1. Análisis de las variantes
anatómicas rinosinusales
encontradas en pacientes con
rinosinusitis crónica sometidos
a cirugía funcional de nariz y
senos paranasales
2. Rinosinusitis crónica
tratamiento inicial es el manejo médico a base de esteroides e irrigaciones
nasales: cirugía funcional endoscópica
variantes anatómicas rinosinusales, las cuales podrían predisponer al
fracaso del manejo médico.
Objetivo: : Identificar las variantes anatómicas
Material y métodos:
retrospectivo, transversal, descriptivo y observacional.
En expedientes clínicos de pacientes con diagnóstico de rinosinusitis
crónica sometidos a cirugía funcional endoscópica en el periodo de enero
a diciembre de 2017
3. analizaron los estudios de tomografía computarizada prequirúrgicos para
identificar las variantes anatómicas / utilizando el sistema de clasificación
tomográfica de Lund-Mackay
4. RESULTADOS
Se encontraron variantes anatómicas en 85.1% de los pacientes, la más
frecuente fue la desviación septal (76.5%).
5. CONCLUSIÓN
No hay relación importante entre la severidad de la enfermedad y la
configuración anatómica del paciente.
6. Rinosinusitis
la inflamación sintomática de la mucosa de la nariz y los senos paranasales.
se puede clasificar en rinosinusitis aguda (RSA) si es menor de cuatro
semanas o rinosinusitis crónica (RSC) si es mayor de 12 semanas, la
rinosinusitis de duración entre cuatro y 12 semanas se llama subaguda.
La fisiopatología y etiología exactas de la enfermedad no se conocen en su
totalidad.
7. Existen determinadas variantes anatómicas, principalmente de la pared
lateral nasal, que pueden contribuir a la obstrucción del drenaje y
ventilación del complejo osteomeatal.
Algunas asociadas con rinosinusitis crónica son: desviación septal, concha
bullosa, cornete medio paradójico, bulla etmoidal hipertrófica,
medialización o lateralización del proceso uncinado, celdilla de Haller,
celdilla de Onodi.
8. Incidencia: no está establecido por lo tanto la patogénesis permanece
incierto.
La inflamación de la mucosa debe documentarse y confirmarse con algún
hallazgo para poder integrar el diagnóstico de rinosinusitis.
Una manera de hacerlo es a través de la tomografía computarizada en la
que se puede cuantificar la extensión de la enfermedad inflamatoria, la
cual se basa en la opacidad de los senos paranasales, además de mostrar
anomalías que condicionen obstrucción del complejo osteomeatal,
variantes anatómicas y poliposis nasosinusal; también debe realizarse
cuando se planea algún procedimiento quirúrgico endoscópico.
9. Kennedy: necesidad de un sistema de clasificación para determinar la
extensión y severidad de la enfermedad nasosinusal; los hallazgos
tomográficos no correlacionan necesariamente con los síntomas ni
gravedad, pero ofrecen un método objetivo para controlar la enfermedad
recurrente o crónica.
10. Existen varios sistemas para correlacionar los hallazgos tomográficos con
la severidad de la enfermedad.
Lund-Mackay es uno de los más utilizados en ensayos clínicos además de
ser el que tiene la mejor concordancia interobservador e intraobservador,
método de los años 80 , objetivos es ser una herramienta para facilitar la
toma de decisiones terapéuticas.
Se realiza mediante la evaluación tomográfica de los senos paranasales
11. A Cada grupo se le asigna una calificación según la opacidad que muestre
cada seno paranasal:
0 ausencia completa, 1 opacidad parcial y 2 opacidad total; se evalúa el
seno maxilar, celdillas etmoidales anteriores, celdillas etmoidales
posteriores, seno esfenoidal, seno frontal y complejo osteomeatal, al final
los valores de cada lado se suman y se obtiene un resultado entre 0 y 24.
12. La cirugía funcional de nariz y senos paranasales (FESS, por sus siglas en
inglés) se propone como manejo para la RSC refractaria a tratamiento
médico.
Se ha comparado el resultado de la cirugía endoscópica con el tratamiento
médico en pacientes con RSC refractaria, analizado el costo/efectividad de
cada una y se ha encontrado que la calidad de vida es mejor en los
pacientes sometidos a cirugía endoscópica.
