Este documento resume un cuento infantil titulado "¿A qué sabe la luna?" de Michael Grejniec. Narra la historia de varios animales que intentan averiguar el sabor de la luna subiéndose unos sobre otros. Finalmente, el ratón logra probar un pedacito de luna y comparte su sabor con los demás animales. El documento también incluye información sobre el desarrollo del lenguaje oral e introducción a la cultura escrita en niños de 4 a 7 años.
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Literatura para niños y niñas
1. Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Facultad de Ciencias y Educación
Licenciatura en Pedagogía Infantil
Juego Tecnología y Conocimiento Infantil
Alexandra Martínez
Natalia Lucia Vargas Sanchez - 20131187041
Ana María Aragón Bocanegra- 20132187102
Literatura para niños y niñas de 4 a 7 años.
Un deseo a la Luna.
Tomado de ¿a qué sabe la luna? De Michael Grejniec
Michael Grejniec: Nació en Polonia. Es un escritor e ilustrador de libros infantiles,
es uno de los referentes actuales de la literatura infantil. Probablemente su libro más
famoso se titula ¿A qué sabe la luna?, en el que, a modo de cuento, nos narra la
curiosidad que tiene un grupo de animales por conocer cuál es el sabor que tiene
este astro, lo difícil que les resulta mitigar su duda y cómo finalmente lo consiguen.
Este libro se ha convertido ya en un clásico de la literatura infantil y juvenil
contemporánea,
¿A qué sabe la luna?
Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna.
¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches,
miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el
cuello, las piernas y los brazos. Pero todo fue en vano, y ni el animal más grande
pudo alcanzarla. Un buen día, la pequeña tortuga decidió subir a la montaña más
alta para poder tocar la luna. Desde allí arriba, la luna estaba más cerca; pero la
tortuga no podía tocarla. Entonces, llamó al elefante.
― Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna. Esta pensó que se trataba
de un juego y, a medida que el elefante se acercaba, ella se alejaba un poco. Como
el elefante no pudo tocar la luna, llamó a la jirafa. ― Si te subes a mi espalda, a lo
mejor la alcanzamos. Pero al ver a la jirafa, la luna se distancio un poco más. La
jirafa estiró y estiró el cuello cuanto pudo, pero no sirvió de nada. Y llamó a la cebra.
― Si te subes a mi espalda, es probable que nos acerquemos más a ella. La luna
empezaba a divertirse con aquel juego, y se alejó otro poquito. La cebra se esforzó
mucho, mucho, pero tampoco pudo tocar la luna. Y llamó al león. ― Si te subes a
mi espalda, quizá podamos alcanzarla.
Pero cuando la luna vio al león, volvió a subir algo más. Tampoco esta vez lograron
tocar la luna, y llamaron al zorro. ― Verás cómo lo conseguimos si te subes a mi
espalda ― dijo el león. Al avistar al zorro, la luna se alejó de nuevo. Ahora solo
faltaba un poquito de nada para tocar la luna, pero esta se desvanecía más y más.
Y el zorro llamó al mono. ― Seguro que esta vez lo logramos. ¡Anda, súbete a mi
espalda! La luna vio al mono y retrocedió. El mono ya podría oler la luna, pero de
tocarla, ¡ni hablar! Y llamó al ratón. ― Súbete a mi espalda y tocaremos la luna.
Esta vio al ratón y pensó: ― Seguro que un animal tan pequeño no podrá cogerme.
2. Y como empezaba a aburrirse con aquel juego, la luna se quedó justo donde estaba.
Entonces, el ratón subió por encima de la tortuga, del elefante, de la jirafa, de la
cebra, del león, del zorro, del mono y… ...de un mordisco, arrancó un trozo pequeño
de luna. Lo saboreó complacido y después fue dando un pedacito al mono, al zorro,
al león, a la cebra, a la jirafa, al elefante y a la tortuga. Y la luna les supo
exactamente a aquello que más le gustaba a cada uno. Aquella noche, los animales
durmieron muy muy juntos. El pez, que lo había visto todo y no entendía nada, dijo:
― ¡Vaya, vaya! Tanto esfuerzo para llegar a esa luna que está en el cielo. ¿Acaso
no verán que aquí, en el agua, hay otra más cerca?
Características.
Lenguaje oral.
