1. Ley de Avogadro
La Ley de Avogadro (a veces llamada Hipótesis de Avogadro o Principio de Avogadro) es
una de las leyes de los gases ideales. Toma el nombre de Amedeo Avogadro, quien
en 1811 afirmó que:
"En iguales condiciones de presión y temperatura las densidades relativas de los
cuerpos gaseosos son proporcionales a sus pesos atómicos.1 "
Y sugirió la hipótesis:
"Volúmenes iguales de distintas sustancias gaseosas, medidos en las mismas
condiciones de presión y temperatura, contienen el mismo número de partículas."
Por partículas debemos entender aquí moléculas, ya sean éstas poliatómicas
(formadas por varios átomos, como O2, CO2 o NH3) o monoatómicas (formadas por un
solo átomo, como He, Ne o Ar).
La ley de Gay-Lussac no tenía una interpretación adecuada en relación a
los postulados de la teoría atómica de Dalton. Para John Dalton y sus seguidores, las
partículas que forman los elementos gaseosos eran los átomos y según su hipótesis si
un volumen de cloro reacciona con un volumen de hidrógeno debería obtenerse un
volumen de HCl y no dos, además postulaba que la fórmula de la molécula de agua
en estado gaseoso era HO.
No fue hasta 1814 cuando Avogadro admitió la existencia de moléculas
gaseosas formadas por dos o más átomos iguales. Según Avogadro, en una reacción
química una molécula de reactivo debe reaccionar con una o varias moléculas de otro
reactivo, dando lugar a una o varias moléculas del producto, pero una molécula no
puede reaccionar con un número no entero de moléculas, ya que la unidad mínima de
un reactivo es la molécula. Debe existir, por tanto, una relación de números enteros
sencillos entre las moléculas de los reactivos, y entre estas moléculas y las del
producto.
Según la Ley de los volúmenes de combinación esta misma relación es la que ocurre
entre los volúmenes de los gases en una reacción química. Por ello, debe de existir
una relación directa entre estos volúmenes de gases y el número de moléculas que
contienen.