13. Objetivo: identificar las variantes anatómicas en pacientes con rinosinusitis
crónica sometidos a cirugía funcional endoscópica de nariz y senos
paranasales en un hospital de tercer nivel de atención.
14. Material y métodos
tipo: retrospectivo, transversal, descriptivo y observacional
universo fueron los pacientes con rinosinusitis crónica del servicio de
otorrinolaringología de un hospital universitario de tercer nivel de
atención en la Ciudad de México, sometidos a cirugía funcional de nariz y
senos paranasales vía endoscópica en el periodo del 01 de enero al 31 de
diciembre de 2017.
Los criterios de inclusión fueron: 1. Ser pacientes del servicio de
otorrinolaringología del hospital con diagnóstico de rinosinusitis crónica.
2. Haber sido sometido a cirugía funcional de nariz y senos paranasales vía
endoscópica en el periodo estudiado.
La muestra fue de 62 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión. El
muestreo fue no probabilístico.
15. Se analizaron los expedientes clínicos de los pacientes incluidos en el
estudio, de igual modo se revisaron los estudios de tomografía
computarizada prequirúrgicos para identificar la severidad de la
rinosinusitis medida individualmente en cada seno paranasal mediante el
sistema de Lund-Mackay9 y asimismo las variantes anatómicas presentes.
Para identificar los datos obtenidos se asignaron folios a cada paciente y
así mantener el anonimato.
datos en Excel® de Microsoft®, y el análisis estadístico se realizó con el
paquete computacional Statistical Package for the Social Sciences (SPSS)®
versión 24.
16. Se obtuvieron las estadísticas descriptivas de media, desviación estándar,
valores mínimo y máximo a las variables edad y severidad de la
rinosinusitis. A las variables de sexo, concha bullosa derecha e izquierda,
cornete paradójico derecho e izquierdo, celdillas de Haller y de Onodi
derecha e izquierda, grado de rinosinusitis en cada seno maxilar, celdillas
etmoidales anteriores y posteriores, seno esfenoidal y frontal, así como
complejo osteomeatal derecho e izquierdo se les obtuvo su tabla de
distribución de frecuencia absoluta y relativa, medida esta última como
proporción.
objeto de detectar alguna asociación entre variables de variantes
anatómicas y severidad de la rinosinusitis se obtuvo el coeficiente de
Spearman.
17. Resultados
El servicio de otorrinolaringología del hospital, en el año 2017 se
efectuaron 62 cirugías funcionales endoscópicas de nariz y senos
paranasales, de las cuales 47 fueron incluidas en este estudio, las 15
restantes fueron excluidas por no contar con tomografía computarizada
para la evaluación o por presentar cirugía nasal previa o poliposis nasal
masiva.
Veintiséis pacientes fueron de sexo femenino (55.3%) y 21 pertenecían al
masculino (44.7%). La edad media fue de 43 años, mínima 22 y máxima 70
años (desviación estándar de 13.15).
En cuanto a las variantes anatómicas, 85.1% de los pacientes (n = 40)
mostró al menos una en la tomografía computarizada, siendo la desviación
septal la más frecuente.
18. Se identificó la presencia de una sola variante en 27 pacientes (57.4%), y
un máximo de cinco variantes en un paciente (2.1%).
Se apreció desviación septal en 36 pacientes (76.5%), la mayoría se
encontró entre los 20 y 30 grados con una media de 25.55 y una
desviación estándar de 10.74. En los 11 pacientes restantes se detectó
algún grado de desviación septal, no considerado relevante (menor de 10
grados), por lo que no se tomó en cuenta como variante anatómica.
19.
20.
21. Con relación a la severidad de la rinosinusitis, se utilizó el sistema
tomográfico de Lund-Mackay (0-24 puntos). Se apreciaron grados de
severidad muy variados, con una media de 12.49 y desviación estándar de
8.1; se encontraron desde pacientes que obtuvieron sólo un punto hasta
pacientes con la calificación máxima de 24 puntos con todos los senos
paranasales ocupados en su totalidad.
El seno paranasal más afectado fue el maxilar (87.2% de los pacientes
presentaron afección del lado derecho y 80.9% del izquierdo), seguido de
las celdillas etmoidales anteriores (76.6% de los pacientes mostraron
afección del lado derecho y 83% del izquierdo).
