2. Una fábula es un texto literario corto. Puede
estar escrita tanto en prosa como en verso y
suele estar protagonizada por animales.
¿Qué es una fábula?
El objetivo de la fábula es educar, sobre todo a niños y niñas.
Para ello se muestran, a través de situaciones imaginarias, las
costumbres, los defectos o las virtudes de las personas.
Esta enseñanza está resumida al final del relato en una
moraleja: una frase o idea que invita a reflexionar.
3. Félix María Samaniego
En 1784 se publicaron en Madrid las fábulas de
Samaniego en una obra titulada Fábulas morales.
Eran 9 libros con 157 fábulas.
Félix María Samaniego fue un escritor alavés
famoso por sus fábulas morales. Están escritas para
gustar a niños y niñas y todas contienen una
moraleja que nos transmite un mensaje educativo.
¡Esperamos que te gusten!
Aquí encontrarás seis de sus fábulas más conocidas: El cuervo y el
zorro, La cigarra y la hormiga, La lechera, Las ranas que pedían
rey, La gallina de los huevos de oro y el cazador y el perro.
4. El cuervo y el zorro
—¡Señor Cuervo, mi amo, tenga usted muy buenos días! Os veo en
muy buena forma, hermoso, elegante y rebosando gallardía. Yo
no suelo gastar elogios, siempre digo lo que pienso, y viéndolo así
le juro al cielo que al escuchar su bello canto los dioses le harán
dueño de vastos imperios.
Estaba el señor Cuervo, muy ufano
y contento, en la rama de un
árbol con un queso en el pico. Pero
un Zorro muy astuto, atraído por
aquel fascinante olor, le dijo estas
palabras, si mal no recuerdo:
5. —Señor bobo, a falta de otro alimento, comeos mis alabanzas
hasta quedar bien lleno, que mientras usted las digiere, yo le
hincaré el diente a este sabroso queso.
Al oír este discurso tan halagüeño
y sentirse el pájaro alabado, ¡ay!, el
Cuervo, llevado por la vanidad,
quiso cantar bien alto. Y al abrir
su negro pico, dejó caer el queso.
El Zorro, avispado, apresó el manjar en un momento, y tras una
fuerte carcajada, le dijo al Cuervo, que miraba descontento:
El cuervo y el zorro
6. ¿Cuál crees que es la moraleja de esta fábula? ¿Qué nos quiere
enseñar el autor acerca de las personas?
Debate
El cuervo y el zorro
7. La cigarra y la hormiga
Tenía por vecina a una hacendosa Hormiga y con el estómago
rugiendo fue a tocar a su puerta:
Nuestra amiga la Cigarra se pasó el
verano entero canta que te canta, sin
parar ni un momento. Tanto cantaba
que no encontró tiempo para buscar
provisiones para el invierno.
Cuando llegó el frío tuvo que dejar de
cantar y resguardarse calentita en su
pequeño hogar. Pero el hambre acuciaba
y no tenía alimento: ni una mosca, ni
un gusano, ni trigo, ni centeno.
8. —Doña Hormiga, buenos días —
saludó con mucho respeto—. Veo que
en vuestro granero abundan las
provisiones. Prestadme alguna cosa
para sobrevivir este invierno. Esta
triste Cigarra, tan alegre en otro
tiempo, nunca ha hecho daño a
nadie y ahora necesita sustento. No
dudéis en prestarme, que fielmente
prometo pagaros con ganancias lo
que tengáis a bien cederme.
La cigarra y la hormiga
9. —Pues yo, —dijo la cigarra —, a todo paseante le he cantado
alegremente, sin parar ni un momento.
Pero la codiciosa Hormiga respondió con
osadía y escondió a la espalda las llaves
del granero.
—¡Ja! ¡Yo prestar lo que gano trabajando con
tanto esfuerzo! Dime, holgazana, ¿qué has
estado haciendo durante el buen tiempo?
—¡Ah! Con que cantabas mientras yo me partía el lomo
trabajando. Pues ahora que yo como, tú canta, Cigarra, canta.
La cigarra y la hormiga
10. ¿Qué crees que el autor nos quiere decir con esta fábula?
¿Crees que la hormiga ha actuado bien?
Debate
La cigarra y la hormiga
11. No necesitaba más compañía que su pensamiento, y así
marchaba sola la feliz Lechera mientras echaba sus cuentas:
Llevaba en la cabeza una
lechera el cántaro al mercado.
Iba alegre, tan sencilla, con
aquel aire tan risueño, que le
iba contando a la gente:
—¡Yo sí que estoy contenta con
mi suerte!
