formula. ¡Eso puede ser malo!, además peligroso. ¡No, pues, me hizo sentir miedo! Existen cosas malas, dolorosas, despreciables, pero si algún ser abominable le da por experimentar formulas perversas sobre los más débiles e indefensos, ¿es un juego de niños? No, no lo es, ahora entiendo, tanto dolor físico hizo metástasis en tu alma, por eso vuelvo y te pregunto ¿crees estar poseída?
  • 8. 8 Oh…, eso es semántica para usted, y si lo quiere saber, si estoy poseída, por un gran espíritu de diva, pero déjeme decirle, ese no es el punto. Ah, sí, entiendo, ¿entonces cuál es? Me deprime saber cómo su patética sociedad rechaza a esta sutil mujer y acepta de una forma indirecta a esos seres lujuriosos con personalidades sadomasoquistas. Ah, ya voy entendiendo, perteneces a un club en especial. ¡Sí!, al de la infamia. ¿Alguien en especial te causo dolor? y si es así ¿debería ser ejecutado?, ¿eso quieres decir? No, por el contrario, deben ser llevados a centros de rehabilitación para recibir ayuda psicológica, o me dirá, ¿es orientación al confuso pervertido? Así, obtendrán las garantías para ser tratados como enfermos. No entiendo, se mas explicita. La violación es un acto despreciable, ¿no es así? Pero mejor no responda, yo se lo diré: Esta claro si es despreciable, todos me desprecian por ser como soy, es el submundo del “anormal” tratando de meter un alma femenina en un cuerpo “musculoso”. Soy burla de “barones” estos me observan con suspicaz morbo libido, soy la envidia perversa de “señoras” incompetentes para cuidar su hombre de papel. Doctor. ¿Esto es malo o perverso? – Gabriela recrimino’ con sarcasmo-. Hablas de tus flaquezas con un alto sentimiento de dolor. Al oírte hablar así siento en ti un miedo autodestructivo. ¿De mis flaquezas habla usted? también lo decía aquel sacerdote del barrio. Más la única diferencia encontrada entre él y yo fue su falda larga y oscura como sus acciones. ¿Tú usabas faldita corta y de colorines? No, pantaloncitos calientes, mequetrefe. Carraspeando dijo: ah, está bien, continúa, háblame de tu curita. No era mi curita, era el asesor espiritual de la feligresía de mi barrio estrato seis. Esta, bien, sigue. -Bajando la cabeza con la mano en la boca mascullo el doctor-. Que loca tan aburridora.
  • 9. 9 Los primeros días mi madre me obligaba a ir a su “santa misa” a escuchar una perorata sin principio ni fin. A la hora de la comunión era empujada prácticamente a la fuerza para pasar al frente de su “santidad” En el momento de recibir la hostia yo le decía: padre no me he confesado, a lo cual el respondía: “No importa mi pequeño, ya te he perdonado pero tienes que venir más seguido a mi confesionario privado, tu sabes, si allá en la casa cural”. ¿No te disgustaban esos encuentros furtivos?- preguntó el doctor- ¡Si!.¿Entonces? Esa era mi venganza. Ah, ya continúa. Después de un tiempo perdí el pudor e iba sola a su confesión privada, me ofrecía esta vida y la del más allá y algo del sucio dinero que iría a las arcas del vaticano. ¿No le ofreció ser su acolito? También, el de su entera confianza, más no lo hice por celos con los otros candidatos. ¿A, miss Teen? Llámelo como le dé la gana, pero por favor déjeme continuar. Bajando la cabeza apenada dijo el doctor: Sigue por favor. Mi última sesión de “exorcismo” fue en el confesionario del templo. El blandiendo un crucifijo en sus manos, trataba de absolverme de mis pecados con la condición de irnos otra vez al infierno. ¡Diablillo!. Él en su casilla de confesión, por cierto muy oscura y tenebrosa ubicada en una parte escondida del templo, me confrontaba con mi “pecado” una y otra vez, tratando por todos los medios de hacerme creer en mi culpabilidad. Repetía y repetía, “si no te arrepientes serás anatema”. Lo decía en forma constante y obsesiva. Sus ojos saltones parecían estar fuera de sus órbitas. Observándolo por la ventanilla de su confesionario, el exprimía compulsivamente sus genitales. ¿Era tu inquisidor afectivo, en plena modernidad? Él en ningún momento quiso la salvación de mi alma, sólo deseaba ardientemente escuchar la narración morbosa de mis acontecimientos pasados. ¿De tus delirios pasionales?
