La noción de dispositivo pedagógico ha sido utilizada en los
últimos años de muy diversos modos y para dar cuenta de procesos muy diferentes. Por lo tanto, es necesario realizar algunas precisiones en torno al concepto para lograr una mejor comprensión del mismo.
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La noción de dispositivo pedagógico
1. DISPOSITIVO PEDAGÓGICO
Fuentes
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Trillas.
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Wassermann, S. (1999). El estudio de casos como método de enseñanza. Buenos Aires:
Amorrortu.
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2. Desarrollo
1. Presentación:
La noción de dispositivo pedagógico ha sido utilizada en los últimos años de muy diversos
modos y para dar cuenta de procesos muy diferentes. Por lo tanto, es necesario realizar
algunas precisiones en torno al concepto para lograr una mejor comprensión del mismo.
2. Noción de dispositivo:
“El dispositivo es un régimen social productor de subjetividad, es decir, productor de sujetos–
sujetados a un orden del discurso, cuya estructura sostiene un régimen de verdad”.
García Fanlo (2011)
En un sentido general, un dispositivo es un mecanismo organizado que sirve para cumplir un
fin determinado.
Foucault (1984) define al dispositivo como un conjunto heterogéneo que comprende
discursos, leyes, enunciados científicos, etc. que pertenecen tanto a los dicho como a lo no
dicho. Es decir, los elementos del dispositivo no se refieren exclusivamente a prácticas
discursivas sino también a prácticas no–discursivas, y la relación, asociación, interrelación o
articulación entre éstas resulta un requisito excluyente.
La no–distinción entre dispositivo y uno o varios de los elementos que lo componen ha
llevado a imprecisiones conceptuales. En este sentido, uno de los equívocos más
generalizados que existen con relación al uso que Foucault le asigna al término dispositivo
consiste en utilizarlo como sinónimo de institución.
Para Foucault (1984) el dispositivo es la red que se establece entre los elementos
heterogéneos que lo componen. Estos elementos se entrelazan de acuerdo a las diferentes
relaciones de poder, al contexto histórico−social y a la ideología dominante, y concurren a
producir subjetividad. Estas subjetividades y sentidos que el dispositivo plantea no son
estáticos, sino que están permanentemente replanteados en base a otros contextos y relaciones
de poder.
El dispositivo puede ser llamado artefacto pues consiste en un conjunto de mecanismos que
producen la vinculación y la consumación del discurso en lo real. En este sentido, podemos
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3. señalar que un dispositivo es, entre otras cosas, un conjunto de discursos. Cabe señalar que el
dispositivo está dispuesto por las prácticas discursivas pero, a su vez, las dispone y organiza.
La noción de dispositivo tal como la construye Foucault (1984) pone en juego relaciones de
saber y relaciones de poder . Es decir, lo que define al dispositivo es la red de poder–saber.
Como señalamos en “Discurso, poder y saber”, no hay discurso sin poder (Foucault, 1983), y
ahora podemos señalar que tampoco hay discurso sin dispositivo.
Un dispositivo no es algo abstracto debido a que, en tanto red de relaciones de poder−saber,
existe situado históricamente (espacial y temporalmente) y su emergencia siempre responde a
un acontecimiento que es el que lo hace aparecer. De modo que para entender un dispositivo
resulta necesario establecer sus condiciones de aparición en tanto acontecimiento que
modifica un campo previo de relaciones de poder. En este sentido, el dispositivo no es algo
externo a la sociedad, y ésta tampoco es externa al dispositivo.
García Fanlo (2011) señala que “el dispositivo es un régimen social productor de subjetividad,
es decir, productor de sujetos–sujetados a un orden del discurso, cuya estructura sostiene un
régimen de verdad”. En este sentido, Moro Abadía (2003) considera que el dispositivo se
concibe como una verdad que se posiciona en los sujetos (Moro Abadía, 2003). Al respecto,
lo que los dispositivos inscriben en los sujetos son reglas y procedimientos, esquemas
corporales, éticos y lógicos de orden general que orientan prácticas singulares que conducen a
conductas dentro de un campo determinado.