22. La mayor severidad se observó en el complejo osteomeatal izquierdo
seguido de las celdillas etmoidales anteriores
23. Discusión
55.3% fueron mujeres y 44.7% hombres
mayor prevalencia de la enfermedad en el sexo masculino (entre 60.7-
66.6%) en comparación con el femenino (33.3-39.3%).
La edad media fue similar a la descrita en estos estudios (entre 40 y 45.5
años).
En cuanto al número de variantes anatómicas por paciente, en este estudio
la mayoría (57%) presentó una sola variante anatómica.
En la mayoría de las investigaciones consultadas no se específica a detalle
el número de variantes anatómicas por paciente, sólo en una referencia se
menciona que la mayoría de sus casos (52%) tuvo dos o más variaciones y
41% tuvo una sola.
24. Desviación septal
20- 30% y que la desviación severa es un factor que contribuye a la
sinusitis crónica.
En este estudio fue la variante anatómica más frecuente con 76.5% de los
casos (36 pacientes).
más frecuente con porcentajes de 80-82
25. Concha bullosa
neumatización del cornete medio
puede bloquear el complejo osteomeatal y afectar el aclaramiento
mucociliar del mismo causando rinosinusitis crónica
grado de neumatización en la población general es de 11-15.9%
En esta investigación la frecuencia de concha bullosa (14.9%) fue menor
que la reportada en otros estudios, donde los porcentajes son muy
diversos siendo todos mayores que el nuestro, con frecuencias que van
desde 16.8% hasta 68%.
26. Cornete medio paradójico
curvatura inversa del cornete medio, puede producir compresión del
meato medio y obstrucción del drenaje.
En nuestra investigación se encontraron siete casos de esta variante
anatómica que representa 14.9%, frecuencia que es similar a la descrita en
la literatura (entre 10- 14.4%), y que no varía de manera importante con la
reportada en la población general (12.2%).
27. Celdillas de Haller
presencia de celdillas etmoidales infraorbitarias
Algunos autores las consideran como celdillas etmoidales que se
proyectan debajo de la bulla etmoidal dentro del piso orbitario, en la
región de apertura del seno maxilar; otros las consideran como cualquier
celdilla etmoidal que se encuentre en el piso de la órbita
Nosotros las identificamos en 8.5% de los pacientes, mientras que la
literatura consultada refiere desde 3%13,15 hasta 20% de rango promedio.
28. Celdillas de Onodi
celdilla etmoidal posterior que se extiende lateral y/o superior al seno
esfenoidal
presencia aumenta la posibilidad de lesión a la arteria carótida interna y al
nervio óptico durante la cirugía endoscópica nasosinusal.
. En nuestro estudio se logró identificar en 14.9% de los pacientes, lo cual
coincide con las frecuencias reportadas en la literatura
29. seno paranasal más afectado fue el maxilar derecho en 87.2%
la mayor severidad se encontró en el complejo osteomeatal izquierdo
(48.9% de los pacientes).
Identificar las variantes anatómicas presentes en cada paciente es
indispensable en aquellos casos en los que se planea realizar cirugía
endoscópica.20,26 En algunos casos pueden ser causas tratables de
obstrucción del complejo osteomeatal, mientras que en otros conocerlas
servirá para evitar o disminuir las complicaciones durante el
procedimiento.
30. Conclusiones
Se encontrar variantes anatómicas en 85.1% de los pacientes con
diagnóstico de rinosinusitis crónica sometidos a cirugía funcional
endoscópica y senos paranasales.
Es indispensable una revisión detallada de las tomografías computarizadas
preoperatorias para evitar complicaciones durante el procedimiento
quirúrgico.
Se requiere la realización de un estudio en población sin presencia de
rinosinusitis crónica para comparar la incidencia de variantes anatómicas
entre sanos y enfermos.
31. Las variaciones anatómicas y las vías
de acceso quirúrgico en el quiasma, los
nervios ópticos y las arterias carótidas
de la región selar influyen en la
elección de los mejores abordajes
quirúrgicos: un estudio en cadáveres
32. relación entre la arteria carótida, el nervio óptico y la apófisis clinoides
anterior es la base de los tratamientos quirúrgicos realizados en la región
subquiasmática.
