La industria química orgánica ha traído grandes beneficios pero también problemas ambientales y de salud significativos. Compuestos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos y los compuestos organoclorados como el DDT son cancerígenos y persistentes, acumulándose en la cadena alimenticia. Los plásticos como el PVC contienen compuestos tóxicos y tardan siglos en degradarse, formando islas de basura en los océanos.

1. Guayaquil, 9 de noviembre de 2020
Riesgos y efectos nocivos de la industria de los compuestos
orgánicos
Introducción
La industria de la química orgánica ha avanzado enormemente
desde hace poco menos de dos siglos cuando Wohler logró
sintetizar urea.
Desde la gasolina, el gas natural, los plásticos, la ropa que
usamos son el resultado de la industria de la química orgánica.
Sin embargo, también existen aspectos
negativos en esta industria. Además de los
grandes avances, igualmente se ha creado
grandes problemas al medioambiente y a la
salud humana, tan graves como la
destrucción a la capa de ozono,
contaminación de las aguas y suelos o hasta
la muerte de los seres humanos.
En nuestro país al parecer se ha prohibido el uso de plásticos de un solo uso;
las empresas tienen 3 años para desmantelar esas fábricas. Seguramente en
un futuro usaremos suplentes como papel o cartón.

2. Hidrocarburos aromáticos policíclicos
Presentes en algunos hidrocarburos o se forman
a partir de la combustión incompleta de
cualquiera de estos, su principal efecto nocivo
es que son cancerígenos.
Las principales fuentes son el humo de los
vehículos, las fábricas de asfalto, el humo de
cigarrillos, carnes de parrilla, incendios
forestales o erupciones volcánicas.
Compuestos organoclorados
Hidrocarburos que poseen en su
estructura átomos de cloro y generan
un alto riesgo al medio ambiente y la
salud humana.
Son pocos los naturales, sin embargo,
existe una gran variedad de ellos
sintetizados para ser utilizados en la
industria.
DDT (Dicloro difenil tricloroetano)
Lo que los hace tan riesgosos es la mezcla de tres propiedades: su estabilidad, su solubilidad
en grasas y su toxicidad crónica.

3. Su estabilidad les permite permanecer por décadas sin descomponerse y su solubilidad en
grasas hace que se alojen en los tejidos de los seres vivos.
Esto genera una acumulación y transporte de los organoclorados a través de las cadenas de
alimentos encontrándose dosis de ellos en personas o animales a enormes distancias de las
fuentes de los compuestos.
Existen diversos usos de los organoclorados con distintos efectos o riesgos a la salud
humana y medioambiente.
Están algunos gases clorofluorocarbonados (CFC)
presentes como refrigerantes en neveras y aires
acondicionados que cuando son liberados al ambiente
destruyen la capa de ozono y tienen gran efecto de gas
invernadero.
Otros se encuentran en plaguicidas o herbicidas afectando a peces y aves en su capacidad
reproductora.
También están el cloroformo y el diclorometano
utilizado en la industria del plástico entre otros
que provocan a los seres humanos daños a la
médula ósea cirrosis hepática, desórdenes
nerviosos y cáncer.
Por suerte, a muchos de estos productos ya se les han prohibido su uso, sin embargo, en
algunos lugares se continúan utilizando.
Este compuesto está prohibido, pero hay algunos países o lugares donde aún lo
usan por su bajo precio como, por ejemplo, en África y Asia.
Actualmente se han desarrollado pesticidas que no hacen un daño exagerado a la
capa de ozono; entre todas las prohibiciones que se han hecho, la capa de ozono
pudo recuperarse hasta un 80%.

4. Es importante tomar conciencia sobre el daño que provocan estos compuestos, cuando ya
se pueden elegir entre opciones más amigables con el ambiente como plaguicidas o
refrigerantes libres de estos compuestos.
Guayaquil, 10 de noviembre de 2020
Plásticos
Para fabricarlos se usan materias primas
organocloradas, también en su disposición final
del plástico luego de su uso.
El plástico es tan resistente como estable que han
permanecido muchas décadas sin ser alterados o
degradados y en el caso de ser incinerado produce dioxinas y furanos que son altamente
tóxicos, cancerígenos y teratogénicos.
El más conocido por su problemática mundial es
el PVC (cloruro de polivinilo). Es producido al
polimerizar el cloruro de vinilo y solo es un
sólido amorfo; se le agregan aditivos para lograr
las propiedades deseadas.
Tiene muchos usos en la vida cotidiana, uno de los más comunes es en las bolsas y botellas
plásticas, tuberías y envases.
Puede tardar siglos en descomponerse y para su reciclaje se requiere de costos adicionales
para manejar sus aditivos que son altamente tóxicos como plomo, cadmio o biácidas.
Es por este mismo motivo de ser tan resistente, que aun cuando parece
haberse descompuesto quedan partículas de plásticos, que fácilmente
podemos llegar a ingerir los humanos y animales.

5. Mucho del PVC se desecha y es incinerado produciendo dioxinas y también HCl, motivo de
peligrosidad del plástico en incendios.
Islas de basura del océano pacífico
Ya existen en la industria plástica dirección a prácticas más amigables con el ambiente y la
salud humana.
La sustitución del PVC por compuestos como el
PET (polietilentereftalato), el polipropileno o el
polietileno que no tienen cloro. Sin embargo, se
sigue usando PVC por su bajo costo.
Otra práctica es hacer plásticos que sean degradables en el ambiente (biodegradables) y
que estos no perduren por décadas en el medioambiente, siempre evitando generar un
nuevo problema con los productos de la degradación.
Estas islas se encuentran formadas por un cúmulo de basura, especialmente
de plástico. Se hacen referencias a estas islas incluso en las caricaturas
como, por ejemplo, Futurama.