La lechera
12. «Esta leche vendida me dará tanto
dinero que compraré una cesta
llena de huevos. De los huevos sacaré
cien pollos que crecerán en el
verano. Del importe que consiga con
la venta de tanto pollo podré
comprarme un cochino que
engordaré con bellota, castaña y
salvado. Me lo llevaré al mercado,
sacaré por él sin duda buen dinero.
Con eso podré comprar una vaca y
un ternero que salte y corra por el
campo hasta el monte cercano.»
La lechera
13. Absorta en estos pensamientos va brincando
la lechera y tras un salto violento derramó el
cántaro entero.
¡Pobre lechera! ¡Qué desgracia! Adiós leche, adiós
dinero, huevos, pollos, cochino, vaca y ternero.
¡Qué loca fantasía! ¡Qué castillos construyes en el aire! Modera tu
alegría, pues no sea que saltando de contento se rompa la
esperanza. No seas ambiciosa, no quieras mejor o más próspera
fortuna, que vivirás ansiosa sin que pueda saciarte otra cosa.
No anheles impaciente el bien futuro; piensa que ni el presente
está seguro.
La lechera
14. ¿Qué nos cuenta el autor en esta fábula? ¿Qué le pasa a la
lechera por querer tener tantas cosas?
Debate
La lechera
15. Las ranas que pedían rey
Las asustadas ranas se zambulleron en agua o lodo y quedó
todo en un silencio tan profundo que parecía que no hubiese
ranas en el mundo.
El pueblo de las ranas vivía sin rey
felizmente, libre e independiente. La amable
libertad reinaba en la inmensa laguna que
habitaba. Pero las ranas quisieron un rey y
así lo pidieron a Júpiter.
Al dios le llegó la súplica de las ranas y lanzó a un rey de palo
a la laguna. Debió de ser sin duda un buen pedazo, pues se dio
su majestad tal porrazo que el ruido atemorizó al reino entero.
16. Una de ellas asomó la cabeza y, al
ver a aquel rey leñoso, anunció que
el monarca era un zoquete. Las
otras ranas se congregaron a
observarlo y, tomándolo por juguete,
lo despreciaron y lo ensuciaron con
el barro.
Las ranas que pedían rey
17. Y pidieron otro rey, porque ese no
era bueno.
El padre de los dioses, irritado, envía
a un tirano malvado que muerde,
traga, castiga, y que obliga a aquellas
ranas miserables a suplicar de nuevo
al dios humildemente.
—Sufrid — les responde éste— eternamente. Que así castigo yo a
aquel que no examina si su petición será su ruina.
Las ranas que pedían rey
18. ¿Qué enseñanza los quiere transmitir el autor? ¿Crees que
las ranas necesitaban un rey?
Debate
Las ranas que pedían rey
19. La gallina de los huevos de oro
¡Cuántos hay que teniendo lo bastante quieren enriquecerse al
instante! Se embarcan en proyectos de tan rápidos efectos que,
en unos pocos meses, cuando se creían ya marqueses contando
sus millones, se vieron en la calle sin calzones.
Érase una gallina que ponía un huevo de oro
para su dueño cada día. Pero no contento con
tanta ganancia, aquel rico avaro quiso
descubrir de una vez la mina de oro, para
poder conseguir así más tesoro en menos tiempo.
Mató a la gallina, le abrió el vientre de lado a
lado, pero después de haberla registrado, ¿qué
sucedió? Que, muerta la gallina, perdió su huevo
de oro y no pudo hallar la mina.
20. ¿Sabes lo que es la avaricia? ¿Qué nos quiere hacer ver el
autor con esta fábula?
Debate
La gallina de los huevos de oro
21. El cazador y el perro
El cerdoso valiente se resiste y no le deja al perro hincarle su
cansado diente; con sus grandes colmillos lo rechaza y al cabo,
bufando, se marcha victorioso.
Mustafá era ya un perro viejo, muy
ejercitado en el arte de la caza,
marcado su pellejo por antiguas heridas
de colmillos y de cuernos afilados.
Seguía a un jabalí sin esperanza de
poderlo alcanzar, pero azuzándolo su
amo a cada instante, a duras penas
Mustafá por fin lo alcanza.
El cazador, furioso, reniega del can y de su raza.
22. —Viejo estoy — le responde —, ya lo
ves. Pero di: ¿sin Mustafá tendrías
las pieles y cabezas de las fieras en
tu casa, como abrigo y trofeo?
»Te fijas en lo que soy, no en lo que he sido. ¡Oh, suerte
desgraciada! Solo tienes presente mi vejez cansada, mis robustos
años has olvidado.
»Pero ¿para qué me mato, si no he de conseguir ya nada? Es
ladrar a la luna el ofrecer servicios al ingrato.
El cazador y el perro
23. ¿Crees que el cazador tiene razón al enfadarse con Mustafá?
¿Qué crees que nos quiere mostrar esta fábula?
Debate
El cazador y el perro