2. AREA DEL AUTOCUIDADO:
Incluye todas las habilidades de
adaptación relacionadas con la
autonomía personal en el aseo,
comida, higiene y aspecto físico.
Desde muy pequeños debemos
facilitar que los niños se vistan, elijan
ropa, coman solos y tengan interés
por ir bien arreglados, peinados y
aseados. Aunque al principio no
sepan hacerlo muy bien (les
pondremos un babero bien grande
para que coman a gusto y nosotros
tranquilos con las manchas, les
dejaremos los coleteros para que
elijan el que más les guste y que
pegue con su ropita...), poco a poco,
irán avanzando en destreza y
habilidad.
3. ÁREA DE LA AUTODIRECCIÓN:
Habilidades relacionadas con la
autorregulación del propio
comportamiento, comprendiendo las
elecciones personales, seguimiento
de horarios, finalización de tareas,
resolución autónoma de tareas,
búsqueda de ayudas cuando lo
necesiten, etc. Es decir, debemos
organizarnos los adultos bien para
luego, con el ejemplo, hacer entender
a los niños lo importante que es dicha
planificación. Todos respetamos los
horarios de comida, sueño y juego. Si
toca recoger los juguetes, se colocan
todos, aunque al principio necesiten
de nuestro acompañamiento. En el
caso de que no quieran, ellos eligen
aunque de antemano se les ha
indicado que no van a poder pasar a
otra actividad hasta que no lo hagan.
Esto se dice una vez, con tono
tranquilo y tajante.
4. ÁREA DE LA COMUNICACIÓN:
Comprende las capacidades para
comprender y transmitir
información a través de los
comportamientos y destrezas
comunicativas elementales.
Debemos poner de continuo a
nuestros hijos en situación de
comunicar lo que quieren, no
adelantándonos a expresar o
darles lo que necesiten. El habla
se aprende por imitación, por
ello, debemos hablar mucho y
verbalizar todas nuestras
actuaciones ya que facilitan la
comprensión por parte del niño.
Cuando ya saben hablar un poco,
muy interesante es que se inicien
en actividades de teatro, que les
ayudará en la vocalización,
memoria, expresión y destrezas
comunicativas en general.
5. ÁREA DE LAS HABILIDADES
ACADÉMICAS
FUNCIONALES: Referidas a
los aprendizajes escolares
instrumentales y aplicados a
la vida (lectura, escritura,
cálculo, conocimiento de
naturales y sociales) tan
necesario para un posterior
funcionamiento autónomo
(poder comprar, leer las
estaciones del metro, saber
de las relaciones personales,
del funcionamiento de
nuestra sociedad...)
6. ÁREA DE LA VIDA EN EL
HOGAR: Habilidades que nos
permiten la autonomía en la
casa: preparación de comidas,
planificación de compras,
cuidado de ropa, etc. Desde
muy pequeños podemos
enseñarles a hacer comidas
(aprenderemos los peligros de
la cocina: fuego, cuchillos, etc.,
y lo divertido de la misma), a
hacer la cama, a doblar,
colocar la ropa en la lavadora,
a dejar recogida la habitación,
dónde apuntar las cosas que
nos van faltando, etc.
7. COMPLEJO EDIPO Y SU
RELACION CON EL INICIO Y
PROCESO DE IDENTIDAD
8. A esta edad, niños y niñas comienzan a tomar conciencia de su sexo y se
interesan por cómo papá y mamá les trajeron al mundo. Inician así un
largo viaje que les llevará a identificarse como niña o niño. El “complejo
de Edipo” es una etapa en este camino. Freud lo bautizó así en referencia
a la tragedia griega de Sófocles titulada “Edipo Rey” en la que Edipo, sin
saberlo, mata a su padre y se casa con su madre. En las niñas, el complejo
toma el nombre de “Electra”.
Sentimientos encontrados
En torno a los 3 años, el niño -o la niña- empieza a mostrar interés por su
propio cuerpo y por los roles asociados a su sexo. Sus modelos para
identificarse sexualmente son sus progenitores. Imita en todo a su padre
si es un niño o a su madre si es una niña. Y como papá, quiere seducir a
mamá para que le quiera como le quiere a él. Desea ganar todo su afecto,
ocupar el lugar de papá en su corazón.
9. Este deseo de lograr el amor de su madre, desplazando a su
padre lleva implícitos fuertes sentimientos encontrados
que el pequeño debe superar con vuestra ayuda:
• Amor y odio. Por un lado el niño quiere a su padre y le
admira pero por otro lo ve como un rival. Fantasea con
ganarle la partida. En la niña, sucede lo mismo pero la
contradicción que vive es mayor porque su rival de ahora es
su primer amor. Esta duplicidad de sentimientos repercute
en el estado emocional del niño y de la niña.
• Culpabilidad y miedo. Son los estados emocionales más
frecuentes en esta etapa. El niño o la niña no puede evitar
tener deseos inconfesables de victoria pero se siente mal
por el hecho de tenerlos. Se siente culpable y tiene miedo
de perder el cariño de su padre o su madre a causa de la
rivalidad que imagina existir entre ellos.
10. CÓMO AFRONTAR EL COMPLEJO DE
EDIPO
Nuestra actitud es importante para que el
niño se identifique con su rol sexual y
comprenda mejor las relaciones
familiares.
• Considera esta etapa como algo normal
y pasajero en su desarrollo.
• No te burles. Para él, es un tema muy
serio aunque a ti, te resulte a veces
divertido.
• No entres en su juego. Él está confuso y
tú debes ayudarle. Si te dice que se quiere
casar contigo, dile que eso no puede ser
que ya estás casada con papá y que él ya
conocerá a una chica con la que se
enamorará como papá de ti.
• Preserva momentos de intimidad con tu
pareja y enseña a tu hijo a respetarlos.