2. DEFINICIÓN:
La Escoliosis Idiopática del Adolescente
(AIS, por sus siglas en inglés) es una
curvatura lateral (hacia un lado) de la
columna que puede presentarse en los niños
desde los 10 años hasta la madurez. La
columna puede tener una curva hacia la
derecha o la izquierda. En ocasiones la
AIS inicia en la pubertad o durante el
período de rápido crecimiento de la
adolescencia.
3. Idiopática, significa que la curva anormal se desarrolla
por razones desconocidas. Algunos adolescentes tienen
sin lugar a dudas una predisposición genética para el
desarrollo de AIS. Entre el tres y el cinco por ciento
de los adolescentes tendrán alguna forma de escoliosis.
La mayoría de ellos son niñas, y en ellas las curvas son
más progresivas.
Las mujeres son las mas afectadas
4. SÍNTOMAS:
Los síntomas de escoliosis incluyen dolor de espalda, discrepancia en
la longitud de las piernas, marcha anormal, y caderas disparejas.
Los pacientes con AIS pueden tener un hombro más alto que el
otro, una “paleta” y tórax prominentes al flexionarse hacia
adelante, y una curvatura visible de la columna hacia un lado.
Muchas veces la primera indicación de AIS es cuando un adolescente
o sus padres notan que la ropa ya no le queda bien (por ejemplo, las
piernas de los pantalones pueden verse disparejas).
Es importante buscar tratamiento para la AIS porque, de no
tratarse, la escoliosis puede ocasionar una deformidad significativa.
La deformidad puede causar un importante sufrimiento psicológico y
discapacidad física, especialmente entre los pacientes adolescentes.
Además, la deformidad puede tener consecuencias físicas graves.
El hecho de que las vértebras (los huesos de la columna) roten
afecta a la caja torácica, la cual, a su vez, puede ocasionar
compromiso del corazón y los pulmones (por ejemplo, falta de aire).
Cuando la escoliosis progresiva afecta la columna lumbar, el dolor
puede ser debilitante.
5. DIADNÓSTICO:
Se debe realizar con el paciente con ropa interior para que la observación
sea completa en posición de pie, sentado y acostado. El médico busca asimetrías en
el tronco, como disparidad de los hombros o las caderas, una joroba, o inclinación
hacia un lado.
A SIMPLE VISTA SE DEBE OBSERVAR:
• Altura y simetría de los hombros. Cuando la Escoliosis compromete la columna
torácica lo que es habitual, se observa un hombro más bajo. En forma aislada, el
hecho de tener un hombro más bajo no es sinónimo de Escoliosis.
• Altura asimétrica de escápulas. Se debe observar en forma especial las espinas y
el ángulo inferior de ellas. Ver Figura 1
• Simetría del triángulo del talle. Ésta se pierde cuando hay Escoliosis. Este
triángulo esta formado por el perfil del tronco, el perfil de la región de los glúteos
y la extremidad superior que cuelga al lado del tronco.
• Alturas de las crestas ilíacas. Se examinan poniendo una mano sobre cada cresta
ilíaca. La diferencia de altura traduce dismetría en las extremidades inferiores.
• Se observa lo ya descrito y además la dirección de las apófisis la que nos orienta
a evaluar si la columna está derecha o curvada. La Figura 2 muestra que la
prominencia de las apófisis y de las escápulas se hacen muy evidentes con la
inclinación del tronco hacia delante con lo que él diagnostico clínico se hace muy
fácil. Ver Figura 2
6. PRUEBA DIAGNÓSTICA MAS EXACTA:
• Escoliómetro: el escoliómetro se usa para medir la giba en las costillas con el
paciente doblado al nivel de la cintura.
• Rayos X (radiografías): los rayos X pueden incluir una proyección lateral de la
columna con el paciente de pie y doblado hacia un lado.
• Medición del Ángulo de Cobb: esta prueba usa un rayo X que va de la parte
anterior a la posterior para calcular el ángulo de la(s) curva(s).