De acuerdo a lo señalado anteriormente, todo dispositivo tiene una genealogía y una
historicidad que explica su régimen de aparición, reproducción, funcionamiento y crisis de la
que resultará una nueva configuración de la red de poder–saber y, consiguientemente, nuevas
formas de experiencias. Al respecto, podríamos preguntarnos: en la actualidad, ¿qué tipo de
sujeto se constituye como efecto de la relación poder–saber?.
3. Noción de dispositivo pedagógico:
“Un dispositivo pedagógico está configurado por una multiplicidad de elementos diversos y
heterogéneos que hacen a la realidad educacional en cada momento y escenario socio–
histórico”.
Grinberg y Levy (2009)
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4. En cuanto a los dispositivos pedagógicos, los mismos tienen características específicas que los
diferencian de otros dispositivos. En este caso, la finalidad es que los procesos de enseñanza y
aprendizaje faciliten a los estudiantes la asimilación de nuevos conocimientos y habilidades.
Cabe señalar que un dispositivo pedagógico es producto de diversos atravesamientos como,
por ejemplo: políticos, ideológicos, axiológicos, filosóficos, técnicos, sociales, pedagógicos,
etc.
A partir de la definición de dispositivo de Foucault (1984), podemos considerar que un
dispositivo pedagógico está constituido por un conjunto de elementos disímiles y
heterogéneos que, en un determinado momento histórico y social, componen cierta realidad
educativa (Grinberg y Levy, 2009). Entre otros, podemos mencionar los siguientes elementos
que componen un dispositivo pedagógico (Grinberg, 2008, 2009): discursos; finalidades;
leyes; reglamentos y normativas institucionales; rutinas y rituales escolares; instalaciones
arquitectónicas; filosofías; valores; textos escolares; teorías y estrategias de la enseñanza;
contenidos curriculares; organización y secuenciación de las actividades de enseñanza en el
aula; el uso de la palabra y las formas de comunicación (qué puede decirse y qué no en el
aula); sistema de calificaciones; formas de organizar y utilizar el espacio escolar (patios, sala
de actos, sala de maestros, aulas); modos de distribución de los cuerpos en el espacio escolar
(quienes tienen permiso para entrar a cada lugar o cómo se distribuyen los bancos en el aula);
la organización de los tiempos (distribución de la materias en el horario escolar; la
diferenciación entre tiempo de trabajo y tiempo de ocio; etc.); etc.
La noción de dispositivo planteada por Foucault (1984) se encuentra íntimamente ligada con
la idea de producción de subjetividad. Esto es, la subjetividad como efecto de la composición
y recomposición de fuerzas, prácticas discursivas y no discursivas y relaciones de poder que
siempre están en proceso de hacerse y rehacerse.
Un dispositivo no es un artificio entendido como sinónimo de máquina que opera siempre
reproduciendo el mismo mecanismo y produciendo siempre el mismo resultado. En realidad,
es algo que constantemente se está reconfigurando a sí mismo, que en cierta manera aprende
como si estuviera dotado de inteligencia artificial, por lo tanto produce distintos tipos de
subjetividades en cada momento histórico
En las democracias los dispositivos pedagógicos tratarán de fomentar el espíritu crítico y la
participación ciudadana, a través de reglamentos de convivencia consensuados, lectura de
autores polémicos, trabajos solidarios cooperativos, se impondrán valores referidos a los
derechos humanos, las aulas serán proyectadas con una organización más flexible, etc. En
cambio, en las dictaduras se fomentará el orden, la obediencia, los contenidos dogmáticos, la
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5. disciplina estricta e impuesta desde las autoridades, el discurso autoritario, etc. Entonces, los
diferentes dispositivos pedagógicos empleados en el proceso educativo conforman una
ciudadanía con ciertas características distintivas. Al respecto, si comparamos a ciudadanos
formados en diferentes épocas con dispositivos pedagógicos distintos, observaremos muchos
rasgos comunes entre los que los compartieron y diferenciados con los de otra etapa histórica
o cultural. Asimismo, la noción de dispositivo remite a formaciones históricas, de manera tal
que las formas que asume un dispositivo pedagógico sólo pueden comprenderse en el seno de
determinadas relaciones sociales en un determinado contexto histórico.
