1. Artículo 1.
¿Qué es el sexting?
El sexting (acrónimo derivado de las
palabras inglesas sex y texting) es la
acción de enviar o recibir imágenes,
fotografías o vídeos de contenido sexual a
través del móvil, las redes sociales o
cualquier otro medio electrónico. En
principio, se trata de una práctica en la
que una persona genera contenido de índole íntima y sexual para
compartirlo de manera voluntaria con otra persona.
Este concepto se usó por
primera vez en 2005 y podemos
decir que es la evolución natural
del intercambio de mensajes
sexuales, junto al desarrollo de
las propias tecnologías, por
ejemplo, la inclusión de la
cámara de fotos en los
Smartphone o la conexión a
Internet de estos terminales.
Puede tener diferentes finalidades, pero todas ellas están
vinculadas, evidentemente, al contenido sexual. Puede emplearse
para generar interés sexual en otra persona, de manera que se
emplee como forma de experimentación sexual, una forma de
2. preliminares para aumentar el deseo, o como sustituto de la propia
relación real cuando los participantes se encuentran separados por
la distancia. Incluso puede usarse como una práctica sexual más.
También es habitual que se utilice entre
gente que se ha conocido a través de apps
de contactos para “testear” las aguas y
generar ese tipo de interés.
Por lo tanto, el sexting sirve tanto para
gente que se conoce, lo habitual es que se
emplee entre parejas, o con personas que se está empezando a
conocer, aun con los riesgos que puede entrañar, como veremos más
adelante, porque esos peligros existen incluso cuando hay confianza
entre los participantes.
¿Qué es el ciberbullying?
Se conoce como ciberbullying (del inglés
bullying, acoso o matonaje), ciberacoso o
acoso virtual al uso de las plataformas y
medios de comunicación digitales con fines de
ejercer violencia emocional y psicológica
sobre un individuo o un grupo de ellos, a
través de ataques personales constantes,
divulgación de información privada o de
información falsa, generalmente por parte de agresores amparados
en el anonimato.
3. Dada la omnipresencia de Internet y
los medios de comunicación tecnológica
en la vida de inicios del siglo XXI, este
tipo de acoso causa a la víctima
importantes márgenes de angustia,
estrés, humillación y otras formas más
o menos graves de sufrimiento
emocional, que perfectamente pueden conducirlo a dolencias
mayores. Por esta razón el ciberbullying puede constituir un delito
en algunos casos y algunas legislaciones.
Numerosas prácticas digitales pueden entenderse como
ciberacoso,pero en general son llevadas a cabo en un entorno
digital, por actores anónimos (o no), en contra directamente de un
individuo o grupo de ellos, de manera periódica, insistente y
malintencionada.