La Doctrina Social de la Iglesia promueve principios como la equidad y participación social. Defiende la prioridad del trabajo sobre el capital y su complementariedad. Sostiene que los bienes deben destinarse al bien común y no a intereses particulares. También enfatiza la responsabilidad ecológica de las empresas y que el medio ambiente es un bien colectivo que debe protegerse para las generaciones presentes y futuras.
Doctrina social: principios de equidad y participación
1. DOCTRINA SOCIAL
• Los principios de equidad y participación social.
• Trabajo, capital, utilidades y uso de los bienes de la empresa.
• Responsabilidad ecológica de la empresa
2. Doctrina social
La Doctrina Social de la Iglesia (también Doctrina Social
Cristiana) es un conjunto de normas y principios referentes a la
realidad social, política y económica de la humanidad
basado en el Evangelio y en el Magisterio de la Iglesia
Católica.
El Compendio de la DSI y el Catecismo Católico la definen
como un "cuerpo doctrinal renovado, que se va articulando a
medida que la Iglesia en la plenitud de la Palabra revelada
por Jesucristo y mediante la asistencia del Espíritu Santo, lee
los hechos según se desenvuelven en el curso de la historia"
(Comp. DSI 104).
3. Doctrina social, continúa…
La doctrina social, además de dirigirse de forma primaria y
específica a los hijos de la Iglesia, tiene un destino universal.
La luz del Evangelio, que la doctrina social refleja sobre la
sociedad, ilumina a todos los hombres: todas las conciencias e
inteligencias son capaces de captar la profundidad humana
de los significados y de los valores expresados en esta doctrina,
así como la carga de humanidad y humanización de sus
normas de acción.
4. Principios de equidad y participación social
Equidad:
La equidad viene del latín aequitas, de aequus, igual.
Tienen una connotación de justicia e igualdad social con
responsabilidad y valoración de la individualidad, llegando a un
equilibrio entre las dos cosas, la equidad es lo justo en plenitud.
Dentro de un contexto similar puede significar también:
• Propiedad por la que la prosperidad económica se distribuye
equitativamente entre los miembros de la sociedad.
• (Del lat. aéquitas, atis.) f. Ecuanimidad. Propensión a juzgar con
imparcialidad y de acuerdo con la razón.
Moderación en los contratos o en el precio de las cosas.
5. Equidad
La equidad debe darse en los siguientes ámbitos: laboral, étnico,
político, religioso, social, y de género.
•En palabras de Aristóteles, la equidad es la Justicia aplicada al
caso concreto.
6. Participación social
Es la promoción, cooperación y apoyo a la creación de
mecanismos y redes de participación comunitaria,
promoviendo la igualdad de oportunidades entre mujeres
y hombres, para poder escuchar y tener en cuenta la
diversidad de necesidades de todas las personas que
forman parte de una comunidad independientemente de
su condición, situación, sexo, edad, etnia, orientación
sexual, etc.
7. Participación social, continúa…
Aspectos clave:
• El componente social tiene una importancia destacada en la
vida de las personas ya que parte de nuestra existencia se
desarrolla en grupos, por eso entre el desarrollo individual y la
participación social se da una relación de mutua influencia.
• La participación social, promueve la formación de habilidades
sociales (y personales) que faciliten el desarrollo personal y grupal
con el fin de mejorar los niveles de democratización de la
sociedad .
• El voluntariado social, es una opción personal que permite sin
que medie interés lucrativo y con base en la solidaridad, la
participación activa en numerosas iniciativas en beneficio del
desarrollo y la justicia social, ya sea en labores formativas y
educativas, socioculturales, deportivas, de participación
comunitaria, de protección civil, recuperación del entorno, etc.
9. Trabajo
Palabra que suele significar al esfuerzo, frecuentemente al
esfuerzo humano, tiene como sinónima la palabra labor.
Etimología
Etimológicamente trabajo deriva de una tortura medieval cuyo
nombre en latín era tripalĭum (tres palos), se extendió el verbo
tripaliāre como sinónimo de torturar o torturarse, posteriormente la
palabra mutó en el castellano arcaico a trebejare ya con el
significado de esfuerzo y luego surgió trabajar como sinónimo de
laborar.
10. Trabajo, continua…
•El trabajo pertenece a la condición originaria del hombre y
precede a su caída; no es, por ello, ni un castigo ni una maldición.
Se convierte en fatiga y pena a causa del pecado de Adán y Eva,
que rompen su relación confiada y armoniosa con Dios (cf. Gn 3,
6-8).
•El trabajo debe ser honrado porque es fuente de riqueza o, al
menos, de condiciones para una vida decorosa, y, en general,
instrumento eficaz contra la pobreza (cf. Pr 10,4).
•Pero no se debe ceder a la tentación de idolatrarlo, porque en él
no se puede encontrar el sentido último y definitivo de la vida.
•El trabajo es esencial, pero es Dios, no el trabajo, la fuente de la
vida y el fin del hombre.
11. Trabajo, continúa…
En su predicación, Jesús enseña a los hombres a no dejarse dominar
por el trabajo.