La ubicación del quiasma óptico, la longitud de los nervios ópticos, y la
distancia y el ángulo entre dichos nervios determinan la vía de acceso
quirúrgico
34. Resultados:
, se definieron 4 casos de quiasma prefijado (13%), 6 de quiasma posfijado
(20%) y 20 de quiasma central (67%).
Además, medimos el ángulo entre 2 nervios ópticos que muestra
indirectamente la ubicación del quiasma según el diafragma selar, y luego
detectamos el valor medio de este ángulo (87,1 ± 11,6◦).
El valor «límite» para designar un quiasma como «prefijado» se midió en el
estudio actual como ≥ 101,1◦
El valor medio del ángulo entre los nervios ópticos osciló entre 69,9 ± 3,7◦
en los 6 casos de quiasma posfijado, 104,0 ± 2,1◦ en los 4 casos de
quiasma prefijado y 88,8 ± 6,7◦ en los 20 casos de quiasma central.
35. Conclusión:
La relación entre los tipos de quiasma óptico, los nervios ópticos y las
estructuras óseas y vasculares alrededor del área selar fue eficaz para
determinar el acceso quirúrgico en esta región.
36. La región selar y paraselar es una estructura anatómica crítica en el medio de
la base del cráneo, que se limita al nervio óptico, el quiasma y el polígono de
Willis en la parte superior, los senos cavernosos y la arteria carótida interna
(ACI) en la parte lateral, y el tronco encefálico y la arteria basilar en la parte
posterior.
En esta región, la estructura neural más afectada por las patologías es el
aparato óptico. Las arterias cerebrales anteriores y la arteria comunicante
anterior se encuentran por encima del quiasma.
Las variaciones del quiasma óptico y los términos prefijo y posfijo fueron
sugeridos por primera vez por Schaeffer en 1924.7 Recientemente,
Griessenauer et al. enfatizó que la relación entre la ubicación del quiasma y la
glándula pituitaria es significativa para determinar la cirugía enfoque, y
concluyó que los casos con tipo de quiasma posfijo tienen el menor riesgo de
lesiones del quiasma óptico y el tallo pituitario durante una operación
quirúrgica.
37. El tuber cinereum y el infundíbulo se ubican posteroinferiormente al
quiasma óptico, las arterias carótidas internas se ubican lateralmente y el
diafragma de la silla turca y la hipófisis se encuentran en la parte inferior.
38. La mayoría de las patologías en la región selar y paraselar se localizan por
debajo del nervio óptico y el quiasma, y justo por detrás del surco
quiasmático.
El quiasma está ubicado en el centro (ubicación normal) en el 70% de los
humanos y se superpone al diafragma de la silla turca. El quiasma óptico
puede estar en 3 ubicaciones diferentes como quiasma prefijo, quiasma
central y quiasma posfijo, según el diafragma.
sellae, glándula pituitaria y tallo pituitario. Esta variedad de localización
condiciona de forma significativa la sintomatología clínica y los abordajes
quirúrgicos.
39. Comprender la relación entre la arteria carótida, el nervio óptico y el
proceso clinoides anterior es la base de los abordajes quirúrgicos
realizados en las regiones subquiasmática, selarpreselar.
Los abordajes quirúrgicos de las patologías localizadas en la región selar-
paraselar subquiasmática difieren según la región de extensión de la
patología y las estructuras afectadas por la patología.
La ubicación del quiasma óptico, la longitud de los nervios ópticos, la
distancia y el ángulo entre los nervios ópticos determinan la morbilidad y
mortalidad de los abordajes quirúrgicos.
40. Aunque los abordajes endoscópicos transnasales a esta región han
aumentado recientemente, el abordaje transcraneal debe ser considerado
evidentemente en lesiones resistibles.
Aunque existen algunos estudios en cadáveres relacionados con la
anatomía de la región selar-paraselar, el seno cavernoso y el diafragma
selloso, hay pocos estudios en la literatura donde se compararon la
anatomía neural y vascular de la región subquiasmática-paraquiasmática
en términos de abordajes transcraneal y transnasal.
41. Se investigó la relación de las estructuras anatómicas entre sí para preferir
el abordaje quirúrgico a la región óptico-quiasmática de tal manera que
no dañe las estructuras anatómicas.
materiales y métodos
30 casos de autopsias humanas adultas realizadas por el Departamento de
Medicina Forense de la Facultad de Medicina de la Universidad de Bursa
Uludag y el Departamento de Morgue del Instituto de Medicina Forense, con
la aprobación del Departamento de Neurocirugía de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Uludag (norte=30).