  • 10. 10 ¡No me interrumpa! ¿Me dejara vomitar mi dolor? -Apenado el psiquiatra me pidió con vehemencia la continuación de mí relato-. Conforme iba narrando los hechos de mi violación, el jadeante, con su respiración entrecortada me pedía, luego exigía. Me decía lastimeramente: continua bebe, continua para poder absolverte de tus pecados o te iras al “infierno” por último, quedando exhausto se dejaba hacer sobre el butaco. ¿Deseó salir corriendo? A decir verdad, me placía verlo retorcerse en el piso como un vulgar reptil. ¿Quería el jugar con tu adrenalina? Realmente, no lo creo, quería jugar con mis hormonas femeninas, hasta ese momento empezaba a aplicármelas. Ah entiendo, sigue. Pudo más la curiosidad, mi voyerismo me hizo vencer al miedo y segregar testosterona. Al mover la cortina del confesionario, vi una amalgama del prohombre espiritual, revuelto entre lágrimas y su pegajoso exudado de miseria adherido a su sotana. ¿Qué explicación le da a eso doctorcito? Son sentimientos de culpa, los cuales lo mantienen preso entre lo profano y lo divino. O sea, ¿entre lo marica y lo religioso? No he dicho eso. Son personas ocultando su verdadera identidad bajo los hábitos de una religión. Entonces ¿él era marica antes de ser cura? ¡Tampoco he dicho eso! Mejor continuemos. Pero…Dime ¿te gustaba ese reptil ponzoñoso, lo disfrutabas? Dejando escapar una sonrisa de mujer vacilante y coqueta, mirándole fijamente a los ojos, con malicia respondí: sí, ¡mucho! El miedo me excita, pero antes de dejarme devorar, tomé la decisión de confrontarlo en sus terrenos. Eso suena interesante, continúa. Utilizando la magia de un espejo, lo desafié a tomarlo en sus manos. Hilarante, le grité: quiero que se observe detalladamente, pedófilo miserable. Al ver el grado de histeria, sumado al escándalo frente a su membrecía, no teniendo opción lo recibió. Llorando histérica le grité: es necesario que se vea en su funesta infancia, allí
  • 11. 11 observará a su sádico padrastro golpeando a tu madre, y más tarde abusando de quien sería el “representante de Dios en la tierra”. Le gritaba y le gritaba formando un eco con mi voz chillona por ser adolecente. Todo ese ruido se multiplico en la nave de la iglesia, formando todo un alboroto, los feligreses absortos miraban hacia el confesionario. No te exaltes me dijo en voz baja el psiquiatra y llamando a gritos a la secretaria exclamo: Ivonne, por favor tráenos agua. Ahora toma agua despacito. -Extendiendo su brazo, el psiquiatra colocó el vaso cerca de mi mano.- El hambre humilla, corroe, falsea conciencias. Las personas se unen en determinadas circunstancias por necesidad, el amor no existe, es un trueque. Dejando el vaso sobre el escritorio, Gabriela continúo su relato. Él temblaba y lloraba, vi su rostro desencajado, el reflejo de su cara en el espejo lo espantó, llegué a pensar “como este hombre de Dios dejo entrar el demonio, tomándolo por sus bajos instintos hasta lograr poseerlo”. ¿Entendió doctor? -Sacando bocanadas de humo, con la pipa en la mano derecha solo hizo un murmullo dubitativo – Mejor sigue, por favor. Lanzando el espejo con tanta fuerza fue a parar a las graderías, cerca al atrio de la iglesia. Ese rostro apacible y fresco de seminarista, desapareció instantáneamente, reflejando en su cara una mezcla de amargura y pánico. Un viento fuerte se arremolinó a su alrededor expulsando al sacerdote del templo, era un torbellino, después la furia del viento lo volvió un “huracán”, levantándolo del piso lo estrello en las ramas de los árboles. No entiendo como ocurría este fenómeno, las hojas de los árboles se arremolinaron formando una nube espesa como la niebla. El cielo ensombrecía poco a poco, lo extraño, solo se vio y se sintió en ese lugar. Unos curiosos, sombrilla en mano mirando al cielo cuchicheaban sobre un eclipse solar. Otros hablaban del fin del mundo. Atónitos quedamos al oírlo gritar en griego o tal vez en latín. Tanto era el esfuerzo por articular palabra, comprimiendo vocales con sílabas formaba un galimatías. Sus últimas frases eran “graznidos”, al dejar salir el aire con fuerza expulsaba una mezcla en descomposición de moco con sangre.
