La tecnología ha cambiado la forma en que vivimos y trabajamos. Ahora dependemos de computadoras, teléfonos inteligentes y otros dispositivos para comunicarnos y realizar tareas. Si bien la tecnología ha traído muchos beneficios, también plantea nuevos desafíos en áreas como la privacidad, la seguridad cibernética y el futuro del trabajo a medida que más tareas se automatizan.