La sociedad del conocimiento se caracteriza por la importancia creciente del conocimiento como factor de producción. El conocimiento se renueva rápidamente, lo que genera incertidumbre pero también oportunidades. La educación debe preparar a los estudiantes para aprender a lo largo de la vida mediante el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico. Sin embargo, los sistemas educativos aún enseñan como en la era industrial. Las universidades deben actualizar sus métodos y establecer vínculos con el sector productivo para alinear la educación con las
1. LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Fuentes:
Bauman, Z. (2000) Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Sainz González, J. (2009). Conocimiento, redes y actividad económica: un análisis de los
efectos de red en la economía del conocimiento. uocpapers, Nº 8.
Tedesco, J, (2000). Educar en la sociedad del conocimiento. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica
Torrent, J. (2002). De la nueva economía a la economía del conocimiento. Hacia la tercera
revolución industrial. Revista de Economía Mundial. Núm. 7, pp. 39-68.
Torrent, J. (2008). TIC, conocimiento y actividad económica. Hacia la economía del
conocimiento. En: Berumen, S. y Arriaza, K. (ed.). Evolución y desarrollo de las TIC en la
economía del conocimiento. Madrid: Ecobook.
World Bank. (2001). World Development Report 2000/2001: Attacking Poverty. New York:
Oxford University Press.
Steward, T. (1998). La nueva riqueza de las organizaciones: el capital intelectual. Barcelona:
Granica
Desarrollo:
“Para los países en la vanguardia de la economía mundial, el equilibrio entre conocimiento y
recursos ha cambiado hasta tal punto que el conocimiento se ha transformado en el factor
determinante de los niveles de vida –más que la tierra, las máquinas o el trabajo–. Las
actuales economías desarrollas, muy avanzadas tecnológicamente, están realmente basadas en
el conocimiento.” (World Development Report, 2000/2001, The World Bank)
De acuerdo a la teoría económica, los tres principales factores de producción son la tierra, el
capital y el trabajo, pero en los últimos años comenzó a reconocerse como muy importante un
nuevo factor: el conocimiento (Steward, 1998). En realidad, el conocimiento ha estado
siempre presente en el proceso productivo y ha posibilitado el desarrollo económico. Pero, en
los últimos años ha adquirido mayor importancia en las empresas debido, entre otras razones,
al desarrollo de las TICs (Torrent, 2008). Entonces, se produce de manera acelerada la
transición de una economía industrial a otra basada en el conocimiento (Sainz González,
2009). Además del cambio en el paradigma económico, se observa que en la sociedad se
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2. producen diversos tipos de cambio –sociales, culturales, tecnológicos, etc.– cada vez más
rápidos y profundos. Por tal razón diversos autores consideran que estamos inmersos en uno
de los procesos de transformación más acelerados y radicales que haya experimentado la
humanidad en toda su existencia. Además, coinciden en que el proceso de transición de una
sociedad industrial a una sociedad del conocimiento produce cambios drásticos a nivel
mundial.
En este contexto, hay un incremento en la demanda de las empresas a las universidades
respecto al desarrollo de competencias cognitivas, procedimentales y actitudinales necesarias
para ocupar un puesto de trabajo y desempeñarse adecuadamente. Al respecto, los
responsables de Recursos Humanos de las empresas señalan que, en muchos casos, los
postulantes presentan títulos universitarios y diversos certificados de capacitación profesional,
pero luego en el proceso de selección de personal se detecta la falta de competencias de los
mismos para ocupar los puestos de trabajo. Entonces, la educación superior no estaría
alineada con los cambios experimentados en el contexto laboral.
Es importante señalar que la principal meta de los sistemas educativos no es la de preparar
para el trabajo, sino brindar una formación integral a los educandos con el objeto de formar
ciudadanos capaces de convivir en sociedades marcadas por cambios continuos y acelerados.
En este sentido, los sistemas educativos son responsables de distribuir equitativamente los
conocimientos, y formar a los educandos en valores, principios éticos y habilidades para
desempeñarse en los diferentes ámbitos de la vida social. En este sentido, los educandos
deben prepararse para responder a los nuevos requerimientos del proceso productivo y a
formas de organización del trabajo resultantes de la revolución tecnológica. Esto no puede
construirse con sistemas educativos obsoletos en cuanto a su organización y estructura tanto
didáctica como curricular.
La universidad no puede mantenerse al margen de lo que ocurre en la sociedad ni tampoco
aislarse del contacto con el sector productivo. Es necesario que se establezca un diálogo fluido
entre estas estructuras que, seguramente, presentará conflictos pero también oportunidades de
mejora de las mismas.
Uno de los principales problemas es que en los distintos niveles del sistema educativo se
enseña a los alumnos en el marco de lo que fue la sociedad industrial. De acuerdo al mismo,
se aplica una enseñanza mecanizada y una evaluación predominantemente cuantitativa, en la
que los alumnos que tienen mejores calificaciones son aquellos que repiten los conceptos de
manera memorística, sin entenderlos. En el marco de la sociedad del conocimiento, es
necesario que los alumnos entiendan los conceptos, desarrollen el pensamiento crítico y,
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3. fundamentalmente, aprendan a aprender. De esta manera podrán utilizar el conocimiento y
también renovarlo debido que se transforma en obsoleto rápidamente. El objetivo es que
incrementen su productividad en cualquier ámbito de la vida.
Uno de los desafíos más importantes que enfrentan las instituciones educativas es que el
conocimiento se duplica y renueva de manera cada vez más acelerada, y es necesario dar una
respuesta efectiva a esta situación. Por otra parte, estos cambios provocan una sensación de
inseguridad y angustia en las personas, porque parece que no hay nada fijo a que anclarse,
todo está en permanente flujo. Al respecto, Bauman (2000) acuño el concepto de “sociedad
líquida” en la cual todo es transitorio y efímero, donde lo único permanente es el cambio.
Tedesco (2000) señala que en la actual sociedad del conocimiento, la universidad debe tener
en cuenta tres nuevos factores de acceso al conocimiento: (a) será necesario educarse toda la
vida, (b) la democratización del acceso a los niveles más complejos del conocimiento no
puede quedar confiada solamente a la universidad, pues una gran mayoría de personas
quedaría fuera del proceso de desarrollo personal y social, y (c) se deberán encarar los
desafíos que plantean las nuevas tecnologías de la comunicación y la información a las
instituciones educativas y a los y métodos de enseñanza. Por otra parte, Tedesco (2000)
afirma que objetivo básico de la educación deberá ser que los educandos aprendan a aprender.
En otras palabras, el educando deberá ser cada vez más responsable de su propio aprendizaje
y, para ello, deberá dominar operaciones cognitivas clave y, además desarrollar actitudes
básicas asociadas al aprendizaje permanente (curiosidad, interés, espíritu crítico, creatividad,
etc.).
En la actualidad, las instituciones educativas en general y en particular las universidades, se
encuentran inmersas en una dinámica de crisis y replanteamientos, y deberán modificar sus
lineamientos, metodologías y distribución del tratamiento de los conocimientos, ya que se
encuentran obsoletos sus actuales modos de plantear y desarrollar la educación (Tedesco,
2000).
Tedesco (2000) considera que para que se produzca una transformación educativa en
Latinoamérica es necesario que se articulen una serie de secuencias de cambios, los cuales
deben ser aplicados en lo estrictamente pedagógico como así también en la organización y
gestión de las instituciones educativas. En cuanto a las dinámicas de enseñaza y aprendizaje,
el docente debe convertirse en un líder cognitivo que favorezca la construcción de
conocimiento por parte de los alumnos.
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