  • 12. 12 Con los ojos alucinados, miraba hacía el templo; en un acto de contrición blandía el crucifijo como queriendo protegerse de su enemigo imaginario. Insistente señalaba hacia el campanario, ubicado en la parte alta de la torre del templo, quería arrojarle el crucifijo, pero por más intentos e intentos que hizo este seguía adherido a su mano. En un acto de desesperación, huyo gritando del lugar, con tanto frenesí daba gigantescas zancadas mirando hacia atrás sacudía su cabeza con fuerza como queriendo dar una negativa a lo sucedido. El no tener orientación le hizo perder el equilibrio, rodó con fuerza, yendo a parar bajo las llantas de un vetusto camión, muy destartalado por cierto, pasando rugiente y veloz por encima de la humanidad del clérigo marica. Respeto con los muertos por aquello del rabo de paja, no…, Gabrielita. Así es doctor le terminare el refrán: no debemos arrimarnos a la candela. Otra cosa simpática fue que nadie vio de donde salió ese camión, las calles siempre estaban vacías. Aun lo recuerdo como si fuera hoy. Primero se escuchó un chirrido y luego un crujido: Después...,. La paz. ¡No fue triste! Sentí alegría al ver cómo se desmembraba aquel cuerpo, fue un acto muy parecido al de un rompe cabezas al caer de un piso muy alto. Difícil de armar ¿no cree? Aquel día, observando su cuerpo destrozado, levanté la cara y mirando al cielo como queriendo buscar una respuesta a mis deseos gritando pregunté: Dios ¿si eres real y existes?, entonces llévate a este infeliz y deposítalo en el infierno, el con su actuar siempre te negó. Hazle justicia Señor, se lo repetía incesante una y otra vez. Sentí frio recorriendo la espina dorsal, no sé si eran episodios paranoides pero escuchaba como alguien me susurraba al oído y decía algo así como: “por mirar atrás alguien se convirtió en estatua, no mires más.” Sacudiendo los hombros para no poner mayor atención pensé que en mi conciencia debía estar pasando esto por haberme metido con el diablo vestido de sotana. Bueno, está bien no mirare. Me alejé calle abajo, hasta no ver más la delirante multitud deseosa de linchar al conductor. Sólo el eco dejaba escuchar un lánguido coro “han matado un santo”, “han matado un santo”. Otros con desbordante fanatismo gritaban: ¡miren en su santa mano hay un crucifijo humeante! Deben ser sus estigmas.
