El documento discute cómo las personas malas sirven para los propósitos de Dios al ayudar a refinar a los hijos de Dios, de la misma manera que el oro y la plata son refinados en el fuego. También explica que las personas malas hacen que los buenos se destaquen más y tengan mayor valor, usando dos ciudades como ejemplo, una donde todos son buenos y otra donde todos son malos. Finalmente, enfatiza la importancia de confiar solo en Cristo y no caer en los actos del mundo a pesar de vivir en un mundo mal

1. 02.08 - un punto digno de consideración
No es de extrañarnos que siempre hay personas malas, ¡ha! y otras
extremadamente malas. Ellos viven en este mundo; y aunque nosotros
no somos de este mundo, estamos también aquí mismo con ellos.
Muchas veces la maldad de un individuo hizo desmerecer al cristiano a
tal punto que abandonaron la fe; Pero desde hoy ya no será así.
Que diría usted si le dijera, que las personas malas sirven muy bien para
los propósitos de Dios. Usted dirá: "¿¿¿¿¿¿??????".
Aunque parezca raro, así es. Es un poco largo pero en Cristo lo haré
corto.
¿Quién hizo al malo y al bueno?
Dios lo hizo.
¿Quién hizo al cojo al mudo al ciego...?
Es Dios quien lo hizo.
Esto lo dice la Biblia. Y usted mi hermano con una lectura ordenada y
diaria tendrá que encontrarlo.
No importa si tarda mucho tiempo, como un año y medio. (Es broma)
Bien.
El oro y la plata
Si consideramos el estado original de estos minerales, podemos
entender todo el martirio que pasa..., de solo imaginar que en el estado
líquido, debido al desmesurado fuego es ya demasiado trágico para el
mineral rústico que dio la naturaleza, que del cual no queda ni rastro.
Pero al final vemos el nuevo valor sumamente elevado. Comparado con
el mineral natural rústico, es costosísimo.
Todas las personas en el mundo, son como mineral rústico en la
naturaleza, (malos). De allí, solo los hijos de Dios, serán tratados o
sometidos, a tal punto que solo se compara a someter la plata y el oro
al inmenso fuego de fundición.
Puede que usted no lo crea, pero veamos la Biblia, que allí está. En
Zacarías 13:9 dice:
Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la
plata, y probárelos como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y Yo
le oiré, y diré: Pueblo mío; y él me dirá Jehová es mi Dios.
Es triste y trágico, (pero en Cristo Jesús todo es llevadero y muy fácil,
aun las cosas muy difíciles) decía que es trágico porque tal como se
funde la plata y el oro, Dios meterá allí a su pueblo. Pero los meterá y
no se perderá. Porque al final será de un valor invaluable e inmenso.
Así se entiende cuando leemos en Santiago 1:3

2. Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Muchos se preguntan y dicen: ¿por qué Dios creo al malo?
Si Dios, solo hubiera creado personas buenas ¿Ante quienes Dios
metería a sus hijos? Y esto es equivalente a "como se funde la plata"
"Como se funde el oro". Si todos son buenos, no habría personas para
fundir el oro o la plata. Porque uno a de ser agresor (fuego de
problemas) y el otro ha de ser agredido (plata u oro rústicos). O sea,
con defectos.
Entonces:
Dios se ha provisto de gente muy mala, justamente para meter allí a
sus hijos, tal cual como el oro y la plata son fundidos. Y de allí, ellos
clamarán y Dios los salvará y dirá este es mi pueblo. Nada de esto sería
posible, si en es te mundo todos fueran buenos. Entonces las personas
malas sirven para refinar al pueblo de Dios. Como decía al principio, Los
malos muy bien sirven para los propósitos de Dios.
Pero ahora no por esto, dejaremos a la deriva el cuidarnos. Jesús dice:
sed mansos como el cordero, y sagaces como la serpiente.
No demos armas al enemigo con que después nos ataquen con las
mismas.
Es Mucho Mejor Confiar en Cristo que en los cristianos, o los familiares y
aun íntimos. En cuanto a esto quería escribir más; pero no me lo
permito. Continúo.
Para entenderlo mejor el valor que tienen los malos frente a los
escogidos daré dos ejemplos o tres.
Hay dos ciudades, muy lejanas la una de la otra.
Ambas ciudades desconocen la existencia de la otra.
Una la llamaremos "A" y la otra "B"
En "A" todos sus habitantes son buenos, ni uno solo de ellos son
mentirosos, allí, nadie roba, ninguno fuma, y no hay borrachos. Todos
sus habitantes son personas muy buenas. Y allí vive usted. Si comentare
a otro de usted y le dijere que usted nunca estafa. El otro me diría, "y
que con eso, si aquí nadie estafa". pero yo le dijera: "¡ha! pero tampoco
roba ni es borracho". él me contestará. Que más da, porque aquí, eso es
de lo más común.
Aquí ser bueno no es apreciado, es de lo más común. Ser bueno no
tiene valor alguno.
Veamos la ciudad "B"
Se que usted ya lo imagina, que en la Ciudad "B" es todo lo contrario a
la ciudad "A". Allí todos son ladrones, sino es ladrón es borracho o los

3. dos, o son violadores, y mentirosos o son delincuentes y asesinos. En
resumen, son gente de muy mal vivir. Pero que en medio de esta ciudad
viva yo, y que viendo mis ojos que todos mienten, no mienta yo. Viendo
que todos violen no viole yo, viendo que todos son ladrones; no robe yo.
No es fácil no robar, en un lugar donde todos roben.
Vivir y caminar en la porqueriza y no mancharse ni los zapatos es de lo
más grande.
En un país de mentirosos que haya uno que no miente, este hombre
tiene mucho valor. Por cuanto es el único que no miente.
En un mundo de injustos, si solo uno actúa con justicia, y créanme, el
tal es muy preciado. Por cuanto viendo lo injusto en todos los lados, él
practica la justicia.
¿Se imagina el corazón de oro o plata que éste ha logrado tener? Pero
este tiene gran valor, solo porque viene en un mundo malo, y no actúa
como cualquiera del mundo. Porque si el viviera en la ciudad "A" su
valor nada es.
Ahora podemos ver claramente, como los malos hacen que brille con
mayor valor a los que son buenos. Por supuesto, siempre que no
practique de los actos malos de la ciudad.
Sí. Es así. Que los malos sí ayudan a santificarse más a los escogidos de
Dios. Para esto sirven los malos. Por eso no debemos practicar de
ninguno de sus actos. Para que seamos como dice la Biblia
"Vosotros seréis mi especial tesoro, joyas preciosas"
Pero si el cristiano se iguala, al mundo respondiendo también con actos
malos, tal cristiano no tiene valor. Solo los que practican la justicia, en
todo el sentido de esta palabra, son los mismos que tiene gran valor,
porque a pesar de que están aquí no somos del mundo, porque no
actuamos conforme al mundo y además somos sus joyas preciosas de
Dios.
Sea motivo para usted esto, a caminar en este mundo malo, justa y
sanamente, porque no somos del mundo, aunque estemos aquí.
Confiar en Cristo es lo único y es todo; no confiar en nadie, para nada,
porque si ellos actúan como el mundo, son del mundo. Créanme, y yo
jamás confiaría en una persona del mundo. Y son del mundo porque
hacen las cosas del mundo.
¿Acaso un cristiano que cae no hace las cosas del mundo?
Sé que podrá arrepentirse, pero queda claro que hizo como el mundo.
De los tales jamás me fiaré.
La persona digna de fiarse, son las personas que no pierden su

4. salvación porque nunca caen. Estos son los que tienen buenos
consejos para el pueblo de Dios.