Cuando un niño aprende a hablar, lo hace apropiándose de géneros discursivos
orales; aprende a hacer solicitudes, ruegos, exigencias, a narrar, a describir, a
seguir una instrucción, etcétera. Es decir, aprende unidades complejas que incluyen
intenciones comunicativas, formas, estructuras y léxicos propios de las situaciones
discursivas en las que participa. (Pérez y Roa. Pag, 26)
“Esas prácticas generalmente están mediadas por el lenguaje oral, lo que Bajtín
(1998) llamó “géneros discursivos primarios”
Que ocurren cuando conversamos con los amigos, cuando escuchamos a nuestros
abuelos narrar historias, cuando relatamos un acontecimiento a otros, cuando
presentamos un tema académico en la escuela, cuando defendemos un punto de
vista frente a la clase, e incluso cuando hablamos con nosotros mismos. Es decir,
Edades 4, 5, 6
y 7 años.
Ejes de
desarrollo:
Estimulación y
exploración.
Ciclo: Infancias
y construcción
de sujetos
Grado:
Preescolar
Transición, 1° y
2°.
3. existen prácticas de lenguaje, soportadas en el registro oral, que ocurren en la vida
social, y otras distintas que son propias del mundo escolar: prácticas académicas”
(Pérez y Roa citando a Bajtín. Pag, 26)
El lenguaje oral en la escuela requiere de un tiempo específico y de un trabajo
sistemático e intencionado, pues aunque el habla es una condición natural, no se
desarrolla espontáneamente sino que implica una orientación por parte del docente.
Trabajar el lenguaje oral en la escuela desde el primer ciclo tiene el propósito
fundamental de que los niños estén en condiciones para expresarse frente a un
grupo, con seguridad, de manera pertinente, en respuesta a la situación de
enunciación, los interlocutores y el propósito comunicativo. (Pérez y Roa Pag, 29)
Procesos básicos del lenguaje.
Construir la seguridad en su propia voz: (participar en diálogos en parejas,
en grupo pequeño, en mesa redonda de toda la clase), para construir las
reglas y pautas de la interacción: aprender a tomar la palabra, respetar el
turno de la conversación, guardar silencio activo (escuchar para
comprender), formular preguntas, pedir aclaraciones, responder preguntas.
Analizar prácticas orales de lenguaje en las que se identifique, reflexione y
se conceptualice sobre aspectos como: ¿Quién (o quiénes) habla? ¿Para
qué hablan los que hablan? ¿Qué pretenden con lo que dicen? ¿De qué
modo hablan? ¿De qué temas hablan? ¿Qué léxico utilizan? ¿Cuáles son las
condiciones de la situación de habla? Esto para reconocer los elementos que
constituyen las prácticas de lenguaje y para reflexionar sistemáticamente.
(Pérez y Roa pag, 31)
La Cultura.
Ya se había advertido sobre el hecho de que el primer encuentro de los niños con
la cultura escrita no es en la escuela, ni cuando el docente lo propone. Desde mucho
antes los niños ven que la gente lee y escribe y van descubriendo que estos dos
procesos cumplen con importantes funciones en la vida social, incluso se han
percatado de la manera como la cultura escrita permea todos los ámbitos de la vida
de un sujeto y se han planteado hipótesis sobre cómo funciona el lenguaje escrito.
En ese marco, se hace imprescindible que cuando el niño llega a la escuela y el
docente propone abordar la enseñanza del lenguaje escrito se reconozcan los
conocimientos que el niño ha construido. En esa medida, le corresponde al docente
reconocer e identificar esos conocimientos y proponer situaciones para que los
niños se inserten en. Las prácticas del lenguaje y reflexionen sobre ellas, y en ese
marco, puedan avanzar en la comprensión del sistema escrito. Concebir la lectura
y la escritura como prácticas sociales es reconocer que son procesos que van
mucho más allá de la decodificación y la codificación (Pérez y Roa. Pag, 32)
4. Referencias bibliográficas.
- Pérez Abril Mauricio y Roa Casas Catalina. Herramienta para la vida: hablar,
leer y escribir para comprender el mundo. Referentes para la didáctica del
lenguaje en el primer ciclo.
Secretaria de Educación Distrital, 2010
- http://www.librosinfantiles.net/autores/itemlist/category/60-michael-grejniec
- http://ww2.educarchile.cl/UserFiles/P0001/File/CR_Articulos/luna.pdf