En cuanto a las teorías y estrategias de enseñanza que pueden formar parte de un dispositivo,
las mismas son diversas. En algunos casos, pueden determinan prácticas educativas que no
permiten a los estudiantes abordar los conceptos como herramientas disponibles de
intervención práctica, sino que se centran en la transmisión del saber. En este caso, las clases
se desarrollan siguiendo un esquema fijo, predeterminado, que responde a la lógica del
contenido o del campo disciplinar de que se trate. En cambio, hay teorías y estrategias de
aprendizajes que establecen prácticas educativas que permiten a los estudiantes pensar con lo
que se aprende, es decir, facilitan el uso activo del conocimiento (Perkins, 1995). Entre las
teorías de la enseñanza que permiten alcanzar estos objetivos podemos mencionar, entre otros,
el aprendizaje significativo (Ausubel et al., 1999); en cuanto a las estrategias de enseñanza ,
se pueden mencionar, entre otras, el estudio de casos (Wassermann, 1999), el aprendizaje
basado en problemas (ABP) (Torp y Sage, 1998), etc.
4. El dispositivo pedagógico según Marta Souto:
Souto (1999) propone tres sentidos para conceptualizar el dispositivo pedagógico:
1. Sentido político: Alude a disponer, a ejercer sobre algo o alguien una orden, a ejercer en
definitiva un poder.
2. Sentido pedagógico: Se trata de la vinculación entre la aptitud, la potencia y la
posibilidad, que puede dar lugar a lo nuevo, a crear, a generar, a cambiar y provocar
acciones.
3. Sentido técnico: Se refiere al arreglo de medios para fines; al instrumento, a la
combinatoria que crea un artificio en pos de fines y resultados,
Para Souto (1989), el dispositivo pedagógico plantea un predominio técnico, pero sin
desatender otras dimensiones y dispone componentes variados y diversos en función de una
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6. intencionalidad pedagógica: facilitar el aprendizaje. La autora plantea las siguientes funciones
de un dispositivo.
Productor: Produce transformaciones y cambios.
Provocador: Establece disposiciones que posibilitan el hacer, el crear, (c) revelador:
permite desplegar significados.
Analizador: Posibilita analizar lo que se revela en su interior.
Organizador técnico: Garantiza la intención de cambio.
El dispositivo pedagógico como organizador técnico permite ordenar las condiciones para la
acción (espacios, tiempos, recursos materiales y humanos, ambientes propicios para su
instalación, etc.), desde una lógica de complejidad multidimensional (Souto, 1999).
De acuerdo a Souto (1999), el dispositivo pedagógico es una “construcción técnica” y, a la
vez, una “construcción social”
Construcción técnica: Es una herramienta, un “artificio” complejo constituido como
combinatoria de componentes diversos y heterogéneos.
Construcción social: Responde a urgencias de un momento histórico; es red heterogénea
de componentes diversos; articuladora de tramas de poder y de saber, con capacidad
productora de sentidos y de sujeciones.
5. Dispositivo pedagógico y educación:
Rose (1999) señala que los dispositivos son siempre formaciones históricas, y su estudio se
dirige a identificar los modos como los seres humanos son individualizados y dirigidos por
medio de diversas prácticas. Esto refiere directamente a la educación, si por ella entendemos
las prácticas involucradas en la producción de la subjetividad. De manera que la educaci6n
podría pensarse como un territorio que se configura como un campo de relación de fuerzas, un
encuentro entre sujetos, espacio de producción, de creación y distribución de ciertos tipos de
saber y de verdad que prefiguran determinados tipos de subjetividad. En este sentido, la
educación implica prácticas más o menos deliberadas y, con ello, organizadas con diferentes
niveles de sistematicidad, todas concurrentes a la producción de subjetividad (Grinberg y
Levy, 2009).