  • 13. 13 Le hare una pregunta doctor sabelotodo. ¿Se puede pedir la canonización? O ¿tal vez la beatificación del santo milagrero? Ninguna de las dos, eres satírico, es más, el del milagro fuiste tú, respondió el psiquiatra, esgrimiendo una sonrisa bobalicona. Continuando su discurso en forma de exhortación me dijo: Mira Gabriel, digo Gabriela, son acontecimientos fortuitos de los cuales el ser humano no está exento de sucederle, es más tú no eres la excepción, tienes la obligación espiritual de perdonar y perdonarte. -Volteando la cara hacia la pared el psiquiatra respiro profundo tratando de encontrar sosiego en su color naranja. Dirigiendo la mirada hacia lo alto, busco la ubicación del mosaico de graduación como una forma de distraer a la paciente- El psiquiatra hablando entre dientes casi sin abrir su boca, con el fin de no ser detectado le murmuró a sus compañeros de graduación. ¿Quién se creerá está loca, siente ser la única sufrida? Pobre estúpida lagrimosa. Doctor, disculpe debo interrumpir sus cuchicheos o ¿serán reflexiones? No escuché con claridad las ambigüedades dichas a sus compañeros de clase, ¿puede repetir? Ah no era nada que deba preocuparte. Como te venía diciendo el amor, el amor es lo más lindo y sublime sin él la gente giraría como una rueda suelta. No dejando terminar al doctor su disertación sobre el amor, enrojecida por la cólera, producto de esta confusión Gabriela le dijo: qué respuesta más baladí, cargada de sensiblería, casi lloro, más prometí no volver a hacerlo hasta encontrar quien pague por estas lágrimas. Ah, verdad, los hombres no lloramos. O ¿sí? ¿No le parece tierno, doctor? Deja los sarcasmos y encara la vida. No te escondas detrás de esa falda. Por cierto te sienta bien ese rojo carmesí. Gracias doctor. Cree usted que hace juego con estas medias mallas de color negro ya destiñéndose a morado. A decir verdad tengo otros gustos. Parecen compradas en un mercado de baratijas. Rompiendo en un llanto fingido Gabriela gritó: usted no me quiere. Usted es bisexual y me acecha, ¿verdad doctorcito? ¡Doctor! A secas, y quien hace las preguntas, las analiza, las procesa y da las respuestas soy yo. -Mostrando cierto disgusto con la paciente continuó haciendo la exhortación-.
  • 14. 14 Esto no te hace bien, te mantiene alejada del placer de vivir con fuerza las cosas simples de la vida, como por ejemplo disfruta de la naturaleza, o algo muy importante como el esposo y los hijos. Te pregunto ¿Crees en los milagros, en Dios en especial? Mirando al doctor con desprecio Gabriela respondió: no, y no he encontrado al hombre ideal para embarazarme, eso sí sería un milagro y en estas condiciones soy una mujer estéril. Ahora dime: ¿Sientes como si te acechara la muerte? Convive conmigo, tenemos un gran parentesco. ¡La parca es mi comadre! ¿Cómo adquiriste ese parentesco necrofilico? Ella, está más viva y más activa que los vivos. -respondió Gabriela con una fingida sonrisa- Tampoco eso te hace bien ni a ti ni a tu familia, me imagino que ellos han luchado con denuedo por tú bienestar, hasta el punto de sobreprotegerte, perjudicando enormemente el entorno social, quitándole posibilidades a unos para poder cubrir en parte esa pobre megalomanía. Gracias, es fortificante hablar con un imbécil como usted, su sutileza me cautiva, tanto dinero he pagado para ser su conejita de indias, no me torture más. -Halándose el cabello, tirada en el diván, solo gemía y sollozaba-. Pensé: “otra vez el show mediático” tratando de calmarla le grite: señorita se calma o llamo los paramédicos para conducirla al hospital para un posible confinamiento. -Gimoteando gritó Gabriela- No, no lo haga o moriré y si es así, mi muerte caerá sobre su conciencia como una maldición, o mejor me deja contarle otra parte de mi triste historia. Te calmas deja la gritería y empezamos de nuevo. O.K Gracias doctor ¿usted me ama? , y si es así no sabe cuánto me alivia. Eres mi paciente y por tanto te respeto. - dijo el doctor dándole la espalda- Pero yo no puedo respetarlo.
  • 15. 15