1. REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
FUNDACION CONVENIO UNIOJEDA - IUTEMBI
CARORA ESTADO LARA
ELABORADO POR:
ALEXEI RODRIGUEZ
C.I. 24.161.364
SECCION : IC1S
CARORA, AGOSTO DEL 2014
2. La ingeniería es para la Corona ibérica en particular con la dinastía Borbón que toma
las riendas en el siglo XVIII instrumento de creciente importancia en el control de sus
dominios, pues en aquellos tiempos es esencialmente ingeniería militar, ocupada en
lo referido a fortificaciones, armamento, transporte, comunicaciones y logística
castrense. Quienes integraban el cuerpo de ingenieros venían por origen familiar de
sectores de élite en España y en sus colonias, siendo ese origen decisivo para su
ingreso y ascenso exitoso dentro de esta rama militar, que sólo recibía a privilegiados
y les otorgaba más privilegios.
En cuanto a formación profesional, apenas fue accesible para muy pocos nacidos en
territorio venezolano, pues de no ir a adquirirla en la península ibérica o a plazas
militares importantes en América como México o La Habana, dependía de que alguno
de los escasos ingenieros hispanos destinados en estas tierras organizase con la venia
real una “Academia”, nombre dado a un curso en el cual ese único ingeniero-docente
instruía a pequeños grupos de aprendices, normalmente con recursos inciertos,
duración irregular y afrontando distintos escollos. Tales fueron las “Academias” que
existieron en Caracas a cargo de Nicolás de Castro (1760-1768), en La Guaira con
Manuel Centurión (1761), en Cumaná con Juan Pires (1808-1810), y en Caracas con
José Mires (1808-1810). Es inevitable recordar que en las dos últimas fue cursante el
adolescente Antonio José de Sucre (nacido en 1795), a quien tras algunos meses de
instrucción en ambos lugares encontraremos como flamante Subteniente de
Ingenieros en Margarita a comienzos de 1811.
3. El auténtico nacimiento de la enseñanza formal, institucionalizada y permanente para
esta área profesional en el país deba esperar a 1831, cuando la República iniciaba su
tránsito en solitario tras la disolución de la Gran Colombia y aún se recuperaba de las
convulsiones de la lucha por la Independencia. Ese año se decreta el establecimiento
de la Academia de Matemáticas en Caracas, alentada por el fervor, capacidad e
iniciativa de Juan Manuel Cagigal. Este venezolano se había educado como ingeniero y
matemático en España y Francia, habiendo vuelto al país a impulsar una institución de
formación profesional para ingenieros que siguiese la huella de las que había
conocido en Europa. Pese a las circunstancias difíciles, pudo lograr apoyo oficial, lo
que estimo se debió en gran medida a que reorientó la visión que traía en mente del
extranjero (con el modelo civil de la Escuela Politécnica de París en que estudió), hacia
la propuesta de una escuela de formación de oficiales militares técnicamente
calificados (recibirían título de ingenieros con 6 años de estudios), en la que hubiese
además posibilidad de impartir capacitación técnica a civiles (egresarían como
agrimensores a los 4 años de formación).
4. No fue nada fácil el inicio y posterior sobrevivencia de la Academia de
Matemáticas, pese a ser una entidad de élite y para una élite. El soporte
gubernamental significaba poco dada la debilidad institucional y financiera
del Estado en aquellos tiempos. Los docentes disponibles eran muy escasos,
al punto que se comenzaron actividades con sólo dos profesores: Cagigal y
José Rafael Acevedo, quien desde 1827 regentaba la primera Cátedra de
Matemáticas en la Universidad Central de Venezuela; para superar tal
limitación después se incorporarían a dicha labor algunos de los egresados
de la propia Academia.
Por lo demás, el peso de la adscripción militar dada a la institución para
conseguir respaldo oficial, implicó que progresivamente quedara menos
espacio para la formación de civiles, aparte que siendo una instancia de
obediencia castrense se vio sometida a los vaivenes bélicos de nuestro
agitado siglo XIX. No obstante, el celo de Cagigal y el apoyo que recibió de
algunos interesados en su idea (por ejemplo desde la Sociedad de Amigos
del País) permitieron superar esos arduos principios, de modo que en 1835
reciben su título 7 agrimensores y en 1837 egresan 4 ingenieros.