Deben, ante todo, preocuparse por su alma; ganar el mundo entero
no es el objetivo de su vida (cf. Mc 8,36).
Los tesoros de la tierra se consumen, mientras los del cielo son
imperecederos: a estos debe apegar el hombre su corazón (cf. Mt
6,19-21).
12. Las relaciones entre trabajo y capital
El trabajo, por su carácter subjetivo o personal, es superior a
cualquier otro factor de producción. Este principio vale, en
particular, con respecto al capital.
En la actualidad, el término “capital “ tiene diversas acepciones:
en ciertas ocasiones indica los medios materiales de producción de
una empresa; en otras, los recursos financieros invertidos en una
iniciativa productiva o también, en operaciones de mercados
bursátiles.
13. Capital
Se habla también, de “capital humano “, para significar los recursos
humanos, es decir las personas mismas, en cuanto son capaces de
esfuerzo laboral, de conocimiento, de creatividad, de intuición de las
exigencias de sus semejantes, de acuerdo recíproco en cuanto
miembros de una organización.
Se hace referencia al “capital social “ cuando se quiere indicar la
capacidad de colaboración de una colectividad, fruto de la
inversión en vínculos de confianza recíproca.
14. Las relaciones entre trabajo y capital, continúa…
La doctrina social ha abordado las relaciones entre trabajo y
capital destacando la prioridad del primero sobre el segundo, así
como su complementariedad.
• El trabajo tiene una prioridad intrínseca con respecto al capital:
Este principio se refiere directamente al proceso mismo de
producción, respecto al cual el trabajo es siempre una causa
eficiente primaria, mientras el “capital”, siendo el conjunto de los
medios de producción, es sólo un instrumento o la causa
instrumental.
15. Las relaciones entre trabajo y capital, continúa…
•Entre trabajo y capital debe existir complementariedad.
La misma lógica intrínseca al proceso productivo demuestra la
necesidad de su recíproca compenetración y la urgencia de dar
vida a sistemas económicos en los que la antinomia entre trabajo y
capital sea superada.
16. La riqueza existe para ser compartida
Los bienes, aun cuando son poseídos legítimamente, conservan
siempre un destino universal.
Toda forma de acumulación indebida es inmoral, porque se halla
en abierta contradicción con el destino universal que Dios creador
asignó a todos los bienes.
Las riquezas realizan su función de servicio al hombre cuando son
destinadas a producir beneficios para los demás y para la
sociedad.
17. La empresa y sus fines
La empresa debe caracterizarse por la capacidad de servir al bien
común de la sociedad mediante la producción de bienes y
servicios útiles.
El objetivo de la empresa se debe llevar a cabo en términos y con
criterios económicos, pero sin descuidar los valores auténticos que
permiten el desarrollo concreto de la persona y de la sociedad.
Los componentes de la empresa deben ser conscientes de que la
comunidad en la que trabajan representa un bien para todos y no
una estructura que permite satisfacer exclusivamente los intereses
personales de alguno.
19. El ambiente, un bien colectivo
La tutela del medio ambiente constituye un desafío para la
entera humanidad: se trata del deber, común y universal, de
respetar un bien colectivo.
Es una responsabilidad que debe crecer, teniendo en cuenta la
globalidad de la actual crisis ecológica y la consiguiente
necesidad de afrontarla globalmente, ya que todos los seres
dependen unos de otros en el orden universal establecido por
el Creador.
20. El ambiente, un bien colectivo, continúa…
La programación del desarrollo económico debe considerar
atentamente la necesidad de respetar la integridad y los ritmos
de la naturaleza porque los recursos naturales son limitados y
algunos no son renovables.
El actual ritmo de explotación amenaza seriamente la
disponibilidad de algunos recursos naturales para el presente y el
futuro.
La solución del problema ecológico exige que la actividad
económica respete mejor el medio ambiente, conciliando las
exigencias del desarrollo económico con las de la protección
ambiental.
21. El ambiente, un bien colectivo, continúa…
Cualquier actividad económica que se sirva de los recursos
naturales debe preocuparse también de la salvaguardia del
medio ambiente y prever sus costos, que se han de considerar
como un elemento esencial del costo actual de la actividad
económica .
Una empresa que respete el medio ambiente no buscará
únicamente el objetivo del máximo beneficio, porque la
protección ambiental no puede asegurarse sólo en base al
cálculo financiero de costos y beneficios.
22. El ambiente, un bien colectivo, continúa…
La humanidad de hoy, si logra conjugar las nuevas
capacidades científicas con una fuerte dimensión ética,
ciertamente será capaz de promover el ambiente como
casa y como recurso, en favor del hombre y de todos los
hombres; de eliminar los factores de contaminación; y de
asegurar condiciones de adecuada higiene y salud tanto
para pequeños grupos como para grandes asentamientos
humanos.
23. El ambiente, un bien colectivo, continúa…
La tecnología que contamina, también puede descontaminar;
la producción que acumula, también puede distribuir
equitativamente, a condición de que prevalezca la ética del
respeto a la vida, a la dignidad del hombre y a los derechos de
las generaciones humanas presentes y futuras