El niño le pregunta a su padre cuánto gana por hora cuando llega del trabajo. Aunque el padre se enoja inicialmente, le dice que gana 50 euros por hora. Cuando el niño le pide 20 euros prestados, el padre se enoja más asumiendo que el niño solo quería saber cuánto ganaba. Más tarde, el padre se siente culpable y le da los 20 euros al niño. Para su sorpresa, el niño ya tenía 30 euros guardados y ahora tiene los 50 euros completos, preguntándole al padre si puede comprar una hora de