1. Llamado también la Edad Media; el milenio
entre la caída del Imperio Romano y el
Renacimiento, revivido y renovado por el
romanticismo y el modernismo del siglo
XIX, que quieren revalorizar el idioma del
Medioevo, las grandes epopeyas nacionales, y
los temas caballerescos y orientales, para
librarse de formas y temas clásicos.
2. Esta corriente apareció en Francia a principios
del siglo XII, y su principal novedad fue la
importancia que le atribuyó a la autoría. Las
obras dejaron de ser anónimas y empezaron a
ser firmadas por autores conocidos que las
dotaban de prestigio. Estos autores también
componían una música para acompañar a la
recitación, y ellos mismos solían recitarlas en
público. Son los trovadores, figura similar a la del
juglar pero de naturaleza más culta y respetada.
3. • La importancia de la transmisión oral: Gran parte de la literatura se difundía
mediante la recitación, dado que la población era analfabeta en su mayoría.
• El carácter anónimo de sus autores: Al principio, sobre todo, la literatura surge
de la colectividad y luego va siendo modificada por los juglares o quienes la
transmiten.
• La finalidad didáctica o moralizante: La influencia religiosa determina que, en
muchos casos, la literatura se utilice para influir en los oyentes. Otras veces, la
literatura sirve de propaganda de los valores de un rey o de un pueblo, como
ocurrirá con los cantares de gesta.
• El uso del verso: Hasta bien entrada la Edad Media (siglo XIV), el verso será el
modo usual de escribir, dada su facilidad para la recitación
• Brevedad: El pueblo prefiere las composiciones breves que se pueden captar
fácilmente y por eso a veces se llega a una condensación quizás excesiva, en el
afán de reducir y eliminar lo superfluo.
• Sencillez: La literatura popular es sencilla en el fondo y la forma. No presenta
demasiados convencionalismos ni artificios, porque brota espontánea como
expresión de un sentir general. Pese a esto presenta una curiosa efectividad
poética.
4. A MIS SOLEDADES VOY , Lope de Vega (1562- 1635)
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo, No me precio de entendido, Dos polos tiene la tierra,
porque para andar conmigo de desdichado me precio, universal movimiento;
me bastan mis pensamientos. que los que no son dichosos, la mejor vida el favor,
¿cómo pueden ser discretos? la mejor sangre el dinero.
¡No sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero, No puede durar el mundo, Oigo tañer las campanas,
que con venir de mí mismo porque dicen, y lo creo, y no me espanto, aunque
no puedo venir más lejos! que suena a vidrio quebrado puedo,
y que ha de romperse presto. que en lugar de tantas cruces
Ni estoy bien ni mal conmigo; haya tantos hombres muertos.
mas dice mi entendimiento Señales son del juicio
que un hombre que todo es ver que todos le perdemos, Mirando estoy los sepulcros
alma unos por carta de más cuyos mármoles eternos
está cautivo en su cuerpo. otros por cartas de menos. están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
Entiendo lo que me basta, Dijeron que antiguamente
y solamente no entiendo se fue la verdad al cielo; ¡Oh, bien haya quien los hizo,
cómo se sufre a sí mismo tal la pusieron los hombres porque solamente en ellos
un ignorante soberbio. que desde entonces no ha de los poderosos grandes
vuelto. se vengaron los pequeños!
De cuantas cosas me cansan,
fácilmente me defiendo; En dos edades vivimos Fea pintan a la envidia,
pero no puedo guardarme los propios y los ajenos: yo confieso que la tengo
de los peligros de un necio. la de plata los extraños de unos hombres que no saben
y la de cobre los nuestros. quién vive pared en medio.
El dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento, ¿A quién no dará cuidado, Sin libros y sin papeles,
que humildad y necedad si es español verdadero, sin tratos, cuentas ni cuentos,
no caben en un sujeto. ver los hombres a lo antiguo cuando quieren escribir
y el valor a lo moderno? piden prestado el tintero.
La diferencia conozco,
porque en él y en mí Dijo Dios que comería Sin ser pobres ni ser ricos,
contemplo, su pan el hombre primero tienen chimenea y huerto;
su locura en su arrogancia, con el sudor de su cara no los despiertan cuidados,
mi humildad en su desprecio. por quebrar su mandamiento, ni pretensiones, ni pleitos.
O sabe naturaleza y algunos inobedientes Ni murmuraron del grande,
más que supo en otro tiempo, a la vergüenza y al miedo, ni ofendieron al pequeño;
o tantos que nacen sabios con las prendas de su honor nunca, como yo, afirmaron
es porque lo dicen ellos. han trocado los efectos. parabién, ni pascua dieron.
Sólo sé que no sé nada, Virtud y filosofía Con esta envidia que digo
dijo un filósofo, haciendo peregrina como ciegos; y lo que paso en silencio,
la cuenta con su humildad, el uno se lleva al otro, a mis soledades voy,
adonde lo más es menos. llorando van y pidiendo. de mis soledades vengo.
5. A la mar Francisco de Quevedo (1580- 1645)
La voluntad de Dios por grillos tienes,
Y escrita en la arena, ley te humilla;
Y por besarla llegas a la orilla,
Mar obediente, a fuerza de vaivenes.
En tu soberbia misma te detienes,
Que humilde eres bastante a resistilla;
A ti misma tu cárcel maravilla,
Rica, por nuestro mal, de nuestros
bienes.
¿Quién dio al pino y la haya
atrevimiento
De ocupar a los peces su morada,
Y al Lino de estorbar el paso al viento?
Sin duda el verte presa, encarcelada,
La codicia del oro macilento,
Ira de Dios al hombre encaminada.
6. Ejemplo de jarcha típica: (En
romance)
Vayse meu corachón de mib.
ya Rab, ¿si me tornarád?
¡Tan mal meu doler li-l-habib!
Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?
(traducción al castellano actual)
Mi corazón se me va de mí.
Oh Dios, ¿acaso se me tornará?
¡Tan fuerte mi dolor por el amado!
Enfermo está, ¿cuándo sanará?