El documento discute el problema de que los dispositivos médicos como el pulsómetro, pulsioximetro y espirómetro son demasiado costosos y no se adaptan a todos los cuerpos, incluidos los de niños y ancianos. El autor propone diseñar versiones de estos dispositivos que sean asequibles para todos y se ajusten a personas de cualquier edad o tamaño para que más gente pueda monitorear su salud.