El documento cuenta la historia de un niño que le pregunta a su padre cuánto gana por hora en su trabajo. Cuando el padre le dice la cantidad, el niño le pide prestados veinte euros. El padre se enoja y le dice que es egoísta. Más tarde, el padre se arrepiente y le da los veinte euros al niño, quien saca treinta euros más de debajo de su almohada para completar los cincuenta euros y preguntarle a su padre si puede comprarle una hora de su tiempo.
6. "Oye, hijo esas cosas ni a tu madre se las digo y ya no me molestes que vengo muy cansado del trabajo".
7. Pero el niño insistió: - "Pero papa, dime por favor cuánto ganas por hora".
8. La reacción del Padre fue menos severa y respondió: - "Gano solamente cincuenta euros por hora".
9. El niño volvió a preguntar: - "Papa, ¿me puedes prestar veinte euros?"
10. El Padre se enojó y con mucha brusquedad le dijo: - ¡Así que esa es la razón de saber cuánto gano por hora!. " Vete, ya deberías de estar durmiendo y no molestándome, niño egoísta!"
11. Un poco después, el padre reflexionó sobre lo acontecido, se sentía culpable y no podía ver su programa de televisión tranquilo.
12. El padre pensaba que quizás su hijo quería el dinero para comprar algo de mucho interés para él, por lo que queriendo descargar su conciencia se levantó del sofá y fue hacia el cuarto del pequeño niño y en voz muy baja le preguntó:
14. - "Escucha hijo, aquí tienes los veinte euros que me pediste. - "¡Gracias papa!" dijo el niño metiendo sus manitas debajo de la almohada y sacando otros treinta euros.
15. Entonces le dijo: - "¡Papa ahora sí estoy muy feliz ya completé cincuenta euros!"
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17. Si recibiste este mensaje, tienes suerte de tener a alguien que piensa en ti. No todos tenemos ese privilegio. Los hijos, la familia y tu necesitan el valor y calidad del tiempo para crecer y disfrutar juntos el arte de vivir… Reproducción: http://es-es.facebook.com/pages/FUNDACION-PARA-EL-DESARROLLO-SOSTENIBLE-Y-LA-INTEGRACION-SOCIAL/251210634895279