• Signo de Risser: es un rayo X que proporciona información sobre la madurez
esquelética. El signo de Risser examina la placa de crecimiento de la cresta
iliaca, una parte de la pelvis en forma de abanico. La cresta se fusiona con la
pelvis cuando se alcanza la madurez.
• Nash-Moe: una técnica usada para medir la rotación vertebral. La rotación del
pedículo vertebral se mide dividiendo el cuerpo vertebral en segmentos.
Ver Figura 3
7. TRATAMIENTOS:
Tratamiento No Quirúrgico:
Algunos casos de escoliosis idiopática del adolescente pueden ser tratados sin
cirugía y otros requieren intervención quirúrgica.
Las curvas pequeñas (menores de 15-20 grados) se observan para ver la posible
progresión durante un tiempo. En esta etapa no se requiere ningún tratamiento
específico. Las curvas mayores (entre 20 y 40 grados) requieren órtesis para
evitar que siga progresando la curva.
Para algunos adolescentes es muy difícil usar la órtesis de 16 a 23 horas
diarias. Las órtesis pueden ser incómodas, feas, generan calor y pueden hacer
que un niño se sienta avergonzado aunque se oculte la órtesis bajo la ropa. Sin
embargo, cuando la órtesis funciona y se evita la cirugía, el compromiso que
implica usarla vale la pena. En esta etapa probablemente también se
recomiende un programa de ejercicios cuidadosamente diseñado.
Desafortunadamente, algunas curvas no responden al uso de órtesis. Las
curvas cervicotorácicas (de la parte media de la espalda hasta el cuello) y las
curvas de más de 40 grados tienden a no responder bien a las órtesis.
Asimismo, los pacientes que están más cerca de la madurez esquelética pueden
no responder al uso de órtesis.
Ver Figura 4
8. Tratamiento Quirúrgico:
Es posible que se recomiende cirugía para las curvas de más de 40 grados. La
cirugía para escoliosis incluye implantes quirúrgicos especiales, como barras,
ganchos, tornillos y alambres. El objetivo es enderezar y equilibrar la columna y
fijarla (fusión) para que la progresión de la curva se detenga mientras se alcanza
la madurez esquelética. La cirugía no cura la escoliosis; es simplemente una
manera de corregir la curva y controlar la progresión de la enfermedad para
evitar una deformidad mayor.
Los cirujanos de columna utilizan diversos procedimientos quirúrgicos para tratar
la escoliosis idiopática del adolescente. Las metas generales son siempre las
mismas, pero las técnicas y la instrumentación usadas varían de un caso a otro.
Cuando los adultos presentan curvas mayores de 60° asociadas a xifosis en la
región torácica , se produce distorsión de los órganos torácicos, lo que facilita la
producción de alteraciones cardiorespiratorias, cuadros infecciosos etc. Estos
pacientes pueden presentar disminución de su capacidad ventilatoria y también
tienen menor capacidad laboral. Estos pacientes presentan menor expectativa de
vida, de ahí la necesidad de tratamiento, pero hay que considerar que el operar
pacientes adultos con escoliosis y xifosis torácica conlleva un alto riesgo, ya que
esto es una cirugía de gran envergadura, especialmente cuando las curvas
torácicas sobrepasan los 90° y la rigidez es importante. Es en estos casos en los
que la complicación parapléjica se puede observar.
Todas estas dificultades del tratamiento quirúrgico hacen imperioso el
diagnóstico precoz de la escoliosis idiopática , para que sea posible evitar la
cirugía y tratar esta afección oportunamente.
Ver Figura 5
9. COCLUSIÓN:
Sin tratamiento, la escoliosis idiopática del adolescente
puede ocasionar una deformidad física significativa,
dolor debilitante, y sufrimiento psicológico. No
obstante, el tratamiento y la atención adecuados de la
esta enfermedad pueden prevenir que siga progresando
la curva y estabilizar la columna mientras su hijo crece.
Es necesario buscar rígidamente el cuadro,
específicamente en mujeres desde los ocho años, para
hacer un diagnóstico precoz e instalar un tratamiento
ortopédico temprano, que es el que da mejores
resultados con menor riesgo.