Como señalamos en “Discurso, saber y poder”, toda relación social involucra una forma del
ejercicio del poder. En otras palabras, toda relación humana como, por ejemplo, la relación
pedagógica, supone el ejercicio del poder. Esto es así porque implica la acción de unos sobre
otros, la dirección de las voluntades. Desde este punto de vista, debemos pensar en las
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7. relaciones de poder en el ámbito educativo considerando qué fuerzas están interviniendo, qué
elementos y componentes están en juego y, especialmente, cuáles son los efectos que se
producen.
Las cuestiones referidas al poder y al saber son muy importantes en toda institución y,
particularmente, en una institución educativa. En este sentido, la educación podría pensarse
como un territorio que se configura como un campo de relación de fuerzas, un encuentro entre
sujetos, un espacio de producción, de creación y distribución de determinados tipos de saber
que prefiguran ciertos tipos de subjetividad (Ball, 1993).
El poder esta incluido en el discurso pedagógico aceptado como verdadero. El poder controla
el saber ejerciendo distintos procedimientos de control del mismo, por ejemplo, silenciando
aquellos discursos que no se encuentran dentro de los criterios definidos por este poder. Es
decir, se impone una doble represión: los discursos excluidos y los discursos aceptables.
La educación a pesar que sirve como instrumento para que todo sujeto pueda acceder a
cualquier tipo de discurso, en su distribución (en lo que permite y en lo que impide), sigue las
oposiciones y luchas sociales. Foucault (1983) señala que “todo sistema de educación es una
forma política de mantener o de modificar la adecuación de los discursos, con los saberes y
los poderes que implican”.
Una institución educativa está conformada por un conjunto de sujetos que constituyen un
cuerpo poseedor de saberes y prácticas reconocidas. Como señalamos anteriormente, se
privilegian determinados saberes y prácticas a través de procesos de inclusión y exclusión de
los mismos. Es importante conocer por qué se privilegian ciertos saberes y prácticas y no
otros, y cuáles se excluyen. Además, podríamos preguntarnos ¿qué tipo de formación se
privilegia?, ¿qué tipo de subjetividad intentan promover?, ¿qué tipo de procesos favorece?,
¿cómo define al sujeto educado?, ¿qué lugar ocupa el sujeto en su formación?, etc.
Las universidades se encuentran entre las instituciones ideológicas más complejas, que
revelan y reflejan los intereses, ideas sociales y políticas de su grupo. De allí que se torne
necesario e importante poder analizar las relaciones entre el poder y el discurso evidenciado
en las relaciones e interrelaciones que se producen en su seno.
La educación involucra mostrar, disponer un mundo, permitir que los estudiantes ingresen al
mundo de la cultura. Esto no implica que los estudiantes respondan como autómatas a las
enseñanzas que reciben. En otras palabras, los estudiantes hacen muy diversas cosas con
aquello que los docentes les enseñan; no son ni tábulas rasas, ni recipientes vacíos. Es por ello
que adquiere sentido referirnos a la educación como relación de poder, como encuentro entre
voluntades.
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8. 6. Cierre conceptual:
Langer et al. (2008) señalan que en la actualidad los dispositivos pedagógicos han cambiado
como así también las practicas educativas y los sujetos insertos en las instituciones escolares,
en función de los procesos de transformación social, económica y cultural de la sociedad. Al
respecto, García Fanlo (2007, 2011) considera que, a diferencia de Bauman y Lyon (2013),
los nuevos dispositivos no reemplazan a los antiguos sino que los subsumen, es decir, los
incluyen como componentes de una síntesis o clasificación más amplia.
El concepto de dispositivo pedagógico permite preguntarnos, entre otros aspectos, por las
formas que asume la institución “educación” en un determinado momento histórico. Además,
permite comprender, entre otras cosas, significados, normas, distribuciones temporales y
espaciales que dan forma a la escolaridad en un tiempo y espacio histórico.
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