5. En 1841 Cagigal deja la dirección por enfermedad y le sustituye Olegario
Meneses, uno de los primeros egresados de 1837, bajo cuya gestión se
mantiene por un tiempo el impulso que su fundador había dado a la
Academia. Sin embargo, para fines de la década de 1840, los reportes de
funcionamiento anotan múltiples dificultades, que se reflejan en repetidos
ceses de actividades y largos períodos sin que haya egresados de la
institución. De hecho, aunque la Academia de Matemáticas oficialmente
funcionó de 1831 a 1872, sólo tuvo 17 promociones con un total de 97
egresados, en su mayoría dedicados por entero al ejercicio de las armas, con
poca o ninguna actividad específicamente ingenieril. Esto en buena medida
porque en la Venezuela de mediados del S. XIX los conflictos político-militares
inhiben o liquidan las escasas posibilidades que se presentaban
para la acción civil y constructiva.
6. El Colegio de Ingenieros de Venezuela se instala el 28 de Octubre de
1861, en virtud del Decreto del Presidente de la República Manuel
Felipe Tovar, de fecha 24 de Octubre de 1860, en el cual a la vez
reglamenta a la Academia de Matemáticas y se crea el Colegio de
Ingenieros; en este acto estaban presentes 22 ingenieros de los 61
que inicialmente habrían de integrarlo.
En el Art. 45 de dicho decreto se expresa lo siguiente: "Todos los
Ingenieros de la República constituirán un Cuerpo que se denominará
"Colegio de Ingenieros", que el Gobierno toma bajo su protección y al
servicio de éste como órgano de consulta, adscrito al Ministerio de
Guerra y Marina hasta el año 1881, en el cual fue adscrito al
Ministerio de Educación, pasando así a integrarse a las
organizaciones civiles.
7. La creación del Colegio de Ingenieros obedece a recomendación efectuada por el Ing.
Olegario Meneses en informe elaborado en el año 1844 y acogida por el Ministerio de
Guerra y Marina.
El Colegio de Ingenieros de Venezuela tiene una tradición gloriosa que remonta a los
años de la Independencia y cuyo más alto representante es Antonio José de Sucre, el
Gran Mariscal de Ayacucho, y el Cuerpo de Ingenieros Militares que con él abrazaron
la causa republicana.
El colegio de ingenieros es un cuerpo moral de carácter público, con personalidad
jurídica y patrimonio propio, con todos los derechos, obligaciones, poderes y
atribuciones que le señala la Ley del Ejercicio de la Ingeniería, Arquitectura y
Profesiones Afines.
Desde entonces, es largo el camino andado, que culmina con más de 120.000
ingenieros, arquitectos y profesionales afines que hoy integran el CIV.
8. Entre las muchas obras de las diferentes ramas de la
ingeniería y construidas en distintos momentos de la
vida de la nación existe algunas que valen la destacar
siendo fundamentales para la capital como lo son:
1. El Metro de Caracas.
2. La Universidad Central de Venezuela.
3. El Teleférico al Ávila.
4. El Teatro Teresa Carreño.
5. El Monumento a la Ingeniería y a la Civilización que fue
el Complejo Generador Ricardo Zuloaga, construido por
su epónimo que significó la iluminación de la ciudad de
Caracas en tiempos cuando esto era una verdadera
novedad y una hazaña.
9. Otras obras comparables a las que mencionamos esparcidas por todo
el país como:
1. Las Presas de Macagua, el Uribante-Caparo y el Yacambú-Quibor.
2. Los Puentes sobre el Río Orinoco y Lago de Maracaibo.
3. El Sistema Ferroviario Central.
4. Complejos petroquímicos de El Tablazo y de Morón
5. La Central Hidroeléctrica del Guri y muchas otras obras que no por
obviarlas en esta lista dejan de ser importantes para Venezuela.
La ingeniería en Venezuela está sufriendo el desprecio, la ofensa y el
desaire del régimen que nos destruye. Las pocas obras de ingeniería
que se desarrollan en el país se les encomiendan a compañías
extranjeras. Las obras del pasado han sido malamente rebautizadas,
lo que también se constituye en ofensa para sus constructores y para
los entonces homenajeados, es por esto que esta en nuestras manos
hacer un cambio.