2. Octavio Paz
… el ritmo es algo más que medida, algo más que
tiempo dividido en porciones. La sucesión de golpes y
pausas revela una intencionalidad, algo así como una
dirección. El ritmo provoca una dirección, suscita un
anhelar. Si se interrumpe, sentimos un choque (...). Así
pues, el ritmo no es exclusivamente una medida vacía
de contenido, sino una dirección, un sentido. El ritmo
no es medida, sino tiempo original.
3. Susanne Langer
La esencia del ritmo es la preparación de un nuevo evento
mediante la finalización de uno anterior. Una persona que
se mueve rítmicamente no necesita repetir con exactitud
ninguno de sus movimientos. Estos, sin embargo, deben
ser gestos completos, para que uno pueda sentir su
principio, su propósito y consumación y ver en la última
etapa de uno la condición y, de hecho, el principio de otro.
El ritmo es el establecimiento de nuevas tensiones al
terminarse las anteriores. No necesitan en absoluto ser de
igual duración; pero la situación que engendra la nueva
crisis debe ser inherente al desenlace de la que la precede
4. Pascal Michon
¿Podemos, vistas nuestras necesidades analíticas y la gran
diversidad de procesos que la conciernen, satisfacernos
con la definición tradicional heredada de Platón? ¿No
debemos, por el contrario, adoptar una definición más
global, sobre el modelo de la que sugiere Benveniste en su
artículo seminal "La noción de ritmo en su expresión
lingüística"? Así el concepto de ritmo ¿no debería
redefinirse como rhuthmos, es decir "como manera
específica de fluir"? ¿No nos serviría entonces como
herramienta para pensar a la vez en las sucesiones
métricas y todas las demás formas de organización
posibles independientemente del metro?
5. Henri Meschonnic
Defino el ritmo en el lenguaje como la organización de las
marcas por la cuales los significantes, lingüísticos y extralingüísticos, producen una semántica específica, distinta
del sentido lexical, y que yo llamo “signifiance”: es decir
los valores propios a un solo discurso
6. Esta noche puedo escribir los versos más tristes.
Escribir: "La noche está estrellada, y los astros,
azules, tiritan, a lo lejos", por ejemplo.
En el cielo gira el viento de la noche y canta.
Esta noche puedo escribir los versos más tristes.
Yo la quise, y ella también a veces me quiso.
La tuve entre mis brazos en las noches como ésta.
Bajo el cielo infinito tantas veces la besé.
Ella me quiso, yo también a veces la quería.
7. Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
8. Alma Venturosa de Leopoldo Lugones.
Al promediar la tarde de aquel día,
cuando iba mi habitual adiós a darte,
fue una vaga congoja de dejarte
lo que me hizo saber que te quería.
Tu alma, sin comprenderlo, ya sabía…
Con tu rubor me iluminó al hablarte,
y al separarnos te pusiste aparte
del grupo, amedrentada todavía.
Fue silencio y temblor nuestra sorpresa;
mas ya la plenitud de la promesa
nos infundía un júbilo tan blando,
que nuestros labios suspiraron quedos…
Y tu alma estremecíase en tus dedos
como si se estuviera deshojando.
9. Tankas, J.L. Borges.
1
Alto en la cumbre
todo el jardín es luna,
luna de oro.
Más precioso es el roce
de tu boca en la sombra.
10. Tankas, J.L. Borges.
2
La voz del ave
que la penumbra esconde
ha enmudecido.
Andas por tu jardín.
Algo, lo sé, te falta.
11. Tankas, J.L. Borges.
3
La ajena copa,
la espada que fue espada
en otra mano,
la luna de la calle,
¿dime, acaso no bastan?
12. Tankas, J.L. Borges.
4
Bajo la luna
el tigre de oro y sombra
mira sus garras.
No sabe que en el alba
han destrozado un hombre.
13. Tankas, J.L. Borges.
5
Triste la lluvia
que sobre el mármol cae,
triste ser tierra.
Triste no ser los días
del hombre, el sueño, el alba.
14. Tankas, J.L. Borges.
6
No haber caído,
como otros de mi sangre,
en la batalla.
Ser en la vana noche
él que cuenta las sílabas.