1. ‘El castillo de la
tortuga Mara’
Por Mara Wen Corbalán y Adriano Loras
2. En el reino de Corbalán no había ningún humano.
Todos los seres que poblaban dichas tierras eran
animales salvajes.
La reina era una serpiente pitón que dominaba el
reino y siempre estaba muy enfadada. Los príncipes
eran cuatro jabalís muy sucios que tenían el castillo
convertido en una pocilga. Princesas no había y
todos los soldados sapo no hacían más que jugar a
las cartas y discutir por tonterías. Este castillo era un
verdadero desastre.
Fuera del castillo los demás animales pasaban
hambre y estaban tristes porque su reino no les
ayudaba.
3.
4. Un buen día, apareció por el valle del reino una
pequeña tortuga verde y marrón. Era muy hermosa
y su caparazón relucía bajo el sol.
La reina serpiente estaba dando su paseo de
mediodía. Notó que el suelo vibraba a su lado y se
paró repentinamente. La tortuga Mara escondió su
cabeza y quedó paralizada ante una extraña
emoción entre la sorpresa y el miedo.
5. - ¡Ah!, ¿qué es esto? No es un gato ni un tigre, ni
nada que me interese. ¿Quién se atreve a cruzarse
en mi camino si no es para que me lo coma?...
- Lo siento de veras - Dijo la tortuga - Pero he tenido
un gran problema en la charca que vivo y necesito
vuestra ayuda. Una lechuza ha hechizado a todos los
animales del bosque salvo a mí. No paran de repetir
todo lo que les digo. Parece que se han vuelto
majaretas.
- No es mi deber ayudar a nadie, soy la Reina. Pero
en este asunto haré una excepción. Me interesa
muchísimo ver si repiten lo que dice una reina. Estoy
segura de que no se atreverán.
6. Dicho y hecho, la tortuga y la serpiente partieron
hacia el bosque y se encontraron la charca. Había
sapos, tortugas, ranas, patos y saltamontes.
Dijo la reina:
- ¡Hola! ¡Hola!
¡Hola!
¡Hola!
¡Hola!
- ¡Oh, sí repiten todo!, dijo la orgullosa reina
emocionada y sorprendida.
7. La tortuga dijo:- ¿Ves lo que te digo? Ha pasado
todo así, de sopetón.
Los animales de la charca repitieron: - Petón, petón,
petón.
La serpiente se puso roja y empezó a engordar como
si se hubiera comido un elefante:
- ¡Oh! Pitón, Pitón, me están llamando mis
ciudadanos, mis súbditos. ¡Ooooooh! ¡Qué
importante soy!
8. Y así se pasaron horas: la serpiente diciendo
tonterías y los animales de la charca repitiendo
todo, hechizados. No comían ni bebían, sólo podían
repetir y repetir como locos. La serpiente, no sólo
no les ayudaba sino que iba a acabar con ellos…
Se hizo de noche y, cuando todos estaban ya muy
cansados, vieron dos luces pequeñas que brillaban
en la oscuridad, muy cerca:
Se oyó: - ¿Qué es eso? … Eso… eso… eso…eso?
- Es una lechuza, dijo la tortuga.
9.
10. Volando llegó una lechuza preciosa, con una alas
grises que brillaban en la noche y un pico dorado
que parecía hecho de oro puro. Con cara amable
planeaba por encima de las cabezas de todos y
todas los que se encontraban en la charca. La
serpiente pitón sonrió y dijo para sus adentros: ‘Me
encantará ver cómo una lechuza tan bonita repite lo
que yo digo como muestra de sumisión.’
- La serpiente dijo: ¡Soy la lechuza más fea del
mundo y repito todo lo que la reina me dice!
(Porque quería que la serpiente lo repitiese)
11. Sin mediar palabra, la lechuza, que era totalmente
sorda, bajó en picado y de un bocado se zampó a la
serpiente. Alzó el vuelo de nuevo y no se volvió a
saber de ella.
Todos los animales que estaban en la charca se
quedaron con la boca abierta.
De pronto… TACHÁN, el hechizo se deshizo para
siempre. Nadie supo nunca por qué la lechuza les
había hechizado. Quizá sólo fue porque tenía
hambre de serpientes…