2. Para comprender mucho mejor qué son
los justos, tenemos que entender una
historia bíblica que podemos identificarla
con el asunto de los justos.
La historia se trata de las dos ciudades
llamadas Sodoma y Gomorra, a causa de
sus pecados, Dios decidió destruir esas
ciudades. Antes de hacerlo, se lo contó a
Abraham, él mercadeó con Dios y ambos
concordaron que Abraham salvaría a la
ciudad si se encontraban en ella cincuenta
justos. Al final, Abraham le insistió a
Dios que solamente hubiera 10 justos.
Al caer la noche, Lot encuentra a unos
“viajeros”, que en realidad eran ángeles
enviados por Dios, como Lot había
hospedado a los viajeros, la gente del
pueblo quería conocerlos, pero Lot
Rechazó a los reclamos, hasta ofreció a
sus propias hijas con tal de que se fueran.
Los ángeles planean la salida de la familia
de Lot de la ciudad, inmediatamente de
que salen la ciudad es destruida. La
esposa de Lot se vira hacia la lluvia de
azufre y fuego de la ciudad, es por eso
que se convierte en estatua de sal.
Vamos ahora a darle una interpretación
“laica”, hay que suponer que el trueque
entre Dios y Abraham tiene lugar todo el
tiempo y por todas la ciudades. Si el
mundo humano subsistió hasta hoy es
porque siempre ha habido suficientes
justos. Porque las prácticas de acogida,
ayuda, apertura, cuidado, reconocimiento
y construcción son finalmente más
numerosas o más fuertes que las prácticas
de exclusión, indiferencia, negligencia,
resentimiento y destrucción.