42. La técnica, que fue definida por Yılmazlar et al.,6se modificó al extirpar en
bloque la región selar y paraselar conservando la parte inferior del
mesencéfalo incluyendo nervios ópticos, quiasma, polígono de Willis,
arteria basilar, protuberancia y región hipotalámica.
La región subquiasmal, como región de exploración secundaria, se abordó
en 30 muestras de bloques anatómicos de manera similar al abordaje
transnasal, y se obtuvieron imágenes
43. Resultados
A. Resultados de las mediciones cualitativas
30 muestras cadavéricas donde se anotó la ubicación del quiasma óptico
según silla turca, se detectó quiasma tipo central donde se ve quiasma
directamente sobre la silla turca en 20 casos (67%)
se detectó quiasma de tipo posfijo donde el quiasma se ve anterior a la silla
turca en 6 casos (20%) (Figura 2c), y el quiasma tipo prefijo donde el quiasma
se ve en el dorso de la silla turca posterior a la silla turca se detectó en 4
casos (13%)
44. B. Resultados de las mediciones cuantitativas
B1: Resultados de las medidas de la región subquiasmática
B1.1: Se definió el ángulo entre los nervios ópticos. El más grande fue 106.1◦,
y el más pequeño era 65.9◦(valor medio 87,1±11.6◦)
B1.2: La distancia entre los nervios ópticos se midió medialmente, en el plano
donde el nervio entra en el canal óptico. El más grande fue de 16,1 mm y el
más corto de 6,6 mm (valor medio 12,1 mm).±2,6 mm)
45. B2: Resultados de las medidas de la región subquiasmática anterior
B2.1: Se midió la longitud de la línea media entre la parte anterior del
tuberculum sellae y la parte posterior del tallo pituitario. El valor más largo
fue de 11,9 mm y el más corto de 4,9 mm (valor medio 9,1 mm).±1,7 mm).
B2.2: La distancia entre los clinoides anteriores se midió medialmente. El más
grande fue de 26,3 mm y el más corto de 15,6 mm (valor medio 21,1±2,4
mm).
46. Discusión
el abordaje quirúrgico de la región, se deben tener en cuenta los tipos de
quiasma óptico y la capacidad de apertura de las ventanas de abordaje.
El quiasma óptico se designa como quiasma prefijo si se encuentra por
delante del diafragma de la silla turca, el tallo pituitario y la glándula
pituitaria; como quiasma central si se ubica en el medio; y como posfijo
quiasma si se encuentra detrás.
47. Las variaciones del quiasma óptico y los términos prefijo y posfijo fueron
sugeridos por primera vez por Schaeffer en 1924.
Recientemente, Griessenauer et al. enfatizó que la relación entre la
ubicación del quiasma y la glándula pituitaria es significativa para
determinar la cirugía .
enfoque, y concluyó que los casos con tipo de quiasma posfijo tienen el
menor riesgo de lesiones del quiasma óptico y el tallo pituitario durante
una operación quirúrgica
48. En varios estudios anatómicos y radiológicos, el quiasma de tipo prefijo se
informó con una tasa de 4 a 24%, el quiasma de tipo central con una tasa
de 65 a 88% y el quiasma de tipo posfijo con una tasa de 4 a 17% nervios
El ángulo entre los segmentos intracraneales de los nervios ópticos en el
plano sagital medio fue medido por primera vez por Won et
al.12Yohannan et al. sugirieron que la medición del ángulo entre dos
nervios ópticos en las imágenes preoperatorias podría ser indicativo para
elegir el abordaje interóptico subfrontal para los adenomas hipofisarios.
49. El ángulo medio entre los nervios ópticos se midió como 69,9±9.2◦en 100
casos de autopsia realizados por Yohannan et al. Los autores definieron
este ángulo como 79.61◦en casos con prefijo quiasma, como 68.1◦en casos
con quiasma normofix, y como 59.48◦en casos con quiasma posfijo.
El valor “límite” se identificó como≥71.4◦para designar un quiasma como
prefijo.
El ángulo medio entre los nervios ópticos se midió como 69,9±9.2◦en 100
casos de autopsia realizados por Yohannan et al.
50. Los autores definieron este ángulo como 79.61◦en casos con prefijo
quiasma, como 68.1◦en casos con quiasma normofix, y como 59.48◦en
casos con quiasma posfijo.
El valor “límite” se identificó como≥71.4◦para designar un quiasma como
prefijo.
51. En nuestro estudio, primero medimos este ángulo entre dos nervios
ópticos, que muestra indirectamente la ubicación del quiasma según el
diafragma de la silla, y luego detectamos el valor medio de este ángulo
como 87,1±11.6◦
El valor “límite” para designar un quiasma como prefijo se midió en el
presente estudio como≥101.1◦. El ángulo entre los nervios ópticos osciló
entre 65,9◦y 75,0◦en 6 casos con quiasma sufijo (valor medio 69,9±3.7◦),
entre 101,1◦y 106.1◦en 4 casos con prefijo quiasma (valor medio
104,0±2.1◦), y entre 79,9◦y 99.1◦en 20 casos con quiasma central (valor
medio 88,8±6.7◦)
52. En el estudio actual, el ángulo entre los nervios ópticos en cada 3 tipos de
quiasma se midió más grande que en el estudio de Yohannan et al.7 En
particular, un quiasma prefijo en el abordaje subfrontal podría complicar el
abordaje de la región subquiasmática, al reducir el rango de manipulación
quirúrgica.
la ubicación de los nervios ópticos y el quiasma puede ser útil para elegir
una cirugía transesfenoidal o transcraneal.
53. Durante la cirugía, la posición y los límites de los nervios ópticos, el
quiasma óptico, los nervios carótidos y oculomotores determinan el
corredor del abordaje quirúrgico.
Otro factor es la capacidad de tirar sin dañar las estructuras nerviosas y
vasculares de las ventanas de abordaje quirúrgico.
Otro factor que desafía la cirugía en esta región es la longitud entre dos
nervios ópticos en el plano donde el nervio ingresa al canal óptico.
En el estudio actual, la longitud media entre los nervios ópticos fue de
12,1±2,6 mm (entre 6,1 mm y 16 mm) (Tabla 2 ). Además, se evaluó la
relación de esta longitud con los tipos de quiasma óptico.
54. La longitud entre nervios ópticos osciló entre 9,4 y 13,7 mm (valor medio
11,5±1,4 mm) en las muestras con quiasma posfijo, entre 8,3 y 14,6 mm
(valor medio 11,6±3,1 mm) en las muestras con prefijo quiasma, y entre 6,6
y 16 mm (valor medio 12,4±2,8 mm) en las muestras con quiasma central
55. CONCLUSION
Como conclusión, no se observó relación entre el tipo de quiasma y la
distancia entre nervios ópticos (PAGS= 0,0875). Al mismo tiempo, se vio en
las mediciones que realizamos que la distancia entre los nervios ópticos es
naturalmente concordante con la distancia entre los procesos clinoides
anteriores.
56. En nuestro estudio, la distancia media entre dos nervios ópticos en el
plano de entrada del nervio al canal óptico fue de 12,1±2,6 mm (osciló
entre 16,1 mm y 6,6 mm), así como la distancia media entre los procesos
clinoides anteriores fue de 21,1±2,4 mm (osciló entre 26,3 mm y 15,6 mm).
A medida que disminuye la distancia entre los nervios ópticos, aumenta el
riesgo de desarrollo de déficit postoperatorio ya que podría aumentar la
retracción del nervio óptico.
57. En este estudio, mostramos la importancia de los tipos de quiasma en los
abordajes quirúrgicos de la región selar-paraselar y subquiasmática al
mostrar los tipos de quiasma óptico. En las disecciones que realizamos en
30 muestras cadavéricas, mostramos un 67% de quiasma de tipo central.
Además, este estudio muestra que la relación entre el quiasma, los nervios
ópticos y las estructuras óseas es importante para determinar el abordaje
quirúrgico en la cirugía de la región selar-paraselar y subquiasmática.
Hemos visto que el ángulo y la longitud de los nervios ópticos, la distancia
entre los procesos clinoides anteriores es importante, así como los tipos de
quiasma óptico, para seleccionar el abordaje apropiado entre los abordajes
quirúrgicos transesfenoidal o transcraneal.